Joseph Finder - Paranoia

Здесь есть возможность читать онлайн «Joseph Finder - Paranoia» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Paranoia: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Paranoia»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Adam Cassidy tiene veintiséis años y odia su empleo miserable en una compañía tecnológica, pero su vida cambia por completo cuando le ofrecen convertirse en espía infiltrado en la Trion Systems, el principal competidor de su empresa. Sus superiores le preparan, le proporcionan información sobre su nueva empresa y, en cuanto empieza a trabajar en ella, se convierte en empleado estrella ascendiendo rápidamente a puestos de gran responsabilidad. Ahora su vida es perfecta: adora su trabajo, conduce un Porsche y tiene una novia que quita el sueño; lo único que tiene que hacer para mantener las cosas como están es traicionar a todos los que le rodean.
«Ha llegado el nuevo Grisham… Paranoia es un thriller magistralmente narrado y tremendamente absorbente» People Magazine

Paranoia — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Paranoia», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Rejilla de ventilación?

– ¿Vamos a tener que señalaros el puto camino con pintura fosforescente? Qué, ¿tendríamos que haberos enviado invitaciones de parte de Bendix para la inspección sorpresa de seguridad? Hemos realizado este simulacro en tres edificios de la zona en esta última semana, y vosotros sois de lejos el peor grupo, parecéis aficionados. -Cogí la carpeta y empecé a escribir-. Bien, quiero nombres y números de carnet. ¡Ey, vosotros! -Los dos guardias habían comenzado a retroceder lentamente. ¡Volved aquí, coño! ¿Os creéis que la Seguridad Empresarial consiste en pasar el rato comiendo Krispy Kremes? Cuando entreguemos nuestro informe, aquí rodarán cabezas, os lo aseguro.

– McNamara -dijo con reticencia el segundo guardia.

– Valenti -dijo el primero.

Anoté sus nombres.

– ¿Números? -dije-. Bueno, bueno, vale… que alguno me abra esta puerta y luego largaos de aquí, los dos.

El primero se acercó al lector óptico y pasó su tarjeta por delante. Sonó un clic y se encendió la luz verde.

Sacudí la cabeza con disgusto mientras abría la puerta. Los dos guardias se dieron la vuelta y comenzaron a trotar por el corredor. El primero le dijo al segundo:

– Lo confirmaré ahora mismo con los de Despachos. Esto no me gusta nada.

El corazón me latía tan fuerte que debía oírse. Me había escapado de aquélla a punta de sandeces, pero lo único que había conseguido, bien lo sabía, eran un par de minutos de margen. Los guardias hablarían con su supervisor y de inmediato descubrirían la verdad: que no se trataba de ninguna «inspección sorpresa». Y regresarían con más ganas.

Observé el detector de movimiento, montado en lo alto de la pared de aquella pequeña recepción, para ver si alguna luz se encendía. Nada ocurrió.

Cuando los detectores de movimiento estaban encendidos, se disparaban las cámaras, que giraban en dirección al objeto móvil.

Pero los detectores de movimiento estaban apagados. Eso quería decir que las cámaras estaban fijas, no podían moverse.

Era muy gracioso: Meacham y su tipo me habían entrenado para burlar sistemas de seguridad más sofisticados que éste. Tal vez Meacham tenía razón: olvida lo que has visto en las películas, porque los sistemas de seguridad del mundo real siempre son más primitivos.

Ahora podía entrar en la pequeña recepción sin ser visto por las cámaras, que apuntaban a la puerta del Centro de Alta Seguridad C. Di un par de pasos tentativos hacia la habitación, siempre con la espalda contra la pared. Me acerqué desde atrás a una de las cámaras, con sigilo. Sabía que me encontraba en el punto ciego. La cámara no podía verme.

Y en ese momento el walkie-talkie revivió con un pitido.

– ¡Sal de ahí, joder! -gritó la voz de Seth-. ¡Acabo de oírlo! ¡Han ordenado a todos dirigirse a la quinta planta!

– ¡No puedo, ya casi he llegado! -respondí.

– ¡Date prisa! ¡Joder, sal de ahí!

– ¡No! ¡No puedo irme todavía!

– Cassidy…

– Seth, escúchame bien: eres tú el que va a salir, por la escalera, por el ascensor de carga, como sea. Espérame fuera, en la furgoneta.

– Cassidy…

– ¡Hazlo! -grité, y apagué el aparato. Un estallido sonoro me sacudió: el uh-ah ronco y mecánico de una alarma que debía de estar muy cerca de mí.

¿Y ahora qué? ¡No podía detenerme allí, a unos metros apenas de la entrada al proyecto Aurora! ¡No podía retroceder estando tan cerca!

Tenía que seguir adelante.

La alarma seguía aullando, uh-ah, uh-ah, ensordecedora como una sirena antiaérea.

Me saqué del bolsillo la lata de Pam, ese aceite de cocina en aerosol, me estiré hasta alcanzar la cámara y rocié el objetivo. Sobre el ojo de vidrio quedó una capa de aceite. Hecho.

La sirena aullaba.

Ahora la cámara estaba ciega y su visión derrotada, pero no de una manera que llamara necesariamente la atención. Quien estuviera observando el monitor vería de repente la imagen un poco borrosa, y tal vez lo atribuiría a aquella actualización del cableado de la cual les habían avisado ya. Era probable que una imagen borrosa en medio de tantos monitores no llamara la atención. Esa era la idea, en cualquier caso.

Pero ahora aquellos cuidadosos planes parecían casi inútiles, porque los guardias ya se acercaban, ya estaban en camino. ¿Serían los mismos que yo acababa de engatusar? ¿Serían otros? Imposible saberlo, por supuesto; lo único cierto era que se acercaban.

Había pasos, gritos, pero se oían lejanos, como parloteos de fondo, bajo la sirena estridente.

Tal vez todavía estuviera a tiempo.

Si me daba prisa. Una vez entrara al laboratorio Aurora, lo más probable era que no siguieran tras de mí; al menos, no fácilmente. No lo harían a no ser que contaran con algún tipo de autorización para hacer caso omiso de las prohibiciones, lo cual era improbable.

Y quizá no llegaran siquiera a saber que yo estaba dentro.

Eso si lograba entrar.

Rodeé la habitación, manteniéndome fuera del alcance de la cámara hasta que llegué a la siguiente. En el punto ciego, me estiré y accioné el aerosol, y le di al objetivo en todo el centro.

Ahora Seguridad no podía verme por los monitores. No podía ser testigo de lo que iba a intentar.

Estaba a punto de entrar. Sólo un par de segundos -esperaba yo- y habría entrado en Aurora.

Salir de allí… bueno, eso era otro asunto. Sabía que había un ascensor de carga al cual no podía accederse desde el exterior. ¿Lo activaría la tarjeta de Alana? Eso esperaba; era mi única oportunidad.

Maldita sea: con los estallidos de la sirena, las voces que se hacían cada vez más fuertes y los pasos que sonaban cada vez más cerca, apenas si podía pensar con sangre fría. La cabeza me iba a mil por hora. ¿Sabrían los guardias de seguridad de la existencia de Aurora? ¿Hasta qué punto estaba protegido el secreto? Si no sabían nada de Aurora, tal vez no lograran imaginar hacia dónde me dirigía. Tal vez simplemente recorrían los corredores de todas las plantas en medio de la búsqueda descoordinada y azarosa del segundo intruso.

Montada en la pared, inmediatamente a la izquierda de una lustrosa puerta de acero, había una pequeña caja beige: un escáner de huellas digitales Identix.

Del bolsillo delantero de mi mono saqué el estuche de plástico traslúcido. Con dedos temblorosos, retiré la tira de celo que tenía la huella del pulgar de Alana, todas sus espirales capturadas gracias al polvo de grafito.

Presioné el celo suavemente sobre el escáner, justo donde habitualmente se ponía el dedo pulgar, y esperé a que la luz del piloto cambiara de rojo a verde.

Nada ocurrió.

«No, Dios mío, por favor -pensé desesperadamente, con la cabeza destrozada por el miedo y el insoportable uh-ah de la alarma-. Haz que funcione. Por favor, Dios mío.»

La luz permaneció roja, tercamente roja.

Nada ocurría aún.

Meacham me había dado una larga sesión acerca de cómo burlar un escáner biométrico; yo, por mi parte, había practicado incontables veces hasta que creí que lo tenía dominado. Algunos lectores de huellas eran más difíciles de burlar que otros, dependiendo de la tecnología que usaran. Ésta era una de las más comunes, con sensor óptico en el interior. Y se suponía que lo que acababa de hacer funcionaba el noventa por ciento de las veces. El noventa por ciento de las veces el maldito truco funcionaba.

«Claro, también está el otro diez por ciento», pensé mientras oía pasos que se me aproximaban con gran estruendo. Eso por lo menos lo sabía: ya estaban cerca. Tal vez a unos pocos metros, en la zona de los cubículos.

¡Mierda, no me funcionaba!

«¿Cuáles eran los otros trucos que me habían enseñado?»

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Paranoia»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Paranoia» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Кейт Новак - Finder's Bane
Кейт Новак
Joseph Finder - Guilty Minds
Joseph Finder
Ruth Warburton - Witch Finder
Ruth Warburton
Colin Harrison - The Finder
Colin Harrison
Roger Taylor - Dream Finder
Roger Taylor
Kimberly Derting - The Body Finder
Kimberly Derting
Joseph Finder - Power Play
Joseph Finder
Joseph Finder - Vanished
Joseph Finder
Gill Hasson - Career Finder
Gill Hasson
Отзывы о книге «Paranoia»

Обсуждение, отзывы о книге «Paranoia» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x