Ellery Queen - El Misterio De Los Hermanos Siameses

Здесь есть возможность читать онлайн «Ellery Queen - El Misterio De Los Hermanos Siameses» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Misterio De Los Hermanos Siameses: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Misterio De Los Hermanos Siameses»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ellery Queen y su padre deben poner todo su ingenio a trabajar para resolver un caso en el que todo parece duplicado: los muertos, los hermanos, las claves, las soluciones y quizá incluso los culpables. Pero no hay nada que se resista a la sagacidad e imaginación de los Queen.

El Misterio De Los Hermanos Siameses — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Misterio De Los Hermanos Siameses», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Todo el qué? -dijo precipitadamente la señora Xavier.

– Las «pistas» dejadas, o mejor, encontradas, en la mano de su marido y de su cuñado, señora -continuó Ellery-. Después de un tiempo pude darme cuenta de que eran sencillamente imposibles. Demasiado sutiles para poder emanar de la mente de dos moribundos. Demasiado sutiles y demasiado complicadas. Esa sutileza excesiva es la que hacía estúpido utilizarlas como el asesino hizo. Se salían de lo normal. Y, por cierto, si no hubiera sido por nuestra aparición absolutamente fortuita y casual en este lugar es casi completamente seguro que hubieran producido el efecto que se buscaba con ellas, aunque muy probablemente sin descubrir su significado. Y no lo digo por alabanza propia, porque en cierto modo mi propia mente ha trabajado como la del criminal. Tengo una mente tortuosa lo mismo que él -hizo una pausa y suspiró-. Como les iba diciendo, sospeché enseguida de la validez de tales «pistas» y con el tiempo las descarté del todo, mientras meditaba aquí en la bodega. Y entonces, se me iluminó el camino y me di cuenta de toda la deprimente intriga, deprimente, astuta y estúpida a la vez.

Hizo otra pausa, removiendo la lengua, con la boca ya seca. El inspector le observaba atónito.

– ¿De qué demonios está usted hablando? -dijo el doctor Holmes.

– Espere, doctor. Nos equivocamos de camino por primera vez cuando decidimos que no debía haber más que un intento de acusación en falso: la de Mark Xavier contra su cuñada. Es decir, que el valet de diamantes en el caso de la muerte del doctor Xavier había sido dejado por el mismo doctor.

– ¿Quieres decir -preguntó el inspector de retruque- que el abogado no encontró el medio valet de la mano de su hermano John aquella noche, en el estudio?

– ¡Oh, sí! Encontró la carta -dijo Ellery-, ése es el punto crucial del asunto. Y, además, Mark dio por sentado que su hermano había dejado ese medio valet para dar una pista a la policía. Y se equivocó, como nosotros.

– ¿Y cómo puedes saber eso?

– Por algo que he recordado hace poco. El doctor Holmes dijo, después de examinar el cadáver, que su colega era diabético y que, debido a esa condición patológica, el rigor mortis se había producido enseguida, en cuestión de minutos en vez de horas. Supimos así que el doctor Xavier había muerto sobre la una de la mañana. Mark Xavier se encontró el cuerpo a las dos y media. A esa hora el rigor tenía que ser ya completo, y su mano derecha estaba crispada sujetando el seis de picas cuando lo encontramos por la mañana, mientras la izquierda permanecía sobre la mesa del escritorio, con la palma para abajo, de plano sobre la superficie lisa, y los dedos rígidos y rectos. Si el rigor se había producido a los pocos minutos de la muerte ambas manos debieran haber estado en esa misma posición cuando Mark Xavier encontró el cadáver una hora y media después de muerto.

– ¿Y entonces?

– ¿No se dan cuenta? -gritó Ellery-. Si Mark Xavier se encontró la mano derecha de su hermano cerrada y la izquierda rígida y estirada, de manera que ya no podía ni estirar la una ni cerrar la otra sin romper los dedos rígidos ya, ni dejar señales evidentes de haberlos forzado, tuvo necesariamente que manipularlos sin hacer fuerza y dejarlos como estaban, es decir, que se lo encontró necesariamente con la mano derecha cerrada y la izquierda plana, lo mismo que lo encontramos nosotros. Y si sabemos que Mark cambió el valet de diamantes por el seis de picas, ¿en qué mano tuvo que encontrar ese medio valet de diamantes?

– En la derecha, claro está -exclamó el inspector.

– Exactamente. El valet de diamantes estaba en la mano derecha del doctor Xavier y lo único que tuvo que hacer Mark fue lo que tú hiciste cuando recogiste el seis de picas, padre, es decir, separar los dedos rígidos lo suficiente para que cayera la carta por su propio peso. Luego insertó el seis de picas y volvió a forzar los dedos esa pequeña fracción de milímetros para que lo sujetaran. Es imposible que encontrara el valet en la mano izquierda del médico porque entonces hubiera tenido que abrir la mano completamente para dejarla plana sobre la mesa y eso es imposible de hacer sin dejar al menos, como he dicho, fuertes marcas, marcas que no existían cuando examinamos el cuerpo.

Se detuvo, y el silencio dejó oír el temible crepitar sobre ellos. En los momentos anteriores se había oído algún que otro ruido fuerte sobre el techo, objetos cayendo. Se oyó otro… Pero apenas le hicieron caso. Estaban fascinados por la historia.

– Pero… -comenzó la señorita Forrest balanceándose atrás y adelante.

– ¿Aún no está claro? -dijo Ellery casi con alegría-. El doctor Xavier era diestro como probé hace mucho tiempo, y por lo tanto si quisiera haber partido en dos una carta hubiera cortado y estrujado el trozo con la mano derecha y lo hubiera tirado con esa misma, conservando la otra mitad en la izquierda, puesto que, además, no tenía interés especial por ninguno de los trozos, ya que eran idénticos. Pero si el trozo conservado quedó, como ya demostré también, en su derecha, que es donde lo encontró Mark, no fue el doctor quien rompió la carta y por tanto alguna otra persona lo hizo y se la puso en la mano derecha equivocadamente. Es decir, que ese valet partido, puesto allí para acusar del crimen a los mellizos era también una acusación falsa, una escapatoria, y los muchachos quedan, por lo tanto, fuera de toda sospecha.

Quedaron tan perplejos que no podían ni siquiera sonreír o mostrar alivio, sólo podían mirar hacia Ellery. Debía ser poca cosa, pensó éste, ser inocente o culpable cuando la muerte amenaza tan de cerca, detrás de la puerta de arriba.

– Así, pues, la primera pista falsa fue preparada antes de las dos y media, antes de que Mark penetrara en el escenario del crimen -siguió sin perder tiempo Ellery- y creo que tenemos perfecto derecho a asegurar que la acusación falsa en contra de los muchachos hubo de ser preparada por el asesino. A no ser que prefiramos la teoría descabellada de que tampoco en este caso fuera el asesino, sino otra persona que llegara por allí después del crimen pero antes que Mark Xavier; en otras palabras, que haya habido dos delatores falsos y un asesino -negó con la cabeza-. Demasiado fantástico. El asesino tuvo que dejar la primera falsa pista.

– Ese tema del rigor mortis como prueba de que fue el asesino y no el doctor Xavier quien dejó el valet de diamantes para acusar a los gemelos, me parece un poco… arbitraria -dijo el inspector dubitativo e interesado a su pesar-. No suena del todo convincente.

– ¿No? -Ellery sonrió en su desesperado esfuerzo por apartar sus mentes de las llamas-. Pues puedo asegurarte que es un hecho y no una teoría. Puedo confirmarlo. Pero antes quiero destacar otra cuestión que se nos presenta: ¿fue el asesino del doctor Xavier el que asesinó a su hermano Mark? Porque a pesar de que las probabilidades de que así fuera son enormes, no hay ningún dato que nos permita asegurado con lógica. Y yo lo puedo probar, con o sin lógica, para mi satisfacción.

– ¿Cómo estaban las cosas antes de la muerte de Mark? El pobre hombre se había sumido en una inconsciencia profunda justo antes de poder revelarnos el nombre del que él creía que había matado a su hermano. El doctor Holmes declaró que muy probablemente el herido recobraría el conocimiento a las pocas horas. Todo el mundo estaba delante cuando se nos informó de ello. ¿Quién estaba en peligro mayor si Mark recuperaba el sentido? Si hemos de aceptar lo más obvio, la relación de causa a efecto, la persona que creyó que podía ser desenmascarada por él, es decir, la persona con conciencia culpable, el asesino del doctor. Y por lo tanto, creo que bajo tan especiales e imperiosas circunstancias no cabe duda de que el asesino de John Xavier fue quien penetró en el dormitorio en que yacía Mark y le envenenó para asegurarse de su silencio perpetuo. Y, fíjense, esto resulta válido tanto si Mark Xavier sabía quién era el verdadero asesino como si no lo sabía, porque la mera amenaza bastaba para empujar su mano criminal.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Misterio De Los Hermanos Siameses»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Misterio De Los Hermanos Siameses» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Misterio De Los Hermanos Siameses»

Обсуждение, отзывы о книге «El Misterio De Los Hermanos Siameses» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x