Su estómago dio bandazos con el sonido. No le mates, mi hermana. Nos puede conducir hacia mi hermana.
Aún respirando con dificultad y jadeando, Luther era letal, sacó una hoja larga, un afilado cuchillo de su bota y lo hizo subir hacia la barriga de Jack. Jack saltó hacia atrás, dando vueltas, y fue a matarlo. Briony cerró los ojos, pero escuchó el puñetazo mientras Jack dirigía el puño con cada pedazo de fuerza realzada directo al cráneo de Luther, haciéndolo pedazos. Un segundo puñetazo se abrió paso a la fuerza por la cara de Luther, haciendo más pequeña su nariz y las órbitas de sus ojos astillas pulposas. Fue una metódica, brutal, y deliberada muerte, y ni una vez la mente de Jack gritó para detenerse.
Se arrodilló al lado del cuerpo y la contempló. No me disculpo por quién soy. O puedes vivir conmigo o no puedes hacerlo. Pero contenía su aliento. El terror le privó de la habilidad para respirar. Si ella le dejaba, entonces su vida no tenía valor.
Un soldado corrió hacia ellos, saltando sobre un leño caído. Sin pistola y su camisa rota y ensangrentada, pero ella sospechó que era realzado. Jack parecía exhausto mientras se arrodillaba al lado de Luther, contemplándola con una expresión oscura, insondable. Briony no vaciló, alcanzándole, sacudió con fuerza el cuchillo del puño de Luther. Cambió de dirección y lo lanzó con un suave movimiento, usando la fuerza como nunca lo hizo. No me disculpo por amarte. Puedo vivir con todo lo que eres, Jack, y aún más.
Él se quedó con la mirada fija en su cara, allí en medio de la sangre y la muerte, con el corazón golpeando y la boca desencajada. Te amo absolutamente, Briony, y estoy de rodillas. Así es que nos casamos, ¿bien? Pero decídete rápido antes de que nos disparen.
Sólo Jack lo preguntaría, si es que a eso le podías llamar pregunta, en el centro de un campo de batalla, con un hombre totalmente muerto a sus pies. Eres idiota. Levántate y salgamos de aquí. También te amo, y por supuesto que me caso contigo. No voy a dejarte escapar.
La atrajo hacia él y aplastó su boca con la suya. Cambiaron de dirección y corrieron hacia el helicóptero y los resistentes hombres que miraban, armados hasta los dientes, desplegándose para cubrirles.
– ¿Está bien? -le preguntó Jack al médico conforme examinaba a su hermano descansando sobre el suelo, vendado a bordo-. ¿Cómo de mala es la herida?
– Vivirá. Ha perdido un montón de sangre, pero le hemos hecho una transfusión -le reconfortó el médico.
– Es agradable verte entero, Jack -les dijo Kadan-. Lily estará feliz de verte, Briony. Te considera una hermana.
Briony hizo un pequeño sonido de desesperación. Jack se hundió hacia abajo, tirando a Briony en sus brazos. Ella prontamente se echó a llorar. Él movió su cuerpo para ocultar sus lágrimas a los demás. Una vez que estuvieron a bordo, el helicóptero se elevó y dio una ancha vuelta, balanceándose sobre los árboles para elevarse un poco más alto. El humo empañaba el aire, y muy por debajo de ellos parecía un campo de batalla. Briony enterró su cara en su pecho, débiles sollozos destruyendo su cuerpo. Los dedos enredados en su pelo mientras la agarraba, mirando sobre su cabeza a su hermano.
– Estamos seguros ahora, Briony. Con todos nosotros guardándote, él no te puede tocar -murmuró apaciguadoramente, acariciando su pelo.
– Pero ella no está segura, mi hermana. Sin Luther, no hay forma de encontrarla. Está completamente sola y no puedo acercarme a ella -Briony se cubrió la cara con las manos. Marigold en ese mismo momento podría estar rezando por que Briony viniese pero sería imposible. Su única esperanza de encontrar el laboratorio de Whitney había sido Luther-. Sé que era necesario, Jack, no me entiendas mal, tuviste que matarle, pero me siento tan perdida.
– Escúchame, cariño -atrapó su barbilla y la obligó a mirarle a los ojos, ojos que eran lisos y tan fríos como el hielo, ojos que podían calentarla como el sol de la tarde-. Nunca falto a mi palabra. Es cuestión de honor. Encontraremos a tu hermana. Removeremos cielo y tierra si tenemos que hacerlo, pero la encontraremos, y se la quitaremos. Tienes mi palabra.
Ken puso la mano en su hombro, ignorando el semblante ceñudo del médico.
– Estoy hasta el final, Briony. Somos familia. Nos mantenemos juntos. Lograremos sacarla.
Briony se enjuagó las lágrimas y miró de uno al otro. Eran duros y toscos y podía ser difícil vivir con ellos pero no los cambiaría por nada. Inclinó la cabeza.
– De acuerdo. Bueno, entonces. La encontraremos juntos -porque creía en ellos-. Te quiero, Jack. Muchísimo.
– Infierno, vaya momento para decirlo, nena -e stamos en un helicóptero rodeados por hombres y hay poco que pueda hacer acerca de eso ahora.
Briony sonrió a pesar de las condiciones. Lo que quise decir fue en el plano emocional, idiota, no sexual.
No digas sexual, me pondrás duro, caliente.
Ken suspiró. Callaros, vosotros dos.
Jack y Briony miraron a Ken, luego se miraron entre sí, y estallaron en risas.
***
[1]Quimiosentidos: Los sentidos del olfato y del gusto son quimiosentidos y pertenecen al sistema químico sensorial. Otro proceso quimiosensorial, llamado sentido químico común, también contribuye al gusto y al olfato. Estas células alertan al cerebro de sensaciones tales como el calor (como el de los pimientos) o frío (como el mentol).
[2]Bioretroalimentación o biofeedback: es una forma de control mental sobre el cuerpo que le permite a una persona reducir la sensación de dolor. Es una técnica que incluye el entrenamiento de la mente.
[3]Tamarack: también conocido como alerce occidental. Árbol de madera blanda de aspecto abetado. Crece en Colombia y en el NO de Estado Unidos.
[4]ADD: siglas en inglés de los Desórdenes de Déficit de Atención.