• Пожаловаться

Cara Black: Asesinato En Paris

Здесь есть возможность читать онлайн «Cara Black: Asesinato En Paris» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Cara Black Asesinato En Paris

Asesinato En Paris: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Asesinato En Paris»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cara Black se ha forjado un renombre con las novelas que narran las aventuras de la detective Leduc, ambientadas en París. En sus páginas se puede disfrutar de La Ciudad de la Luz como si se paseara por sus calles. Es la serie de la que se habla en toda Europa. Un misterioso rabino se acerca a Aimeé Leduc, detective parisina medio francesa y medio americana, y le pide que descifre una fotografía codificada de cincuenta años de antigüedad y se la haga llegar a una mujer en el Marais, el viejo barrio judío. Cuando lo hace, se encuentra con un cadáver en cuya frente alguien ha grabado una esvástica. Con la ayuda de su socio, un enano de extraordinarias habilidades informáticas, se decide a resolver este horrendo asesinato y se encuentra en el centro de un peligroso juego de política actual y viejos crímenes de guerra. Aimée recorre tejados y cloacas, los órganos del poder y los bajos fondos de París, para descubrir la historia de la ciudad que conforma su presente.

Cara Black: другие книги автора


Кто написал Asesinato En Paris? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Asesinato En Paris — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Asesinato En Paris», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Había cambiado poco. Sus tirantes azules se tensaban sobre su amplia barriga. Con una cerilla encendió un Gauloise e inhaló profundamente. Ella casi pudo saborear el tabaco en el cargado ambiente del pasillo.

– ¿Fumando en la escena del crimen, Morbier?

– Se supone que soy yo el que hace las preguntas.-Sacudió la ceniza en la palma de su mano.

Los técnicos en criminología, con las batas de laboratorio sobresaliendo bajo los chubasqueros amarillos, se desplazaban eficazmente entre conversaciones amortiguadas, escaleras arriba y abajo.

– No me digas que tienes algo que ver con este circo- dijo él.

– No tengo nada que ver.- En realidad, no mentía. Miró hacia otro lado, incapaz de mirarlo a la cara. Cuando era pequeña, él siempre la había cazado antes de que lo hiciera su padre.

La gastada alfombra turca de la entrada tenía ya restos de barro. Stein se balanceaba hacia adelante y hacia atrás en una silla, moviendo la cabeza aturdido.

Aimeé y Morbier esquivaron al fotógrafo cargado con su equipo y se dirigieron a la cocina al otro lado del pasillo.

Stein pareció volver a la vida y comenzó a emitir sonidos sordos.

– Soy Abraham Stein. Esta mujer estaba aquí cuando encontré a maman.

Morbier la escudriñó con la mirada.

– Explique cómo encontró el cuerpo.

Ella negó con la cabeza, lo cual indicaba que no hablaría delante de Stein, y tiró a Morbier de la manga mientras con un gesto de la cabeza señalaba a la cocina. Él puso entonces los ojos en blanco y avanzó tras ella pesadamente.

– El Templo de E´manuel me contrató para que le siguiera la pista.-Hablaba en voz baja, recordó que la mejor defensa es un buen ataque-. Explícame por qué la Brigada Criminal ha llegado antes y ha acordonado a escena antes que tú lo hicieras.- En ese momento, se escucharon unos fuertes golpes provenientes del pasillo, al chocar la camilla contra el marco de la puerta. Ella se quedó mirándolo fijamente.

¡Inspector Morbier!- Un detective de voz ronca le dijo con un gesto que fuera-. El forense lo necesita. Ahora mismo.

Morbier emitió un gruñido y salió.

Ella miró hacia otro lado para esconder su alivio.

El se detuvo tras dar unos pocos pasos y señaló con el pulgar a un sargento, con la cara marcada por la viruela, que tenía cerca.

– Agente, compruebe el contenido de su bolso.

– ¿Por qué?- dijo ella dejando caer los hombros.

– El presunto homicida debe cooperar- Vociferó

– No tengo nada que ocultar- dijo ella intentando ocultar su ira y mantener un tono neutro.

Dejó caer su teléfono móvil, un pase del metro caducado, un cable transmisor de repuesto, dos máscaras de pestañas “extra-negro”, tarjetas de visita, un paquete de chicles de nicotina Nicorette y un manual muy sobado sobre software de codificación, manchado de laca de uñas roja.

Desde la puerta del dormitorio de Lili Stein, Morbier se volvió hacia ella con una expresión inescrutable en el rostro.

– Quiero verla en la comisaría. A primera hora de la mañana.- Hizo un gesto con la cabeza al sargento-. Acompáñela a casa.

MIÉRCOLES A ÚLTIMA HORA DE LA TARDE

Mientras el piloto anunciaba que estaban descendiendo hacia el aeropuerto Charles de Gaulle, Harmuth Griffe, el consejero comercial alemán, sintió que se le llenaba la boca de un regusto amargo, más seco que el aire del avión.

Había pasado cincuenta años y estaba de regreso. El corazón le latía a toda velocidad. A pesar de la cirugía, le daba miedo ser reconocido incluso a pesar de que habían pasado tantos años. Y el pasado. ¿Qué pasaría si, de alguna manera, ella sobrevivió?

De repente, a través de la neblina, vio diminutos puntitos de luz que titilaban en el crepúsculo. El tren de aterrizaje tocó tierra bajo sus pies y sintió que se le revolvía el estómago. Luchó con las nauseas mientras las ruedas se posaban chirriando en la pista y el avión avanzaba a lo largo de las líneas iluminadas con lucecitas blancas y azules. El avión frenó con una sacudida.

Wie geht’s?, mein Herr? - Ilse Häckl, la secretaria de su oficina, lo saludó en la puerta con una sonrisa que hacía que se le formaran hoyuelos en las mejillas.

Hartmuth recobró la compostura y apretó los labios formando una breve sonrisa. ¿Qué hacía ella aquí?

Regordeta, con sonrosadas mejillas, el pelo blanco como la nieve recogido en un moño. Los que llegaban a su oficina por primera vez solían confundirla con alguna abuela. Sin embargo, ella era la que supervisaba una sección del Ministerio de Comercio y los recién llegados no se esforzaban mucho en entenderlo.

– Ilse, ¿no se supone que estabas de vacaciones en…?- Se detuvo intentando acordarse. ¿Adonde había ido?

– Al Tirol.- se encogió de hombros y alisó su sencillo vestido- Ja . Mis órdenes, quiero decir, mi trabajo, herr Griffe, es ayudarle de cualquier manera posible.- Se puso tan firme como le fue posible, considerando que era una mujer mayor con medias ortopédicas de color carne.

Danke schöen, Ilse . Se lo agradezco- dijo, molesto pero decidido a tomárselo con calma.

Cuando llegaron a la acera, metió a Hartmuth a toda prisa en un Mercedes negro. Mientras se dirigían a gran velocidad hacia París por la Autoroute 1, haces de luz planos insinuaban la presencia de monótonas filas de viviendas de protección oficial a lo largo de la autopista. A su derecha, después del intercambiador, apareció la catedral del Sacré Coeur como una perla ovalada bañada por la luz de a luna.

Brillaba la silueta de París recortada contra el horizonte, pero no era tal y como él recordaba. Era más grande, más luminosa, una vista recortada y lista para engullirlo. Ya estaba desesperado por escapar.

– Estas han llegado esta tarde- dijo Ilse cuando se sentó a su lado en el asiento de atrás. Se aclaró la garganta y le tiró un montón de faxes grapados-. Y esto acaba de llegar: un memorándum de Bonn.

Sorprendido ante esta solicitud tan directa desde el Ministerio, se inclinó hacia adelante. Se preguntó por qué todo ocurría de repente.

– ¿Lo has leído, Ilse?- escudriño el documento de Bonn con los ojos entrecerrados.

Mein Herr …- comenzó ella

Ja, ja – dijo Hartmuth mirándola directamente-. Pero estás aquí para asegurarte de que hago la presión necesaria para conseguir ese acuerdo comercial- dijo golpeando el papel-. ¿No es así?

Ilse se removió ligeramente, pero mantuvo la cabeza alta. Volvió a colocar uno de sus cabellos blancos de nuevo en el moño.

Unter den Linden, mein Herr (bajo los tilos: principal bulevar de Berlín, centro neurálgico de la vida de la ciudad hasta la Segunda Guerra Mundial)- murmuró

Hartmuth se estremeció, Mein Gott , ella era uno de ellos.

Ahora entendía por qué lo habían enviado a París sin previo aviso. Los Hombres Lobo, descendientes de las viejas SS, todavía operaban al estilo de la guerra relámpago.

El Mercedes se detuvo en el patio adoquinado del hotel Pavillon de la Reine, un edificio del siglo XVII discretamente escondido en una esquina del Marais. Esta parte del barrio, residencia de la nobleza hasta que la corte se desplazó a Versalles, estuvo en el pasado repleta de mansiones venidas a menos y decrépitos hôtels particuliers , se había convertido en un gueto judío hasta que Malraux salvó del derribo la mayoría de la zona. El aburguesamiento de la sociedad había hecho de él el barrio más a la última de París.

A Hartmuth no le costó ningún esfuerzo imaginarse a un lacayo, con librea y empolvada peluca, que salía corriendo a recibirlo. Pero la puerta se abrió de par en par por cortesía de un hombre de rostro anodino y que llevaba puestos unos auriculares con un micrófono bajo la barbilla.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Asesinato En Paris»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Asesinato En Paris» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Asesinato En Paris»

Обсуждение, отзывы о книге «Asesinato En Paris» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.