«Si hubiera huido, probablemente nunca habríamos sabido de ella -explicó el detective de la Metro Stan Knapp-, pero se delató al correr hacia la víctima.»
La mujer, que la policía no quiso identificar hasta que se presenten cargos, estaba siendo interrogada este miércoles en la jefatura de la Metro.
La policía afirma que cree que Freeling era el habilidoso ladrón responsable de once golpes en los hoteles de los casinos del Strip durante los últimos siete meses. En todos los casos, el ladrón entró en la habitación de un huésped del casino mientras éste dormía y le robó joyas y dinero.
El fallecido había sido bautizado como el «ladrón de los jugadores profesionales» por la policía, porque sus víctimas eran todos «jugadores», invitados del hotel que apostaron y ganaron grandes cantidades. El botín de los once golpes superaba los 300.000 dólares, según fuentes policiales.
El fallecido aparentemente usaba diversos medios de entrar en las habitaciones de hotel: desde los conductos de aire acondicionado hasta obtener las llaves de la habitación de camareras y empleados del mostrador. Ninguna de las víctimas vio nunca al ladrón, que entraba después de que éstas se hubieran dormido. Una fuente policial declaró que el ladrón podría haber monitorizado a sus víctimas mediante cámaras ocultas, pero no entró en detalles.
Karch dejó de leer. Al ser el primer artículo sobre el incidente, era el que contaba con menos información. La autora había entretejido varios párrafos a partir de un puñado de hechos. Continuó con el artículo del día siguiente.
CÓMPLICE ACUSADA EN LA MUERTE
DEL LADRÓN DE LOS JUGADORES PROFESIONALES
por Darlene Gunter
de la redacción del Sun
Una mujer, que según la policía era informadora del llamado ladrón de los jugadores profesionales, fue acusada el jueves del homicidio de éste, que cayó desde un ático del complejo de hotel y casino Cleopatra.
Cassidy Black, 26, de Las Vegas, fue acusada en virtud de la ley de homicidio involuntario de Nevada, que considera responsable de cualquier muerte ocurrida durante la comisión de un delito a todos los implicados en el acto delictivo.
«Aunque Black estaba esperando a Max Freeling en el vestíbulo del Cleopatra cuando éste rompió la ventana de un ático situado veinte pisos más arriba, sigue siendo legalmente responsable de su muerte», afirmó el fiscal del condado de Clark, John Cavallito.
Cavallito aseguró que Black, quien ha sido así mismo acusada de robo con allanamiento y conspiración para la comisión de un delito, podría enfrentarse a una condena de entre 15 años de prisión y cadena perpetua si es declarada culpable de los cargos. La detenida fue recluida en la prisión del condado sin posibilidad de recurrir a fianza.
«Era parte de este incidente y de esta sucesión de delitos tanto como lo era Freeling -dijo Cavallito en conferencia de prensa-. Era una conspiradora más y merece que caiga sobre ella todo el peso de la ley, y así será.»
La muerte de Freeling fue calificada de accidente y no de suicidio. Según se informa, saltó a través de una de las ventanas del ático en un intento de evitar su captura.
El jueves, Cavallito y los investigadores de la policía revelaron más detalles sobre el dramático suceso del miércoles a primera hora.
El llamado ladrón de los jugadores profesionales había actuado en el Strip en once ocasiones durante los últimos once meses, lo cual había llevado a la Asociación de Casinos de Las Vegas a ofrecer una recompensa de 50.000 dólares por la captura y condena de un sospechoso.
La policía aseguró que el ladrón había estado supuestamente centrándose en jugadores profesionales que se llevaban las ganancias en efectivo a sus habitaciones al final del día.
El martes, un detective privado contactó con los dirigentes del Cleopatra con la esperanza de reclamar la recompensa y les dijo que creía que el ladrón de los jugadores profesionales estaba vigilando a un huésped del hotel y casino.
El detective, Jack Karch, aceptó entonces servir de señuelo. Cuando el jugador elegido, cuyo nombre no se hizo público, se retiró por la noche, se realizó un cambio y fue Karch -disfrazado del jugador- quien subió a la suite del ático.
Dos horas después de que Karch apagase las luces de la suite y se fingiera dormido, Freeling entró en la habitación a través de los conductos de aire acondicionado, a los cuales había accedido desde el falso techo del cuarto de servicio del ático. Cuando Freeling entró en la suite fue sorprendido por Karch, que lo retuvo a punta de pistola y pidió refuerzos por radio a los agentes de seguridad del hotel que esperaban cerca.
«Antes de que los agentes llegasen a la habitación, Freeling inexplicablemente echó a correr hacia la ventana -informó Cavallito-. Se lanzó hacia ella, la rompió y cayó.»
Cavallito dijo que existía una pequeña cornisa bajo la ventana y quizá Freeling creyó que podría escapar por ella, desplazándose por la fachada del edificio hasta un cable cercano, que servía para subir y bajar la plataforma utilizada para limpiar los cristales.
Sin embargo, la inercia del cuerpo de Freeling le hizo pasar por encima de la cornisa y precipitarse al vacío. En su caída, rompió la característica cristalera del atrio y sembró el pánico entre los pocos jugadores que se encontraban en el casino a esa hora. Nadie más resultó herido.
En la conferencia de prensa del jueves, Cavallito respondió algunas preguntas y mencionó que se estaba llevando a cabo la investigación y acusación de Black. Se negó a revelar cómo había averiguado Karch, el detective privado, que Freeling tenía por objetivo un jugador del Cleopatra.
Los intentos de recabar los comentarios de Karch al respecto resultaron vanos, ya que no respondió a los mensajes de su contestador. Cuando era niño, Karch actuó en diversas ocasiones en el espectáculo de su padre, el mago ya fallecido conocido como «¡El fabuloso Karch!», animador habitual de los casinos y hoteles del Strip desde los cincuenta hasta principios de los setenta.
El joven Karch recibió el apodo de Jota de Picas, por una ilusión en la que su padre lo ataba en una saca de correos cerrada en el interior de una jaula. Lo hacía desaparecer y en su lugar aparecía un naipe: la jota de picas.
Pese a que Cavallito afirmó que Karch había sido exonerado de un cargo de negligencia en relación con la muerte de Freeling, el fiscal sí criticó la decisión de Karch y de los dirigentes del Cleopatra de poner en marcha la operación trampa sin la participación de la policía.
«Ciertamente, habría sido deseable que hubiesen contactado con el Departamento de Policía antes de seguir adelante con esto -dijo Cavallito-. Tal vez todo este incidente podría haberse evitado.»
Vincent Grimaldi, jefe de seguridad del Cleopatra, rehusó comentar las críticas de Cavallito.
Por otro lado, un portavoz de la Asociación de Casinos no se pronunció acerca de si Karch podía reclamar la recompensa a la luz de la muerte del sospechoso y la detención de su cómplice.
Ayer también se conocieron más detalles referidos a Freeling. Las autoridades informaron de que el sospechoso ya había sido condenado dos veces por robo con allanamiento y había pasado un total de cuatro años en una prisión del estado. Freeling se había criado en Las Vegas y, como Karch, era hijo de un personaje conocido. El padre de Freeling, Carson Freeling, fue condenado en 1963 por su implicación en un audaz robo a mano armada al Royale Casino, un golpe que muchos ciudadanos de Las Vegas creen que se inspiró en la película La cuadrilla de los once , protagonizada por Frank Sinatra y otros miembros del llamado Rat Pack.
Maxwell Freeling contaba tres años de edad cuando su padre fue detenido. Carson Freeling murió en prisión en 1981.
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