Richard Powers - El eco de la memoria

Здесь есть возможность читать онлайн «Richard Powers - El eco de la memoria» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El eco de la memoria: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El eco de la memoria»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una novela sobre el recuerdo y el olvido, de la mano de uno de los escritores con más talento de Estados Unidos.
Una llamada anónima avisa de un accidente en una carretera a las afueras de Nebraska. Mark Shluter es trasladado al hospital donde entra en coma, junto a él había una nota anónima con un extraño mensaje: «No soy Nadie, pero esta noche en la carretera del norte, DIOS me guió hasta ti para que pudieras vivir y traer de vuelta a alguien más». Karin Shluter, hermano de Mark, vuelve a su ciudad natal para cuidar de su hermano. Educados por padres inestables, ninguno de los dos ha encontrado el equilibrio en sus vidas. Un día, Mark despierta del coma con un extraño caso de síndrome de Capgras, un tipo de amnesia en la que el afectado recuerda todos los detalles referentes a su vida salvo los sentimientos ligados a ellos. ¿Vio Mark algo que no debía saber aquella noche en la carretera?

El eco de la memoria — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El eco de la memoria», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Aquella noche, las dos mujeres se marcharon juntas. Karin acompañó a Barbara hasta su coche.

– Escucha. No sé cómo decirte esto. Estoy en deuda contigo. Jamás podré agradecerte lo que estás haciendo. Jamás.

Barbara arrugó la nariz.

– Bah. No es necesario. Soy yo quien te agradece que me dejes venir.

– En serio. Sin ti estaría perdido. Estaría… peor.

Aquello era demasiado. La mujer retrocedió, dispuesta a huir.

– No tiene importancia, lo hago por mí.

– Si alguna vez hay algo, cualquier cosa, que yo… por favor, por favor…

Barbara sostuvo su mirada: Podría haberlo, algún día. Para sorpresa de Karin, dijo precipitadamente:

– ¿Quién sabe cuándo necesitaremos a alguien que cuide de nosotros?

Ni siquiera los dos amigos de Mark ponían nerviosa a Barbara. Cuando sus visitas coincidían, Rupp y Cain la incluían en sus partidas de cartas. Siempre que los muchachos jugaban, ella participaba. Mark salía de su laberinto durante tanto tiempo como ella estaba cerca. Cain no podía resistir la tentación de arrastrarla a continuos debates: la guerra contra el terrorismo, el necesario recorte de las libertades civiles, el invulnerable pero, de alguna manera, infinitamente amenazado estilo de vida norteamericano. Era uno de esos polemistas regordetes y apopléticos que mascullan estadísticas, muy detalladas y en continua mutación. Barbara le machacaba, de una manera nada deportiva, e incluso permitía que Duane se subiera al mismo cuadrilátero que ella. Cierta vez él citó un artículo recién remozado de la Declaración de Derechos, y ella le replicó con todo el documento, que se sabía de memoria. Él abandonó la sala hecho una furia y gritando: «¡Tal vez en tu Constitución!».

Rupp le tiraba los tejos a conciencia, moralmente obligado a hacerlo, y para ello recurría a súplicas cada vez más desesperadas: que le ayudara a curar al hurón que tenía como mascota. Una excursión para lanzar maquetas de cohetes. Lamer sobres para un gran acontecimiento destinado a recaudar fondos. Ella respondía con alegres negativas. Cierra el pico. Levántate el ánimo tú solito. Anda y que te den. Todos esperaban la siguiente escalada. Todos menos Mark, que, con los ojos húmedos, les rogaba que callaran de una vez.

Karin le daba lo que él le permitía que le diera. Le encantaba llevarlo a las sesiones de terapia cognitiva, que duraban una hora y a las que Mark oponía cada vez más resistencia. Después de la tercera cita, de regreso a casa y de una manera tan natural que no incumplía las órdenes del hospital, le sondeó de nuevo.

– ¿Qué tal van las cosas con la doctora Tower?

– Muy bien -respondió Mark, los ojos, como siempre, fijos en la carretera-. Creo que esta terapia está haciendo que me sienta un poco mejor.

Antes de la cuarta sesión, Mark pidió que le dejaran visitar la sección de cuidados intensivos. Eligió al azar una enfermera de la planta, le contó lo ocurrido y le mostró la nota. La sobresaltada mujer le prometió que le haría saber cualquier cosa de la que se enterase.

– ¿Te das cuenta? -le preguntó a Karin mientras esta le acompañaba a la planta de la doctora Tower-. Me ha dado evasivas. Dice que aquella noche no dejaron que nadie entrara a verme excepto mi familiar más cercano. Pero me dijiste que te dejaron entrar. Eso no concuerda, ¿verdad?

Ella meneó la cabeza, rindiéndose a las leyes del mundo de su hermano.

– No, Mark. La verdad es que no concuerda.

Karin se pasó la hora de la sesión en la cafetería del hospital, calculando el grado de su autoengaño. La terapia no estaba haciendo nada por él. Ella se aferraba a la ciencia médica de la misma manera que otros se aferran a la Revelación. Qué racionales le habían parecido las certidumbres científicas de Weber. Claro que Mark se percibía a sí mismo como racional, y cada vez más clarividente que ella.

Cuando él salió de la sesión, Karin le propuso que fuesen a cenar.

– ¿Qué te parece Grand Island, el Farmer's Daughter Café?

– ¡Joder! -El placer y el temor se mezclaban en su rostro-. Es mi lugar favorito para comer en esta desolada vida. ¿Cómo lo has sabido? ¿Has hablado con los chicos?

Ella se sintió avergonzada por todo lo humano.

– Te conozco. Sé lo que te gusta.

El se encogió de hombros.

– ¡Eh! A lo mejor tienes extraños poderes que desconoces. Deberíamos hacer algunas pruebas.

A Mark y sus amigos les gustaba viajar más de setenta kilómetros para comer la misma carne de vacuno sanguinolenta que podían tomar en media docena de restaurantes de Kearney. Karin nunca había comprendido el atractivo del Farmer's Daughter Café, pero ahora se alegraba de ir allá. Mark era como un rehén a su lado, y se pasó casi toda una hora sumido en sus pensamientos. Desde el asiento del pasajero, «el asiento de la muerte», lo llamaba él, contemplaba los trigales, los campos de habichuelas y los maizales, y escudriñaba el paisaje en busca del menor elemento que no encajara. Leía en voz alta las señales de la carretera:

– «Adopta una carretera.» ¡Que adoptes una carretera! ¿Quién habría pensado que tantas carreteras de nuestro país fueran huérfanas? *

Karin aguardó hasta la monótona recta entre Shelton y Wood River para interrogarle. La medicina le había traicionado; ella podía traicionar a la medicina.

– Bueno, dime, ¿qué es lo peor de la doctora Tower?

Con la cabeza casi sobre el salpicadero, él observaba a un ave de rapiña que trazaba círculos por encima del vehículo.

– Me pone nervioso. Quiere conocer toda esa mierda que pasó hace una infinidad de tiempo. Qué es lo que ha cambiado, qué sigue siendo igual. Le digo: ¿Quieres historia antigua? Pues ve y cómprate un libro de historia antigua. -El halcón quedó detrás de ellos. Mark se enderezó y miró a Karin-. «¿Qué hacías cuando eras pequeño y tu hermana te enojaba?» ¿De qué sirve eso? Quiero decir que es raro, ¿no te parece? Ese intento de averiguar tantas cosas sobre mí, de cambiar mi manera de ver las cosas.

El tono conspirador del joven aceleró el pulso de Karin. Recordó la resistencia encubierta de los dos cuando eran adolescentes para sobrevivir a las peores certidumbres de sus padres. Ahora él le ofrecía una nueva alianza. Karin podía aceptarla, por absurda que fuera. Ambos tendrían lo que necesitaban. Aspiró aire, aturdida por intentar complacerle.

– En primer lugar, Mark, nadie te obliga a hacer nada.

– Vaya. Eso es un alivio.

– La doctora Tower solo quiere entender cómo funciona ahora tu mente.

– ¿Por qué no vuelven a meterme dentro de uno de esos escáneres? Joder, deberían encontrar las chifladuras con esos chismes. ¿Has estado alguna vez dentro de uno de esos tubos? Un barullo de la hostia. Es como si te trabajaran el cráneo en un taller de reparaciones. Y no puedes moverte. Tienes una correa en la barbilla. Te dejan bien traumatizado, si no lo estabas ya. Interpretación de la mente informatizada.

Ella prefirió dejarlo correr hasta que llegaran a Grand Island. El verano en la ribera del Platte: el reluciente espejismo, el muro verde oscuro de calor aplastante que convertía a las Llanuras en un modelo de aridez dejada de la mano de Dios, liberaban a Karin. La agitada Chicago, con su cuadrícula que parecía hecha con piezas de Lego, la había oprimido. Las montañas Rocosas la habían puesto bastante nerviosa. El oropel que envolvía a Los Ángeles daba una sensación de ceguera histérica. Por lo menos, ella conocía aquella región. Solo aquel lugar estaba lo bastante abierto y vacío como para desaparecer en él.

El Farmer's Daughter Café ocupaba un local antiguo, de la década de 1880, con paneles de madera de cerezo y oxidados aperos de labranza colgados de las paredes. Era como si Nebraska hiciera una representación de sí misma. La propietaria, con aspecto de abuela, los saludó como a unos amigos perdidos mucho tiempo atrás, y Karin le respondió efusivamente.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El eco de la memoria»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El eco de la memoria» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El eco de la memoria»

Обсуждение, отзывы о книге «El eco de la memoria» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x