Arturo Pérez-Reverte - Un Día De Colera

Здесь есть возможность читать онлайн «Arturo Pérez-Reverte - Un Día De Colera» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Día De Colera: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Día De Colera»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este relato no es ficción ni libro de Historia. Tampoco tiene un protagonista concreto, pues fueron innumerables los hombres y mujeres envueltos en los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid. Héroes y cobardes, víctimas y verdugos, la Historia retuvo los nombres de buena parte de ellos: las relaciones de muertos y heridos, los informes militares, las memorias escritas por actores principales o secundarios de la tragedia, aportan datos rigurosos para el historiador y ponen límites a la imaginación del novelista. Cuantas personas y lugares aparecen aquí son auténticos, así como los sucesos narrados y muchas de las palabras que se pronuncian. El autor se limita a reunir, en una historia colectiva, medio millar de pequeñas y oscuras historias particulares registradas en archivos y libros. Lo imaginado, por tanto, se reduce a la humilde argamasa narrativa que une las piezas. Con las licencias mínimas que la palabra novela justifica, estas páginas pretenden devolver la vida a quienes, durante doscientos años, sólo han sido personajes anónimos en grabados y lienzos contemporáneos, o escueta relación de víctimas en los documentos oficiales.

Un Día De Colera — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Día De Colera», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Pues mal paga ese miserable a su patria adoptiva. Con la mayor frialdad del mundo, miró la orden, se encogió de hombros y dijo muy seco: «Tendrán que entenderse ustedes con los franceses»… De nada sirvió que le recordáramos que él es responsable, con el general Grouchy, del tribunal militar. Para evitar reclamaciones, respondió, le entrega todos los presos al francés y se lava las manos.

– ¡El infame! -salta Pepe de la Peña.

– Eso mismo le dije, casi en esos términos, y me volvió la espalda. Aunque por un momento he temido que nos hiciera arrestar.

– ¿Y Grouchy?

– No quiso recibirnos. Un edecán suyo nos echó del modo más grosero del mundo, y es una suerte que nos hayan dejado salir sin otra violencia. Temo que a estas horas, el pobre Oviedo…

Los cuatro amigos se quedan en silencio. A través de las ventanas cerradas llega el ruido de una descarga lejana.

– Oigo pasos en la escalera -dice Miguel de la Peña.

Se alarman todos, pues nadie está seguro esta noche en Madrid. Decidiéndose por fin, Marcial Mon se dirige a la puerta, la abre y da un paso atrás, como si acabara de ver a un espectro.

– ¡Antonio!… ¡Es Antonio Oviedo!

Entre exclamaciones de alegría se precipitan todos sobre el amigo, que viene despeinado y pálido, con la ropa descompuesta. Llevado casi en brazos hasta un sofá, logra reponerse con una copa de aguardiente que le dan para que recobre el color y el habla. Después, Oviedo cuenta su historia: la de tantos madrileños que hoy se ven ante un pelotón de fusilamiento, con la venturosa diferencia de que, a punto de ser arcabuceado, debió la vida a la benevolencia de un oficial francés, que lo reconoció como cliente habitual de la Fontana de Oro.

– ¿Y los demás?

– Muertos… Todos muertos.

Con el horror en la mirada, absorto en la noche que oscurece la ciudad, Antonio Oviedo bebe de un trago el resto del aguardiente. Y el joven Queipo de Llano, que atiende a su amigo con tierna solicitud, advierte espantado que algunos de sus cabellos se han vuelto blancos.

En otros infelices, las impresiones de la jornada que acaban de vivir afectan también a su razón. Es el caso del zaragozano Joaquín Martínez Valente, cuyo hermano Francisco, de veintisiete años, abogado de los Reales Colegios, tenía en la puerta del Sol un comercio en sociedad con el tío de ambos, Jerónimo Martínez Mazpule. Cerrada la tienda durante todo el día y abierta al fin con las paces de la tarde, a última hora se presentaron en ella varios soldados franceses y un par de mamelucos. Pretextando que desde allí se les hizo fuego por la mañana, rodearon a tío y sobrino en la entrada del comercio. Logró escapar Martínez Mazpule, atrancando la puerta; pero no Francisco Martínez Valente, golpeado y arrastrado hasta el portal de la tienda vecina. Allí, pese a los esfuerzos de los dependientes para meterlo dentro y salvarlo, el abogado recibió un pistoletazo que le reventó la cabeza en presencia del hermano, que acudía en su auxilio. Ahora, perdida la razón por la impresión y el terror del bárbaro sacrificio, Joaquín Martínez Valente delira recluido en casa de su tío, lanzando alaridos que estremecen al vecindario. Morirá meses más tarde, loco, en el manicomio de Zaragoza.

Muchos son los desgraciados ajenos a la revuelta que siguen cayendo víctimas de represalias, pese a la publicación de las paces, o confiados en ellas. Fuera de las ejecuciones organizadas, que seguirán hasta el alba, esta noche son asesinados numerosos madrileños por asomarse a balcones y portales, tener luz encendida en una ventana o hallarse a tiro de los fusiles franceses. Recibe así un balazo junto al río Manzanares, cuando regresa en la oscuridad con sus ovejas, el pastor de dieciocho años Antonio Escobar Fernández; y un centinela francés abate de un tiro a la viuda María Vals de Villanueva cuando ésta se dirige al domicilio de su hija, en el número 13 de la calle Bordadores. Los tiroteos esporádicos de la soldadesca borracha, provocadora o vengativa, también matan a inocentes dentro de sus casas. Es el caso de Josefa García, de cuarenta años, a quien una bala hiere de muerte al pararse junto a una ventana iluminada, en la calle del Almendro. Lo mismo les ocurre a María Raimunda Fernández de Quintana, mujer del ayuda de cámara de Palacio Cayetano Obregón, que aguarda en un balcón el regreso de su marido, y a Isabel Osorio Sánchez, que recibe un tiro cuando riega las macetas en su casa de la calle del Rosario. Mueren también, en la calle de Leganitos, el niño de doce años Antonio Fernández Menchirón y sus vecinas Catalina González de Aliaga y Bernarda de la Huelga; en la calle de Torija, la viuda Mariana de Rojas y Pineda; en la calle del Molino de Viento, la viuda Manuela Diestro Nublada; y en la calle del Soldado, Teresa Rodríguez Palacios, de treinta y ocho años, mientras enciende un quinqué. En la calle de Toledo, cuando el comerciante de lencería Francisco López se dispone a cenar con su familia, una descarga resuena contra los muros, rompe los vidrios de una ventana, y lo mata una bala.

Sobre las diez de la noche, mientras la gente aún muere en sus casas y cuerdas de presos son encaminadas hacia los lugares de ejecución, el infante don Antonio, presidente de la Junta de Gobierno, que ha escrito al duque de Berg para interceder por la vida de algunos de los sentenciados, recibe la siguiente nota firmada por Joachim Murat:

Señor mi primo. He recibido la notificación de V.A.R. sobre los proyectos de algunos militares franceses de quemar casas desde las que se han disparado bastantes tiros de fusil Prevengo a V.A.R. que remito este asunto al general Grouchy, mandándole reciba todas las informaciones posibles. Me pide V.A.R. la libertad de algunos paisanos que han sido cogidos con las armas en la mano. Según mi orden del día, y para imponer en lo sucesivo, serán pasados por las armas. Mi determinación será, sin duda, de vuestra aprobación.

A la misma hora, Francisco Javier Negrete, capitán general de Madrid, escribe antes de irse a dormir una carta al duque de Berg. El borrador lo redacta a la luz de un candelabro, en zapatillas y bata de casa, mientras en la habitación contigua su asistente cepilla el uniforme con el que mañana Negrete se presentará a cumplimentar a Murat y recibir instrucciones. En la carta, publicada días más tarde por el Moniteur en París, el jefe de las tropas españolas acuarteladas en la ciudad resume perfectamente su punto de vista sobre la jornada que termina:

Vuestra Alteza comprende cuán doloroso debe haber sido para un militar español ver correr en las calles de esta capital la sangre de dos naciones que, destinadas a la alianza y unión más estrechas, no deberían ocuparse más que en combatir a nuestros enemigos comunes. Dígnese V.A. permitirme que le exprese mi agradecimiento, no solamente por los elogios que hace de la guarnición de esta villa y por las bondades con que me colma, sino sobre todo por su promesa de hacer cesar las medidas de rigor tan pronto como lo permitan las circunstancias. Así V.A. confirma la opinión que le había precedido en este país y que anunciaba todas las virtudes de que se halla ornado. Conozco perfectamente las intenciones rectas de V.A., previendo las ventajas que indudablemente deben resultar para mi patria. Ofrezco a V.A. la adhesión más sincera y absoluta.

En la cripta de la iglesia de San Martín, sólo cinco amigos de Daoiz y de Velarde, con los sepultureros Pablo Nieto y Mariano Herrero, velan a los dos capitanes de artillería: sus compañeros Joaquín de Osma, Vargas y César González, el capitán de Guardias Walonas Javier Cabanes y el escribiente Almira. Los cadáveres fueron traídos al anochecer, metiéndolos a escondidas desde la calle de la Bodeguilla por la puerta y las escaleras que hay detrás del altar mayor. Daoiz llegó a última hora de la tarde en un ataúd desde su casa de la calle de la Ternera, con las botas puestas y vestido con el mismo uniforme con que halló la muerte en Monteleón. El cuerpo de Velarde vino hace poco rato, conducido por cuatro artilleros del parque sobre dos tablas de cama con unos palos atravesados, desnudo como lo dejaron los franceses tras el combate, envuelto en una lona de tienda de campaña que los soldados se llevaron al irse. Alguien ha dispuesto un hábito de San Francisco para amortajar el cuerpo con decencia, y ahora los dos capitanes yacen juntos, uniformado uno y en hábito franciscano el otro. Mantiene el rigor de la muerte cara arriba el rostro de Daoiz, y vuelto el de Velarde a la derecha -por enfriarse tirado en el suelo del parque- como si todavía aguardara una última orden de su compañero. Llora a la cabecera, desconsolado, Manuel Almira; y junto a los muros húmedos y oscuros, apenas iluminados por dos velones de cera puestos junto a los cadáveres, se mantienen silenciosos los pocos que se atreven a estar allí, pues los demás se encuentran, a estas horas, escondidos o fugitivos de la venganza francesa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Día De Colera»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Día De Colera» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Arturo Pérez-Reverte - El Sol De Breda
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - La Carta Esférica
Arturo Pérez-Reverte
libcat.ru: книга без обложки
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Purity of Blood
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - The Sun Over Breda
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Der Club Dumas
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El maestro de esgrima
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El pintor de batallas
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Corsarios De Levante
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El Capitán Alatriste
Arturo Pérez-Reverte
libcat.ru: книга без обложки
Arturo Pérez-Reverte
Отзывы о книге «Un Día De Colera»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Día De Colera» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x