Henning Mankell - El ojo del leopardo

Здесь есть возможность читать онлайн «Henning Mankell - El ojo del leopardo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El ojo del leopardo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El ojo del leopardo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Desde la fría región sueca de Norrland, el joven Hans Olofson viaja a Zambia para visitar la tumba de un misionero legendario. Deja atrás una infancia y una adolescencia marcadas por la ausencia de la madre y, después, por la muerte de dos personas muy allegadas. La belleza de Zambia, y sobre todo su misterio, lo hechizan hasta el punto de permanecer en el país durante dieciocho largos años, al principio movido por los valores de la cooperación y la solidaridad. Poco a poco, sin embargo, convertido en granjero, la realidad africana le impone una visión de la vida completamente distinta, mientras el racismo de los blancos y el odio de los negros va consumiéndolo. Un día, tras encontrar cruelmente asesinados a sus vecinos blancos, comprende que sus días están contados. ¿Se quedará a luchar o arrojará la toalla? Hans sabe que quizá pueda escapar de la suerte que han corrido sus vecinos, pero no de su propia desesperación.

El ojo del leopardo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El ojo del leopardo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No sé casi nada de África -reconoce Hans Olofson-. Lo poco que sabía ya he empezado a dudarlo. Aunque sólo llevo aquí dos días.

Le miran interrogantes. Piensa inmediatamente que debería haber dado una respuesta distinta.

– Voy a visitar una misión en Mutshatsha -dice-. Pero en realidad no sé cómo llegar hasta allí.

Para su sorpresa, los Masterton se interesan al instante por la cuestión de cómo llevar a cabo su expedición. Enseguida piensa que tal vez el problema que presenta es fácil de resolver, al contrario del que ha contado Werner Masterton hace poco. ¿Acaso los problemas de los negros tienen que ser resueltos por negros y los de los blancos por blancos?

– Tenemos amigos en Kalulushi -dice Werner Masterton-. Te llevo allí en mi coche, ellos pueden ayudarte en lo sucesivo.

– Sería pedir demasiado -dice Hans Olofson.

– Aquí es así -expone Ruth Masterton-. Si los mzunguz no nos ayudamos entre nosotros, nadie lo hace. ¿Crees que alguno de los negros que trepan por las empalizadas de los vagones te ayudaría? Antes te robarían los pantalones.

Ruth Masterton saca algo de comida de una bolsa e invitan a Hans Olofson a compartirla.

– No llevas ni siquiera agua -dice ella-. El tren puede llegar con un día de retraso. Siempre hay algo que se rompe, que falta o se ha olvidado.

– Creía que había agua en el tren.

– Está tan sucia que ni siquiera un munto la bebería -dice Werner Masterton escupiendo hacia la oscuridad.

Hans Olofson piensa que quizás en África todos los blancos tienen actitudes racistas. Pero ¿los misioneros también?

– ¿No viene el revisor? -pregunta para evitar tener que comentar lo que acaba de oír.

– No es seguro que aparezca -contesta Ruth-. Puede que haya olvidado su tren. O que haya fallecido algún pariente lejano y se haya ido al entierro sin despedirse. Los africanos pasan una gran parte de su vida yendo y viniendo de entierros. Pero puede que venga. Nada es imposible.

«Son restos de lo que quedó, de algo perdido», piensa Hans Olofson. «El colonialismo está en la actualidad totalmente enterrado a excepción de Sudáfrica y de las colonias portuguesas. Pero las personas siguen ahí. Una época histórica siempre deja un puñado de personas para la posteridad. Se convierten en nostálgicos, soñadores, amargados. Miran sus manos vacías y se preguntan adonde han ido a parar las herramientas del poder. Entonces descubren de repente que esas herramientas están en manos de personas a las que antes sólo se dirigían cuando tenían que darles órdenes y reprimendas. Viven en la Época de la Amargura, en un mundo subterráneo y decadente. Los blancos en África son los vestigios de un pueblo errante del que nadie quiere saber. Han perdido los fundamentos que creían que iban a existir eternamente.»

Se le ocurre una pregunta evidente:

– ¿Entonces antes era mejor?

– ¿Qué se puede contestar a eso? -pregunta Ruth mirando a su marido.

– Contesta cómo se ven las cosas en realidad -sugiere Werner.

Una luz vaga y vacilante deja el compartimento en penumbra. Hans Olofson mira la pantalla de la luz, completamente cubierta de insectos muertos. Werner Masterton le sigue la mirada.

– La pantalla sucia y el empleado de la limpieza ha sido despedido -dice-. No le echaron al día siguiente después de un aviso, sino de inmediato. Parece imposible que haya un tren más sucio que éste. Dentro de unas horas estaremos en Kabwe. Antes se llamaba Broken Hill. Hasta el nombre antiguo era mejor. La verdad, si quieres saberla, es que no se ha conservado nada y tampoco ha mejorado nada. Estamos obligados a vivir en medio de un proceso de corrupción.

– Pero… -dice Hans Olofson antes de ser interrumpido.

– Tu objeción llega demasiado pronto -replica Ruth-. Supongo que piensas preguntar si los negros no están mejor. Eso tampoco es cierto. ¿Quién podría ocupar el lugar de todos los europeos que dejaron el país en 1964? No había nada preparado, sólo una arrogancia sin límites. Un grito embrujado sobre la independencia, bandera propia, probablemente una moneda propia muy pronto.

– Para asumir responsabilidades hay que tener conocimientos -continúa Werner-. En 1964 había seis negros con título universitario en este país.

– Un tiempo nuevo se crea a partir de lo que había antes -objeta Hans Olofson-. Habría mala formación.

– Partes de una suposición errónea -dice Ruth-. Nadie pensaba en eso que tú llamas de un modo tan dramático época nueva, sino que el desarrollo continuaría, todos estarían mejor, negros incluidos. Pero sin que estallara el caos.

– Una época nueva no surge por sí misma -insiste Hans Olofson-. ¿Qué fue lo que ocurrió en realidad?

– Una traición -dice Ruth-. La traición de las madres patria. Nos dimos cuenta demasiado tarde de que nos habían abandonado, en Rodesia del Sur lo entendieron y allí no han ido las cosas tan mal como aquí.

– Precisamente venimos de Salisbury -dice Werner-. Allí podíamos respirar. Tal vez nos vayamos a vivir allí. Los trenes salían puntuales, las pantallas de la luz no estaban llenas de insectos. Los africanos hicieron lo que mejor saben hacer, obedecieron órdenes.

– La libertad -dice Hans Olofson, sin saber cómo continuar.

– Si libertad significa morirse de hambre, entonces los africanos van por buen camino en este país -replica Ruth.

– Resulta difícil de entender -comenta Hans Olofson-. Difícil de asimilar.

– Vas a verlo tú mismo -continúa Ruth, sonriéndole-. A nosotros no hay nada que nos impida decir las cosas tal como son, ya que de todos modos la realidad se te va a aparecer.

El tren se para de pronto sobre la vía. Los frenos chirrían, luego todo queda en calma. Se oyen las cigarras en la calurosa noche y Hans Olofson se asoma a la oscuridad. El cielo estrellado parece cerca y encuentra de nuevo el destello luminoso de la constelación de La Cruz del Sur.

«¿Qué iba pensando mientras abandonaba Suecia? ¿Que iba hacia una estrella fija, lejana y sin apenas luz?»

Ruth Masterton se ha quedado absorta en la lectura de un libro con la ayuda de su linterna. Werner Masterton chupa su pipa apagada. Hans Olofson se siente obligado a tratar de hacerse una idea de su situación.

«Janine», piensa. «Janine está muerta. Mi padre se emborracha pensando en un barco que nunca más va a hacerse a la mar. El recuerdo de mi madre se reduce a dos fotografías hechas en el Estudio Strandmark de Sundsvall. Dos imágenes que me infunden temor, el rostro de una mujer contra un fondo de una luz despiadada. Vivo con un legado de olor a perro gris, de noches invernales y la permanente sensación de que en realidad nadie me necesita. En el momento en que elegí no amoldarme a mi origen, no ser talador de troncos como mi padre ni casarme con alguna de las chicas con las que bailaba en la Casa del Pueblo al compás de la orquesta Kringström, eliminé también los únicos puntos de partida que había tenido. Dejé la escuela primaria como un alumno al que los profesores nunca recordarían, viví cuatro años espantosos en la capital y recibí un anodino bachillerato para que no sucumbiera en el fracaso. Hice el servicio militar en un regimiento blindado en Skövde, de nuevo como una persona que siempre pasaba inadvertida. Alimentaba la esperanza de ser abogado, el defensor legal de las circunstancias atenuantes. Viví durante algo más de un año como realquilado en un oscuro apartamento en Uppsala, en el que cada día tenía frente a mí a un loco a la hora del desayuno. El desconcierto de la clase obrera actual, la apatía y el temor, tienen en mí a un representante de pleno derecho.

»Sin embargo, no me he rendido. Los frustrados estudios jurídicos sólo fueron una humillación temporal, puedo sobrevivir a eso.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El ojo del leopardo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El ojo del leopardo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Henning Mankell - Wallander's First Case
Henning Mankell
Henning Mankell - The Troubled Man
Henning Mankell
Henning Mankell - Faceless Killers
Henning Mankell
Henning Mankell - The Fifth Woman
Henning Mankell
Henning Mankell - The White Lioness
Henning Mankell
Henning Mankell - One step behind
Henning Mankell
Henning Mankell - The Dogs of Riga
Henning Mankell
Henning Mankell - Chronicler Of The Winds
Henning Mankell
Henning Mankell - El chino
Henning Mankell
Henning Mankell - Zapatos italianos
Henning Mankell
Отзывы о книге «El ojo del leopardo»

Обсуждение, отзывы о книге «El ojo del leopardo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x