Thomas Harris - Domingo Negro

Здесь есть возможность читать онлайн «Thomas Harris - Domingo Negro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Domingo Negro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Domingo Negro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Con una impresionante hoja de servicios, el veterano de la guerra de Vietnam Michael J. Lander proyecta un diabólico atentado, que tendrá en jaque a los servicios de seguridad. Cuando concibió la operación, no pensó que necesitaría ayuda, pero, a medida que urdía su plan, decidió darle una nueva dimensión con el apoyo de Septiembre Negro y una coartada política. Poco después, el proyecto cobra forma y le depara un insospechado encuentro con Dahlia Iyad, una hermosa mujer que lucha por la causa de la liberación de Palestina.

Domingo Negro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Domingo Negro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El auditorio quedó en silencio y Kabakov oprimió el botón de su pequeño grabador. La voz de Dahlia Iyad quebró el silencio.

– Ciudadanos de Norteamérica…

Cuando la grabación terminó, Kabakov comenzó a hablar lenta y cuidadosamente, eligiendo las palabras.

– Creemos que el Ailul al Aswad, o sea Septiembre Negro, está preparándose para dar un golpe aquí. En esta oportunidad, no están interesados en rehenes, negociaciones o acciones teatrales. Buscan un gran número de víctimas, quieren que todos ustedes se sientan asqueados. Pensamos que el plan está bastante adelantado y suponemos que esta mujer es la principal ejecutora. -Hizo una pausa-. Suponemos también que se encuentra actualmente en este país.

– Pues entonces debe tener otra información para completar la grabación -dijo Fowler.

– Es completa por el hecho de que sabemos que quieren dar un golpe aquí por las circunstancias en que fue encontrada la grabación. Lo intentaron antes -dijo Kabakov.

– ¿Sacó usted la grabación del apartamento de Najeer después de haberlo asesinado?

– En efecto.

– ¿No lo interrogó primero?

– Habría sido totalmente inútil tratar de interrogar a Najeer.

Sam Corley vio la ira reflejada en el rostro de Fowler. Corley estudió el legajo que tenía frente a él.

– ¿Qué le hace pensar que la que hizo la grabación fue la mujer que vio usted en el cuarto?

– Porque Najeer no tuvo tiempo de guardarla en un lugar seguro -dijo Kabakov-. No era un hombre descuidado.

– No fue lo suficientemente cuidadoso como para evitar que usted lo matara -interpuso Fowler.

– Najeer duró bastante -manifestó Kabakov-. Lo suficiente como para que ocurriera lo de Munich y lo del aeropuerto de Lod, demasiado tiempo. Y si ustedes no andan ahora con cuidado volarán por el aire piernas y brazos norteamericanos.

– ¿Por qué supone que el plan va a seguir en marcha a pesar de que Najeer esté muerto?

Corley levantó la vista del papel que estaba examinando y decidió responderle a Fowler.

– Porque la grabación era peligrosa. Debe haber sido prácticamente el último paso del golpe. Las órdenes ya debían haber sido impartidas. ¿Estoy en lo cierto, mayor?

Kabakov sabía reconocer un experto en interrogaciones cuando veía uno. Corley se había convertido en el abogado.

– Exactamente -respondió.

– La operación podía haber sido montada en otro país y trasladada aquí en el último momento -explicó Corley-. ¿Por qué piensa que está instalada aquí la mujer?

– El apartamento de Najeer había sido vigilado durante un buen tiempo -explicó Kabakov-. No fue vista en Beirut antes o después de la noche de la incursión. Dos lingüistas del Mossad llegaron a la misma conclusión: debe haber aprendido inglés de niña con alguien de origen británico, pero ha sido expuesta luego durante uno o dos años al inglés que se habla en Norteamérica. En el cuarto se encontraron además, ropas de origen norteamericano.

– A lo mejor era simplemente un correo, esperando que Najeer le diera las instrucciones finales -dijo Fowler-. Podían impartirse órdenes desde cualquier parte.

– Si hubiera sido solamente un correo, nunca habría tenido oportunidad de conocer el rostro de Najeer -aclaró Kabakov-. El grupo de Septiembre Negro está dividido en células como si fuera un nido de avispas. La mayor parte de sus agentes solamente conocen a uno o dos miembros de la organización.

– ¿Por qué no mató también a la mujer, mayor? -Fowler hizo la pregunta sin mirar a Kabakov. Si lo hubiera mirado no lo habría hecho durante mucho rato.

El embajador habló entonces por primera vez.

– Porque no había motivos que justificaran matarla en ese momento, señor Fowler. Espero que no llegue a desear que lo hubiera hecho.

Kabakov parpadeó una vez. Esos hombres no comprendían el peligro que corrían. No querían ser prevenidos. Kabakov vio detrás de sus ojos al ejército árabe avanzando por el Sinaí y marchando en las ciudades, desalojando a los civiles judíos. Porque no tenían aviones. Porque los norteamericanos se habían desanimado. Porque él no había matado a esa mujer. Sus numerosas victorias se convirtieron en cenizas. El hecho de que no podía haber adivinado que la mujer era un personaje importante no lo excusaba en lo más mínimo ante sus propios ojos. La misión de Beirut no había sido perfecta.

Kabakov miró a Fowler.

– ¿Tiene usted un curriculum sobre Hafez Najeer?

– Figura en una lista de oficiales de Al Fatah.

– Junto con mi informe figura su historial completo. Le sugiero que mire las fotografías, señor Fowler. Fueron tomadas después de algunas de las primeras acciones de Najeer.

– He visto ya muchas atrocidades.

– Pero ninguna como éstas. -La voz del israelí subió de tono.

– Hafez Najeer ha muerto, mayor Kabakov.

– Y lo bueno quedó enterrado junto con sus huesos, Fowler. Si no encontramos a esta mujer, Septiembre Negro se encargará de refregarle la nariz en las entrañas.

Fowler miró al embajador como si esperara que éste interviniera, pero los ojos pequeños e inteligentes de Yoachim Tell tenían una expresión dura. Apoyaba a Kabakov.

Cuando el mayor habló nuevamente su voz sonó demasiado suave.

– Tiene que creerme, señor Fowler.

– ¿La reconocería si la viera otra vez, mayor? -preguntó Corley.

– Sí.

– ¿Por qué se trasladaría a Beirut si estaba asignada aquí?

– Necesitaría algo que no podía conseguir aquí. Algo que solamente podía darle Najeer, y debía tener que confirmarle algo personalmente para poder obtenerlo. -Kabakov no estaba muy satisfecho porque sabía que esa explicación era algo vaga. Estaba descontento también por haber usado tres veces seguidas la palabra «algo».

Fowler abrió la boca pero Corley lo interrumpió.

– Debían ser armas.

– Traer armas aquí es como llevar arena al desierto -replicó Fowler pesarosamente.

– Debía tratarse de armamentos o acceso a otra célula o a algún agente importante -prosiguió Corley-. Pero dudo que necesitara ponerse en contacto con un agente. Según tengo entendido, el servicio de inteligencia de la RAU aquí deja mucho que desear.

Así es -interpuso el embajador-. El ordenanza de la embajada les vende el contenido de mi papelera. Y le compra a su vez al ordenanza de ellos, el contenido de la suya. Nos encargamos de llenar el nuestro con cartas sin importancia y correspondencia falsa. El de ellos está lleno de intimaciones de sus acreedores y avisos de inusuales productos de goma.

La reunión se prolongó durante otros treinta minutos hasta que los norteamericanos se pusieron de pie para marcharse.

– Trataré de que esto figure en la agenda de Langley mañana por la mañana -dijo Corley.

– Si ustedes quisieran, yo podría…

Fowler interrumpió a Kabakov.

– Bastará con su informe y la grabación, mayor.

Los norteamericanos salieron de la embajada pasadas las tres.

– Cuidado que vienen los árabes -le dijo Fowler a Corley mientras caminaban hasta sus coches.

– ¿Qué piensas de todo esto?

– No siento ninguna envidia por ti al pensar que mañana vas a hacerle perder el tiempo a Bennett con este asunto -dijo Fowler-. Si andan por aquí algunos locos sueltos, la Agencia no tiene nada que ver con ellos. Nada de tonterías en los Estados Unidos. – La CIA estaba restañando todavía sus heridas después del escándalo de Watergate-. Te avisaremos si la sección dedicada al Oriente Medio descubre algo.

– ¿Por qué estabas tan quisquilloso allí dentro?

– Estoy cansado de esto -respondió Fowler-. Hemos trabajado con los israelitas en Roma, Londres, París e inclusive una vez en Tokio. Descubres un árabe sospechoso, les pasas el dato y ¿qué pasa? ¿Tratan de detenerlo? No. ¿Lo vigilan? Sí. Lo suficiente para averiguar quiénes son sus amigos. Y luego dan un gran golpe. Los árabes son liquidados y tú te quedas mirando.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Domingo Negro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Domingo Negro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Thomas Harris - Black Sunday
Thomas Harris
Thomas Harris - Hannibal
Thomas Harris
Thomas Harris - Czerwony Smok
Thomas Harris
Thomas Harris - Red Dragon
Thomas Harris
Thomas Harris - Hannibal Rising
Thomas Harris
Orhan Pamuk - El libro negro
Orhan Pamuk
Domingo Eluchans - Un domingo cualquiera
Domingo Eluchans
Thomas Harry - Echt und stark
Thomas Harry
Thomas Harris - Gesta de lobos
Thomas Harris
Отзывы о книге «Domingo Negro»

Обсуждение, отзывы о книге «Domingo Negro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x