Stephen King - La Cúpula

Здесь есть возможность читать онлайн «Stephen King - La Cúpula» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Cúpula: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Cúpula»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La cúpula. Un día de octubre la pequeña ciudad americana de Chester´s Mill se encuentra totalmente aislada por una cúpula transparente e impenetrable. Nadie sabe de dónde ha salido ni por qué está allí. Sólo saben que poco a poco se agotarán las provisiones y hasta el oxígeno que respiran. Es una soleada mañana de otoño en la pequeña ciudad de Chester´s Mill. Claudette Sanders disfruta de su clase de vuelo y Dale Barbara, Barbie para los amigos, hace autostop en las afueras. Ninguno de los dos llegará a su destino. De repente, una barrera invisible ha caído sobre la ciudad como una burbuja cristalina e inquebrantable. Al descender, ha cortado por la mitad a una marmota y ha amputado la mano a un jardinero. El avión que pilotaba Claudette ha chocado contra la cúpula y se ha precipitado al suelo envuelto en llamas. Dale Barbara, veterano de la guerra de Irak, ha de regresar a Chester´s Mill, el lugar que tanto deseaba abandonar. El ejército pone a Barbie al cargo de la situación pero Big Jim Rennie, el hombre que tiene un pie en todos los negocios sucios de la ciudad, no está de acuerdo: la cúpula podría ser la respuesta a sus plegarias. A medida que la comida, la electricidad y el agua escasean, los niños comienzan a tener premoniciones escalofriantes. El tiempo se acaba para aquellos que viven bajo la cúpula. ¿Podrán averiguar qué ha creado tan terrorífica prisión antes de que sea demasiado tarde? Una historia apocalíptica e hipnótica. Totalmente fascinante. Lo mejor de Stephen King.

La Cúpula — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Cúpula», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No es solo el estrés. Tienes sobrepeso y no estás en forma.

Big Jim volvió a mostrarle la hilera de dientes superiores con su falsa sonrisa.

– Dirijo un negocio y un pueblo, amigo; ambos en números rojos, por cierto. Eso me deja poco tiempo para cintas de andar, para StairMasters y aparatos por el estilo.

– Hace dos años te presentaste aquí con síntomas de TAP, Rennie. Eso es taquicardia auricular paroxística.

– Sé lo que significa. Lo busqué en WebMD y decía que la gente sana a veces experimenta…

– Ron Haskell no se anduvo con rodeos y te dijo que debías controlar el peso, que debías controlar la arritmia con medicación, y que si los medicamentos no eran efectivos, habría que tener en cuenta la vía quirúrgica para corregir el problema subyacente.

Big Jim puso cara de niño infeliz que está sentado en una trona y no puede bajar de ella.

– ¡Dios me dijo que no lo hiciera! ¡Dios me dijo no al marcapasos! ¡Y Dios tenía razón! ¡Duke Perkins llevaba marcapasos y mira lo que le pasó!

– Por no hablar de su viuda -añadió Rusty en voz baja-. Ella también ha tenido mala suerte. Debía de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Big Jim lo escrutó con sus ojos de cerdo. Luego alzó la vista al techo.

– Volvéis a tener luz, ¿verdad? Os di el propano, tal como me pediste. Hay gente que no sabe lo que es la gratitud. Aunque, claro, un hombre en mi situación se acostumbra a eso.

– Mañana por la noche se nos habrá acabado otra vez.

Big Jim negó con la cabeza.

– Mañana por la noche tendrás suficiente propano para mantener el hospital en funcionamiento hasta Navidad si es necesario. Te lo prometo, por haberme tratado de forma tan agradable y por ser un tipo tan bueno en todos los aspectos.

– Me resulta difícil ser agradecido cuando la gente me devuelve lo que era mío. Imagino que soy un poco raro en ese aspecto.

– Ah, vaya, ¿así que ahora te comparas con el hospital? -rezongó Big Jim.

– ¿Por qué no? Tú acabas de ponerte a la misma altura que Jesucristo. Pero regresemos a tu estado médico, ¿te parece?

Big Jim agitó sus manos grandes y gruesas en un gesto de indignación.

– El Valium no es un remedio. Si sales de aquí, podrías volver a tener arritmias a las cinco de la tarde. O directamente un infarto. Lo bueno de todo esto es que podrías reunirte con tu salvador antes de la puesta de sol.

– ¿Y qué me recomiendas? -preguntó Rennie con calma. Había recuperado la compostura.

– Podría darte algo que solucionaría el problema, al menos a corto plazo. Es un medicamento.

– ¿Cuál?

– Pero tiene un precio.

– Lo sabía -dijo Big Jim en voz baja-. Sabía que estabas del lado de Barbara desde el día en que viniste a mi despacho con tu «dame esto y dame aquello».

Lo único que hizo Rusty fue pedirle propano, pero decidió pasar por alto el comentario del concejal.

– ¿Cómo sabías que había un bando de partidarios de Barbara? Aún no se habían descubierto los asesinatos, ¿cómo sabías que tenía un bando?

Los ojos de Big Jim se iluminaron con un destello de paranoia o de regocijo, o quizá de ambas cosas.

– Tengo mis métodos, amigo. Bueno, ¿cuál es el precio? ¿Qué quieres que te dé a cambio del medicamento que impedirá que me dé un infarto? -Y antes de que Rusty pudiera responder, añadió-: Déjame adivinarlo. Quieres la libertad de Barbara, ¿verdad?

– No. La gente del pueblo lo lincharía en cuanto pusiera un pie en la calle.

Big Jim soltó una carcajada.

– De vez en cuando das muestras de tener un poco de sentido común.

– Quiero que dimitas y te mantengas al margen de todo. Y Sanders también. Deja que Andrea Grinnell tome el mando, y que Julia Shumway le eche una mano hasta que Andi se haya desenganchado de las pastillas.

Esta vez Big Jim soltó una carcajada aún más sonora y se dio una palmada en el muslo.

– Yo creía que Cox ya estaba majara (quería que la pechugona ayudara a Andrea), pero tú aún estás peor. ¡Shumway! ¡Esa hija de fruta no se entera de la misa la media!

– Sé que mataste a Coggins.

No quería decirlo, pero le salió antes de que pudiera retractarse. ¿Y qué problema había? Estaban solos, a menos que contaran a John Roberts, de la CNN, que los miraba desde el televisor de la pared. Además, valió la pena por las consecuencias. Por primera vez desde que aceptó la existencia de la Cúpula, Big Jim sufrió una conmoción. Intentó mantener un semblante neutro, pero no lo consiguió.

– Estás loco.

– Sabes que no es así. Anoche fui a la Funeraria Bowie y examiné los cuerpos de las cuatro víctimas de asesinato.

– ¡No tenías derecho a hacerlo! ¡No eres patólogo! ¡No eres ni un puñetero médico!

– Cálmate, Rennie. Cuenta hasta diez. Acuérdate de tu corazón. -Rusty hizo una pausa-. Pensándolo bien, que le den por saco a tu corazón. Después del lío que has montado y del que estás montando ahora, que le den por saco a tu corazón. Coggins tenía toda la cara y la cabeza llena de marcas muy raras pero fáciles de identificar. Eran puntadas. Y no me cabe la menor duda de que encajan con la bola de béisbol que vi en tu escritorio.

– Eso no significa nada. -Pero Rennie echó un vistazo hacia la puerta abierta del baño.

– Significa muchas cosas. Sobre todo si tenemos en cuenta los otros cuerpos que se encontraron en el mismo lugar. Para mí eso significa que el asesino de Coggins fue el asesino de los demás. Creo que fuiste tú. O quizá fuisteis Junior y tú. ¿Formasteis un equipo de padre e hijo? ¿Fue así?

– ¡Me niego a escuchar esto! -Intentó levantarse pero Rusty lo obligó a sentarse de nuevo, algo que le resultó sorprendentemente fácil-. ¡Vamos a quedarnos quietos! -gritó Rennie-. ¡Vamos a quedarnos quietos, maldita sea!

Rusty le preguntó:

– ¿Por qué lo mataste? ¿Amenazó con tirar de la manta y revelar tu operación de tráfico de drogas? ¿Acaso formaba parte de ella?

– ¡Vamos a quedarnos quietos! -repitió Rennie, a pesar de que Rusty ya se había sentado. No se le ocurrió que Big Jim tal vez no se dirigía a él.

– Puedo cerrar la boca -dijo Rusty-. Y puedo darte algo más eficaz que el Valium para la TAP. Pero quid pro quo. A cambio debes mantenerte al margen de todo. Mañana durante la asamblea anuncia tu dimisión, por motivos de salud, en favor de Andrea. Y quedarás como un héroe.

No podía negarse, pensó Rusty; estaba entre la espada y la pared.

Rennie se volvió de nuevo hacia la puerta del baño abierta y dijo:

– Ya podéis salir.

Carter Thibodeau y Freddy Denton salieron del baño, donde estaban escondidos, y donde lo habían escuchado todo.

8

– ¡Maldición! -exclamó Stewart Bowie.

Su hermano y él estaban en el sótano de la funeraria. Stewart había estado maquillando a Arletta Coombs, el último suicidio de Chester's Mills y la última clienta de la Funeraria Bowie.

– Maldito hijo de puta, listillo de mierda.

Dejó el teléfono móvil en la mesa y sacó un paquete de Ritz Bits con sabor a mantequilla de cacahuete del amplio bolsillo delantero de su delantal de goma. A Stewart le daba por comer cuando estaba disgustado, y siempre había sido muy guarro con la comida («Aquí han comido cerdos», acostumbraba a decir su padre cuando el joven Stewie se levantaba de la mesa); ahora una lluvia de migas de Ritz caía sobre el rostro de Arletta, que no tenía una expresión muy plácida; si la mujer creyó que bebiendo Liquid-Plumr lograría salir de forma rápida e indolora de la Cúpula, se llevó un gran desengaño. El maldito desatascador le licuó el estómago y salió por la retaguardia.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Cúpula»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Cúpula» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Cúpula»

Обсуждение, отзывы о книге «La Cúpula» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x