Harlan Coben - Alta tensión

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Alta tensión» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Alta tensión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Alta tensión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Myron Bolitar siempre ha soñado con la voluptuosa mujer fatal que acaba de entrar en su despacho para pedirle ayuda. Tiene unas curvas de locura, pero está embarazada de ocho meses, y eso pone fin a todas las posibles fantasías de Bolitar. La antigua estrella del tenis Suzze T y su marido, Lex, una estrella del rock, son clientes, y a lo largo de los años Myron ha negociado multitud de contratos para la preciosa pareja. Pero ahora Lex ha desaparecido y la muy embarazada Suzze llora, convencida de que los rumores colgados en la red poniendo en duda la paternidad del bebé hayan alejado al hombre que ella jura es el padre de su hijo.
“Harlan Coben es el maestro moderno del “agárrate y no te menees” desde la primera página, para dejarte completamente noqueado en la última.” Dan Brown

Alta tensión — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Alta tensión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Myron había crecido en una época en que todos culpaban a los padres de sus problemas. Muchos eran pura y sencillamente unos quejicas, poco dispuestos a mirarse en el espejo y coger las riendas. La generación de la culpa, que encontraba faltas en todos y en todo excepto en sí mismos. Pero la situación de Suzze T era diferente. Él había visto el tormento, los años de lucha, el intento de rebelarse contra todo lo que fuese tenis, el deseo de renunciar, pero también el amor al juego. La pista se convirtió en su cámara de torturas y en su único lugar de escape, y era duro de reconciliar ambos aspectos. De forma casi inevitable, eso la condujo a las drogas y a un comportamiento autodestructivo, hasta que por fin incluso Suzze, que podría haber jugado al juego de la culpa con un cierto grado de legitimidad, se había mirado al espejo y había podido encontrar la respuesta.

Myron se sentó y hojeó una revista de tenis. Cinco minutos más tarde, las chicas comenzaron a salir de la pista. Las sonrisas desaparecieron cuando dejaron los confines presurizados de la burbuja, con la cabeza gacha ante las poderosas miradas de sus madres. Suzze entró tras ellas. Una madre la detuvo, pero Suzze sólo le dedicó unas palabras. Sin detenerse, pasó junto a Myron y le hizo un gesto para que la siguiese. «Un blanco móvil», pensó Myron. Sería más duro para un padre con ganas de charlar.

Ella entró en el despacho y cerró la puerta detrás de Myron.

– No funciona -comentó Suzze.

– ¿Qué es lo que no funciona?

– La academia.

– A mí me parece que hay mucha gente -dijo Myron.

Suzze se dejó caer en la silla del escritorio.

– Vine aquí con lo que creía una gran idea: una academia de tenis para jugadores de élite, pero que también les permitiera respirar, vivir y ser personas equilibradas. Confiaba en que este entorno las haría personas más equilibradas, más felices, y también proclamé que a largo plazo esto les convertiría en mejores tenistas.

– ¿Y?

– ¿Quién sabe qué significa a largo plazo? La verdad es que mi idea no funciona. No son mejores jugadores. Los chicos que sólo tienen un objetivo y no sienten ningún interés por el arte, el teatro, la música o los amigos, esos chicos son los que llegan a ser los mejores jugadores. Los chicos que sólo quieren machacarte el cerebro, destruirte, mostrarse implacables, son los que ganan.

– ¿De verdad lo crees?

– ¿Tú no?

Myron no dijo nada.

– Los padres también lo ven. Sus críos son felices aquí. No se quemarán tan pronto, pero los mejores jugadores se marchan a las academias donde los machacan.

– Eso es pensar a corto plazo -señaló Myron.

– Quizás. Pero si se queman cuando tienen veinticinco, bueno, de todas maneras, eso es tarde en una carrera. Necesitan ganar ahora. Nosotros lo hicimos, ¿no es así Myron? Ambos fuimos afortunados en el deporte, pero si no desarrollas el instinto asesino, esa parte de ti que te hace ser un gran competidor aunque no un gran ser humano, es difícil pertenecer a la élite.

– ¿Estás diciendo que nosotros éramos así? -preguntó Myron.

– No, yo tenía a mi madre.

– ¿Y yo?

– Recuerdo haberte visto jugar en Duke, en las finales de la NCAA. La expresión de tu rostro… Hubieses preferido morir que perder.

Durante unos segundos ninguno de los dos habló. Myron contempló los trofeos de tenis, los brillantes objetos que representaban el éxito de Suzze. Por fin, Suzze preguntó:

– ¿De verdad viste a Kitty anoche?

– Sí.

– ¿Qué me dices de tu hermano?

Myron sacudió la cabeza.

– Brad podría haber estado allí, pero no le vi.

– ¿Estás pensando lo mismo que yo?

Myron se removió en el asiento.

– ¿Crees que Kitty colgó eso de «No es suyo»?

– Estoy planteando esa posibilidad.

– De momento no saquemos conclusiones. Dijiste que querías mostrarme algo. De Kitty.

– Sí. -Suzze comenzó a morderse el labio inferior, algo que Myron no le había visto hacer en los últimos años. Esperó, le dio un poco de tiempo y espacio-. Ayer, después de hablar contigo, comencé a buscar.

– ¿A buscar qué?

– No lo sé, Myron -respondió ella, un poco impaciente-. Algo, una pista, cualquier cosa.

– Vale.

Suzze comenzó a teclear en su ordenador.

– Comencé por mirar en mi propia página de Facebook, donde colgaron la mentira. ¿Sabes cómo las personas se hacen admiradoras tuyas?

– Supongo que basta con darse de alta.

– Así es, de modo que decidí hacer lo que me sugeriste. Empecé a buscar antiguos novios, rivales de tenis o músicos despedidos, alguien que quisiera herirnos.

– ¿Y?

Suzze continuaba tecleando.

– Comencé a buscar entre las personas que se habían dado de alta desde hacía poco tiempo en la página. Me refiero a que ahora tengo cuarenta y cinco mil admiradores. Así que me llevó algún tiempo. Pero al final…

Hizo clic con el ratón y esperó.

– Vale, aquí está. Encontré este perfil de alguien que se apuntó hace tres semanas. Me pareció muy extraño, sobre todo a la luz de lo que tú dijiste de anoche.

Le hizo un gesto a Myron, y éste se levantó y dio la vuelta a la mesa para ver lo que aparecía en la pantalla. Cuando vio el nombre en mayúsculas en lo alto de la página del perfil, no se sorprendió demasiado.

Kitty Hammer Bolitar.

8

Kitty Hammer Bolitar.

De nuevo en la intimidad de su despacho, Myron echó una mirada con más detenimiento a la página de Facebook. No le cupo ninguna duda cuando vio la foto del perfil. Era su cuñada. Más vieja, por supuesto. Un poco más curtida. La belleza de sus días de tenista se había endurecido un poco, pero su rostro todavía mostraba vitalidad. La miró un momento e intentó dominar el odio que con toda naturalidad afloraba en él cada vez que pensaba en ella.

Kitty Hammer Bolitar.

Esperanza entró y se sentó a su lado sin decir palabra. Algunos habrían supuesto que Myron quería estar solo. Esperanza sabía que no. Miró la pantalla.

– Nuestro primer cliente -comentó.

– Sí -asintió Myron-. ¿Anoche la viste en el club?

– No. Oí que gritabas su nombre, pero cuando me volví, ella había desaparecido.

Myron leyó los mensajes en el muro. Pocos. Algunas personas jugaban a la Guerra de las Mafias, a Farmville y a adivinar acertijos. Myron vio que Kitty tenía cuarenta y tres amigos.

– En primer lugar -dijo-, imprimiremos la lista de sus amigos, a ver si conocemos a alguno.

– De acuerdo.

Myron pinchó el icono del álbum de fotos titulado «Brad y Kitty, una historia de amor». Comenzó a mirar las fotos, con Esperanza a su lado. Durante algún tiempo ninguno de los dos dijo nada. Myron hacía clic, miraba y volvía a hacer clic. Una vida. Eso era lo que veía ante él. Siempre se había burlado de las redes sociales, no las entendía y se imaginaba toda clase de cosas extrañas o perversas acerca de ese asunto, pero lo que estaba viendo ahora, lo que estaba descubriendo clic a clic era nada menos que una vida, o mejor dicho, dos.

Las vidas de su hermano y de Kitty.

Myron vio envejecer a Brad y a Kitty. Había fotografías en una playa de Namibia, piragüismo en Cataluña, turismo en la isla de Pascua, ayuda a los nativos en Cuzco, saltos desde acantilados en Italia, recorridos con mochila por Tasmania, una expedición arqueológica en el Tíbet. En algunas fotos, como en esa con unos aldeanos en una colina de Myanmar, Kitty y Brad vestían prendas nativas. En otras, pantalones cortos y camiseta. Las mochilas casi siempre estaban presentes. Brad y Kitty posaban a menudo abrazados, con las mejillas unidas y sonriendo. El pelo de Brad seguía siendo una masa rizada oscura, en algunas ocasiones lo llevaba tan largo y alborotado que parecía un rastafari. Su hermano no había cambiado mucho. Myron observó su nariz y notó que estaba un poco más torcida, o quizá sólo era un reflejo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Alta tensión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Alta tensión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Alta tensión»

Обсуждение, отзывы о книге «Alta tensión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x