Irving Wallace - Fan Club

Здесь есть возможность читать онлайн «Irving Wallace - Fan Club» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Fan Club: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Fan Club»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Sharon Fields, estrella de cine, es una mujer cuyo éxito parece irresistible a todo el mundo. Existe un silecioso grupo masculino de fans que está planeando raptarla. Su meta retorcida, sus aspiraciones, son satisfacer sus más oscuros deseos y frustraciones con ella. Sharon, a quien la vida sonreía, se ve secuestrada, atada, humillada y, lejos de rendirse, planea su propia escapada. Uno por uno engatusa a los secuestradores para salir sana y salva de su prisión.

Fan Club — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Fan Club», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El capitán Culpepper interrumpió su movimiento continuo para dirigirse una vez más a Nellie.

– ¿Y está usted absolutamente segura, señorita Wright, de que no puede recordar ni un solo detalle de la clave que Sharon Fields solía utilizar cuando le escribía?

– Ni una sola cosa, se lo juro Me he devanado los sesos pero no lo recuerdo.

– Pero, ¿insiste usted en que existía dicha clave y que tanto usted como la señorita Fields la conocían?

– Pues claro que la conocía -contestó Nellie indignada-. Recuerdo lo mucho que nos divertíamos jugando a este juego Ambas nos habíamos aprendido la clave de memoria. Me la conocía al dedillo.

– Si se la conocía de memoria, no podía ser muy complicada. A no ser que posea usted una de estas mentalidades capaces de recordar cualquier cosa.

– Sharon sí la posee. Es capaz de aprenderse de memoria todo un guión en una tarde.

Yo no puedo. Tengo que repetir una y otra vez un pasaje escrito para poder recordarlo.

Y, además, está claro que no poseo retentiva, de lo contrario recordaría esta maldita clave.

– Debía tratarse de un sistema cifrado muy sencillo -dijo Culpepper-. Nada que exigiera consultar un manual o unas tablas para transponer o sustituir los caracteres alfabéticos con vistas a cifrar o descifrar.

Porque si hubiera exigido un libro o unas tablas, usted conservaría aún algo de este estilo en la casa o en su despacho.

– No, no, estoy segura de que no necesitábamos consultar nada. Tiene usted razón. Debía tratarse de un método muy sencillo.

Culpepper miró hacia el fondo de la estancia.

– Tal vez el señor y la señora O’Donnell les oyeran hablar de ello a usted o a la señorita Fields y puedan recordar algo.

Nellie sacudió la cabeza enérgicamente.

– No, eso ocurrió antes de que Sharon contratara sus servicios.

Culpepper extendió las manos.

– Muy bien, ya veo que así no llegaremos a ninguna parte.

– Agitó las notas de rescate que sostenía en una mano-. Ciertamente que disponemos de muchos expertos capaces de descifrar esta clave.

No nos hace falta disponer de ninguno con plena dedicación, porque muy raras veces se presentan casos que exijan la ayuda de un criptógrafo.

Sé que hay uno, un profesor de Pomona, cuyos servicios ha utilizado el Departamento en una o dos ocasiones a lo largo de los diez últimos años.

Ya hemos intentado localizarle. Se ha marchado a pasar el fin de semana fuera y ninguno de sus colegas sabe dónde está.

Podemos ponernos en contacto con la Sección de Investigación e Identificación Criminal del Estado de Sacramento.

– O con el FBI -dijo Zigman-.vDeben tener cientos de especialistas.

– El FBI de Washington, sí. Podemos ponernos en contacto con ellos y pienso hacerlo ahora mismo.

Transmitiremos el contenido de estas notas, de tal forma que tanto en Sacramento como en Washington reciban reproducciones exactas del original. Estoy seguro de que podrán descifrar en seguida el mensaje de la señorita Fields. -Se detuvo y sacudió la cabeza-.

Pero me temo que no con la rapidez que nos haría falta. Podríamos ganar tiempo comunicando por teléfono el contenido de la segunda nota de rescate, pero es posible que el carácter de la clave se refiera no sólo al contenido sino también al estilo de escribir.

Es necesario que los criptógrafos puedan ver la nota.

Suponiendo que todo se haga con la máxima velocidad, la transmisión, la labor de los expertos, la interpretación de la clave, la llamada para la comunicación del mensaje, yo diría que el tiempo necesario será como mínimo de dos horas. ¿No crees, Wilson?

Trigg se mostró totalmente de acuerdo.

– Dos horas sería lo mínimo, mi capitán. Yo más bien diría tres.

– Ya ve usted el problema con que tropezamos -le dijo Culpepper a Zigman-.

Hemos sido llamados transcurridas once horas, es decir, cuando ya se estaba recogiendo el dinero del rescate de la señorita Fields.

Repito, no obstante, que hay muchas cosas que podemos hacer y haremos. Transmitiremos estas notas de rescate a los criptógrafos. Organizaremos un equipo de urgencia al objeto de rastrear todas las pistas.

Algunos de nuestros hombres recorrerán este barrio interrogando a los vecinos. Otros interrogarán a los amigos y conocidos de la señorita Fields.

Otros examinarán la correspondencia de la señorita Fields, tanto aquí como en la Aurora Films, en busca de posibles cartas de amenaza o de cartas de chiflados, y los remitentes serán identificados e interrogados.

Esta investigación requeriría dos, tres o cuatro días antes de que pudiéramos averiguar algo, “si” es que averiguamos algo.

Aparte de ello, lo mejor que podemos hacer es tratar de descifrar el mensaje que la señorita Fields ha incluido en la nota. Tampoco, estamos seguros de que ello nos pueda indicar algún dato concreto.

Pero es posible que sí. En cualquier caso, tardaremos varias horas en descifrar lo que haya querido decirle.

Y quiero ser muy sincero con usted, señor Zigman, y con usted, señorita Wright.

En mi opinión, no disponemos de mucho tiempo.

– Tal vez el secuestrador cumpla con su palabra -dijo Zigman sin demasiado convencimiento-. Cuando tenga en su poder el dinero del rescate, quizá deje en libertad a Sharon tal como ha prometido.

– Claro, existe la posibilidad de que así suceda -dijo Culpepper asintiendo-. Lo que me preocupa -de la misma manera que les ha preocupado a ustedes, ya que de otro modo no nos hubieran llamado-es el hecho de que la señorita Fields haya intentado decirnos que no confiemos en la nota que ella misma ha escrito.

Ello me induce a pensar que la señorita Fields teme por su seguridad.

– Ciertamente, eso es lo que nos asusta -dijo Zigman hundiéndose débilmente en su asiento.

– Por consiguiente -dijo Culpepper bajando la mirada y paseando lentamente en círculo frente a ellos-, voy a exponerles una idea que he estado fraguando mentalmente.

Se trata de una acción que podría dar resultados inmediatos pero que no puedo emprender sin su permiso. Porque, francamente, entraña ciertos riesgos.

– Díganosla -le apremió Nellie Wright.

El capitán Culpepper se detuvo.

– Tenemos que partir de la base de que el secuestrador o secuestradores no se proponen cumplir su promesa.

Tenemos que partir del supuesto según el cual se proponen recoger el dinero del rescate pero no soltar a Sharon Fields.

– ¿Cree usted realmente que la matarían? -preguntó Nellie con voz entrecortada.

– No lo sé. Es posible que no. Pero tenemos que actuar basándonos en la premisa de que puede ocurrir lo peor.

– Sí -dijo Zigman-. Siga, capitán, por favor.

– Gracias. El tiempo es oro, por consiguiente, permítanme hablar sin interrupciones. -Culpepper reflexionó brevemente acerca de lo que iba a decir y después siguió hablando-. Si nos tememos lo peor, es necesario que nos enfrentemos con el hecho de que nos encontramos al borde del abismo.

En la nota se especificaba claramente que el dinero tendría que depositarse en el lugar indicado antes de la una.

El señor Zigman así lo hizo. Ello significa que el secuestrador -más probablemente uno de los dos o tres secuestradores-tenía en proyecto presentarse en el lugar de Topanga Canyon quince minutos o media hora más tarde, al objeto de no ser visto por el señor Zigman.

En todo caso, me imagino que no debió aparecer por allí antes de la una y media. Por otra parte, dudo mucho que dejara allí el dinero hasta las dos y media o las tres. -Culpepper se miró el reloj de acero inoxidable-. Son ahora las dos y veintiocho.

Ello significa que están recogiendo el dinero o están a punto de hacerlo.

Si ya han recogido el dinero no podemos hacer gran cosa, como no sea esperar que suelten a Sharon. Si no la sueltan, sólo podemos esperar que descifren el mensaje y que éste nos facilite alguna información útil.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Fan Club»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Fan Club» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Fan Club»

Обсуждение, отзывы о книге «Fan Club» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x