Denise Mina - Campo De Sangre

Здесь есть возможность читать онлайн «Denise Mina - Campo De Sangre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Campo De Sangre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Campo De Sangre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Paddy Meehan, una joven de 18 años, trabaja como botones en un periódico de Glasgow y sueña con llegar a ser periodista. Un día, a la redacción llega la historia de la muerte de un niño a manos de dos chavales de diez y once años, pero Paddy ve pistas que indican que detrás de los dos chicos hay un adulto. Pronto se dará cuenta de que sus investigaciones pueden llevarla a un suicidio profesional, una crisis personal y, además, ponerla en grave peligro.

Campo De Sangre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Campo De Sangre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Trabajan ustedes en el caso del pequeño Brian?

Se miraron entre ellos.

– Nuestra división lo hace, así es.

– ¿Han oído hablar alguna vez de un pequeño que murió llamado Thomas Dempsie?

Patterson soltó una carcajada indignada. Era una reacción extraña. Hasta McGovern pareció sorprenderse.

– ¿Es que no hay nadie que encuentre similitudes entre los dos casos?

– No -dijo Patterson enojado-. Si supiera usted algo sobre los dos casos, se daría cuenta de que son totalmente distintos.

– Pero Barnhill…

– Meehan. -Lo dijo demasiado alto, gritándole. McGovern lo observaba, tratando de no fruncir demasiado el ceño-. Hemos venido a hacerle preguntas sobre Heather Allen, no a especular sobre casos antiguos.

– Thomas Dempsie fue encontrado en Barnhill. Y Brian desapareció en el aniversario de su muerte, el mismo día exacto.

– ¿Cómo sabe usted eso? -dijo mirándola con detenimiento-. ¿Con quién ha estado hablando?

– Sólo quería preguntar si han pensado en ello.

– Pues no lo haga. -Se estaba poniendo furioso-. No pregunte. Responda.

Paddy se acordó de pronto de que los lavabos de la sección editorial estaban a dos puertas de allí, y recordó a Heather sentada en la taza. Tuvo ganas de llorar.

– ¿Están del todo seguros de que se trata de Heather?

– No pueden asegurarlo del todo. Está muy deformada. No hemos podido usar los registros dentales, pero estamos casi seguros de que es ella. Fuera quien fuera, llevaba su abrigo. Ahora irán los padres a identificar el cadáver.

– ¿Por qué no han podido usar los registros dentales?

Él respondió con cierto deleite.

– Tenía el cráneo aplastado.

Lo que chocó más a Paddy fue la crudeza de la frase, y, de pronto, pudo verlo, el cuerpo de Heather tumbado en el suelo de los lavabos de la sección editorial, como carne machacada, la rubia cabellera esparcida como si fueran rayos del sol y una confusión arrastrada de piel y huesos por el medio.

McGovern le ofreció un pañuelo de papel. Ella se esforzó por hablar:

– ¿Hay alguna posibilidad de que no sea ella?

– Creemos que lo es. -Patterson se inclinó hacia delante, mirándola a la cara. Ella no podía evitar pensar que la estaba castigando por haberle hecho preguntas-. Necesitamos que sea lo más sincera posible. Puede que sepa alguna cosa importante. Su sinceridad nos podrá ayudar a atrapar al culpable.

Paddy se sonó y asintió con la cabeza.

– ¿Heather tenía novio?

Paddy negó con la cabeza.

– No, no lo tenía.

– ¿Está segura? ¿No podía tener algún novio secreto del que no le hablara nunca?

– Creo que me lo habría dicho. Se ponía bastante celosa cuando le hablaba de mi prometido. -Miró a McGovern, y él sonrió de forma inadecuada.

– Así que usted cree que, si hubiera tenido algún lío con alguno de los trabajadores del periódico, se lo habría dicho.

Paddy soltó un gemido:

– Imposible, jamás habría salido con nadie de aquí, estaba demasiado preocupada por su carrera.

– ¿Qué diferencia habría?

– La habrían tildado de fulana. De verdad, ella no se habría arriesgado.

– ¿Y si eso le hubiera reportado ventajas laborales?

Paddy titubeó:

– Bueno, era muy ambiciosa.

– Era muy guapa -dijo McGovern-. Para usted no debía de ser nada fácil: dos chicas trabajando en un despacho, una de ellas…

Cazó la mirada de McGovern y se interrumpió.

– ¿Una de ellas guapa y la otra un cardo?

– Yo no he dicho esto.

Pudo haber abofeteado su linda cara allí mismo.

– Es lo que iba a decir. -Hablaba rápido y fuerte para esconder su orgullo herido-. Si quiere que le sea sincera, aquí resulta más fácil trabajar si no eres tan guapa. A Heather, siempre le estaban haciendo bromas picantes, y luego la odiaban porque no les correspondía.

– ¿A ella le molestaba?

– Supongo. Ella quería ser periodista, no conejita de Playboy; pero les seguía la broma. Era capaz de utilizar cualquier cosa por trepar, hasta su aspecto.

Paddy miró a McGovern, como si lo acusara a él de lo mismo. Él esbozó una sonrisa encantadora, ignorando el insulto implícito. Era verdaderamente atractivo. Pensó que era una lástima que Heather no estuviera allí. Estaba segura de que se habrían gustado.

– ¿Sentía celos de Heather? -preguntó Patterson con cautela.

Ella no quería responder. Le dolía admitirlo y sentirse disminuida, pero ellos le habían dicho que su sinceridad podía ayudarlos.

– Sí, los sentía.

Si Patterson hubiera tenido buenos modales, lo hubiera dejado ahí, pero no los tenía. Siguió pidiendo más detalles: de qué aspectos de la vida de Heather tenía celos; cuan celosa estaba; se atrevería a confesar que la odiaba; y bueno, si no era odio, si le desagradaba; ¿era ésa la razón por la que la atacó en el lavabo? Paddy trató de responder con la máxima sinceridad a cada una de sus preguntas. No sabía qué era lo importante, pero poco a poco fue dándose cuenta de que, si bien el nivel de amistad que tenía con Heather podía serlo, preguntarle por su peso actual no lo era. Ella se resistió, él insistió. Le decía muy serio que se limitara a responder a sus preguntas, que ellos decidirían lo que era o no relevante. McGovern no era tonto. Ella lo vio riéndose un par de veces, mientras se reclinaba en su silla para que ella no se diera cuenta. Patterson la estaba humillando deliberadamente, la castigaba por haber tenido la caradura de insinuar que sabía algo del caso Brian Wilcox.

Cuando el interrogatorio llegó a su fin, Paddy se sentía estúpida y empequeñecida, y, de pronto, supo cosas de sí misma que no estaba preparada para reconocer. Era ferozmente competitiva y siempre había querido ir a la universidad. Tenía clasificadas y envidiaba todas y cada una de las ventajas de Heather; envidiaba su ropa y su figura, pero se creía más lista que ella: ahí era donde ella ganaba. Paddy siempre tuvo la esperanza de resultar graciosa en sus limitaciones y de ser capaz de disfrutar del hecho de que otras chicas fueran delgadas y guapas, pero descubrió ante dos policías desconocidos que no lo era. Era una pequeña malvada de mierda y había deseado secretamente que a Heather le sucediera alguna horrible catástrofe.

Para cambiar de tema, Patterson le dijo que, al parecer, Heather había cogido el coche de su madre a medianoche y lo había estacionado frente a Central Station. ¿Qué motivos podía tener para ir sola a la ciudad un viernes por la noche? ¿Tenía algún contacto con el que se citara con regularidad? ¿Podía estar investigando algo? ¿La había llevado Heather alguna vez al Pancake Place de noche? Paddy sacudió la cabeza. Heather no habría ido al Pancake Place por iniciativa propia. En Glasgow, había dos cafés abiertos toda la noche: el Pancake Place era uno, pero el otro, el Change at Jamaica, tenía un pequeño piano de cola y un conjunto de jazz los fines de semana. A Paddy se le ocurrió que, si Heather hubiera tenido que elegir un local nocturno, habría ido a ése. Sólo habría ido al Pancake Place si la hubiera invitado alguien.

Al final, la dejaron marcharse, y, mientras le sostenían la puerta, le dijeron que volviera a verlos si recordaba algo u oía algo que considerara relevante. Seguían sin mirarla. Ella se escabulló con la sensación de haber sido estúpidamente descubierta.

Fue por las escaleras de atrás pero, al subir el primer peldaño, vaciló. No estaba lista para enfrentarse a la redacción. Se dirigió a la calle para tomar un poco de aire. Un rellano más abajo se encontró con Dr. Pete. Estaba empapado y temblaba de dolor agarrado a la barandilla. La miró a los pies.

– No se lo digas a nadie -murmuró.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Campo De Sangre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Campo De Sangre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Denise Mina - Exile
Denise Mina
Denise Mina - Field of Blood
Denise Mina
Denise Mina - Still Midnight
Denise Mina
Denise Mina - Resolution
Denise Mina
Denise Mina - Garnethill
Denise Mina
Denise Mina - Muerte en Glasgow
Denise Mina
Denise Mina - The Dead Hour
Denise Mina
Denise Mina - Slip of the Knife
Denise Mina
Отзывы о книге «Campo De Sangre»

Обсуждение, отзывы о книге «Campo De Sangre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x