Iain Banks - Aire muerto

Здесь есть возможность читать онлайн «Iain Banks - Aire muerto» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 2004, ISBN: 2004, Издательство: Mondadori, Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Aire muerto: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Aire muerto»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ken McNutt es un locutor de radio londinense que se fragua enemistades por doquier, debido a la insaciable sátira social y política que despliega a través de las ondas. En una de las muchas fiestas de la alta sociedad a las que asiste conoce a Celia, una mujer misteriosa y atractiva que le relata, entre otras cosas, un accidente que la convirtió para siempre en dos personas distintas. Poco después, se entera de que ella es una mujer casada con un mafioso, y a partir de ese momento su vida entera en una vorágine de aventuras y peligros.

Aire muerto — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Aire muerto», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

»Ni siquiera importa que usted o yo lo veamos de otro modo, señor Hecht, pero para ellos se trata de todos los regímenes corruptos y antidemocráticos a los que Estados Unidos ha entregado armas y dinero desde la última guerra mundial, apoyando dictaduras porque ocupan un desierto repleto de petróleo y ayudándolos a aplastar a los disidentes, se trata de los infieles que ocupan los lugares sagrados y la innegable opresión del pueblo palestino por parte del estado número cincuenta y uno de Estados Unidos. Así es como lo ven. Puede discutirles su análisis, pero no se engañe pensando que todo esto ha pasado porque tienen celos de los centros comerciales estadounidenses.

—Por supuesto que les discuto su análisis. ¿Ahora trata de decir que está de nuestro bando?

—Querido amigo, le remito a la antedicha respuesta.

—¿Perdón?

—No, perdóneme usted a mí, señor Hecht; era un ejemplo de fraseología parlamentaria británica que a veces usamos en el programa. Mire, señor Hecht, ¿creo que deberían ustedes invadir Afganistán? Para lo que van a conseguir (y me doy cuenta de que es prácticamente nada), no. Pero cuando lo hagan, no podrían elegir otro régimen mejor. Llevo años despotricando contra el régimen talibán. Pero no se olvide de que ustedes ayudaron a instaurarlo; ustedes financiaron a los muyaidines, armaron a Bin Laden y apoyaron al servicio secreto paquistaní, como en otro tiempo ayudaron al dictador Saddam Hussein porque le necesitaban y como ahora apoyan al dictador Musharraf y el grotesco despotismo medieval de los saudíes porque ahora los necesitan… Entretanto, el nuevo Escudo Antimisiles, que destruye todos los tratados de limitación de armamento con precisión milimétrica pero del que se nos garantiza que carece por completo de efectos discernibles sobre cualquier supuesto misil enemigo, que necesita un buscador en la nariz de su objetivo para aun así errarlo en el mismo hemisferio y que tras el once de septiembre ha demostrado ser un dispendio de dinero todavía más descarado e irrelevante, tiene un ciento por ciento de garantías de salir adelante. O sea… Todo esto es una locura, señor Hecht. Una psicosis nacional.

—Tenemos derecho a defendernos, señor. Teníamos ese derecho antes del once de septiembre. Ahora tenemos derecho a exigirlo. Y lo tendremos le guste o no a la gente como usted. Si quiere formar parte del asunto, bien. Pero si no forma parte de la solución, es usted parte del problema.

—¿Sabe una cosa, señor Hecht? De adolescente, justo cuando empecé a pensar por mí mismo, llegué a una conclusión muy simple. Decidí que, siempre que alguien dice «Estás con nosotros o contra nosotros», tienes que estar en contra. Porque solo los bobos moralistas y los bribones manipuladores ven, o aseguran ver, el mundo en términos tan absurdos de blanco o negro. Dudo profundamente del hecho de estar del mismo bando que cualquiera así de estúpido o falso y, desde luego, no me dejaré guiar por gente así. El mal siempre empieza con una buena excusa, señor Hecht. George W. Bush tal vez sea ahora, en efecto, presidente por aclamación y, comparado con los que atacaron Estados Unidos, personalmente intachable, pero eso no quita que llegara a donde está a base de argucias y falsedades y, sin necesidad de hurgar muy hondo, no es más que un pobre hombre que no está a la altura.

—Váyase usted al infierno, donde seguro que acabará. —El señor Hecht colgó.

—Creo que le hemos perdido, Notty.

Respiré hondo.

—Has gastado tu oportunidad anual para hacer esa broma [1] Juego de palabras intraducible: se refiere a la broma con el apellido del protagonista, Nott, cuyo diminutivo suena igual que naughty , «travieso, pillín». (N. de la T.) , Filfa Phil.

—¡La embajada estadounidense al teléfono!

—Ah, basta ya, me estáis matando.

—Encantado de conocerte, Ken. Pasa, pasa. Ah, sí, permite que esta encantadora jovencita te coja el abrigo…

—Encantado de conocerle, eh…

—Jamie. Llámame Jamie. Aquí no nos andamos con ceremonias. Bienvenido al cuerpo de la iglesia, como suele decirse. Yo también tengo sangre escocesa, ¿sabes? Los chicarrones del norte tenemos que mantenernos unidos frente a esos anglos, ¿eh? Nos emocionó de veras que te unieras a nosotros, a Capital Live! Tengo entendido que te va muy bien. Yo mismo te he escuchado un par de veces; ojalá fueran más. Ya sabes, horarios, reuniones, negocios; pero te he escuchado. Te he escuchado. Muy bien, muy bien. Apurando, apurando al máximo, pero me gusta. También es mi estilo. Trabajo al límite. No hay nada igual, ¿verdad? El peligro, el riesgo. Correr riesgos, en eso consiste todo, ¿verdad? ¿No te parece? Bueno, ¿y cómo te va en el Bella del templo?

—Ah, muy bien —dije. Dudé un momento, preguntándome si debía puntualizar que ya llevaba instalado más de un año.

—Brillante. ¡Estupendo, estupendo! Ah. Helena. Te presento a Ken. Ken Nott. Ken; mi mujer, la encantadora Helena. Ah, bebidas. Excelente, excelente. Ken. ¿Champán?

—Lady Werthamley —dije, saludándola con la cabeza—. Gracias.

Sir Jamie Werthamley, nuestro Querido Propietario, tenía un ático de lujo en los dos pisos superiores de su nuevo edificio de oficinas, Limehouse Tower, con vistas al río. Esto ocurría en abril de 2001 y llevaba trabajando para él casi un año —tres meses en el relativamente prestigioso programa de última hora de la mañana—, pero esta fiesta de cumpleaños era la primera ocasión que tenía de conocerle en persona (la invitación pedía que no se le llevaran regalos, que podrían haber resultado superfluos para un hombre que poseía varias minas de oro, un banco, un archipiélago caribeño y su propia aerolínea; en fin, cumplí encantado).

Sir Jamie era un cincuentón de aspecto juvenil, pelirrojo con algunas canas. Hacía tiempo que la coleta marca de la casa había desaparecido, pero la tachuela de diamante seguía en su oreja. Vestía con estilo informal, unos vaqueros de diseño, una camiseta blanca y una chaqueta azul que se veía correcta y carísima. Yo me había vestido con mis mejores galas informales pero elegantes, aunque a su lado me sentía como un pillo de la calle.

Quizá hubiera un centenar de personas reunidas en el salón principal, que había arreglado a las mil maravillas un decorador cinematográfico. La multitud cabía sin problemas. Una mujer con aspecto de supermodelo se llevó mi abrigo como una exhalación y otra me colocó en la mano una copa de champán del color del oro viejo sin darme tiempo ni a respirar. Sir Jamie era del tipo tocón; te cogía de la mano, te llevaba del codo, te daba palmaditas en la espalda, golpecitos suaves en el brazo, esas cosas. Y durante todo ese tiempo hablaba con intensidad y entusiasmo, las palabras apenas tenían tiempo de apartarse del camino para dejar paso a las siguientes. En ese particular era exactamente el mismo que cuando le entrevistaban en televisión.

Su mujer estaba sentada, erguida y elegante, en una silla de ruedas alta de última tecnología. Lady W. había sufrido una terrible caída de caballo hacía diez años, no mucho después de casarse. Vestía una prenda azul de gasa y algunas relucientes joyas de diamantes y platino. Debía de tener unos diez años menos que su marido, una melena negra azabache y ojos violeta.

—Llámame Helena, por favor —me dijo, soltándome la mano.

—Gracias, Helena.

Hizo girar la silla de ruedas mediante un pequeño mando que sostenía en la mano derecha y la deslizó hacia los escalones que bajaban a la parte hundida del salón.

—Escucho tu programa, Ken —me dijo por encima del hombro mientras yo la seguía.

—Gracias.

—No tienes pelos en la lengua, ¿eh?

—Es mi trabajo, Helena —dije al tiempo que la silla de Lady W. llegaba a la cima de los escalones y se detenía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Aire muerto»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Aire muerto» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Iain Banks - Matter
Iain Banks
Iain Banks - A barlovento
Iain Banks
Iain Banks - Inversiones
Iain Banks
Iain Banks - El jugador
Iain Banks
Iain Banks - Pensad en Flebas
Iain Banks
Iain Banks - Complicità
Iain Banks
Iain Banks - The Algebraist
Iain Banks
Отзывы о книге «Aire muerto»

Обсуждение, отзывы о книге «Aire muerto» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x