• Пожаловаться

John Verdon: Se lo que estas pensando

Здесь есть возможность читать онлайн «John Verdon: Se lo que estas pensando» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

John Verdon Se lo que estas pensando

Se lo que estas pensando: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Se lo que estas pensando»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un hombre recibe una carta que le urge a pensar en un número, cualquiera. Cuando abre el pequeño sobre que acompaña al texto, siguiendo las instrucciones que figuran en la propia carta, se da cuenta de que el número allí escrito es exactamente en el que había pensado. David Gurney, un policía que después de 25 años de servicio se ha retirado al norte del Estado de Nueva York con su esposa, se verá involucrado en el caso cuando un conocido, el que ha recibido la carta, le pide ayuda para encontrar a su autor con urgencia. Pero lo que en principio parecía poco más que un chantaje se ha acabado convirtiendo en un caso de asesinato que además guarda relación con otros sucedidos en el pasado. Gurney deberá desentrañar el misterio de cómo este criminal parece capaz de leer la mente de sus víctimas en primer lugar, para poder llegar a establecer el patrón que le permita atraparlo.

John Verdon: другие книги автора


Кто написал Se lo que estas pensando? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Se lo que estas pensando — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Se lo que estas pensando», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El viaje de doscientos cincuenta kilómetros desde Wycherly a Walnut Crossing se prolongó cinco horas en lugar de tres, por culpa de la nieve. Cuando Gurney salió de la autovía del condado al camino que serpenteaba por la montaña hasta su casa, había caído en una especie de estupor de piloto automático. La ventana, abierta un resquicio durante la última hora, había proporcionado bastante frío a su cara y oxígeno a sus pulmones para posibilitar la conducción. Al llegar al prado que en suave pendiente separaba el granero de la casa, se fijó en que los copos de nieve que antes el viento había impulsado en horizontal por las carreteras estaban cayendo rectos. Condujo despacio por el césped, girando hacia el este justo antes de detenerse ante la casa, para que después, cuando la tormenta hubiera pasado, el calor del sol impidiera que se formara hielo en el parabrisas. Se quedó sentado, casi incapaz de moverse.

Estaba tan profundamente exhausto que cuando sonó su teléfono, tardó varios segundos en reconocer el sonido.

– ¿Sí? -Su saludo podría haberse confundido con un silbido.

– ¿Habla David? -La voz femenina le sonaba familiar.

– Sí, soy David.

– Ah, sonabas… extraño. Soy Laura. Del hospital. Querías que llamara… si pasaba algo añadió con una pausa suficiente para dar a entender cierta esperanza en que su petición tuviera raíces más profundas que la razón que le había dado.

– Exacto. Gracias por acordarte.

– Es un placer.

– ¿Ha ocurrido algo?

– El señor Dermott ha fallecido.

– ¿Disculpa? ¿Puedes repetírmelo?

– Gregory Dermott, el hombre del que querías estar informado, murió hace diez minutos.

– ¿Causa de la muerte?

– Nada oficial, todavía, pero el escáner que le hicieron en el ingreso mostraba fractura de cráneo con hemorragia masiva.

– Sí. Supongo que no es una sorpresa con una lesión de ese tipo-. Le parecía que estaba sintiendo algo, pero la sensación era lejana e imposible de definir.

– No, no con esa clase de herida.

La sensación era débil pero inquietante, como un pequeño grito en medio de un viento rugiente.

– No. Bueno, gracias, Laura. Ha estado bien que llames.

– Claro. ¿Hay algo más que pueda hacer por ti?

– Creo que no dijo él.

– Será mejor que duermas un poco.

– Sí. Buenas noches, y gracias otra vez.

Primero colgó el teléfono, luego apagó los faros del coche y volvió a hundirse en el asiento, demasiado agotado para moverse. Con la ausencia repentina de la luz de los faros, todo lo que le rodeaba le pareció impenetrablemente oscuro.

Lentamente, mientras sus pupilas se adaptaban, la absoluta negrura del cielo y el bosque cambió a un gris oscuro y el pasto cubierto de nieve a un gris más suave. Al este, donde a duras penas alcanzaba a discernir la cumbre, donde el sol se levantaría al cabo de una hora, parecía distinguirse un aura tenue. La nieve había dejado de caer. La casa de al lado del coche era inmensa, fría y tranquila.

Trató de analizar lo que había ocurrido en los términos más simples. El niño en el dormitorio con una madre solitaria y un padre demente y borracho. Los gritos y la sangre y la impotencia. El terrible daño físico y mental permanente. Los delirios homicidas de venganza y redención. El pequeño Spinks creció para convertirse en el loco Dermott que había asesinado a, por lo menos, cinco hombres y había estado a punto de matar a veinte más. Gregory Spinks, cuyo padre le había cortado la garganta a su esposa. Gregory Dermott, al que le habían aplastado fatalmente el cráneo en la casa donde todo había empezado.

Gurney miró afuera, a la silueta apenas visible de la colina. Sabía que había una segunda historia que considerar, una que necesitaba comprender mejor, la de su propia vida: el padre que no le hizo caso; el hijo crecido al que él, a su vez, no hizo caso; la obsesiva carrera profesional que le había dado tanta fama y tan poca paz; el hijo pequeño que había muerto cuando él no estaba mirando; y Madeleine, que parecía comprenderlo todo. Madeleine, la luz que casi había perdido. La luz que había puesto en peligro.

Estaba demasiado cansado para mover incluso un dedo, tenía demasiado sueño para sentir algo. En su mente apareció un vacío compasivo. Durante un rato, no estaba seguro de cuánto, fue como si no existiera, como si todo en él se hubiera reducido a un punto sin dimensión, un alfiler de conciencia y nada más.

Abrió los ojos de repente, justo cuando el borde ardiente del sol empezaba a brillar a través de las copas desnudas de los árboles, en la cumbre. Observó la uña radiante de luz que se hinchaba lentamente en un gran arco blanco. Entonces reparó en otra presencia.

Madeleine, con su parka naranja brillante la misma que había llevado el día que él la había seguido hasta el mirador, estaba de pie junto a la ventanilla del coche, mirándolo. Se preguntó cuánto tiempo llevaba allí. Minúsculos cristales de hielo brillaron en el borde algodonoso de su capucha. Bajó la ventanilla.

Al principio no dijo nada, pero en su rostro vio vio, sintió, notó, no sabía cómo le había alcanzado la emoción una amalgama de aceptación y amor. Aceptación, amor y un profundo alivio de que una vez más hubiera vuelto a casa vivo.

Le preguntó con una naturalidad llena de emoción si quería desayunar.

Con la vitalidad de una llama saltarina, la parka naranja de Madeleine capturó el sol que ascendía. David salió del coche y la rodeó con sus brazos, para aferrarse a ella como si Madeleine fuera la vida misma.

Agradecimientos

Gracias a mi excelente editor, Rick Horgan, que se convirtió en una fuente constante de buenas ideas, cuya orientación inspirada e inspiradora lo mejoró todo, a quien se le ocurrió el título perfecto y quien tuvo el valor en el difícil mundo editorial actual de arriesgarse con la novela de un escritor novel; a Lucy Carson y a Paul Cirone, por su defensa, entusiasmo y eficacia; a Bernard Whalen, por su consejo y apoyo en las primeras fases; a Josh Kendall, por una perspicaz crítica y por una sugerencia maravillosa; y finalmente a Molly Friedrich, sencillamente la mejor y más brillante agente del mundo.

John Verdon

Se lo que estas pensando - фото 2
***
Se lo que estas pensando - фото 3
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Se lo que estas pensando»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Se lo que estas pensando» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Se lo que estas pensando»

Обсуждение, отзывы о книге «Se lo que estas pensando» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.