Douglas Preston - Venganza

Здесь есть возможность читать онлайн «Douglas Preston - Venganza» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Venganza: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Venganza»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando tenía once años Gideon Crew fue testigo del brutal asesinato de su padre. Veinte años después, está decidido a cumplir la promesa que le hizo a su madre: honrar la memoria de su padre, un científico acusado injustamente por el gobierno de Estados Unidos de ser el responsable de una serie de graves errores de encriptación. Gideon no sólo revelará la verdad, además llevará a cabo su venganza.
Sin embargo, aunque consiga acabar con el ejecutor de su padre, su peripecia no ha hecho más que empezar. Los servicios secretos se han fijado en su peculiar talento, su sangre fría, su ilustre historial como ladrón de obras de arte y un secreto que acabará poniéndolo entre la espada y la pared.
Gideon Crew es un protagonista singular embarcado en una historia trepidante; un agente no oficial de los servicios secretos a la caza de los planes secretos de un científico para construir un arma de tecnología revolucionaria. La novela marca el inicio de una nueva serie trepidante.

Venganza — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Venganza», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No me gusta que me traten como si fuera una mierda.

– Por favor, Orchid… Me gustas, de verdad, es por eso que no quiero involucrarte más. -La miró a los ojos-. Te llamaré.

– ¿Por qué no me lo dices sin más? -chilló ella mientras las lágrimas asomaban a sus ojos y le corrían por las mejillas-. Estás metido en algún tipo de lío, ¿verdad? ¿Crees que no me he dado cuenta? ¿Por qué no me dejas ayudarte? ¿Por qué insistes en apartarme de tu lado?

Gideon no se vio con ánimo de mentirle.

– Sí, estoy en un lío, pero no puedes ayudarme. Vuelve a casa. Te prometo que iré a buscarte. Esto terminará pronto, de un modo u otro. Lo siento, tengo que marcharme.

– ¡No! -Orchid se aferró a él como un náufrago a un salvavidas.

Aquello era absurdo. Tenía que alejarse de ella por su seguridad. El tren llegó a la parada de la calle Cincuenta y nueve y se detuvo con un chirrido. Las puertas se abrieron. Gideon tomó una decisión y, en el último momento, se libró de la presa de Orchid y salió corriendo. Se detuvo en el andén para pedir disculpas, pero las puertas se cerraron de golpe y, mientras el tren se alejaba, tuvo un atisbo del rostro apenado de Orchid a través de la ventanilla.

– ¡Te prometo que te llamaré! -gritó, pero era demasiado tarde. El tren había desaparecido.

47

Gideon conducía, pensativo, en el tráfico de media tarde de Jersey. Había cruzado el túnel Holland y se dirigía con el Chevrolet de alquiler hacia el norte, a través del viejo entramado de pueblos que se confundían los unos con los otros: Kearny, North Arlington, Rutherford, Lodi. Todas las calles tenían el mismo aspecto: estrechas, bulliciosas y llenas de árboles, con sus edificios de cuatro pisos, sus deslucidos escaparates y marañas de cables telefónicos colgando claustrofóbicamente de lo alto. De vez en cuando, a través de las aglomeraciones urbanas, lograba atisbar lo que había sido el centro de la ciudad, la marquesina de un cine abandonado o las vidrieras de un antiguo bar. Cincuenta o sesenta años atrás, aquellos lugares habían sido pequeños pueblos separados unos de otros, alegres y llenos de vida, rebosantes de quinceañeros con tupé. En ese momento todo aquello no era más que un fantasmal recuerdo bajo un interminable desfile de tiendas de comestibles, mercadillos, outlets y tiendas de telefonía.

Entró en el condado de Bergen y cruzó otra media docena de pueblos a cuál más triste. Obviamente, había un modo mucho más rápido de alcanzar su punto de destino, pero Gideon deseaba perderse durante un rato en el acto puramente mecánico de conducir. Se sentía presa de incómodas e indeseadas emociones: inquietud porque Nodding Crane lo hubiera localizado, vergüenza y apuro por la forma en que había tratado a la pobre Orchid. No dejaba de repetirse que lo había hecho por el bien de ella, y que le iría mucho mejor si no se liaba con un tipo al que solo le quedaba un año de vida. Sin embargo, eso no hacía que se sintiera mejor. La verdad era que la había utilizado con el mayor descaro.

A medida que conducía hacia el norte, acercándose al límite del estado de Nueva York, las calles se fueron haciendo más amplias y arboladas, el tráfico disminuyó y las casas eran mejores y más espaciadas. Echó un vistazo al papel que había dejado en el asiento del pasajero y donde había escrito «Biyu Liang, Bergen Dafa Center, Old Tappan». Gracias a la lista de asistencias que Van Rensselaer había aportado involuntariamente, averiguar qué niño había estado en el JFK -Jie Liang- y de ahí conocer el nombre de su madre había resultado pan comido. Ignoraba qué era un Dafa Center, pero ahí era donde trabajaba la mujer, y allí se dirigía.

Quince minutos después se detuvo ante lo que, para su sorpresa, parecía ser una vieja mansión solariega. No era particularmente grande, pero sí estaba muy bien cuidada, con su construcción principal de piedra roja, un garaje aparte y la correspondiente casa del guarda, junto a la entrada, todo ello convertido en una especie de pequeño campus. En el cartel de la carretera se leía: «Bergen Dafa Center».

Dejó el coche en un aparcamiento situado junto al edificio principal y subió los peldaños que conducían a la puerta de entrada, decorada con filigranas de hierro forjado. Entró en un lujoso vestíbulo reconvertido en zona de recepción. En un elegante rótulo de la pared, flanqueado por ideogramas chinos, se leía: «Ejercicios Falung Gong, lunes a viernes de 15 a 17 h. Clases nocturnas, lunes a viernes de 19 a 22 h».

La joven asiática del mostrador le sonrió cuando se acercó.

– ¿Puedo ayudarlo en algo? -preguntó en un inglés desprovisto de acento.

Gideon le devolvió la sonrisa.

– Me gustaría hablar con Biyu Liang, por favor.

– En estos momentos dirige una sesión -repuso la joven, señalando una puerta abierta a través de la cual Gideon oía una combinación de palabras y música.

– Gracias. Esperaré a que acabe.

– Desde luego. Si le apetece, puede observar tanto como desee.

Gideon fue hacia la puerta y se asomó a una espaciosa y decorada estancia con una sencillez estilo Zen. Una mujer dirigía, en una serie de ejercicios pausados, a un grupo de personas que se movían al son de una hipnótica música pentatónica de cuerda y percusión. La mujer daba instrucciones en lo que parecía un melodioso mandarín. La observó detenidamente. Era más joven que la del aeropuerto, pero se le parecía, de modo que llegó a la conclusión de que la mujer del vídeo debía de ser la abuela del niño.

Mientras esperaba a que finalizara la sesión se sintió cada vez más intrigado y complacido por lo que veía. Había algo inexplicable en aquellos movimientos, de una belleza casi universal. «Falung Gong», murmuró. El nombre le sonaba vagamente y recordó que era una especie de práctica budista originaria de China. Tenía que averiguar más.

La sesión se prolongó durante otros diez minutos. Cuando el grupo se dispersó, conversando en voz baja, Gideon permaneció junto a la puerta, esperando. La mujer lo vio y se acercó a él. Era menuda, y tenía un rostro que solo podía describirse como redondo y resplandeciente.

– ¿Puedo ayudarlo en algo? -preguntó.

– Sí. -Gideon recurrió a su mejor sonrisa-. Me llamo Gideon Crew. Mi hijo, Tyler, ingresará el próximo curso en la academia Throckmorton. Acabamos de mudarnos desde Nuevo México. Le ha tocado la clase de su hijo, Jie.

– Qué bien -repuso ella-. Me complace darle la bienvenida.

Se estrecharon la mano, y la mujer se presentó.

– Es adoptado -prosiguió Gideon-, de Corea. Solo queremos que se sienta como en casa. Como todavía tiene algunas dificultades con el inglés, a mi mujer y mí nos alegró saber que habría otros niños asiáticos en la clase. No es fácil empezar en un colegio nuevo. Por eso deseaba conocerla a usted y a algunos otros padres.

– Hablaré con Jie sobre su hijo. Jie es muy simpático y estoy segura de que enseguida se hará amigo de él.

Gideon se sintió incómodo.

– Gracias, sé que eso será importante. -Se dispuso a despedirse y marcharse, pero un impulso se lo impidió-. Perdone si resulto pesado, pero no he podido evitar observar lo que hacían mientras esperaba. Esa música y esos movimientos… me han fascinado. ¿De qué se trata, exactamente?

El rostro de la mujer se iluminó.

– Somos seguidores de Falung Gong o, para decirlo correctamente, de Falun Dafa.

– Siento curiosidad. Realmente es muy bonito. ¿Para qué sirve? ¿Es una especie de entrenamiento físico?

– Eso representa solo una pequeña parte. Es una manera total de cultivar el cuerpo y la mente, un camino para conectarse con su yo verdadero.

– ¿Me está hablando de una religión?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Venganza»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Venganza» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Douglas Preston - The Obsidian Chamber
Douglas Preston
libcat.ru: книга без обложки
Douglas Preston
Douglas Preston - Riptide
Douglas Preston
Douglas Preston - Brimstone
Douglas Preston
Douglas Preston - Still Life With Crows
Douglas Preston
Douglas Preston - Impact
Douglas Preston
Douglas Preston - Extraction
Douglas Preston
Douglas Preston - Gideon’s Sword
Douglas Preston
Douglas Preston - Gideon's Corpse
Douglas Preston
Douglas Preston - Cold Vengeance
Douglas Preston
Отзывы о книге «Venganza»

Обсуждение, отзывы о книге «Venganza» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x