Brian Keene - El Alzamiento

Здесь есть возможность читать онлайн «Brian Keene - El Alzamiento» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Alzamiento: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Alzamiento»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nada permanece muerto mucho tiempo. Los muertos están volviendo a la vida, inteligentes, decididos… y hambrientos. Huir parece imposible para Jim Thurmond, uno de los pocos supervivientes de este mundo de pesadilla. Pero el joven hijo de Jim también está vivo y en peligro a cientos de miles de kilómetros. Pese a las terribles adversidades, Jim jura que lo encontrará… o morirá en el intento.
Junto a un anciano sacerdote, un científico devorado por la culpa y una ex prostituta, Jim se embarca en un viaje a través del país. Juntos se enfrentarán a los vivos y a los muertos vivientes… y al aún más terrible mal que los aguarda al final de su viaje.
Novela ganadora del Premio Bram Stoker.

El Alzamiento — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Alzamiento», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Mira a ver si encuentras las llaves de la minifurgoneta en la cocina o en esa habitación de al lado, yo echaré un vistazo arriba. Ten cuidado.

Martin tragó saliva, asintió y cruzó el recibidor con el fusil a punto y el dedo en torno al gatillo.

La cocina también estaba cubierta de polvo. Los armarios blancos estaban ocupados por platos de porcelana y cubiertos de plata. Un olor dulzón a comida podrida se filtraba desde el frigorífico y Martin observó unas finas hebras de moho blanco y peludo en las junturas de la puerta. No tenía ninguna gana de curiosear en su interior. Cerca de la puerta había unos ganchos para ropa de los que colgaban un impermeable y una chaqueta de franela. Comprobó los bolsillos de ambas prendas, pero estaban vacíos.

Los pasos de Jim, que estaba inspeccionando el piso superior, resonaron sobre su cabeza y le asustaron. Martin volvió al recibidor sobre sus pasos, cruzó el salón y apartó las cortinas con el cañón de su arma.

El dormitorio estaba a oscuras. Las sombras se recortaban contra las ventanas y Martin se detuvo para que sus ojos se acostumbrasen a la falta de luz. Instantes después, empezó a distinguir los objetos de la habitación: una cama, un armario y una mesita de noche. Al fondo había una puerta entreabierta, tras la cual se distinguía un retrete y parte de una silla de ruedas.

– ¡Aquí no hay nada! -gritó Jim desde el piso de arriba.

Martin se puso el fusil bajo el brazo y empezó a buscar por la mesita de noche, tirando unos botellines y calderilla al suelo. Finalmente, sus dedos se cerraron en torno a un llavero.

– ¡Creo que las he encontrado!

Entonces husmeó el aire. El hedor de la cocina era aún más intenso que el que había percibido la primera vez, porque podía olerlo desde la habitación.

Oyó los pasos de Jim dirigiéndose hacia la escalera. Martin se dio la vuelta para marcharse cuando desde el baño empezó a sonar un zumbido mecánico. La puerta se abrió.

Martin dio media vuelta apuntando con el rifle y vio una silla de ruedas motorizada saliendo del baño y dirigiéndose hacia él. Su ocupante esbozó una sonrisa desdentada, dejando ver sus encías negras y brillantes, mientras blandía una cuchilla de afeitar.

– Con lo correoso que pareces y yo sin dientes -farfulló-. Eres todo piel y huesos.

Martin apretó el gatillo y el disparo abrió un agujero en el pecho del zombi. La silla de ruedas seguía avanzando hacia él; volvió a disparar y acertó en el cuello de la criatura. Estaba extrayendo los cartuchos usados cuando el zombi lo embistió, tirándole al suelo. Se golpeó la cabeza contra el suelo y cerró la boca de golpe con un chasquido. Saboreó sangre.

La fuerza del impacto hizo que el zombi se cayese de la silla hasta quedar encima de su presa, carcajeándose. Martin notó su fétido aliento en la cara y gritó.

Oyó gritar a Jim e intentó quitarse a aquel ser de encima, pero éste se le agarró como una serpiente y le pasó su escabrosa lengua por la mejilla.

Cerró los puños y golpeó a la criatura en la cara. Su fétida y desdentada boca se partió bajo la fuerza de los nudillos, que crujieron con el impacto, pero eso no la detuvo: pasó la cuchilla por la cara de Martin, deslizándola por la mejilla mientras apretaba con fuerza. Martin sintió la hoja hundiéndose en su piel y volvió a gritar.

La criatura cerró la mano en torno a su garganta, levantó la cuchilla y lamió la hoja.

– Hummm. Qué rico está. Pero es muy poquito… esto va a llevar tiempo.

Le cortó una vez más cuando, de pronto, dejó de sentir su peso contra el pecho y sus dedos le soltaron la garganta.

Jim agarró a la criatura del pelo y la estampó contra el muro. Antes de que pudiera moverse, agarró la pistola por el cañón, con la culata por delante, y le golpeó en la cara con ella. El golpe le partió la nariz, hundiendo el hueso en el cerebro, pero Jim volvió a golpearla. El tercero le abrió la cabeza con un chasquido húmedo.

– ¡Jim, está muerto! -le advirtió Martin mientras se cubría la mejilla herida con la esquina de una sábana.

Jim contempló al monstruo, jadeando.

– Gracias -le dijo Martin a la vez que se ponía en pie con un quejido.

– ¿Estás bien?

– Sí, eso creo -se tocó un chichón en la nuca, pero no sangraba-. Tengo suerte de no haberme roto la cadera.

– ¿Has encontrado las llaves de la furgoneta?

– Sí, pero se me cayeron cuando ese bicho se me tiró encima. -Dicho eso, palpó el suelo-. Ah, aquí están.

– Pues vamos.

* * *

Poco después del amanecer se encontraron con una caravana de supervivientes que se dirigía hacia el sur. El desaliñado grupo viajaba en una caravana, varios coches y lo que parecía un camión de la basura modificado. Ambos grupos se detuvieron, mirándose los unos a los otros con precaución desde cada lado de la amplia carretera.

Al rato, un hombre se bajó del primer coche con un AR-15 -la versión civil de un M-16- colgado del hombro. Mantuvo las manos en alto como precavida señal de saludo, así que Jim y Martin salieron del coche e hicieron lo mismo.

– Me suena de algo -le susurró Martin mientras se acercaban-. ¿Es alguien famoso?

Jim se estaba preguntando lo mismo. El desconocido tenía una complexión atlética, reconocible incluso debajo de capas de ropa andrajosa. Su cara era, como Carne solía decir de la de Jim, «de tío duro y guapo».

– Hola -les saludó-. ¿Queréis comerciar?

– Puede -respondió Jim-. ¿Qué tenéis?

– Verduras frescas -contestó el hombre, orgulloso-. Nos topamos con un invernadero ayer.

Babearon con sólo pensarlo. No habían comido nada desde que abandonaron la casa de Clendenan.

– Podemos daros armas y munición -ofreció Jim-, y podríamos intercambiar información.

El hombre rió.

– Muy bien, caballeros. Entonces permitidme que os invite a tomar algo.

Caminaron hasta la parte de atrás del camión de la basura y Jim se sobresaltó al reparar en un par de figuras que rondaban por la parte de arriba: un chico y una mujer, apuntándoles con sendos fusiles. Se relajaron y bajaron las armas, así que Jim también se tranquilizó.

El camión de la basura había sufrido algunos cambios: la parte trasera estaba cubierta por una plancha de metal, lo que le confería el aspecto de una especie de caravana. El hombre les invitó al interior, donde se encontraba un grupo de gente de todas las edades y razas.

– Me llamo Glen Klinger -se presentó.

– Jim Thurmond. -Se estrecharon la mano-. Y él es el reverendo George Martin.

– Es un placer conoceros.

Después, Klinger les presentó a las otras nueve personas que se encontraban en el camión.

– Perdón -musitó Martin-, ¿no eres ese surfista que salía en la Extreme Sports?

Klinger esbozó una tímida sonrisa.

– Ese soy yo. Me has pillado.

Jim se dirigió a Martin con incredulidad.

– ¿Veías Extreme Sports?

– Me encantaba -rió el predicador-. ¡Y este hombre era famoso!

Intercambiaron armas y munición por unos tomates de rama, pepinos y sandías.

– ¿Adónde vais? -preguntó Jim.

– A cualquier parte, supongo -respondió, encogiéndose de hombros-. No tenemos ningún plan. Iremos a cualquier sitio en el que estemos algo mejor, algún lugar con gente viva. Cuanto todo esto ocurrió, yo estaba en Buffalo, en un programa de beneficencia. Habría cogido un vuelo de vuelta a California de haber podido, pero cuando ya lo había decidido la NTSB canceló todos los vuelos por lo de aquel piloto que sufrió un ataque al corazón en pleno vuelo.

– No había oído nada de eso -dijo Jim-. En Virginia Occidental las noticias no llegaban con regularidad. ¿Qué pasó?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Alzamiento»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Alzamiento» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Brian Keene - Ghost Walk
Brian Keene
Brian Keene - Jack's Magic Beans
Brian Keene
Brian Keene - Terminal
Brian Keene
Brian Keene - Kill Whitey
Brian Keene
Brian Keene - Entombed
Brian Keene
Brian Keene - Ghoul
Brian Keene
Brian Keene - Tequila's Sunrise
Brian Keene
libcat.ru: книга без обложки
Brian Keene
Brian Keene - Dead Sea
Brian Keene
Отзывы о книге «El Alzamiento»

Обсуждение, отзывы о книге «El Alzamiento» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x