Sophie Hannah - No es mi hija

Здесь есть возможность читать онлайн «Sophie Hannah - No es mi hija» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

No es mi hija: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No es mi hija»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

No es mi hija es la historia de una mujer, Alice, que sale a dar un paseo poco después de haber dado a luz a su hija Florence. Al regresar, descubre que el bebé que está en la cuna no es su hija, a pesar de que su marido insiste en que está equivocada. A partir de ese momento empieza la agónica pesadilla de Alice para conseguir que alguien la crea y descubrir qué ha pasado con su bebé.

No es mi hija — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No es mi hija», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Algo nuevo? -su siguiente línea de diálogo, la que tocaba. Y ella le contaría algo, siempre le contaba algo.

– He visto a Beryl Peach hoy, en la lavandería.

– Ah, que bien.

– Kevin se quedará en casa un tiempo. Podrías preguntarle si quiere que os veáis.

– Quizás esté muy ocupado. -Kevin Peach había sido amigo de Simon en la escuela. Por poco tiempo. Hasta que Simon se hartó de ser la mascota, el «maldito cabrón» de turno del pequeño grupo de Peach. Disfrutaban verlo iniciar peleas sin razón, lo incitaban a que se acercara a chicas que estaban muy lejos de su nivel. Copiaban de sus apuntes cuidadosamente escritos e incluso le echaban la culpa si no sacaban las a que él sacaba en los exámenes. No gracias. Ahora tenía una nueva vida social, el Brown Cow después del trabajo con Charlie, Sellers, Gibbs y algunos más. Las amistades entre policías eran fáciles de mantener en un nivel superficial con bromas sobre el trabajo. Excepto Charlie. Ella siempre trataba de ir más allá de eso, de ir más y más profundo. Saber más.

– ¿Bueno y cuándo voy a verte si no es el domingo? -preguntó Kathleen Waterhouse.

– No sé, mamá. -No antes de haber encontrado a Alice. Simon no podía soportar ver a sus padres cuando se sentía completamente débil. Su compañía, la atmósfera agobiante de la casa en la que creció, que no había cambiado en más de treinta años, podía convertir un ligero mal humor en el peor suplicio. Pobres infelices, no era culpa suya. Siempre se alegraban mucho de verlo. -¿Por qué no esperamos y vemos qué pasa el domingo?

Sonó el timbre. El cuerpo entero de Simon se irguió. Rogó que su madre no hubiese escuchado el ruido. Sacaría la lista de preguntas: ¿Quién es? Bueno, ¿quién podría ser? ¿No era poco cortés llamar inesperadamente a las nueve? ¿Conocía Simon a alguien que hiciera eso? Kathleen Waterhouse temía a la espontaneidad.

Simon había pasado la mayor parte de su vida intentando no serlo. Ignoró el timbre con la esperanza de que quienquiera que fuese se diera pronto por vencido y se marchara.

– ¿Cómo está la casa? -preguntó su madre. Preguntaba por ella cada vez que llamaba, como si fuera una mascota o un niño.

– Mamá, debo irme. La casa está bien. Es maravillosa.

– ¿Por qué tienes que irte?

– Sencillamente tengo que irme, ¿está bien? Te llamo mañana.

– Está bien querido. Adiós. Dios te bendiga. Te llamo después.

¿Después? Simon apretó los dientes. Esperaba que fuera una figura retórica, que el «después» no significara esa misma noche. Se odiaba a sí mismo por no desear, no poder, pedirle que llamara menos seguido. Era una petición razonable. ¿Por qué no podía hacerlo? La maldita casa estaba bien. Era un chalet de dos plantas con terraza en un callejón junto al parque, a cinco minutos andando de la casa de sus padres. Tenía mucho encanto pero poco espacio y quizás fue la elección equivocada para alguien tan alto como él, pero no lo pensó en su momento. Ahora estaba atado a ella y no era muy difícil tener que agacharse cuando se movía de una habitación a otra.

Los precios de las propiedades estaban a punto de volverse ridículos cuando compró la casa hace tres años. Aún luchaba cada mes para pagar la hipoteca. Su madre nunca quiso que se fuera de casa ni entendió por qué sentía la necesidad de hacerlo. Habría sido muy infeliz si se hubiese mudado mucho más lejos. De esta forma pudo decirle «Me voy a la vuelta de la esquina, nada va a cambiar». Los cambios: algo que había que temer.

El timbre sonó de nuevo. A medida que caminaba hacia el recibidor pudo escuchar la voz de Charlie.

– ¡Déjame entrar maldito ermitaño! -dijo bromeando. Simon miró su reloj y se preguntó cuánto pensaba quedarse. Abrió la puerta.

– Por el amor de Dios, relájate.

Charlie pasó de largo con un paquete en la mano. Se metió hasta el salón sin haber sido invitada, se quitó el abrigo y se sentó. -Solo he venido a darte esto. -Extendió el paquete acolchado hacia Simon.

– ¿Qué es esto?

– Antrax. -Le hizo una mueca-. Simon, es un maldito libro, ¿está bien? Solo un libro, no necesitas entrar en pánico. Lamento no haberte llamado antes pero estaba en el bar con Olivia y me dio esto. Tenía que irse temprano así que pensé pasar un momento para dártelo, es para tu madre.

Simon abrió el paquete y vio un libro blanco de bolsillo titulado Arriesgarlo todo de Shelagh Montgomery, la autora favorita de su madre. Bajo el nombre de la autora se leía en tinta negra «prueba sin corregir». La hermana de Charlie, Olivia, era periodista y hacía muchas reseñas de libros. Las pocas que Simon había leído eran innecesariamente salvajes. -¿Esto significa que aún no está publicado?

– Así es.

– Mamá se pondrá muy contenta. Gracias.

– No me des las gracias. Lee el primer párrafo y verás que es uno de los peores libros que se ha escrito jamás. -Charlie parecía avergonzada, así se veía cuando era pillada intentando ser considerada. Con frecuencia le daba libros que recibía de Olivia, ya fueran para él o para su madre, dependiendo de si eran serios o malos. Siempre se burlaba del libro sin misericordia, decidida a ocultar sus pensamientos con una fachada de sarcasmo. Era como si se avergonzara de tener virtudes.

– Vaya, aún no has decorado. -Miró a su alrededor con desaprobación-. Cualquiera pensaría que una viuda de noventa años vive aquí. ¿Por qué no pintas ese espantoso papel de las paredes? ¡Y esos adornos! Simon eres un hombre joven. No deberías tener perros de porcelana en el mantel. No es natural.

Los perros habían sido un regalo de sus padres para su nueva casa. Simon estaba agradecido por el libro así que intentó ocultar su irritación. Él y Charlie eran muy diferentes, era un milagro que pudiesen arreglárselas para hablarse. Simon nunca hubiese soñado siquiera con hacer un comentario sobre la casa de otra persona, en cambio Charlie parecía vivir en un mundo donde la descortesía era un signo de afecto. A veces ella llevaba a Olivia al Brown Cow y Simon se sorprendía de la forma en la que intercambiaban insultos. «Jodida mentalista», «maldita psicoputa», «espectáculo de feria», «estúpida subnormal»… ambas intercambiaban regularmente estos y otros comentarios como si fueran los halagos más cálidos. Ridiculizaban la ropa de la otra, sus conductas o sus actitudes. Siempre que Simon las veía se sentía aliviado de ser hijo único.

En el mundo de Charlie era aceptable visitar a alguien a las nueve de la noche, sin avisar, para darle un libro que bien hubiese podido esperar hasta el día siguiente en el trabajo.

– Preguntaste por qué Laura Cryer se fue sola de Los Olmos -dijo mientras levantaba un ejemplar de Moby Dick del brazo de un sillón y lo hojeaba mientras hablaba-. Revisé los archivos. Iba a dejar la manta de su hijo. La había olvidado. Vivienne Fan- court se iba a quedar con él esa noche cuidándolo. Laura iba a ir a un club.

– ¿Un club? -Simon no estaba en «modo trabajo» y le costó cambiar tan rápido. Su mente aún pensaba en cómo deshacerse de Charlie para poder retomar su libro. Notó que lo había cerrado sin preocuparse por volver a colocar el marcador. De nuevo se aguantó la irritación.

– Sí, ya sabes, uno de esos sitios donde la gente joven va a divertirse. Cryer era soltera y solo estaba esperando a que el divorcio terminara de tramitarse.

– Quizás había conocido a alguien nuevo y Fancourt estaba celoso.

– No es cierto. Sus amigos dicen que estaba buscando emparejarse, pero de momento estaba sola -dijo Charlie, un tanto agresivamente.

Simon se sintió frustrado, como si las circunstancias estuviesen deliberadamente conspirando para proteger a David Francourt. Si no de asesinato, al menos tenía que ser culpable de algo. Sin embargo, probablemente también de asesinato. La desaparición de Alice y la muerte de Laura estaban conectadas de algún modo, Simon apostaría su vida por eso.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «No es mi hija»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No es mi hija» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «No es mi hija»

Обсуждение, отзывы о книге «No es mi hija» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x