Peter Tremayne - Sufrid, pequeños

Здесь есть возможность читать онлайн «Peter Tremayne - Sufrid, pequeños» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Исторический детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Sufrid, pequeños: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sufrid, pequeños»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En esta tercera entrega de la serie sobre sor Fidelma de Kildare, Tremayne nos traslada al espacio natural de la monja detective, la Irlanda del siglo VII, regida por sus peculiares leyes brehon y en la que la Iglesia celta permite la convivencia de hombres y mujeres en los monasterios. De hecho, el celibato no era un concepto muy popular por aquellos lares.
En esta ocasión, Fidelma debe esclarecer la más que sospechosa muerte de un reputado erudito, el venerable Dacán, en la abadía de Ross Alitihir; una muerte que puede tener funestas consecuencias e incluso desencadenar una guerra entre los reinos de Laigin y Osraige. Sin embargo, todo parece indicar que hay algo más que una intriga política tras el asunto.
Sor Fidelma deberá luchar contra el tiempo.

Sufrid, pequeños — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sufrid, pequeños», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Os importaría quitaros el tocado? -pidió Barrán.

«Sor Necht» se lo quitó.

– El cabello es cobrizo, casi rojo -admitió Forbassach con tono quejumbroso-. Pero esta… esta persona… sigue pareciendo una chica.

– ¿Tenemos que seguir adelante con esta farsa, Nechtan? -preguntó Fidelma-. Decid la verdad.

– Todo ha terminado, hijo mío -gritó Midach con resignación-. Admitamos la verdad.

El joven de cabello cobrizo se quedó mirando a Fidelma casi con ojos de odio.

– Sí, yo soy Nechtan, hijo de Illian -dijo con un tono lleno de orgullo.

– Fue todo idea mía -explicó rápidamente Midach-. No sabía qué hacer. Sabía que Scandlán y su familia estaban buscando al heredero de Illian. Ya había visto el testamento de Illian y sabía que los chicos quedaban a mi cargo y que se suponía que los más jóvenes tenían que ir a Sceilig Mhichil. Pensé que estarían a salvo en Sceilig Mhichil. Pero no sabía dónde esconder a Nechtan. Entonces se me ocurrió la idea de que se ocultara en la abadía como novicia y así pudiera vigilarlo estrechamente. Los que buscaban a los herederos de Illian buscaban a unos chicos, no a una chica.

– Aunque con diecisiete recién cumplidos, Nechtan, con su voz ronca y su figura ligera, se convirtió en una joven -admitió Fidelma-. Utilizaron las ramas y las bayas del saúco como tinte y le dieron rojez a los labios y a las mejillas: Nechtan se convirtió en sor Necht.

– Yo al principio pensé que Dacán era un agente de Scandlán -continuó Midach-. Cuando descubrí que había descifrado el testamento de Illian, abandoné inmediatamente la abadía para traérmelos antes de que los descubrieran. Me traje a los dos niños e hice que sor Eisten se los quedara en Rae na Scríne. Hasta que regresé a la abadía, no descubrí que habían asesinado a Dacán.

– ¿Y cuándo confesó Nechtan que lo había matado él? -preguntó Fidelma.

– Al siguiente… -Midach se mordió los labios e inclinó la cabeza. Nechtan mantenía su mirada al frente sin hablar, sin mostrar emoción alguna.

El gran brehan se inclinó hacia adelante.

– ¿Por qué mató el chico a Dacán? -preguntó Barrán-. Aclaremos por fin este punto.

Fidelma hizo una mueca de tristeza.

– Sor Necht, o mejor dicho Nechtan, mató a Dacán por miedo. Midach, antes de irse a Sceilig Mhichil, le había dicho que creía que Dacán trabajaba para sus enemigos. Necht ya odiaba a Dacán por su personalidad autocrática e indiferente. Tan sólo necesitaba alguna chispa. A las pocas horas de que Midach partiera a rescatar a sus hermanos, Nechtan mató a Dacán. Yo no creo que el acto fuera a sangre fría. Tan sólo cuando ya lo había llevado a cabo, buscó la manera de que pareciera algo premeditado.

– ¿Qué queréis decir? -preguntó Barrán.

– Nechtan mató a Dacán y luego intentó tender un camino de trampas que condujera a otra persona para que la culparan.

– ¿Cómo?

– Después de que Midach abandonara la abadía, llamaron a Nechtan a la habitación de Dacán para que le llevara agua. Tal vez discutieron. Nechtan sacó un cuchillo y, en caliente, asestó una serie de golpes al anciano.

– ¡Sospechaba quién era yo, yo lo sabía! -protestó Nechtan que hablaba por primera vez. La voz que antes era ronca ahora era ligeramente aguda y más masculina. No había emoción en ella-. Era su vida o la mía. Me hubiera matado si hubiera sabido quién era.

Forbassach estaba sentado sacudiendo la cabeza asombrado. Fidelma hizo un gesto hacia él.

– Podéis creer al honorable abogado de Laigin cuando afirma que Dacán y Laigin no tenían intención de hacer daño a los hijos de Illian -dijo Fidelma-. Así que vos, Nechtan, asesinasteis a Dacán por un miedo injustificado. Dacán os buscaba para que Laigin os proporcionara apoyo en vuestra reclamación del trono de Osraige. Se puede argumentar que teníais un miedo comprensible. Pero lo que hace esto más atroz, Nechtan, es que os tomasteis muchas molestias para tender un camino que condujera a sor Grella.

– Yo sabía que sor Grella estaba trabajando con Dacán. También sabía que Grella era la amante de Salbach -replicó Nechtan a la defensiva-. Cuando Midach fue a salvar a mis hermanos, ideé cómo salvar a todos nosotros. Si acusaban a Grella del asesinato de Dacán, sería un justo castigo.

– Intentasteis destruir todo lo que Dacán había recogido que pudiera identificaros a vos y a vuestros hermanos. No os disteis cuenta de que, para informar a Salbach, Grella había cogido un borrador de la carta que Dacán iba a enviar a su hermano. También os olvidasteis de retirar una varita en ogham que había rodado hasta debajo de la cama de Dacán. Os quedasteis muy consternado cuando la encontré. Tuvisteis que seguirme cuando se la llevé a Grella a la biblioteca para comprobar que no era incriminatoria. Grella la reconoció e hizo ver que era otra cosa para despistarme. La dejé en la biblioteca y más tarde, aquella misma noche, volvisteis a la biblioteca y la quemasteis junto con otras varitas en ogham para ocultar el rastro hasta vos.

– Pero Dacán fue atado antes de matarlo -advirtió el gran brehon-. ¿Cómo lo consiguió este chico?

– Lo ató después de matarlo para implicar más a Grella. Resulta obvio que no lo ató antes porque las tiras de tela de la falda de Grella eran tan frágiles que incluso un niño enfermo se hubiera deshecho de esas ataduras. Yo me percaté de eso al principio de la investigación y sabía que buscaba a alguien que había maquinado cuidadosamente todo.

Fidelma pasó a hablar directamente a Nechtan.

– Os debisteis quedar despierto el resto de la noche pensando en vuestro acto. Decidisteis que no sólo teníais que preparar un camino de sospecha que se alejara de vos, sino que, tal como habéis admitido, tuvisteis la brillante idea de infligir una especie de justicia poética sobre la persona que creíais que era uno de vuestros enemigos.

Nechtan estaba callado.

– Esperasteis hasta que la campana tocó a maitines y observasteis cómo sor Grella se dirigía al servicio. Con la esperanza de que nadie hubiera descubierto el cuerpo de Dacán, entrasteis en la habitación de Grella y encontrasteis un vestido viejo del que rasgasteis unas tiras de lino. Fue el único trozo de tela inconfundible que encontrasteis. Probablemente, creísteis que era algo que ella se ponía a menudo y las tiras se identificarían rápidamente. No caísteis en la cuenta de que ninguna religiosa se pondría tal ropa y que simplemente era un vestido viejo que ya no usaba.

«Llevasteis las tiras de tela a la habitación de Dacán. Entrasteis y estaba a oscuras. La lámpara de aceite estaba vacía. Así que la rellenasteis y la encendisteis. Era obvio que no había estado nadie allí. Entonces atasteis los tobillos y las manos de Dacán. Para atarle las manos por detrás, tuvisteis que dar la vuelta al cuerpo sobre la cama y así se hicieron las manchas de sangre sobre la manta. Eso me pareció curioso, pues él estaba estirado boca arriba sobre la cama con heridas en el pecho y la sangre estaba en la manta bajo el cadáver. El cuerpo se tenía que haber movido por algún motivo. Entonces os fuisteis, olvidándoos de apagar la lámpara. Media hora más tarde, llegó el hermano Conghus. La pista falsa que dejasteis no tenía entonces ningún significado. No significó nada hasta que llegué al cabo de una semana y la seguí.

«Cuando regresé de Sceilig Mhichil y descubrí que me habían robado algunas cosas de la bolsa que yo había dejado con el abad Brocc, empecé a sospechar lo que estaba pasando. Los objetos robados eran los que ofrecían información para identificar a los hijos de Illian. Los que habían dejado formaban parte de las pruebas que implicaban a sor Grella en el asesinato.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sufrid, pequeños»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sufrid, pequeños» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Peter Tremayne - Penance of the Damned
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Behold a Pale Horse
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Dancing With Demons
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Master of Souls
Peter Tremayne
Peter Tremayne - The Leper's bell
Peter Tremayne
libcat.ru: книга без обложки
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Valley of the Shadow
Peter Tremayne
libcat.ru: книга без обложки
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Suffer Little Children
Peter Tremayne
Peter Tremayne - Der Tote am Steinkreuz
Peter Tremayne
Peter Tremayne - El Valle De Las Sombras
Peter Tremayne
Отзывы о книге «Sufrid, pequeños»

Обсуждение, отзывы о книге «Sufrid, pequeños» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x