Benito Pérez Galdós - Electra

Здесь есть возможность читать онлайн «Benito Pérez Galdós - Electra» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: foreign_antique, foreign_prose, Зарубежные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Electra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Electra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Electra — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Electra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pantoja. Sí, sí; pero… Amiga mía, en los senderos de la confianza tropiezan y resbalan los más fuertes: me lo ha enseñado una triste experiencia.

Electra ( en el grupo del centro ). Yo sentaré la cabeza cuando me acomode. Nadie se pone serio hasta que Dios lo manda. Nadie dice ¡ay! ¡ay! hasta que le duele algo.

Marqués. Justo.

Cuesta. Y ya, ya aprenderá cosas prácticas.

Electra. Cierto: cuando venga Dios y me diga: «niña: ahí tienes el dolor, los deberes, la duda…»

Máximo. Que lo dirá… y pronto.

Evarista. Electra, hija mía, no tontees…

Electra. Tía, es Máximo que… ( Pasa al lado de su tía. )

Don Urbano. Máximo tiene razón…

Cuesta. Seguramente. ( Cuesta y Don Urbano pasan también al lado de Evarista, quedando solos a la izquierda Máximo y el Marqués. )

Máximo. ¿Puedo saber ya, señor Marqués, el resultado de su primera observación?

Marqués. Me ha encantado la chiquilla. Ya veo que no había exageración en lo que usted me contaba.

Máximo. ¿Y la penetración de usted no descubre bajo esos donaires algo que…?

Marqués. Ya entiendo… belleza moral, sentido común… No hay tiempo aún para tales descubrimientos. Seguiré observando.

Máximo. Porque yo, la verdad, consagrado a la ciencia desde edad muy temprana, conozco poco el mundo, y los caracteres humanos son para mí una escritura que apenas puedo deletrear.

Marqués. Pues en esa escritura y en otras sé yo leer de corrido.

Máximo. ¿Viene usted a mi casa?

Marqués. Iremos un rato. Es posible que mi mujer me riña si sabe que visito el taller de Electrotecnia y la fábrica de luz. Pero Virginia no ha de ser muy severa. Puedo aventurarme… Después volveré aquí, y con el pretexto de admirar a la niña en el piano, hablaré con ella y continuaré mis estudios.

Máximo ( alto ). ¿Viene usted, Marqués?

Don Urbano. ¿Pero nos dejan?

Marqués. Me voy un rato con este amigo.

Evarista. Marqués, estoy muy enojada por sus largas ausencias, pero muy enojada. No podrá usted desagraviarme más que almorzando hoy con nosotros. Es castigo, Don Juan; 27 27 Don Juan : see footnote 13 . es penitencia.

Marqués. Yo la acepto en descargo de mi culpa, bendiciendo la mano que me castiga.

Evarista. Tú, Máximo, vendrás también.

Máximo. Si me dejan libre a esa hora, vendré.

Electra. No vengas, hombre… por Dios, no vengas. ( Con alegría que no puede disimular. ) ¿Vas a venir? Di que sí. ( Corrigiéndose. ) No, no: di que no.

Máximo. ¡Ah! No te libras de mí. Chiquilla loca, tú tendrás juicio.

Electra. Y tú lo perderás, sabio tonto, viejo… ( Le sigue con la mirada hasta que sale. Salen Máximo y el Marqués por el jardín. José entra por el foro. )

ESCENA VIII

Electra, Evarista, Don Urbano, Pantoja, Cuesta, José.

José ( anunciando ). La señora Superiora de San José 28 28 San José , etc.: see footnote 8 . de la Penitencia.

Pantoja. ¡Oh, mi buena Sor Bárbara de la Cruz…!

Evarista. Que pase aquí. ( Se levanta. ) No: al salón. Vamos.

Pantoja. ¡Qué feliz oportunidad! Así me evita el ir al convento.

Evarista. Hija, que estudies. ( Señalándole la estancia próxima. )

Cuesta ( despidiéndose ). Yo me retiro. Volveré luego.

Evarista. Adiós.

Cuesta ( aparte, por Electra ). ¿La dejarán sola?

Pantoja ( acudiendo a Electra ). Cultive usted, Electra, con discernimiento ese arte sublime. Consagre usted todo su talento al gran Bach… 29 29 Bach : Johann Sebastian Bach (1685-1750). One of the greatest composers of church music. [40] [42] para que se vaya asimilando el estilo religioso. ( Vanse todos menos Electra. )

ESCENA IX

Electra; al poco rato Cuesta.

Electra ( entonando una salmodia de Iglesia, recoge los dibujos y los ordena ). Bach… para que me asimile… ¡qué gracia! el estilo religioso. ( Canta. )

Cuesta ( entra por el foro recatándose ). ¡Sola…!

Electra ( canta algunas notas litúrgicas. Ve avanzar a Cuesta ). ¿Pero no se había marchado usted, Don Leonardo?

Cuesta ( con timidez ). Sí; pero he vuelto, hija mía. Tengo que hablar con usted.

Electra ( un poquito asustada ). ¡Conmigo!

Cuesta. El asunto es delicado, muy delicado… ( Con fatiga y dificultad de respiración. ) Perdone usted… padezco del corazón… no puedo estar en pie. ( Electra le aproxima una silla. Se sienta. ) Sí: tan delicado es el asunto que no sé por donde empezar.

Electra. Por Dios, ¿qué es?

Cuesta ( animándose ). Electra, yo conocí a su madre de usted.

Electra. ¡Ah! Mi madre fue muy desgraciada.

Cuesta. ¿Qué entiende usted por desgraciada?

Electra. Pues… que vivió entre personas malas que no le permitían ser tan buena como ella quería.

Cuesta. ¡Oh! Sin saberlo ha dicho usted una gran verdad… ¿Recuerda usted a su madre?… ¿Piensa usted en ella?

Electra. Mi madre es para mí un recuerdo vago, dulcísimo; una imagen que nunca me abandona… Viva la guardo en mi corazón, que no es todavía más que una gran memoria, y en esta gran memoria la están buscando siempre mis ojos ansiosos de verla. ¡Pobre madre mía! ( Se lleva el pañuelo a los ojos. Cuesta suspira. ) Dígame, Don Leonardo: cuando trataba usted a mi madre ¿era yo muy chiquitita?

Cuesta. Era usted una monada. Le hacíamos a usted cosquillas para verla reír; su risa me parecía el encanto, la alegría de la Naturaleza.

Electra. Vea usted por que he salido tan loca, tan traviesa y destornillada… Y alguna vez me cogería usted en brazos.

Cuesta. Muchísimas.

Electra ( sonriendo sin acabar de secar sus lágrimas ). ¿Y no le tiraba yo de los bigotes?

Cuesta. A veces con tanta fuerza, que me hacía usted daño.

Electra. Me pegaría usted en las manos.

Cuesta. ¡Vaya!

Electra. ¿Pues sabe usted que creo que todavía me duelen…?

Cuesta ( impaciente por entrar en materia ). Pero vamos al caso. Advierto a usted, Electra, que esto es reservadísimo. Queda entre los dos.

Electra. ¡Oh! me da usted miedo, Don Leonardo.

Cuesta. No es para asustarse. Vea usted en mí un amigo, el mejor de los amigos; vea en este acto el interés más puro, el sentimiento más elevado…

Electra ( confusa ). Sí, sí: no dudo… pero…

Cuesta. Vea usted por qué doy este paso… Aunque no soy muy viejo, no me siento con cuerda vital para mucho tiempo. Viudo hace veinte años, no tengo más familia que mi hija Pilar, ya casada, y ausente. Casi estoy solo en el mundo, con el pie en el estribo para marchar a otro… y mi soledad ¡ay! parece como que quiere echarme más pronto… ( Con gran dificultad de expresión. ) Pero antes de partir… ( Pausa. ) Electra, he pensado mucho en usted antes que la trajeran a Madrid, y al verla ¡Dios mío! he pensado, he sentido… qué sé yo… un dulce afecto, el más puro de los afectos, mezclado con alaridos de mi conciencia.

Electra ( aturdida ). ¡La conciencia! ¡Qué cosa tan grave debe ser! La mía es como un niño que está todavía en la cuna.

Cuesta ( con tristeza ). La mía es vieja, memoriosa. Me repite, me señala sin cesar los errores graves de mi vida.

Electra. ¡Usted… errores graves, usted tan bueno!

Cuesta. Sí, sí: bueno, bueno… y pecador… En fin, dejemos los errores y vamos a sus consecuencias. Yo no quiero, no, que usted viva desamparada. Usted no posee bienes de fortuna. Es dudoso que la protección de Urbano y Evarista sea constante. ¿Cómo he de consentir yo que se encuentre usted pobre y desvalida el día 30 30 : el día…mañana: see día . de mañana?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Electra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Electra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Benito Pérez Galdós - Fortunata y Jacinta
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Trafalgar
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Miau
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Marianela
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Doña Perfecta
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - La desheredada
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - La de Bringas
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Misericordia
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - Torquemada en la hoguera
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós - La Fontana de Oro
Benito Pérez Galdós
Отзывы о книге «Electra»

Обсуждение, отзывы о книге «Electra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x