Philip Kerr - Plan Quinquenal

Здесь есть возможность читать онлайн «Philip Kerr - Plan Quinquenal» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Plan Quinquenal: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Plan Quinquenal»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Dave Delano conoce la libertad después de cinco años alojado a costa del estado. Un alojamiento que ha merecido por encubrir a un apreciado mafioso de Florida, Tony Nudelli, al cual, desde luego, no le hace ninguna ilusión la liberación de Delano: después de cinco años a la sombra, uno puede volverse un tanto vengativo…
Pero el ex preso viene con las mejores intenciones. De hecho, propone a Nudelli un plan para hacerse en alta mar con un fabuloso envío de dinero -negro, por supuesto- que va a remitirse a Rusia. Una cantidad que arreglaría la vida de los más exigentes. La que también quiere cambiar su vida es Kate Furey, agente del FBI destinada en Miami, que ha detectado un cargamento de cocaína que va a ser enviado a Europa. Interceptarlo significa para Kate no sólo un éxito profesional sino, sobre todo, escapar de la rutina de un trabajo burocrático.

Plan Quinquenal — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Plan Quinquenal», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Eso es fácil de explicar -Abrazándola, Dave inspeccionó el desayuno que Al había rechazado-. Somos como Jekyll y Hyde. Mmm, tiene buen aspecto.

– ¿Y cuál de los dos es el señor Hyde?

– Él, por supuesto. ¿No te has fijado en el pelo que tiene en las manos? Ese tío es como un puto felpudo.

Kate se soltó y empezó a servirle el desayuno.

– ¿Te pasa algo? -le preguntó él-. No te arrepientes de lo de anoche, ¿verdad?

– Todo va bien -dijo ella y, ansiosa por tranquilizarlo, añadió-: ¿Sabes una cosa? Si tú fueras el señor Hyde, yo sería la señora Seek *.

– Eso suena prometedor.

Dave se preguntó si habría algo en aquella exhibición de mentiras. ¿Estaría tratando de divertirse durante una misión de vigilancia por lo demás poco interesante? ¿O había algo más? Le pareció imposible averiguarlo hasta que hubieran dado el golpe. Se sentó a la mesa y empezó a comer lo que ella le había puesto delante.

– Estoy seguro -dijo- de que preferiría compartir una conciencia dividida contigo que con Al. Piénsalo. Una asociación al 50%. Mitad y mitad.

– ¿De verdad? Pues hasta el momento no puede decirse que hayas sido muy directo conmigo.

Con la boca llena de comida, Dave enarcó las cejas.

– Lo que quiero decir -se apresuró a explicar Kate- es que no me has contado mucho sobre lo que haces. No puedo dejar mi empleo con Kent sin saber un poco más sobre ti; sobre lo que haces; sobre dónde vives.

– Ya te lo he dicho -respondió Dave-. Robo piedras. Igual que John Robie en Atrapar a un ladrón. El Gato. De hecho, no uso título ni un guante con un monograma. No tiene sentido ponérselo fácil a la policía para que me acuse de un montón de golpes en el poco probable caso de que me cojan. Naturalmente, sólo robo a los que pueden permitírselo. De hecho, pensaba que podría haber unas cuantas piedras bonitas en este barco; hasta que descubrí que es raro que los propietarios viajen con sus barcos. Eso fue antes de que los controladores aéreos conocieran el aprieto en que me hallaba y decidieran echarme una mano.

– Se ha acabado -dijo Kate-; la huelga. Lo dijeron por la radio ayer tarde.

– ¿Ah, sí? Bueno este viaje ha sido muy decepcionante, por lo menos desde un punto de vista profesional. Ni joyas ni dinero en metálico ni siquiera un pequeño picasso. Me pregunto en qué gastará el dinero la gente hoy día. En seguridad y en porno, supongo. Eso no deja mucho margen para alguien como yo, Kate – suspiró-. Espero que las cosas vayan mejor en la Costa Azul.

– ¿Hablas en serio?

– Yo siempre me tomo en serio las asociaciones, Kate. Después de anoche tendrías que saberlo. Pero, además, hay otra razón. Ya tengo un socio. Hay que tener en cuenta a Al.

Kate sintió que recuperaba parte de su aplomo.

– Sustituta de Al; me siento muy halagada -dijo-. Pero, ¿sabes?, el negocio no suena especialmente atractivo. Podrías tratar de venderme los términos del acuerdo: Qué saco yo, qué puedo hacer, esa clase de cosas.

– Ya te lo he dicho; ése no es mi estilo. Además, ya conoces las condiciones. Ayer te oí decirlas a ti misma. En la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Cincuenta, cincuenta, Kate. Con todos mis bienes materiales te doto. ¿Qué me dices?

– ¿De verdad me estás pidiendo que me case contigo?

Dave se llevó un poco de jamón a la boca con el tenedor y asintió con la cabeza.

Kate sonrió.

– Pero si ni siquiera te conozco.

– Cada día se casan miles de personas que no se conocen. Lo sé. Lo he leído en los periódicos.

Kate se sentó frente a él, atónita. ¿Se mostraría tan decidido a casarse con ella si supiera que era una agente federal?

– ¿Cuándo tendrás el divorcio? -preguntó Dave.

– Dentro de un par de meses.

– Casémonos entonces.

Le divertía su azoramiento. Percibía que lo amaba tanto como él a ella. Quizás incluso quería casarse con él y, de no ser una agente especial en una misión secreta, puede que hubiera aceptado. Por otra parte, pensaba en lo bien que habían estado la noche antes; en lo cómodo que se sentía con ella ahora y en lo que le costaría dejarla. El tiempo se estaba acabando. Dentro de dieciocho horas Al y él iban a dar el golpe. Después de eso tal vez no volvería a verla. La verdad es que todo lo que había dicho lo había dicho en serio. Si para conservarla bastara simplemente con casarse con ella, lo habría hecho inmediatamente. Casi la única carta que le quedaba por jugar era que sabía que era una agente federal. Pero sólo la jugaría cuando llegara el momento de marcharse, cuando ella lo supiera más o menos todo, pero no antes.

– Te gusta ir rápido, ¿eh, Van?

– Voy al Gran Premio de Mónaco, ¿recuerdas?

– Creía que quien iba era el financiero, no John Robie.

– El Gran Premio es bueno para los gatos ladrones. Hay mucho ruido. La gente no oye mucho durante una carrera de Fórmula 1. Y Montecarlo siempre es Montecarlo. Siempre hay montones de piedras por todas partes. Es como Tiffany's con una ruleta y una bonita playa -Dave enderezó el cuchillo y el tenedor y alargó la mano a través de la mesa para enrollar un mechón del pelo de Kate en el dedo. Aunque todavía no se había duchado seguía oliendo maravillosamente-. No debería ser un gran problema para una chica de la Space Coast. La clase de chica que usa Allure.

– ¿Cómo sabes que ése es mi perfume?

– Lo reconozco. Es mi perfume favorito. Por lo menos ahora lo es.

Kate apoyó la mejilla en la mano y suspiró melancólica. Howard no era capaz de distinguir un perfume del humo de los puros. Era mala suerte conocer a un hombre que se enamoraba de ella a primera vista justo cuando ella se hacía pasar por otra persona. Un hombre que sabía poesía. Un hombre que no era un amante egoísta. Un hombre que era un ladrón y un ex presidiario. Era otra de esas pelotas con efecto que la vida tenía por costumbre lanzarte. Se puso de pie.

– Sigo necesitando un poco más de tiempo -dijo, mirando automáticamente el reloj-. Y será mejor que vuelva. Kent es bastante maniático con este tipo de cosas.

A Dave no le sorprendió esta información. Sabía por experiencia que los federales tenían todo tipo de manías.

18

Dave estaba leyendo un libro cuando oyó rumor de pasos en la cubierta del puente de mando.

Era el oficial de comunicaciones del buque, Jock. Se había quitado el uniforme blanco y ahora iba abrigado con un grueso suéter azul marino de lana y pantalones del mismo color.

– He venido a echar una ojeada a tu barco. A comprobar que las amarras aguantan.

– ¿Y aguantan?

– Por ahora. Pero si la tormenta nos alcanza, todos podríamos tener problemas. En este momento seguimos por delante de ella. Llevamos una buena marcha. Vamos tan rápido como la polla de un perro de carreras.

– ¿Pero seguimos el rumbo?

– Oh, sí, el rumbo exacto. Pero si continuamos así, llegaremos mucho antes de lo previsto.

Dave frunció el ceño. Llegar demasiado pronto a la cita podría ser tan desastroso para el golpe como llegar demasiado tarde.

– ¿Cuánto antes?

– No lo sé seguro. Tan pronto como mejore el tiempo tendremos una idea más precisa. Por cierto, ¿cómo va el auricular?

Dave no dijo nada, preocupado por la información que acababa de recibir. Parecía que iban a tener que pasar más tiempo en el barco de la escapada de lo que había calculado. A partir de ahora tendría que vigilar de cerca su posición con ayuda del receptor GPS del barco. Casi del mismo tamaño que un teléfono celular, el GPS podía decirte con precisión dónde estabas, qué dirección seguías y lo rápido que ibas: cada vez que lo ponías en marcha, el receptor calculaba su posición trazando las señales emitidas por los satélites de la constelación GPS hasta haber reunido la suficiente información para determinar su propia posición relativa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Plan Quinquenal»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Plan Quinquenal» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Philip Kerr - Esau
Philip Kerr
Philip Kerr - Prussian Blue
Philip Kerr
Philip Kerr - January Window
Philip Kerr
Philip Kerr - False Nine
Philip Kerr
Philip Kerr - Hitler's peace
Philip Kerr
libcat.ru: книга без обложки
Philip Kerr
Philip Kerr - Gris de campaña
Philip Kerr
Philip Kerr - Berlin Noir
Philip Kerr
Отзывы о книге «Plan Quinquenal»

Обсуждение, отзывы о книге «Plan Quinquenal» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x