• Пожаловаться

Iris Johansen: La Cara del Engaño

Здесь есть возможность читать онлайн «Iris Johansen: La Cara del Engaño» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Iris Johansen La Cara del Engaño

La Cara del Engaño: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Cara del Engaño»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un cráneo sin identificar… Un rastro de aterradores secretos… Y una mujer cuyas diestras manos podrían relevar la impactante verdad… Como escultora forense, Eve Duncan ayuda a identificar a los muertos a partir de sus cráneos. Habiendo sido asesinada su propia hija y su cuerpo jamás hallado, el trabajo es el único modo que tiene Eve de hacer las paces con su pesadillas personal. Pero le aguardan cosas más espantosas si cabe cuando acepta trabajar para el multimillonario John Logan. Bajos sus diestras manos toma forma el rostro del cráneo que él le ha pedido que reconstruya, un rostro que nadie esperó nunca ver. Ahora Eve se encuentra atrapada en una aterradora red de asesinatos y engaños. Poderosos enemigos están decididos a encubrir la verdad, y se asegurarán de que llevar dicha verdad a la tumba… aunque Eve tenga que ser enterrada con ella.

Iris Johansen: другие книги автора


Кто написал La Cara del Engaño? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

La Cara del Engaño — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Cara del Engaño», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Lo haces siempre, Joe.

– Bueno, solamente contigo. Es que tiendo a bajar la guardia.

– ¿Debería sentirme gratificada por eso? -Evo frunció el entrecejo con expresión concentrada mientras estudiaba el cráneo. -Ya sabes que mamá dejó el crack hace años. Y hay cosas de mi vida que me avergüenzan, pero haberme criado en los barrios pobres no es una de ellas. Si no lo hubiera pasado mal, tal vez no hubiese sobrevivido.

– Claro que habrías sobrevivido.

Ella no estaba tan segura. Había estado demasiado cerca del abismo como para tomar la salud mental o la supervivencia como algo de todos los días.

– ¿Quieres una taza de café? Nosotras las chicas de los barrios pobres sabemos hacer un café buenísimo.

El frunció el rostro.

– Oh. Ya te pedí disculpas, ¿no?

Eve sonrió.

– Quería vengarme con un par de estocadas, nada más. Te las mereces por generalizar. ¿Quieres café o no?

– No, tengo que irme, Diane me espera. -Se puso de pie. -No hay apuro con este cráneo si dices que ha estado enterrado tanto tiempo. Como te dije, ni siquiera sabemos qué estamos buscando.

– Me lo tomaré con calma. Trabajaré con esta chica por las noches.

– Sí, claro, como te sobra el tiempo. -Miró la pila de libros sobre el escritorio. -Me dijo tu madre que ahora estás estudiando antropología física.

– Por correspondencia, nada más. Todavía no tengo tiempo de asistir a clases.

– ¿Por qué antropología, por el amor de Dios? ¿No tienes bastante, ya?

– Me pareció que tal vez esto podría ayudar. He tratado de averiguar todo lo posible de boca de los antropólogos con los que me ha tocado trabajar, pero todavía hay demasiadas cosas que no sé.

– Estás trabajando demasiado. Tienes la agenda completa hasta dentro de varios meses.

– No es culpa mía -replicó ella e hizo una mueca-. Fue porque tu comisionado me nombró en 60 minutos. ¿Quién le mandó abrir la boca? Ya tenía bastante trabajo sin que me cayeran todas estas cosas de otras partes del país.

– Bueno, pero recuerda quiénes son tus amigos. -Joe se dirigió a la puerta. -No vayas a mudarte a alguna prestigiosa universidad.

– Mira quién habla de universidades prestigiosas, ¡tú, que fuiste a Harvard!

– Eso fue hace una vida. Ahora soy un buen muchacho del sur. Sigue mi ejemplo y quédate donde te corresponde estar.

– No voy a ir a ninguna parte. -Eve se puso de pie y colocó el cráneo sobre la repisa que estaba arriba de su mesa de trabajo. – Salvo a almorzar con Diane el martes que viene, si acepta. ¿Quieres preguntarle?

– Pregúntaselo tú. Yo no voy a hacer de mensajero otra vez. Bastantes problemas tengo ya. No es fácil para ella estar casada con un policía. -Se detuvo en la puerta. -Vete a dormir, Eve. Están muertos. Todos están muertos. No les va a pasar nada si duermes unas cuantas horas.

– No seas tonto. Ya lo sé. Me hablas como si fuera neurótica o algo así. Es sólo que me parece poco profesional dejar de lado un trabajo.

– Sí, claro. -Vaciló. -¿Has recibido algún llamado de John Logan?

– ¿Quién?

– Logan. De Computadoras Logan. Es un multimillonario que le pisa los talones a Bill Gates. Últimamente ha estado en todas las noticias debido al programa para recaudar fondos para los republicanos que ha estado haciendo en Hollywood.

Ella se encogió de hombros.

– Sabes que apenas si sigo las noticias. -Pero recordaba haber visto una fotografía de Logan, tal vez en el periódico del domingo anterior. Tenía alrededor de cuarenta años, ostentaba un bronceado californiano y pelo oscuro muy corto, con las sienes salpicadas de gris. En la foto le sonreía a una actriz rubia. ¿Sharon Stone? No podía recordarlo. -No, no me llamó para pedirme dinero y si me lo pidiera, no se lo daría. Voto a los independientes. -Su mirada se posó sobre la computadora. -Es una Logan. Es una buena máquina y es lo más cerca que estuve del magnate. ¿Por qué me lo preguntas?

– Ha estado haciendo averiguaciones sobre ti.

– ¿Qué?

– No en persona, sino a través de un poderoso abogado de la Costa Oeste, Ken Novak. Cuando me lo contaron en el Departamento de Policía, me puse a investigar un poco y estoy casi seguro de que detrás de él está Logan.

– No creo. -Eve sonrió. -No tiene sentido.

– Ya has trabajado en investigaciones privadas -bromeó Joe-. Un tipo en la posición de él debe de haber dejado un reguero de cadáveres en el camino a la cima. Tal vez haya olvidado dónde los enterró.

– Ja, ja, qué gracioso. -Eve se frotó la nuca con gesto cansado. – ¿El abogado obtuvo su informe?

– ¿Qué crees? Sabemos muy bien cómo cuidar a nuestra gente. Avísame si consigue tu número particular y empieza a molestarte. Nos vemos. -La puerta se cerró detrás de él.

Sí. Joe la protegería como siempre lo había hecho, y no había nadie que lo hiciera mejor. Había cambiado desde que se conocieron, años atrás. El tiempo le había borrado a martillazos el aire de niño. Poco después de la ejecución de Fraser renunció a su puesto de agente del FBI y se unió al Departamento de Policía de Atlanta, donde ahora era teniente detective. En realidad, nunca le contó por qué lo había hecho. Eve se lo había preguntado, pero la respuesta de él -que deseaba quitarse de encima la presión del FBI- nunca la dejó satisfecha. Joe era una persona reservada y ella no había querido presionar. Lo que sabía con certeza era que siempre podía contar con él.

Aun aquella noche en la cárcel cuando se sintió más sola que nunca.

No quería pensar en esa noche, dentro de ella la desesperación y el dolor seguían en carne viva…

Pues pensaría en eso de todos modos. Había aprendido que la única forma de sobrevivir al dolor era enfrentarlo de lleno.

Fraser estaba muerto.

Y Bonnie, perdida.

Cerró los ojos y dejó que la oleada de dolor y sufrimiento la envolviera. Cuando pasó, los abrió y se acercó a la computadora. El trabajo siempre la ayudaba. Tal vez hubiera perdido a Bonnie para siempre, sin posibilidad alguna de encontrarla, pero había otros…

– ¿Te trajeron otro? -Sandra Duncan apareció en la puerta, con pijama y su bata preferida de lana rosada. Tenía la vista fija en el cráneo sobre la repisa. -Me pareció oír el ruido de un coche en la entrada. Por Dios, Joe podría dejarte un poco tranquila.

– No quiero que me dejen tranquila. -Eve volvió a sentarse frente al escritorio. -No hay problema, no es un trabajo apresurado. Vuelve a la cama, mamá.

– No, la que se tiene que ir a la cama eres tú. -Sandra Duncan se acercó al cráneo. -¿Es de una niñita?

– Preadolescente.

Hubo un silencio.

– No la vas a encontrar nunca, sabes. Bonnie no está. Acéptalo, Eve.

– Ya lo acepté. Sólo hago mi trabajo.

– Sí, claro, por supuesto.

Eve sonrió.

– Vete a dormir.

– ¿Te puedo ayudar en algo? ¿Prepararte algo de comer?

– Tengo demasiado respeto por mi sistema digestivo como para permitirte sabotearlo.

– Bueno, hago lo que puedo -respondió Sandra e hizo una mueca-. Algunas personas no nacimos para cocinar.

– Tienes otros talentos.

Su madre asintió.

– Soy una buena reportera judicial y también sirvo para retar a la gente. ¿Vas a irte a la cama o tengo que hacer una manifestación? -Quince minutos más.

– Bueno, te doy quince minutos. -Se dirigió a la puerta. -Pero quiero oír cómo se cierra la puerta de tu dormitorio. -Hizo una pausa y luego prosiguió, incómoda. -Mañana no volveré a casa directamente después del trabajo. Salgo a cenar.

Eve levantó la vista, sorprendida.

– ¿Con quién?

– Con Ron Fitzgerald. Te conté de él, es un abogado de la oficina del fiscal de Distrito. Me cae bien. -Su tono de voz era casi desafiante. -Me hace reír.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Cara del Engaño»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Cara del Engaño» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Mariah Stewart: Verdad Fria
Verdad Fria
Mariah Stewart
Iris Johansen: El Tesoro
El Tesoro
Iris Johansen
Iris Johansen: Sueños asesinos
Sueños asesinos
Iris Johansen
Iris Johansen: La Huida
La Huida
Iris Johansen
Iris Johansen: Segunda Oportunidad
Segunda Oportunidad
Iris Johansen
Cherise Sinclair: Maestro de la Montaña
Maestro de la Montaña
Cherise Sinclair
Отзывы о книге «La Cara del Engaño»

Обсуждение, отзывы о книге «La Cara del Engaño» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.