Jonathan Kellerman - Compañera Silenciosa

Здесь есть возможность читать онлайн «Jonathan Kellerman - Compañera Silenciosa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Compañera Silenciosa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Compañera Silenciosa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un día en una fiesta, el psicólogo infantil Alex Delaware se reencuentra con un viejo amor, Sharon Ransom. Ella solicita su ayuda, pero Alex, demasiado embebido en sus propios asuntos sentimentales, no le hace caso. Dos días más tarde, Sharon se suicida. Alex no puede dejar de sentirse responsable de la desesperada decisión de Sharon.
Y en parte por ello, en parte por resolver los enigmas de aquella relación -la mayoría creados por la oscura personalidad de Sharon- el psicólogo se embarca en una investigación en la que el dinero, el azar de los genes y un pasado trágico configuran el escenario de una prolongada orgía de sexo, dominio y manipulación psicológica al servicio de los menos nobles impulsos del ser humano.

Compañera Silenciosa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Compañera Silenciosa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– De todos modos tú seguramente no hubieras ido, porque siempre fuiste un buen chico, tan serio. Lo cierto es que yo tampoco pasé de la puerta: Brenda los vio untando el suelo con aceite Wesson, y me sacó a rastras antes de que ni pudiera saludar. Pero la gente que iba allí decía que aquello eran orgías de cinco estrellas… si es que a uno le gustaba joder con otros comecocos. Por así decirlo era una mezcla de Oh Calcuta! y de B.F. Skinner, lo que resulta un tanto aterrador, ¿no crees? Y Suzy Espatarrada era una de las principales atracciones: atada, sujeta con un arnés, amordazada y azotada.

– ¿Y cómo sabes tú todo eso?

– Los chismes del campus. Todo el mundo lo sabía…, no era ningún secreto. En aquel entonces, nadie consideraba que estas cosas fuesen pervertidas. Eran los tiempos anteriores al microbio: tiempos de libertad sexual, de liberarse el id, de ampliar los limites de la consciencia, etcétera. Incluso las más radicales de la liberación femenina de nuestra clase creían que Kruse estaba en la punta de lanza de algo que tenía un significado. O quizá fuese que se la ponía tiesa el ser dominador. En cualquier caso, era filosóficamente aceptable el fustigar a Suzy, porque con eso ella estaba satisfaciendo alguna necesidad suya propia.

– ¿Kruse era el que le daba los latigazos?

– Todo el mundo lo hacía. Era una verdadera actuación de grupo… Ella aceptaba la fustigación de cualquiera, sin distinción de credo, raza o sexo. Mira, fíjate en ella, observa cómo se agarra a él, como si en eso le fuera la vida. ¿No te parece una auténtica sumisa? Probablemente tenga una personalidad pasiva-dependiente, la pareja simbiótica perfecta para un adicto del poder como es Kruse.

A mi me parecía asustada. Pegada a su esposo, pero quedándose en un segundo plano. La contemplé adelantarse y sonreír cuando le hablaban, luego retirarse. Echándose hacia atrás su largo cabello, comprobando el esmalte de sus uñas. Su sonrisa era tan plana como una pegatina, sus oscuros ojos brillaban de un modo poco natural.

Se movió de un modo que hizo que el sol diese en su gargantilla de diamantes y lanzase chispas. Me hizo pensar en el collar de un perro.

Kruse se giró bruscamente para darle la mano a alguien, y cogió por sorpresa a su esposa. Estirando el brazo en busca de equilibrio, ella se agarró de la manga de él y, aferrándole con más fuerza casi se le pegó. Él continuó acariciando el hombro desnudo de ella, pero, por la atención que le prestaba, era como si acariciase una estatua.

Amor. Signifique lo que signifique eso.

– Poca autoestimación -dijo Larry-. Tienes que considerarte bien poco a ti mismo, para joder en la pantalla.

– Supongo que sí.

Acabó su cerveza.

– Voy a repostar, ¿quieres que te traiga algo?

Alcé mi vaso, medio lleno de soda.

– Aún estoy con esto.

Se encogió de hombros, y fue hacia el bar.

Los Kruse habían trazado un círculo en derredor a nuestra mesa, yéndose hacia una, repleta de urracas. Un siseo de charla sobre naderías; luego él se había echado a reír, con un sonido profundo y autosatisfecho. Le dijo algo a un estudiante graduado y le dio la mano al joven mientras repasaba con la vista a la hermosa esposa del estudiante. Suzanne Kruse no dejaba de sonreír.

Larry regresó.

– Pero dime -comentó-, ¿qué tal te van las cosas?

– De coña.

– Vale, a mí también. Y es por eso por lo que estamos aquí sin nuestras mujeres, ¿no?

Di un sorbito a la soda y lo miré. Mantuvo contacto ocular, pero se atareó con un ala de pollo.

La mirada del terapeuta. Preñada de preocupación.

Amistosa preocupación, pero yo no la quería. De repente, me entraron ganas de salir corriendo. Una rápida carrera de vuelta al arco de piedra, y adiós para siempre a la tierra del Gran Gatsby.

Pero, en lugar de hacerlo, empleé uno de mis propios trucos de comecocos. Le bloqueé la pregunta con otra pregunta:

– ¿Cómo le va a Brenda en la Facultad de Leyes?

Sabía perfectamente lo que yo estaba haciendo, pero de todos modos me contestó:

– Está entre el diez por ciento de alumnos con mejores notas, por segundo año consecutivo.

– Debes estar muy orgulloso de ella.

– Seguro. Si no fuera porque aún le queda otro año entero. Vuélveme a preguntar cómo me siento, dentro de un año, y ya veremos, si aún sigo funcionando.

Asentí con la cabeza.

– He oído decir que es un proceso realmente podrido.

Su sonrisa perdió calidez.

– Cualquier cosa que dé como resultado la producción de abogados debe de serlo, ¿no? Es como convertir solomillo en mierda. Mi parte preferida es cuando regresa al hogar y me hace el tercer grado con preguntas sobre la casa y los niños.

Se limpió la boca y se me acercó.

– Una parte de mí mismo lo entiende perfectamente: al fin y al cabo, ella es inteligente, más inteligente que yo, así que siempre supuse que acabaría dedicándose a otra cosa que no a las labores propias del hogar. Pero fue ella la que dijo que no, que su madre trabajaba todo el día y la había dejado siempre en manos de guarderías, canguros… y que siempre lo había resentido. Se quedó preñada en nuestra luna de miel, y nueve meses después tuvimos a Steven, y más tarde a los otros, como si fueran los terremotos secundarios que hay tras uno grande. Y, ahora, de repente, necesita hallarse a sí misma. Realizarse.

Agitó la cabeza.

– El problema es el momento que ha elegido. Aquí estoy yo, llegando, finalmente, a un punto en que no tengo que ir a la caza del cliente que me envía alguien. Mis socios son fiables, nuestro consultorio prácticamente marcha por sí solo. El chico pequeño empieza a ir a la escuela el año que viene, así que ahora podríamos habernos tomado algún tiempo para nosotros, viajar. Y, en lugar de esto, se larga a estudiar veinte horas al día, mientras yo hago del Señor Mamá.

Hizo una mueca.

– Ten cuidado, amigo mío. Aunque con Robin posiblemente sea distinto: ella ya ha tenido su carrera, puede que ya esté a punto para tener una vida tranquila.

– Robin y yo nos hemos separado -le dije.

Me miró, y volvió a agitar la cabeza.

– Mierda, lo siento. ¿Cuánto tiempo hace?

– Cinco semanas. Una vacación temporal que, de algún modo, se fue alargando.

Se acabó su cerveza.

– De veras que lo siento. Siempre pensé que vosotros dos erais la pareja perfecta.

– Yo también lo pensaba. -Mi garganta estaba seca y me ardía el pecho. Estaba seguro de que todo el mundo me estaba mirando, aunque, cuando giré los ojos en derredor, nadie lo estaba haciendo. Sólo Larry, con unos ojos tan amistosos como los de un perro.

– Espero que lo resolváis -me dijo.

Miré a mi vaso. El hielo se había derretido en un agüilla.

– Creo que me voy a tomar algo más fuerte.

Me abrí paso a codazos entre la multitud que atestaba el bar y pedí un gin tonic doble de ginebra que apenas si resultó tener el alcohol de uno normal. De regreso a nuestra mesa me topé de cara con Kruse. Me miró. Sus ojos eran de un color marrón claro con chispitas verdes, con unos iris inusualmente grandes. Éstos se agrandaron, al reconocerme… estoy seguro, y luego se apartaron y apuntaron a algún lugar por encima de mi hombro. Simultáneamente, adelantó su mano, que agarró firmemente a la mía, la cubrió con la otra y movió nuestros brazos arriba y abajo, mientras decía:

– ¡Qué alegría que haya podido venir!

Antes de que tuviera posibilidad de contestarle, había usado el apretón de manos como punto de apoyo para propulsarse más allá de mí, medio haciéndome girar sobre mí mismo, antes de soltarme y seguir.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Compañera Silenciosa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Compañera Silenciosa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jonathan Kellerman - Devil's Waltz
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Billy Straight
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Obsesión
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Test krwi
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Compulsion
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Dr. Death
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - True Detectives
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Evidence
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - The Conspiracy Club
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Rage
Jonathan Kellerman
Jonathan Kellerman - Gone
Jonathan Kellerman
Отзывы о книге «Compañera Silenciosa»

Обсуждение, отзывы о книге «Compañera Silenciosa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x