Kay Hooper - Jaque al miedo

Здесь есть возможность читать онлайн «Kay Hooper - Jaque al miedo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Jaque al miedo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Jaque al miedo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Lucas Jordan es un reputado criminólogo con poderes paranormales que trabaja para el FBI, en la Unidad de Crímenes Especiales. Un secuestrador psicópata tiene en jaque a toda la Unidad: tras raptar a sus víctimas, y cobrar el rescate, las somete a una macabra situación letal sin escapatoria, mientras un reloj marca, inexorablemente, el tiempo de vida que les queda.
Samantha Burke, una médium que trabaja en un circo, con capacidad para ver el futuro, se cruza de nuevo en la vida de Lucas, con una inquietante premonición: el asesino conoce perfectamente el patrón mental de Lucas, y cada uno de sus movimientos forma parte de una retorcida partida de ajedrez en la que todos son piezas de tan macabro juego. Samantha se convertirá en la pieza clave del tablero y la única capaz de salvar no sólo la vida de Lucas, sino también su herido corazón.

Jaque al miedo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Jaque al miedo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El se volvió a mirarla y se limitó a decir:

– Ahora mismo no hay nadie esperando. Parece que por lo menos vas a descansar un rato.

– Ya descansé hace una hora, cuando Ellis me trajo el té -le recordó ella-. Luke, no necesito un guardaespaldas.

– Claro que lo necesitas.

– No, pienses tú lo que pienses. Y, además, me distrae oír sonar tu teléfono detrás de mí cuando intento concentrarme.

– Perdona, olvidé poner el vibrador. Era Jay, para informarme sobre el registro. Tardaremos al menos un día más en hablar con todos los vecinos del edificio de Lindsay, pero de momento no ha habido suerte. Y no han encontrado nada útil en su apartamento.

– Menuda sorpresa.

Él suspiró.

– Bueno, teníamos que intentarlo.

Samantha lo miró con fijeza y se obligó a dejar de frotarse las sienes antes de que él hiciera algún comentario al respecto.

– ¿Crees que el secuestrador volverá a actuar pronto?

– Creo que hará algún movimiento. Sin duda sabe que, cuanto más tiempo pase aquí, en Golden, más tiempo nos da para encontrarlo. -Lucas se encogió de hombros-. Tardaremos en inspeccionar todas las fincas de la zona, pero lo haremos. El pueblo es lo bastante pequeño para que podamos hablar con todos los vecinos por separado, y no sólo con los que viven más apartados.

– Y él es lo bastante brillante para saberlo. No puede permitirse el lujo de quedarse aquí mucho más tiempo. Así que tiene que actuar más aprisa, forzarte la mano.

– Yo lo haría, si fuera él. -Lucas la observó. Luego dijo-: Nunca he podido acostumbrarme a hablar contigo vestida de Zarina. No tanto por los chales y el turbante como por el maquillaje. Se te da muy bien envejecerte.

– Un verdadero vislumbre del futuro. -Ella sonrió con sorna-. Ahora requiere menos maquillaje que antes, claro.

– Sin el maquillaje sigues pareciendo una adolescente.

– Yo no fui una adolescente ni cuando lo era. Ya lo sabes.

– Pero nunca me lo contaste todo, ¿verdad?

Samantha no estaba segura de querer adentrarse en aquel territorio con Lucas, pero el día, que había sido extraño e inquietante, parecía haber afectado a las barreras que por lo general mantenía sólidamente levantadas entre ellos. Le dolía la cabeza y levantó de nuevo las manos para frotarse las sienes un instante.

– No preguntaste. -Se oyó decir-. Y tampoco me pareció que quisieras saberlo.

Lucas dio un paso hacia ella y apoyó las manos sobre la silla del cliente.

– ¿Me lo habrías contado, si te lo hubiera pedido?

– No sé. Puede que no. Estábamos bastante ocupados, si recuerdas. No había tiempo para sacar a relucir el pasado.

– Quizá sea eso lo que deberíamos haber hecho. Tomarnos tiempo para hablar.

– Estabas obsesionado con la investigación, ¿recuerdas? -dijo ella, no poco sorprendida.

– Siempre me pasa cuando desaparece un niño.

Samantha se sorprendió de nuevo, esta vez por el tono defensivo de su voz.

– No era un reproche. Sólo constataba un hecho. Estabas concentrado en la investigación, como era lógico. No era, como poco, el momento más adecuado para otra cosa.

– Entonces, ¿estoy perdonado?

– Por lo que pasó durante la investigación, no hay nada que perdonar. Soy mayorcita, sabía lo que hacía. Por lo que pasó después… Bueno, digamos que aprendí la lección.

– ¿Y eso qué quiere decir?

Samantha se salvó de contestar cuando otro cliente apareció, dubitativo, en la puerta cubierta con una cortina. Lucas tuvo que retirarse tras Samantha, aunque era evidente que la interrupción no le había hecho ninguna gracia.

En cuanto a Samantha, de nuevo tuvo que prepararse mentalmente para leer el futuro al tiempo que, por décima vez esa noche, iniciaba automáticamente su discurso.

– ¿En qué puede servirte Madame Zarina esta noche?

La adolescente se sentó en la silla del cliente, todavía indecisa.

– No he venido a que me lea el futuro -dijo-. Bueno, no del todo. Quiero decir que traigo esto… -Puso su entrada sobre la mesa cubierta de raso-. Pero no la he pagado yo. La ha pagado él.

Samantha se quedó inmóvil y fue consciente de que, tras ella, Luke estaba también paralizado. Relajó la voz hasta su tono normal y preguntó:

– ¿Quién la ha pagado?

La chica parpadeó, sorprendida por su cambio de voz, pero contestó enseguida:

– Ese tipo. No lo conocía. La verdad es que no le vi muy bien la cara porque estaba de pie en las sombras, junto a la caseta de tiro al blanco.

Sin poder evitarlo, Samantha dijo:

– Eres un poco mayor para que tengan que advertirte que no hables con extraños. Sobre todo, con hombres extraños.

– Sí, lo pensé -confesó la chica-. Después. Pero de todos modos había gente por todas partes y ese tipo no me siguió. Sólo señaló el borde del mostrador de la caseta y entonces vi un billete de veinte dólares doblado y la entrada. Dijo que el billete era mío si venía aquí a decirle que lamentaba haber faltado a su cita.

– A su cita.

– Sí. Dijo que le dijera que lo sentía y que estaba seguro de que se verían más adelante. -Sonrió alegremente-. Parecía muy disgustado.

– Sí -murmuró Samantha-. Apuesto a que sí.

– Hemos comprobado las líneas, Caitlin -dijo Jaylene-. La compañía telefónica dice que funcionan bien. No les pasa nada. Sentada al borde de su cama, Caitlin contestó:

– No me sorprende. Ni me tranquiliza. -La miró con incertidumbre-. Sam me dijo que, si pasaba algo, te llamara. Dijo que tú lo entenderías.

Jaylene se sentó en una de las sillas de la mesa y sonrió débilmente.

– Lo entiendo, créeme. Y, si te sirve de algo, lo que te ha pasado es bastante común, es uno de los sucesos más frecuentes en los anales de lo paranormal.

– ¿Sí? Pero yo no tengo poderes extrasensoriales.

– No, pero compartías un vínculo de sangre con Lindsay. El lazo entre hermanas suele ser uno de los más fuertes, por muy distantes que sean sus relaciones durante su edad adulta. Hay documentados muchos casos de personas recientemente fallecidas que se aparecen o hablan a sus familiares. Como eras su hermana, es lógico que, si Lindsay intentaba contactar con alguien, tú fueras la más indicada para escucharla.

– ¿Y tenía que ser por el puñetero teléfono?

– Parece extrañamente prosaico, ¿verdad? -dijo Jaylene-. Pero repito que no es tan infrecuente. Suponemos que, al igual que gran parte de las facultades parapsicológicas, tiene que ver con los campos electromagnéticos. La energía espiritual parece basarse en eso, así que es lógico que la necesidad de comunicarse se dirija a través de los conductos naturales de las líneas telefónicas y eléctricas. Es energía sirviéndose de energía.

– Entonces, ¿no podía hablar conmigo sin más? ¿Necesitaba usar… un aparato?

Jaylene vaciló. Después dijo cuidadosamente:

– Algunos médiums me han dicho que hay un lapso de tiempo, una transición, entre la muerte y la fase siguiente de la existencia. Durante ese tiempo, se necesita una personalidad excepcionalmente poderosa o decidida para comunicarse con una persona que no tenga facultades extrasensoriales. El hecho de que Lindsay haya sido capaz de hacerse oír por ti es bastante notable. El que haya podido hablarte…

– ¿Tú has hablado alguna vez con los muertos? -preguntó Caitlin.

– No.

– Pues da miedo, te lo aseguro. -Caitlin se estremeció sin querer; después, arrugó el ceño-. ¿Qué hay de lo que me dijo? ¿Esa advertencia para Samantha?

– Se la haré llegar, desde luego. Mi compañero está con ella ahora, así que supongo que está a salvo. -Fue ahora Jaylene quien frunció el ceño-. «Él lo sabe.» ¿Qué será lo que sabe?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Jaque al miedo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Jaque al miedo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Jaque al miedo»

Обсуждение, отзывы о книге «Jaque al miedo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x