• Пожаловаться

Irving Wallace: El Documento R

Здесь есть возможность читать онлайн «Irving Wallace: El Documento R» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Irving Wallace El Documento R

El Documento R: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Documento R»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El Documento R, la fantástica historia de una conspiración que pretende derogar la Ley de Derechos de los Estados Unidos y que está dirigida entre bastidores por el FBI. En un trasfondo de creciente violencia, Wallace pone frente a frente dos fuerzas opuestas: por una parte, aquellos que tratan de modificar la Constitución para que el gobierno pueda imponer sin miramientos un programa de `ley y orden`, por otra, quienes creen que tras la Enmienda XXXV se oculta un plan de mayor alcance que tiene por fin subvertir el proceso del gobierno constitucional y reemplazarlo por un estado policíaco. Los protagonistas de ambas posturas son Vernon T. Tynan, el poderoso director del FBI, y Christopher Collins, el nuevo secretario de Justicia, hombre ambicioso pero lleno de honradez. Las dudas iniciales de Collins se ven reavivadas en el lecho de muerte de su predecesor, quien le pone en guardia contra el `Documento R`, clave misteriosa del futuro de toda la nación. En su búsqueda de este vital documento, Collins se ve envuelto en una serie de sucias trampas: un intento de chantaje sexual dirigido contra él mismo, la puesta a punto de un `programa piloto` en una pequeña población cuyos habitantes han sido desposeídos de sus derechos constitucionales, dos brutales asesinatos, la revelación de un escándalo de su esposa, que hace que ésta desaparezca… Transcurren días angustiosos y se acerca el momento en que, en California, ha de llevarse a cabo la última y decisiva votación para ratificar o rechazar la Enmienda XXXV. El destino del país depende de Collins, de su lucha a muerte con el FBI de Tynan y de su hallazgo del `Documento R`. Por su fuerza expresiva, por la inteligente contraposición de ficción y realidad, y por la profundidad de los problemas que plantea, esta última novela de Irving Wallace será sin duda una de las obras más discutidas y elogiadas de estos últimos tiempos.

Irving Wallace: другие книги автора


Кто написал El Documento R? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El Documento R — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Documento R», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать
Irving Wallace El Documento R Título original The R Document Traducción de - фото 1

Irving Wallace

El Documento R

Título original: The R Document

Traducción de Ma. Antonieta Menini

Para Sylvia con amor

En 1787, tras haber firmado los delegados en Filadelfia la nueva Constitución de los Estados Unidos, una mujer se acercó a Benjamín Franklin. «Y bien, doctor -le preguntó-, ¿qué es lo que tenemos: una república o una monarquía?» Franklin repuso: «Una república, si saben ustedes conservarla».

«Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad.»

BENJAMÍN FRANKLIN

1

La visita había sido más bien inesperada -había olvidado haber concertado la cita y había olvidado cancelarla tras haber prometido cenar con el presidente- y ahora se esforzaba por despacharla con la mayor rapidez y cortesía posibles.

Y, sin embargo, Christopher Collins no deseaba herir a la persona que tenía sentada delante, porque se trataba de un hombre aparentemente simpático, sensible, sensato y amable y en otra ocasión Collins hubiera disfrutado conversando con él. Pero ahora no, esta noche no, porque tenía el escritorio atestado de papeles todavía por leer y porque le aguardaba una tensa y larga velada en la Casa Blanca.

Collins llegó a la conclusión de que tendría que abordar la situación con mucho tacto. No sólo porque no deseaba lastimar los sentimientos de aquel hombre, sino también porque no quería ofender a Tynan, el director del FBI. Estaba claro que el director debía de haber animado a aquel hombre. Era posible incluso que fuera él quien le hubiera dicho que le entrevistara con vistas a la autobiografía que estaban escribiendo en colaboración. Nadie hubiera sido tan necio como para ofender a Tynan, y Collins, en su nueva posición, menos que nadie.

Los ojos de Collins se posaron en el cassette que su visitante había colocado sobre uno de los extremos del escritorio diez minutos antes. El aparato continuaba grabando, si bien nada de importancia hasta aquellos momentos. Después, los ojos de Collins se elevaron hasta aquel hombre de unos cincuenta y tantos años que, consciente de que el tiempo apremiaba, examinaba afanosamente su lista de preguntas en busca de las más destacadas e importantes.

Estudiando a su visitante, Collins se percató súbitamente de la incongruencia existente entre el aspecto de aquel individuo y su nombre, y no tuvo más remedio que esbozar una sonrisa. El nombre no estaba de acuerdo en modo alguno con la persona. Se llamaba Ishmael Young, y Collins pensó que ojalá hubiera dispuesto de tiempo para preguntarle de dónde había sacado semejante nombre. Ishmael Young era bajo y rechoncho, probablemente de Nueva Inglaterra, posiblemente presbiteriano y escocés (con algún antecedente judío en alguna parte), y parecía que estuviera a punto de estallar por todas las costuras de su arrugado traje gris. Era calvo y poseía unos extraños mechones a los lados de la cabeza, mechones que se peinaba lastimosamente por encima de ésta de tal forma que parecía que tuviera patillas en el cuero cabelludo. Poseía, además, doble mentón y principios de un tercero. Su rollizo cuerpo llenaba todo el asiento e incluso parecía colgar por los bordes. Daba la impresión de ser una pequeña ballena varada. Collins llegó a la conclusión de que después de todo tal vez «Ishmael» resultara un nombre adecuado.

Tampoco se parecía en modo alguno a un escritor, pensó Collins. Si se exceptuaban las sucias gafas de montura de concha y la chamuscada pipa de escaramujo, no parecía un escritor en absoluto. Aunque bien era cierto que ya desde un principio le había dicho que era un escritor anónimo, y Collins jamás había conocido a ninguno. Al parecer era un escritor anónimo de mucho éxito, dado que había escrito libros por cuenta de una depravada actriz, un héroe olímpico de color y un genio militar. Collins trató de recordar si había leído alguno de aquellos libros. Creía que él no los había leído pero que Karen probablemente sí. Intentaría acordarse de preguntarle.

Observó ahora que Ishmael Young había levantado la cabeza y le estaba mirando tímidamente, dispuesto a dirigirle la siguiente pregunta. Al escuchar ésta, Collins descubrió inmediatamente una salida, un medio de dar por finalizada la entrevista con rapidez y cortesía. Exigía simplemente honradez.

– ¿Que qué pienso de Vernon T. Tynan? -preguntó Collins repitiendo la pregunta.

– Sí. Me refiero a cuál es la impresión que usted tiene de él.

Collins pensó inmediatamente en el aspecto físico de Tynan: un tipo fanfarrón y vociferante a lo Brobdingnag, casi tan legendario como el propio país concebido por Swift, con unos ojillos escudriñadores y penetrantes situados en una pequeña cabeza redonda colocada encima de un grueso cuello corto sobre un pecho ancho y musculoso, un hombre casi tan alto como él mismo y de voz áspera. Esta imagen estaba muy clara. Pero del Tynan interior no conocía prácticamente nada. Bastaría con que lo confesara así, con sinceridad, para que terminara aquel asunto e Ishmael Young se fuera a buscar información a otra parte.

– Francamente, no conozco muy bien al director Tynan. No me ha dado tiempo a conocerle. No llevo en este cargo más que una semana.

– Lleva usted una semana en el cargo de secretario de Justicia, pero, según mis notas, lleva usted en el Departamento casi dieciocho meses -dijo Young corrigiéndole amablemente-. Según tengo entendido, fue usted secretario adjunto con el último secretario, el coronel Noah Baxter, durante trece de estos meses.

– Es cierto -reconoció Collins-. Pero, en mi calidad de secretario adjunto, veía al director Tynan en muy pocas ocasiones. Él mismo se lo podrá confirmar, si usted se lo pregunta. Quien le veía era el coronel Baxter, y bastante a menudo, por cierto. Eran amigos, por así decirlo.

Ishmael Young arqueó las cejas.

– No sabía que el director Tynan tuviera amigos. Al menos, ésa es la impresión que yo he sacado a través de mis conversaciones con él. Creía que su único amigo íntimo era Harry Adcock, su ayudante. E incluso las relaciones entre ambos se me habían antojado algo de carácter eminentemente profesional.

– No -insistió Collins-, estaba también íntimamente ligado al coronel Baxter, si es que puede decirse que estuviera íntimamente ligado a alguien. Aunque supongo que en cierto modo, tiene usted razón. El director Tynan es un solitario. Si examina usted el pasado, creo que podrá comprobar que los demás directores del FBI han sido siempre unos solitarios. Lo lleva el cargo. En cualquier caso, no he tenido ocasión de verle demasiado ni de conocerle.

El escritor no quería darse por vencido. Se quitó la vieja pipa de la boca y se humedeció los labios con la lengua.

– Pero, señor Collins… -Se detuvo.- ¿Le parece bien que le llame «señor» o debo llamarle secretario de Justicia Collins, o bien dejar lo de Justicia y llamarle simplemente secretario…?

Collins esbozó una sonrisa y contestó:

– Señor Collins es suficiente.

– Muy bien. Lo que yo iba a decirle es que, tras sufrir el ataque el coronel Baxter, lo que ocurrió hace cinco meses, usted estuvo oficiosa y transitoriamente al frente del Departamento de Justicia, hasta que hace una semana fue oficialmente designado para este cargo. Como todos sabemos, el FBI se encuentra a sus órdenes. Tynan, el director del FBI, es un subordinado suyo, y, por consiguiente, habrán ustedes mantenido contactos…

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Documento R»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Documento R» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


José Somoza: La Caja De Marfil
La Caja De Marfil
José Somoza
Irving Wallace: Fan Club
Fan Club
Irving Wallace
Irving Wallace: La palabra
La palabra
Irving Wallace
Christopher Isherwood: Adiós A Berlín
Adiós A Berlín
Christopher Isherwood
Sharon Penman: El señor del Norte
El señor del Norte
Sharon Penman
José Saramago: Ensayo sobre la lucidez
Ensayo sobre la lucidez
José Saramago
Отзывы о книге «El Documento R»

Обсуждение, отзывы о книге «El Documento R» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.