– ¿No es un agente del gobierno? -preguntó Ilya.
Elle sacudió la cabeza.
– Sólo una periodista inquisitiva, muy aguda, que empezó a notar los patrones de condiciones meteorológicas excepcionales. Al principio buscaba signos de calentamiento climático, pero empezó a especular acerca de acontecimientos psíquicos y de que algo más estuviera pasando. Llegué a estar intrigada y empecé a estudiar varios acontecimientos yo misma. Creía, como todos, que éramos las únicas en el mundo como nosotras, pero Ilya y Jackson son pruebas de que no lo somos. Ahora Stavros. Hay más líneas aparte de las Drake que tienen capacidades psíquicas.
Jackson, sin pensar en ello, salió de la mente de Elle. No quería que ella sintiera su reacción, pero cada una de las veces que usaba el nombre de pila más familiar de Gratsos, su intestino se apretaba y anudada y quería herir a alguien. Avergonzado de no poder controlar una reacción tan visceral, se la ocultó. Los brazos permanecieron sólidamente en su lugar, sosteniéndola contra él, todavía suaves, cuando profundamente, donde nadie podía verlo, rabiaba con la necesidad de acción por su parte.
– Tiene sentido que las hubiera -estuvo de acuerdo Sarah. Miró a Ilya-. Tú has estado por todo el mundo, ¿has encontrado otros?
– No, pero no creo que las verdaderas habilidades psíquicas sean tan comunes -reflexionó Ilya-. La gente tienen destellos, momentos de intuición, algún acto y quizás sean un poco más sensibles, pero eso no es lo mismo que talentos psíquicos verdaderos. Las capacidades que tenéis las Drake son enormes. -Miró a Jackson-. ¿Quién era psíquico, tu madre o tu padre?
Las manos de Jackson se apretaron contra Elle involuntariamente. Ella no intentó deslizarse en su mente, no ahora, cuando él estaba tan incómodo con la conversación y claramente no quería hablar de su familia, pero se encontraba inquieta sin su toque. Había llegado a depender de la continua tranquilidad de su mente. Sin él, se sentía completamente sola en esta habitación llena de su familia.
Elle le apretó la mano con fuerza hasta que Jackson entrelazó los dedos con los suyos. Quiso rodearlo con calor del mismo modo en que hacía él, pero se obligó a permanecer fuera de su mente y lejos de sus recuerdos de niñez.
Jackson se encogió de hombros y frotó el mentón otra vez contra la coronilla de la cabeza de Elle. Elle lo reconoció como un signo de nervios así como una sencilla necesidad de tocarla. Vio la mirada de Kate sobre Jackson y luego como la apartó, como si compartieran algún secreto del que ella no estaba enterada.
– Si Gratsos está pescando para encontrar el paradero de psíquicas, entonces habría mandado su energía a cada lugar donde encontrara energía psíquica, habría desarrollado la niebla -dijo Elle en el silencio, desviando la atención de Jackson-. Estoy segura de que aparecería en el sitio web. Lo verificaré esta tarde y veré si hay algún informe de algún caso más.
Jackson, mostrando su apreciación, se inclinó para depositar besos suaves como plumas sobre el costado de su boca hasta la comisura. Elle sintió el familiar hormigueo en el fondo del estómago. Él podía hacerle esto a pesar de todo lo que había sucedido, la hacía sentir hermosa, deseada e incluso sensual cuando ella no estaba para nada segura de que fuera ninguna de esas cosas ya.
Bomber levantó la cabeza, echando una mirada entorno a la habitación y luego centrándose de repente en ella. Se puso de pie y ladró, una nota aguda y amenazante, con las orejas levantadas, los ojos penetrantes. Ladró una segunda vez. Elle sintió la caricia de unos dedos en su garganta, débiles, casi tan ligeros como los labios de Jackson mientras presionaba besos por su cara hasta la oreja. Sin amenazar. Apenas ahí. Tosió, la garganta se contrajo…
La lengua de Jackson le tocó la oreja, inundando su cuerpo de calor. Ella había notado que era tan susceptible, su cuerpo de repente estaba vivo, cada terminación nerviosa le gritaba, deseándole y se deleitó con poder tener tales sentimientos. Jackson estaba tan envuelto alrededor de su alma, era tan parte de su corazón y por primera vez desde que escapó, pensó que quizás tuviera una oportunidad en una relación casi normal. Bomber ladró otra vez.
Los dedos que le acariciaban la garganta se apretaron más profundamente.
– Jackson. -La mano de Elle fue a su garganta para apartar esas manos, de repente sintiéndose un poco demasiado vulnerable.
Jackson se irguió, mirando a Bomber, casi dándole la orden de marcharse, pero éste estaba rodeando la silla, los ojos enfocados totalmente en Elle. Ella tosió otra vez y se estiró hacia el cuello, pronunciando su nombre otra vez, pero esta vez salió en un murmullo ronco, como si no pudiera hablar.
Jadeó. Resolló. Se apartó de él y resbaló de la silla al suelo, de rodillas, tosiendo más. Sin advertirlo su cuerpo fue recogido como si ella no pesara más que una pluma y fue lanzada hacia atrás. Aterrizó en el suelo de madera prácticamente a los pies de Ilya y Joley. Joley chilló y se deslizó hasta el suelo para agacharse en actitud protectora sobre su hermana pero Ilya la agarró y la empujó detrás de él, utilizando su propio cuerpo como un escudo.
Bomber ladrada ferozmente, saltando como una flecha hacia un enemigo invisible. Sarah, Kate y Abigail se estiraron hacia el cuerpo de Elle que se retorcía. Luchaba contra un agresor invisible, abofeteando unas manos inexistentes en los senos, los muslos, chillando ahora, pateando como si estuviera intentando quitarse de encima a un atacante oculto. Rodó por el cuarto, golpeó al perro, quien chasqueó los dientes en el aire, cerca de su garganta.
La habitación estalló en un caos total. Las cinco hermanas Drake saltaron para ayudar a Elle. Ilya llegó allí antes que las mujeres, arrodillándose junto a Elle, pero sin tocarla. Cuándo Joley intentó otra vez pasar por delante de él hacia su hermana, la empujó firmemente detrás de él. Joley luchaba por rodear a Ilya, el perro ladraba continuamente y Elle peleaba contra algo que estaba cerca de ella, chillando y llorando, agitando los puños y golpeteando en el suelo con los talones desnudos. Un puño golpeó el brazo de Sarah, pasó de largo y casi le dio a Kate en la cara.
El cuerpo de Elle se levantó una segunda vez, estaba vez por la coronilla, como si la mano invisible le agarrara por el largo cabello y tirara hacia arriba. Tropezó, tosió, pateó, las lágrimas se vertían por su cara. Jackson podía ver las marcas en la piel ahora. Unos dedos que se hundían en su carne. Bomber seguía ladrando, queriendo atacar, actuando como si pudiera sentir a la entidad.
Elle cayó otra vez e intentó arrastrarse a través del cuarto, lejos de su familia, lejos del perro, hacia la puerta. El suelo de la casa onduló, una larga onda que se añadió al caos. El té se derramó. Elle rodaba sobre su espalda, pateando y luchando, la pura concentración mezclada con el terror en su pálida cara.
– Únete con nosotras, Elle -demandó Sarah-. Nos estás excluyendo. Podemos luchar contigo contra él. -Se acercó a su hermana otra vez, esta vez más cuidadosamente, Kate, Libby y Abigail detrás de ella mientras Ilya mantenía Joley al otro lado del cuarto.
Las cuatro hermanas se tocaron las manos, y Sarah colocó la palma en la frente de Elle. Está rodó para alejarse, golpeando una mesa. Una lámpara chocó contra el suelo. Kate rompió a llorar y empezó a sollozar. Joley enterró la cara contra el pecho de Ilya.
– Elle, por favor -imploró Sarah-. Vamos, cariño, déjanos entrar. Podemos ayudarte.
Elle sacudió la cabeza, su cuerpo temblaba mientras era medio levantada y golpeada contra el suelo, el aliento se le escapó de los pulmones. El ataque era brutal y depravado, un castigo, un acto de propiedad, claro para todos los ocupantes de la habitación.
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