Harlan Coben - Muerte en el hoyo 18

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Muerte en el hoyo 18» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Muerte en el hoyo 18: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Muerte en el hoyo 18»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El golf, precisamente, no es el deporte preferido de Myron Bolitar. Pero ahí está: presenciando entre bostezos el Abierto de Estados Unido. Es el mejor escaparate para un agente deportivo en busca de clientes. Y parece que va a tener suerte: Linda Coldren, número uno en la lista de ganancias en el circuito americano promete contratarle. Antes, sin embargo, tendrá que encontrar a su hijo, que ha desaparecido misteriosamente justo cuando el marido de Linda, Jack, parece que va a tener de nuevo la posibilidad de ganar el torneo. Win, para sorpresa de Bolitar, sin embargo, le va a pedir que no acepte el caso. Myron, por una vez, decide ignorarle y se lanza a la búsqueda de Chad. Muy pronto comprenderá que nunca debió de hacerlo. Descubrirá que un mundo de falsas apariencias, estafas, dolor y muerte, pero, sobre todo, obligará a Win a revivir su pasado, traumas de la infancia que no se olvidan jamás.

Muerte en el hoyo 18 — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Muerte en el hoyo 18», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Redactó usted esa declaración? -preguntó Myron.

– No. Lo hizo Linda antes de que yo llegara a su casa.

– ¿Por qué?

– Supuso que de ese modo se quitaría a los periodistas de encima. Ahora ya sabe cómo van estas cosas.

Enfilaron la calle Porter. Myron miró hacia ambas aceras.

– Allí -indicó Victoria Wilson.

Myron lo vio. Chad Coldren estaba acurrucado en el suelo. Seguía sosteniendo el auricular del teléfono con una mano, pero no hablaba. La otra mano presentaba un abultado vendaje. Myron se sintió mareado. Se detuvieron junto al muchacho, que tenía la mirada perdida al frente.

La expresión de indiferencia abandonó por unos instantes el rostro de Victoria Wilson, que dijo:

– Ya me ocupo yo.

Bajó del coche y se aproximó al chico. Se agachó y lo tomó entre sus brazos. Le quitó el auricular de las manos, dijo algo y colgó. Luego ayudó a Chad a ponerse en pie, mientras le acariciaba el pelo y le susurraba palabras de consuelo. Ocuparon el asiento trasero. Chad apoyó la cabeza en el hombro de Victoria, que trataba de aliviarlo y acallarlo. A una señal de la abogada, Myron arrancó el coche.

Chad no dijo nada durante todo el trayecto. Nadie le pidió que lo hiciera. Victoria le dio a Myron la dirección del edificio de su oficina, en Bryn Mawr. Allí tenía también su consulta Henry Lane, médico de los Coldren y viejo amigo de la familia. El doctor deshizo el vendaje de Chad y examinó al muchacho mientras Myron y Victoria esperaban en otra habitación. Myron caminaba de un lado a otro. Victoria hojeaba una revista.

– Deberíamos llevarlo a un hospital -opinó Myron.

– El doctor Lane decidirá si es necesario. -Victoria bostezó y pasó una página.

Myron trató de asimilar los últimos acontecimientos. Entre las acusaciones de la policía y la reaparición de Chad sano y salvo, casi se había olvidado de Jack Coldren. Jack había muerto. A Myron le resultaba casi imposible comprenderlo. No podía pasar por alto la ironía del asunto: el hombre por fin tenía la oportunidad de redimirse y terminó muerto en el mismo obstáculo que había alterado su vida por completo veintitrés años atrás.

El doctor Lane apareció en el umbral.

– Chad ya está mejor -anunció-. Puede hablar y está lúcido.

– ¿Cómo sigue su mano? -preguntó Myron.

– Tendrá que vérsela un especialista, pero no hay infección ni nada por el estilo.

Victoria Wilson se puso en pie.

– Me gustaría hablarle.

Lane asintió.

– Mi deber es pedirle que sea benévola con él, Victoria, aunque sé que no me va a hacer ningún caso.

Su boca se arqueó levemente. No fue una sonrisa ni nada por el estilo, pero transmitió una enorme humanidad.

– Tendrá que quedarse aquí fuera, Henry. Puede que la policía le pregunte qué ha oído.

El médico volvió a asentir.

– Me hago cargo.

Victoria miró a Myron.

– Deje que hable yo.

– De acuerdo.

Cuando Myron y Victoria entraron en la habitación, Chad estaba contemplando su mano vendada como si esperara que el dedo amputado fuera a brotar de un momento a otro.

– Hola Chad.

Levantó la vista muy despacio. Tenía los ojos arrasados en lágrimas. Myron recordó lo que Linda le había contado a propósito de la pasión del muchacho por el golf. Otro sueño hecho pedazos. El chico aún no lo sabía, pero a partir de aquel momento él y Myron iban a ser almas gemelas.

– ¿Quién es usted? -preguntó Chad a Myron.

– Es un amigo -intervino Victoria Wilson. Incluso con el chico, su tono era de absoluta indiferencia-. Se llama Myron Bolitar.

– Quiero ver a mis padres, tía Vee.

Victoria se sentó delante de él.

– Han ocurrido muchas cosas, Chad. No te lo voy a contar todo ahora. Tienes que confiar en mí, ¿de acuerdo?

Chad asintió.

– Necesito que me digas qué te ha sucedido añadió la abogada-. Todo. Desde el principio.

– Un hombre se metió en mi coche -dijo Chad.

– ¿Iba solo?

– Sí.

– Adelante. Dime qué pasó.

– Yo estaba en un semáforo, y aquel tío abrió la puerta del lado del acompañante y subió al coche. Llevaba un pasamontañas y me puso una pistola en la cara. Me dijo que siguiera conduciendo.

– Muy bien. ¿Qué día fue eso?

– El jueves.

– ¿Dónde estabas la noche del miércoles?

– En casa de mi amigo Matt.

– ¿Matthew Squires?

– Sí.

– De acuerdo, muy bien. -Victoria Wilson miraba fijamente al chico-. Ahora dime, ¿dónde estabas cuando ese hombre se metió en tu coche?

– A un par de manzanas del instituto.

– ¿Todo esto pasó antes o después de asistir a clase?

– Después. Iba de camino a casa.

Myron guardaba silencio. Se preguntaba a santo de qué mentía el muchacho.

– ¿Dónde te llevó ese hombre?

– Me dijo que rodease la manzana. Nos detuvimos en un aparcamiento que hay por allí. Entonces me puso algo en la cabeza. Un saco de arpillera o algo así. Me dijo que me tumbara en el asiento de atrás y entonces se puso al volante. Luego sólo sé que estuve en una habitación. Me obligaba a llevar el saco en la cabeza todo el rato, así que no pude ver nada.

– ¿No llegaste a verle la cara?

– No.

– ¿Seguro que era un hombre? ¿Podría haber sido una mujer?

– Le oí hablar varias veces. Era un hombre. Al menos, uno de ellos lo era.

– ¿Había más de uno?

Chad asintió.

– El día que me hizo esto… -Levantó la mano vendada. Su rostro revelaba una pasmosa perplejidad. Miró al frente con los ojos empañados-. Llevaba ese saco de arpillera en la cabeza. Tenía las manos atadas a la espalda. -Su voz, ahora, era tan monocorde como la de Victoria-. El saco me picaba mucho. Me tenía que rascar las mejillas con los hombros. Da igual, el hombre vino y me quitó las ligaduras. Entonces me asió la mano y la puso sobre la mesa. No dijo nada. No me avisó. Todo pasó en un instante. El tío puso mi mano en la mesa. No vi nada. Sólo oí un golpe. Luego tuve una sensación muy extraña. Al principio no me dolía. No sabía qué pasaba. Entonces noté algo húmedo y caliente. La sangre, supongo. El dolor apareció unos segundos después. Me desmayé. Al despertar, tenía la mano vendada. Las punzadas eran espantosas. Seguía con la cabeza metida en ese saco de arpillera. Entró alguien. Me dio unas pastillas que aliviaron un poco el dolor. Entonces oí voces. Dos. Me pareció que discutían.

Chad Coldren se calló como si le faltara el aliento. Myron miró a Victoria Wilson. Ella no se acercó a consolar al muchacho.

– ¿Las dos voces eran de hombre?

– En realidad, una parecía de mujer, pero no presté mucha atención. No estoy seguro.

Chad volvió a mirarse el vendaje.

– No hay mucho que contar, tía Vee. Estuve así unos días. Ni siquiera sé cuántos. Me alimentaban a base de pizza y refrescos. Un día trajeron un teléfono. Me hicieron llamar al Merion y preguntar por papá.

La llamada al Merion en la que se pedía el rescate, pensó Myron. La segunda llamada de los secuestradores.

– También me hicieron gritar.

– ¿Te hicieron gritar?

– Vino ese tío. Me dijo que chillara y que lo hiciera como si me estuviera haciendo daño. Si no lo obedecía, me haría chillar de verdad. Así que estuve chillando como diez minutos, hasta que quedó satisfecho.

El chillido de la llamada desde el centro comercial, pensó Myron, cuando Tito había pedido los cien mil dólares.

– Eso es más o menos todo, tía Vee.

– ¿Cómo te escapaste? -preguntó Victoria.

– No me escapé. Me han soltado. Hace un rato alguien me ha conducido hasta un coche. Todavía llevaba el saco de arpillera en la cabeza. Hemos circulado un rato. Entonces el coche se ha detenido. Alguien ha abierto la puerta y me ha dado un empujón. Y ya está.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Muerte en el hoyo 18»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Muerte en el hoyo 18» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Muerte en el hoyo 18»

Обсуждение, отзывы о книге «Muerte en el hoyo 18» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x