Joseph Gelinek - El Violín Del Diablo

Здесь есть возможность читать онлайн «Joseph Gelinek - El Violín Del Diablo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Violín Del Diablo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Violín Del Diablo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La concertista española de violín Ane Larrazábal aparece estrangulada en el Auditorio Nacional de Madrid después de haber interpretado el Capriccio nº 24 de Paganini, la que se dice es la obra más difícil jamás compuesta para violín.
El asesino ha dejado escrita en su pecho, con sangre de la propia víctima, la palabra iblis, que signifca diablo en árabe. Su valioso instrumento, un Stradivarius que tiene tallada en la voluta la cabeza de un demonio, ha desaparecido. El jefe superior de Policía asigna el caso a Raúl Perdomo, uno de los investigadores más hábiles del cuerpo. Perdomo es muy crítico con los fenómenos paranormales, pero cuando empieza a sufrir extrañas y estremecedoras visiones que no logra explicarse, decide recurrir a los servicios de una parapsicóloga. Su intervención será clave para descubrir la identidad del asesino.
Una novela basada en hechos reales.
Una trama policíaca repleta de tensión y mucha información interesante sobre Paganini, Stradivarius, los Luthiers y el Diablo. Una reflexión acerca de la figura del demonio y del pacto satánico, que ha inspirado obras literarias de la talla del Fausto de Goethe o del Dr. Faustus de Thomas Mann. Un thriller policíaco que plantea la existencia de los objetos malditos, capaces de atraer las desgracias más funestas hacia sus propietarios.

El Violín Del Diablo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Violín Del Diablo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Papa PAM PAM / papa PAM PAM / papa PAM PAM

y al segundo compás se dio cuenta de que el chico conocía la tonada.

– ¡ Master and Commander ! -exclamó éste entusiasmado.

El pasacalle de la banda sonora de Master and Commander era el cuarto y penúltimo movimiento de un célebre quinteto de Boccherini apodado el Quintettino. Ahora se había convertido en mundialmente famosa gracias a la adaptación cinematográfica de la novela The Far Side of the World.

– Entonces, ¿has visto la película?

– Por supuesto. Pero si es un quinteto, ¿cómo es que la pueden tocar solos el capitán y el médico?

– ¿No acabas de tocar tú una canción de los Beatles, que son un cuarteto?

– No se puede comparar, eso es música pop.

– ¿Música pop? ¿Y qué es la música pop? -preguntó divertido Rescaglio.

El niño fue a responder a la pregunta, pero el italiano no le dio opción.

– ¡La música pop no existe, Gregorio! ¡Ni la clásica tampoco! La música es sólo buena o mala, eso es todo. Tanto una como otra están hechas con los mismos ladrillos, y es la manera en que se construye la música, y no los instrumentos que se emplean para interpretarla, lo que debería servirnos para calificarla. ¿Si tocamos a Bach con sintetizador es música pop y si arreglamos una canción de los Beatles para cuarteto de cuerda es música clásica? ¡Vamos a dejar de decir tonterías, por favor!

Hablaba con una mezcla de enfado y hastío, como si ya hubiera tenido que defender aquella postura en multitud de ocasiones y estuviera harto de predicar en el desierto. Gregorio le escuchaba embelesado.

– Cojamos, por ejemplo, este pasacalle de Boccherini: ¿sabes qué es?

– Un ostinato.

– Muy bien, un ostinato. Veo que no pierdes el tiempo en el conservatorio. La pieza de Boccherini es, efectivamente, un ostinato : un bajo que se repite una y otra vez, en ciclos de cuatro compases, a lo largo de no sé cuántos minutos. Y las armonías son tan básicas como las de la más banal de las canciones pop: tónica, subdominante, dominante, tónica. ¿Estás de acuerdo?

El muchacho asintió con la cabeza, aunque con cierta reserva, porque no sabía muy bien adónde quería llevarle el italiano.

– Hay decenas de temas de pop y de rock que están hechos de la misma manera. ¿Conoces «Smoke on the Water»?

Rescaglio agarró el chelo como si fuera una guitarra y empezó a desgranar el inconfundible bajo del tema de Deep Purple. Pero esta vez era evidente por la expresión del chico que éste no conocía la canción, lo que hizo que su interlocutor se llevara las manos a la cabeza.

– ¿No conoces «Smoke on the Water»? ¡Quizá el tema heavy más famoso de todos los tiempos! Está construido exactamente igual que el pasacalle de Boccherini: un ostinato , que es el bajo que te acabo de tocar, alternándose con una melodía que es la que lleva el cantante. Lo que pasa es que los roqueros, al ostinato lo llaman riff , pero es exactamente lo mismo. Un bajo y una melodía, Gregorio, ¿para qué hacen falta cuatro o cinco músicos para tocar dos voces? El capitán y el médico se bastan y se sobran. Anda, vamos a ensayarlo. Esto es lo que tienes que hacer tú.

Gregorio tardó menos de treinta segundos en aprenderse el ciclo de acordes con los que tenía que acompañar a Rescaglio, y una vez que ambos hubieron rasgueado el ostinato tres veces, el italiano expuso con gracia y energía la melodía del Quintettino. Al volver al ostinato , y sin dejar de rasguear, Rescaglio dijo, elevando un poco la voz para que fuera audible sobre la música:

– ¿Te atreves a coger tú ahora la melodía?

Para su sorpresa, el muchacho se lanzó, sin pensárselo dos veces, a tocar la compleja melodía de Boccherini, plagada de síncopas, tresillos y apoyaturas, y aunque es cierto que no la interpretó al pie de la letra, salió del paso como si estuviera leyendo la partitura por primera vez, en lugar de estar tocando de memoria. Rescaglio no podía dar crédito a la habilidad del chico:

– ¡Qué buen oído tienes, mascalzone !

Niño y adulto estuvieron intercambiándose la melodía durante varios minutos, y a cada compás el grado de compenetración entre ellos iba creciendo. Una vez que se aproximaron al final, el italiano advirtió:

– ¡Ojo, ritardando !

Y los dos músicos cayeron al unísono sobre el acorde de tónica con la precisión del bisturí de un neurocirujano.

– Tenemos buena química -admitió Rescaglio mientras comenzaba a destensar el arco-. A ver si tenemos oportunidad de volver sobre esta pieza en otra ocasión, pero ya con partitura.

– ¿Ya te tienes que ir?

– Sí, he quedado con unos amigos -respondió el italiano, y esta vez le estaba diciendo la verdad-. A ver si encuentro unos arreglos para cuerda de canciones de los Beatles que compré hace años en Tokio, porque es mejor que te acostumbres a aprenderte las piezas con el pentagrama delante.

– ¿Sabes que a mi padre también le encantan los Beatles?

– Entonces tu padre es un sabio -manifestó Rescaglio-. Los Beatles son músicos clásicos. ¡Músicos clásicos que tocan con instrumentos eléctricos!

El italiano levantó el chelo y aflojó la rosca que bloquea la espiga del instrumento, para introducirla dentro de la caja armónica. Una vez que la pica desapareció en las entrañas del violonchelo, Rescaglio volvió a apretar la rosca, pero no lo suficiente, porque la espiga se deslizó bruscamente hacia fuera, como la hoja de una navaja automática, y a punto estuvo de entrar en contacto con el párpado derecho de Gregorio, que echó bruscamente la cabeza hacia atrás para evitar el impacto.

– ¡Lo siento! ¡Por poco te dejo tuerto! -se lamentó Rescaglio.

Visiblemente turbado, el chelista volvió a meter la pica dentro del chelo y esta vez la aseguró con fuerza con la rosca correspondiente, para evitar que se repitiera el accidente.

– Esta punta metálica es un peligro -se recriminó a sí mismo el italiano-. Tengo que ponerle ya el taco de goma. Lo llevo en la funda, pero se lo quito siempre, porque en mi casa la espiga resbala contra el parquet y así es incomodísimo tocar.

Rescaglio guardó por fin el chelo en su estuche y tras despedirse del muchacho se perdió en la noche madrileña.

36

Vitoria, al día siguiente

El Conservatorio de Música Jesús Guridi era un moderno edificio de ladrillo gris, de mediados de los ochenta, construido a tres alturas de manera que cada una fuera más extensa que la inferior y volase por encima de ésta cerca de un par de metros. El tercer piso estaba sustentado sobre pilares de color claro que llegaban hasta el suelo y conferían a toda la estructura un aire primitivo, como de palafito.

Perdomo y Villanueva llegaron con diez minutos de retraso debido a la costumbre del segundo de acicalarse antes de salir, casi como si fuera una mujer. Se identificaron ante el conserje de la entrada como inspectores de Homicidios y éste les hizo pasar al Aula Magna del Conservatorio, en la que algunos alumnos de los grados superiores estaban ensayando lo que parecía un concierto barroco. Se trataba en realidad de una versión para orquesta de cámara de la famosísima sonata para violín y bajo continuo El trino del diablo , del compositor italiano Giuseppe Tartini. En un escrito de puño y letra del músico que fue encontrado en Asís, Tartini decía:

Una noche soñé que cerraba un pacto con el diablo. A cambio de mi alma, el diablo me juraba estar siempre a mi lado cuando lo necesitase. Como ocurrencia, le entregué en mi sueño mi violín, para ver si el diablo era músico, y para mi asombro, la música que empezó a tocar fue tan exquisita, tan inconmensurablemente inspirada y hermosa, que no pude ni moverme durante la ejecución. Se me detuvo el pulso, y me quedé sin aliento hasta que, por fin, desperté. Inmediatamente, cogí mi violín y empecé a tocar, tratando de recordar lo que había escuchado en el sueño. En un estado casi febril, decidí pasar las notas a papel pautado, y aunque la sonata resultante ha sido lo mejor que he compuesto en mi vida, no se puede ni comparar con lo que tocó el demonio en mi sueño.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Violín Del Diablo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Violín Del Diablo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Violín Del Diablo»

Обсуждение, отзывы о книге «El Violín Del Diablo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x