Dorothy Sayers - Los nueve sastres

Здесь есть возможность читать онлайн «Dorothy Sayers - Los nueve sastres» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los nueve sastres: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los nueve sastres»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La noche de fin de año, Peter Wimsey sufre un accidente de coche y se ve obligado a pernoctar en Fenchurch St. Paul, donde el párroco de la aldea le ofrece alojamiento. Muchos de los aldeanos han enfermado a causa de una fuerte gripe, entre ellos el campanero, de modo que Wimsey se ofrece a cubrir su puesto esa noche.
Meses después, fallece el marido de una de las víctimas de la epidemia. Durante el entierro, descubren un cadáver sin identificar y Wimsey se verá implicado en la investigación de este desconcertante hallazgo, que oculta mucho más de lo que en principio aparenta.
Las historias de lord Wimsey se publicaron entre 1920 y 1940 y relatan las aventuras del hermano menor del duque de Denver, Peter Wimsey. En algún momento previo a las primeras novelas, Wimsey empezó a investigar crímenes como aficionado; ahora, la policía (especialmente el inspector Parker) valora su colaboración y lo considera un competente sabueso. Los nueve sastres es uno de los libros más conocidos de la serie de lord Peter.

Los nueve sastres — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los nueve sastres», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Bueno -dijo el inspector jefe Parker-, esperemos que hayas aprendido la lección de mantenerte lejos de los campanarios.

– Seguro -contestó Nobby Cranton-. Ahora, cada vez que veo la torre de una iglesia siento vértigo. No soy creyente, se lo aseguro, pero si alguna vez entro en una iglesia, pueden cogerme y llevarme a un manicomio.

Tercera parte

Will Thoday entra deprisa y sale despacio

Cuando yo me callaba, se sumían mis huesos en mi rugir de cada día.

Salmo 32.3

Wimsey pensó que nunca había visto un abatimiento tan absoluto reflejado en una cara como el que vio en la de Will Thoday. Era el rostro de un hombre que había sido llevado hasta el límite, demacrado y pálido, con los orificios de la nariz tensos como los de los muertos. La cara de Mary reflejaba preocupación y angustia, aunque también se veía un atisbo de combatividad. Ella seguía luchando, pero Will estaba obviamente derrotado.

– Bueno -dijo el comisario Blundell-, veamos qué tenéis que decir a vuestro favor.

– No hemos hecho nada de lo que tengamos que arrepentimos -dijo Mary.

– Déjamelo a mí, Mary -dijo Will, y se giró hacia el comisario-. Bueno, supongo que han descubierto lo de Deacon. Ya saben que nos hizo, a nosotros y a los nuestros, un daño incurable. Mary y yo hemos intentado arreglarlo, lo hemos intentado de veras, pero usted se ha entrometido. Supongo que deberíamos habernos imaginado que no podríamos guardar el secreto para siempre, pero ¿qué otra cosa podíamos hacer? En el pueblo ya han hablado de Mary lo suficiente y creímos que lo mejor era desaparecer, con la esperanza de convertirla en una mujer honesta sin comentarlo con nadie para no dar pie a más argumentos contra nosotros. ¿Y por qué no? No fue culpa nuestra. ¿Qué derecho tiene a detenernos?

– Mira, Will -dijo Blundell-, habéis tenido mala suerte, no te lo niego, pero la ley es la ley. Deacon no era trigo limpio, lo sabemos, pero la verdad es que alguien lo mató y nuestro trabajo es descubrir quién lo hizo.

– No tengo nada que decir sobre eso -contestó Will Thoday lentamente-. Pero sería muy cruel que Mary y yo…

– Un momento -interrumpió Wimsey-. Thoday, creo que no te das cuenta de lo que está pasando. El señor Blundell no quiere entrometerse en tu matrimonio pero, como él bien dice, alguien mató a Deacon, y la cruda realidad es que tú sigues siendo el sospechoso con más motivos para hacerlo. Y eso significa, en caso que se te acusara de asesinato y te juzgaran…, bueno, seguramente querrían que esta señora testificara.

– ¿Y si lo hicieran?

– Sólo te diré una cosa -dijo Wimsey-: La ley permite que una mujer se niegue a declarar en contra de su marido. -Esperó hasta que esto les quedó claro y añadió-: Toma un cigarro, Thoday. Piénsalo.

– Ya veo -dijo Will muy seco-. Todo se resume en que ese diablo no nos dejará nunca en paz. Ya le arruinó la vida a mi pobre Mary una vez y la llevó al banquillo de los acusados, le mancilló el nombre y consiguió que nuestras hijas fueran bastardas, y ahora puede interponerse en nuestro camino al altar y hacer que ella testifique en mi contra para que me pongan la soga al cuello. Si alguna vez un hombre se mereció morir, ése es él, y espero que arda en el infierno.

– Es muy probable que así sea -dijo Wimsey-, pero verás, la cuestión es que si nos dices la verdad ahora…

– Sólo les puedo decir una cosa -interrumpió Thoday con voz desesperada-: mi mujer, porque ante los ojos de Dios y los míos es mi mujer, nunca supo nada de todo esto. Ni una palabra. Y ahora no sabe nada excepto el nombre del hombre que está enterrado en esa tumba. Y ésa es, frente a Dios, toda la verdad.

– Está bien -dijo Blundell-. Eso tendrás que demostrarlo.

– Eso no es del todo cierto, Blundell -dijo Wimsey-, porque me atrevería a decir que es demostrable ahora mismo. Señora Thoday…

La mujer le brindó una mirada agradecida.

– ¿Cuándo fue la primera vez que se dio cuenta de que su primer marido había estado vivo hasta principios de este año y que, por lo tanto, usted no estaba legalmente casada con Will Thoday?

– Cuando usted vino a verme la semana pasada, milord.

– ¿Cuando le enseñé la carta escrita con la letra de Deacon?

– Sí, milord.

– Pero ¿cómo es que…? -empezó a decir el comisario, pero Wimsey lo interrumpió.

– En ese momento se dio cuenta de que el hombre enterrado en la tumba de lady Thorpe debía de ser Deacon.

– Pensé que tendría que ser él, milord. En ese momento empecé a entender muchas cosas que hasta entonces no veía claras.

– ¿Alguna vez hasta entonces había dudado de que Deacon había muerto en 1918?

– Ni un segundo, milord. Si no, no me habría casado con Will.

– ¿Siempre ha ido a misa los domingos?

– Sí, milord.

– Pero el último domingo no fue.

– No, milord. No podía ir a misa sabiendo que Will y yo no estábamos casados por la Iglesia. No me pareció correcto.

– Por supuesto que no -dijo Wimsey-. Le ruego que me disculpe, comisario. Me temo que le he interrumpido.

– Todo eso está muy bien -dijo Blundell-. Usted le dijo a lord Wimsey que no reconocía la letra de la carta cuando se la enseñó.

– Me temo que sí. No era verdad…, pero tuve que pensar algo deprisa…, y estaba asustada…

– Temía meter a Will en problemas, ¿no es cierto? Oiga, Mary, ¿cómo supo que esa carta no la habían escrito hacía años? ¿Cómo es que pensó inmediatamente que el cadáver enterrado en la tumba de lady Thorpe era de Deacon? Respóndame a esto, ¿quiere?

– No lo sé -contestó ella con un hilo de voz-. Sólo se me ocurrió de repente.

– Claro -ironizó el comisario-. ¿Y por qué? Porque Will ya se lo había dicho y sabía de qué iba todo. Porque ya había visto esa carta antes…

– ¡No, no!

– Yo creo que sí. Si no hubiera sabido algo, no habría tenido ninguna razón para decir que no reconocía la letra. Sabía cuándo la habían escrito, ¿no es cierto?

– ¡Eso es mentira! -gritó Thoday.

– No creo que tenga razón en eso, Blundell -dijo Wimsey con serenidad-, porque, si la señora Thoday hubiera sabido algo, ¿por qué fue a misa el domingo anterior? Quiero decir, ¿no lo entiende?, si había negado descaradamente lo evidente durante todos estos meses, ¿por qué no iba a hacerlo otra vez?

– Bueno -dijo el comisario-. ¿Y qué hay de Will? Él sí que ha estado yendo a misa, ¿no es cierto? No me dirá ahora que él tampoco sabía nada de todo esto.

– ¿Qué dice, señora Thoday? -le preguntó educadamente Wimsey.

Mary Thoday se quedó callada.

– No puedo decirle nada -respondió al fin.

– ¿Cómo que no puede decir nada? ¡Por Dios! -gritó Blundell-. Está bien, entonces, ¿me dirá…?

– No digas nada, Mary -le aconsejó Will-. No le contestes. No digas ni una palabra. Tergiversarán tus palabras para que digas cosas que no quieres. No tenemos nada que decir y si alguien tiene que pasar por todo esto, ése soy yo, y punto.

– No tan deprisa -le contó Wimsey-. ¿No ves que si nos dices lo que sabes y nos convences de que tu mujer no sabía nada, no habrá nada que se interponga en vuestro matrimonio? ¿No es así, comisario?

– No puedo ofrecer esos alicientes, milord -repuso escuetamente el comisario.

– Claro que no, pero no debemos pasar por alto un hecho muy obvio. Verás, Thoday -continuó Wimsey-, alguien tuvo que saber algo para que tu mujer llegara a la precipitada conclusión de que el muerto era Deacon. Si no había sospechado de ti, si tú no supiste absolutamente nada y eras inocente todo este tiempo, entonces ella es la culpable. Claro, debió de ser así. Ahora lo veo claro. Si ella lo sabía, y te lo dijo a ti, entonces eres tú el que no tenía la conciencia tranquila. Fuiste tú el que debió decirle que no podía arrodillarse en el altar junto a una mujer culpable…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los nueve sastres»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los nueve sastres» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Dorothy Sayers - Whose Body?
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Diskrete Zeugen
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Los secretos de Oxford
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Five Red Herrings
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - The Nine Tailors
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Have His Carcass
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Murder Must Advertise
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Clouds of Witness
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Unnatural Death
Dorothy Sayers
Dorothy Sayers - Busman’s Honeymoon
Dorothy Sayers
Отзывы о книге «Los nueve sastres»

Обсуждение, отзывы о книге «Los nueve sastres» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x