Relaciones p ú blicas « cr í ticas » . Exley manipul ó a la prensa: no sali ó ni una palabra del asunto Bullock. Ninguna acusaci ó n p ú blica contra m í ; Bullock, incinerado.
Sin « testigos » . Y Noonan, furioso.
Amenazas:
« Procesar é a su hermana por evasi ó n de impuestos. »
« Entregar é a la Fiscal í a las cintas con las grabaciones: Glenda Bledsoe reconoci ó haber matado a Dwight Gilette. »
« Tengo grabada su voz dici é ndole a un tal Jack, "m á tale". Si se niega a hablar conmigo, har é que los agentes federales investiguen entre sus conocidos hasta dar con ese hombre. »
Mi t á ctica: mutismo absoluto.
Mi as en la manga: era el ú nico testigo. Y lo sab í a TODO.
Los d í as pasaron lentamente. No m á s noticias de la « ola de cr í menes » en Los Angeles. Noonan y Exley pusieron el sedante: Tommy y J.C., bajo vigilancia federal. Intocables.
Una visita de Ed Exley.
– Creo que me ha robado el dinero. Colabore con Noonan y dejar é que se lo quede. Va a necesitar dinero… y yo no lo voy a echar en falta.
» Sin su testimonio, no podremos tocar a Dudley.
» Si este acuerdo con los federales fracasa, el departamento ofrecer á una imagen vergonzosa de ineficacia.
Mi t á ctica: mutismo absoluto.
Una visita de Pete B. Cuchicheos:
– Glenda tiene el dinero y me ha pagado lo que me correspond í a. Corren rumores de que eres un sopl ó n de los federales y Sam Giancana acaba de anunciar un contrato.
Una visita de dos sabuesos del sheriff:
– Queremos a Glenda Bledsoe por el asunto de Miciak.
Mi t á ctica: confesi ó n. Le mat é yo solo. Dej é caer detalles de las heridas; los tipos de la polic í a local tragaron. Dijeron que me acusar í an de asesinato en primer grado.
Noonan, presente, se plant ó : « Utilizar é todo el poder del Gobierno Federal para mantener a este hombre bajo mi ú nica custodia. »
Una llamada. Jack Woods, para confirmar:
– Meg est á bien. Sam G. ha hecho correr la voz. Date por muerto.
Noticia vieja.
D í as largos, jugando a cartas con Will Shipstad para matar el rato. Intuici ó n: el agente odia el trabajo de federal y odia a Noonan. Le insinu é un trato: borrar la cinta de Glenda por treinta de los grandes.
Accedi ó .
Noonan lo confirm ó al d í a siguiente: «¡ Esos t é cnicos incompetentes! » Una pataleta fenomenal.
Noches largas; malos sue ñ os: muertes, palizas, sobornos, extorsiones, mentiras.
Malos sue ñ os, insomnio.
Miedo a quedarme dormido por las persistentes pesadillas: Johnny, suplicando; Dudley, tuerto.
Glenda, una imagen dif í cil de evocar, una voz f á cil de o í r:
« T ú quieres confesar. »
Dos noches, seis cuadernos de notas completos. Dave Klein, el Contundente, confiesa…
Muertes, palizas, sobornos, extorsiones, comisiones: toda mi carrera en la polic í a hasta Wylie Bullock. Mentiras, coacciones, promesas incumplidas, juramentos rotos. Exley y Smith, mis c ó mplices. Que se entere el mundo.
Noventa y cuatro p á ginas; Shipstad filtr ó la confesi ó n a Pete B.
Por medio de Pete, copias a Hush-Hush, Los Angeles Times, y la Fiscal í a General del Estado.
El tiempo apremiaba y Noonan se volv í a loco: quedaba pendiente la conferencia de prensa y me necesitaba en ella.
Amenazas, ofertas, m á s amenazas…
Mi ú nica palabra: « Deme dos d í as de libertad bajo vigilancia federal. Cuando vuelva a custodia, prepararemos mi declaraci ó n. »
Noonan, a rega ñ adientes, medio fuera de s í : « Est á bien. »
L.A. Herald-Express, 6/12/58:
CONFERENCIA DE PRENSA LAPDFEDERALES,
SUSPENDIDA
El anuncio de la semana pasada sorprendió a todo el mundo: el departamento de Policía de Los Angeles y la Fiscalía Federal del distrito de Southern California celebrarían una conferencia de prensa conjunta. Adversarios durante la investigación sobre el crimen organizado en el Southside que aún tiene en marcha el fiscal Welles Noonan, los dos organismos han mantenido durante los últimos tiempos un trato cualquier cosa menos amistoso. Funcionarios federales acusaron al LAPD de permitir el aumento desorbitado de la delincuencia en el sur y en el centro de la ciudad, mientras que el jefe de Detectives del LAPD, Edmund Exley, acusó al señor Noonan de organizar una campaña de desprestigio contra su departamento por motivos políticos. Estas disensiones finalizaron la semana pasada, cuando los dos hombres ofrecieron a los periodistas declaraciones idénticas. Ahora, la conferencia de prensa de mañana ha sido suspendida precipitadamente, lo cual ha dejado desconcertados a muchos miembros de la comunidad de servidores de la ley y el orden.
La nota de prensa de la semana pasada está redactada con sumo cuidado y sólo insinuaba que se había establecido un esfuerzo conjunto entre el LAPD y los agentes federales, dirigido tal vez a conseguir actas de acusación contra miembros de la sección de Narcóticos del departamento de Policía. Mañana debían hacerse públicos muchos más datos, y una fuente anónima de la Fiscalía Federal ha declarado que, en su opinión, este esfuerzo conjunto se ha visto frustrado debido al incumplimiento de unas promesas oficiales. Preguntado sobre a qué «promesas» se refería, esta fuente concretó: «Un oficial de la Policía de Los Ángeles ha escapado a la custodia federal. Este oficial tenía que haber testificado contra miembros de la brigada de Narcóticos del LAPD y contra una familia de delincuentes con la que dicha brigada ha mantenido una larga relación, y también tenía que haber presentado a declarar a un total de cuatro testigos potenciales más. Estos testigos no han sido aportados y, cuando se permitió al oficial abandonar la custodia durante cuarenta y ocho horas para resolver unos asuntos personales, atacó a su agente de vigilancia y huyó. Para ser sinceros, sin ese hombre, la Fiscalía sólo puede presentar como testigo a Mickey Cohen, un antiguo gángster.»
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