• Пожаловаться

Maan Meyers: El policía honrado

Здесь есть возможность читать онлайн «Maan Meyers: El policía honrado» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Исторический детектив / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Maan Meyers El policía honrado

El policía honrado: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El policía honrado»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Aparece un cadáver en el principal depósito de agua potable de Nueva York. Corre el año 1808, y John Tonneman, ya sexagenario, empieza a plantearse la jubilación. Sin embargo el hallazgo de dicho cadáver y, posteriormente, de un cráneo enterrado treinta años atrás, junto con la súbita desaparición de su hijo mayor, arrastran a John a una nueva investigación.

Maan Meyers: другие книги автора


Кто написал El policía honrado? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El policía honrado — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El policía honrado», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Con sus casi dos metros, Ned era apenas un poco más alto que Jamie. Competían en inteligencia y astucia, y Ned lo sabía. Jamie aceptó un trago de.la botella de ron que el carnicero le ofreció, luego lo siguió a la tercera grada, donde lo esperaban un banco y un almohadón. El toro ya había sido atado a la arena, y acababan de soltar a los enloquecidos terriers. Jamie asintió en señal de aprobación cuando los cinco perros atacaron a la vez. Se abrazó ante una repentina ráfaga de viento y se acomodó para observar el sangriento espectáculo.

No tardó en llevarse a la nariz el pañuelo amarillo pálido que guardaba en la manga. Ese lugar era odioso, con aquel intenso olor rancio a animales muertos putrefactos. Y los muertos eran sólo un poco peor que los vivos, porque éstos también apestaban, ya fueran hombres o animales. Aspiró el aroma del agua de colonia, logrando por sólo unos instantes enmascarar el hedor que lo rodeaba.

El toro exhalaba vaho al resoplar, pataleando contra el suelo helado. El hecho de estar atado lo enfurecía aún más. Entre bramidos convirtió rápidamente a sus escandalosos adversarios en cadáveres empapados en sangre.

Cuando terminó el tiempo, sólo quedaba un perro en pie, lo que convirtió a Jamie en ganador. Este miró alrededor en busca de Ned. El toro y los perros constituían un buen pasatiempo, pero había acudido a ese lugar para tratar de un asunto. Cuando finalmente lo localizó junto al puesto donde se vendían los números de lotería, volvió a arrugar la nariz, aunque no a causa del fétido olor, sino porque su sobrino político y protegido, el joven George Willard, conferenciaba con el gran Ned. ¿Qué podía estar diciendo tan impetuosa y furiosamente al carnicero de Fly Market? Jamie conocía la respuesta tan bien como a su sobrino. Éste era aficionado a las apuestas y, para mortificación de Jamie, se interesaba menos por las mujeres que por el vino y el juego.

Jamie sólo veía de George la mandíbula apretada entre la chistera ladeada, la camisa blanca inmaculada y el frac color vino que llevaba. Observó también que tenía los puños cerrados. El gran Ned se frotó la nariz, una patata bulbosa en su seboso rostro de carnicero.

Escuchaba a George Willard con una expresión de total desdén.

Jamie se acercó todo lo posible a los dos hombres sin ser visto. Ned el Carnicero alzó la mano derecha y chasqueó los dedos. Detrás de George apareció un hombre achaparrado con unos brazos semejantes a troncos. Debía de ser Charlie Wright (que nunca hacía nada malo), [4] uno de los matones de Ned. Aferrando a George de los fondillos de los pantalones color gamuza y del cuello de terciopelo negro, Charlie lo sostuvo en alto y se encaminó hacia la puerta de Broadway.

– ¡No ensucies su bonito atuendo, Charlie! -exclamó Ned el Carnicero-. Es un buen cliente.

BILLETES DE BANCO BILLETES DE BANCO DE VIRGINIA Y MARYLAND CON DESCUENTO DEL I - фото 15

BILLETES DE BANCO BILLETES DE BANCO DE VIRGINIA Y MARYLAND CON DESCUENTO DEL I POR CIENTO SI LA CANTIDAD ASCIENDE A MÁS DE 100 DÓLARES. CANTIDADES MENORES A PRECIO MÁS ALTO. BILLETES ORIENTALES Y SEPTENTRIONALES TAMBIÉN CON DESCUENTO A PRECIO MÓDICO.

PREGUNTAD POR G. Y R. WAITE, EN NÚM. 64 Y 30 DE MAIDEN LANE.

New-York Spectator

Enero de1808

6 Lunes 25 de enero Tarde El deshielo de finales de enero había derretido - фото 16

6

Lunes,25de enero. Tarde

El deshielo de finales de enero había derretido la mayor parte de la nieve, y en el río flotaban trozos de hielo. Peter Tonneman había decidido no volver a casa. En lugar de ello se dirigió a Richmond Hill; necesitaba que su padrino Jamie lo asesorara. Sólo él podía resolver su conflicto con Tedioso y mediar en sus continuas disputas con su padre.

Era Jamie quien había convencido a John Tonneman de que su hijo Peter no tenía vocación de médico, y quien había proporcionado a éste el puesto de secretario de Thaddeus en la Collect Company. Ahora había demostrado que tampoco tenía inclinación para los negocios. ¿Qué iba a hacer para ganarse la vida y mantener a una esposa y una familia?

Jamie, que siempre lo había apoyado, sabría cómo proceder.

Broadway rebosaba de carruajes y carros pesados. Desde que la habían pavimentado, se formaba en ella poco barro, salvo por una ligera mezcla de polvo y nieve derretida. En las cunetas, los vendedores pregonaban sus mercancías. Un joven con pantalones sucios y el rostro tiznado había colocado un cubo sobre uno de los pozos de la ciudad. Peter detuvo a Ophelia y le compró por medio centavo una patata tostada y crujiente, sacada de un cubo de rescoldos.

– ¿Quiere agua para acompañarla?

– La bomba debe de estar congelada -respondió Peter con la boca llena.

– No si se ponen encima trozos de carbón calientes -repuso el muchacho entornando los ojos.

Vestía un harapiento frac gris cuyas colas arrastraba por el suelo.

Peter bebió un trago de la jarra de loza como pretexto para dar al muchacho otro medio centavo, aunque era casi el último que le quedaba.

– ¿Te sobra un poco para mi caballo?

– Sí, señor. -El muchacho vació un cubo de madera lleno de ramitas y levantó la tapa del pozo.

El agua estaba helada. Peter agradeció el calor de la patata a través del guante mientras masticaba la piel achicharrada y saboreaba la carne blanca. Ofreció el último bocado a Ophelia, la cual, ocupada en beber del balde y estirar la cabeza en busca de avena, lo desdeñó poniendo los ojos en blanco.

– Como quieras, amiga -dijo Peter.

Tras acabar la patata, reanudó el camino. Al llegar a los Lispenard Meadows el adoquinado terminaba; a partir de allí Broadway se convertía en un auténtico cenagal que hizo más lento el avance de Ophelia. La nieve se amontonaba sobre los pantanosos prados como excremento blanco de vaca. Peter vio alrededor del embalse a los trabajadores, que exhalaban vaho al respirar. Condujo a Ophelia hacia Lispenard Street y se dirigió hacia el norte de Varick. El deshielo había dejado la calle llena de barro. En cuanto el sol bajó, tuvo I río; si no se equivocaba, pronto habría niebla.

Más allá de Lispenard Meadows se alzaba la imponente mansión de cuatro plantas de Maurice Arthur Jamison, Richmond Hill, una enorme estructura de madera con columnas y balcones que dominaban el río Hudson, pues así llamaban allí el North River.

Situada entre Varick y Charlton Street, Richmond Hill era una de las propiedades privadas más hermosas de Nueva York. Los jardines bien cuidados se extendían hasta el prístino río. La historia de Richmond Hill estaba vinculada a los orígenes del país, pues había sido el hogar de John Adams cuando Nueva York era la capital. Y antes de eso, durante la guerra, George Washington lo había utilizado como cuartel general.

Peter dejó a Ophelia en manos de Bill, el mozo de cuadras de Jamie.

– Dale una manzana después de la avena.

El muchacho asintió agitando sus guedejas.

– El señor no está. -A continuación recitó con fría normalidad-: Informaré a Stevens de su presencia, señor.

– No es preciso, Bill. Lo haré yo mismo.

Stevens esperaba en la puerta. Parecía poseer un sexto sentido que le avisaba de la llegada de un visitante antes de oír el aldabón.

– El señor Jamison ha salido -dijo.

Tras ayudar a Peter a quitarse las botas embarradas, el gabán y los guantes de cuero, lo instaló en el salón, en un elegante sofá tapizado de terciopelo de un intenso color cerceta. Un hermoso fuego mantenía la habitación a una agradable temperatura. Stevens le sirvió chocolate y galletas. Decidido a esperar, Peter se sorprendió dando una cabezada. Al abrir los ojos vio sus botas junto a la puerta, limpias y brillantes. Al cabo de lo que le parecieron unos breves momentos, mientras Stevens echaba al fuego otro leño, la puerta se abrió de par en par, y un despeinado y enfurecido George Willard irrumpió en el salón, seguido de dos agitados sirvientes.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El policía honrado»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El policía honrado» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Minette Walters: La Casa De Hielo
La Casa De Hielo
Minette Walters
John Connolly: Todo Lo Que Muere
Todo Lo Que Muere
John Connolly
John Verdon: No abras los ojos
No abras los ojos
John Verdon
John Darnton: Ánima
Ánima
John Darnton
Отзывы о книге «El policía honrado»

Обсуждение, отзывы о книге «El policía honrado» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.