Carlos Fuentes - La Silla Del Águila

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Fuentes - La Silla Del Águila» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Silla Del Águila: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Silla Del Águila»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el año 2020, en un México sin telecomunicaciones ni computadoras porque los norteamericanos (proveedores únicos) lo tienen castigado, se desata la lucha por la presidencia, es decir, por sentarse en la Silla del Águila y no abandonarla nunca. Aquí no hay lealtad que valga: por conseguir el poder, el padre es capaz de traicionar al hijo, la esposa al cónyuge, el secretario de Estado al Primer Mandatario. Y todo puede pasar: crímenes de viejos caciques, espionaje de supuestos allegados, maniobras tétricas, extorsión sexual? e incluso, que reaparezca en la escena política un fallido candidato presidencial al que todos creyeron asesinado años atrás. El triunfador, el Ungido, oculta un pasmoso secreto que será necesario preservar a toda costa.

La Silla Del Águila — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Silla Del Águila», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

No van más apuestas. Les jeux sont faits . Ya ves, ayer le aposté toda mi confianza al silencio. Tenía presente la manera como lo escrito en secreto se vuelve públicamente contra nosotros un día. Recordaba la fascinación psicótica del Presidente Richard Nixon por dejar grabadas todas sus intrigas e infamias en el más soez lenguaje imaginable en un cuáquero. Te lo digo a boca de jarro: todo político tiene que ser hipócrita. Para ascender, todo se vale. Pero hay que ser no sólo falso, sino astuto. Todo político asciende con una cauda de desgracias amarradas, como latas de CocaCola a la cola de un gato a la vez rebelde y espantado… El gran político es el que llega alto despojándose de amarguras, rencores y malos ratos. El puritano como

Nixon es el político más peligroso para los demás y para sí mismo. Cree que todo el mundo tiene que soportarlo porque él viene de muy abajo. Su humildad cabizbaja alimenta su insolente soberbia. Eso es lo que perdió a Nixon: la nostalgia del fango, la desesperada vocación de regresar al albañal de la nada para purgarse del mal, sin darse cuenta de que sólo volvía a bañarse en el lodo de sus orígenes, al precio de recobrar, lo admito, la ambición de salir del hoyo y ascender de nuevo.

La nostalgie de la boue, dicen los franceses ( y entre paréntesis, esa es otra cosa que me encantó de ti, que seas francófono, que hayas estudiado en la École Nationale d'Administration de París, que estés a tono con los que abandonamos el inglés por haberse convertido en lingua franca, devolviéndole al francés el prestigio de la comunicación casi elitista, secreta, entre políticos ilustrados).

Nixon en los USA, Díaz Ordaz en México, Berlusconi en Italia, acaso Hitler en Alemania, Stalin en Rusia, aunque estos dos últimos conviertan el mal en grandeza y aquellos lo revierten a la miseria… Estudia estos casos, querido Nicolás. Conoce los extremos si deseas ubicarte en el virtuoso medio, amor mío.

Bueno, recuerdo la fascinación psicótica del Presidente Nixon por dejar grabadas todas sus intrigas e infamias, salpicadas de vocablos indecentes, a veces propios de un chiquillo enojado con el mundo, a veces dignas de un endurecido criminal callejero. ¿Y qué decir de nuestros caciquillos tropicales, que filman sus peores hazañas y se deleitan comprobando el horror impune de sus asesinatos? Qué temblor casi erótico deben sentir cuando ven caer sangrando a un puñado de campesinos inermes balaceados por la tropa del señor gobernador.

México está teñido de ríos ensangrentados y cavado de barrancas fúnebres y sembrado de cadáveres insepultos. Ahora que debutas en política, mi bello, deseable amigo, jamás pierdas de vista el desolado panorama de la injusticia que es la sagrada escritura de nuestras tierras latinoamericanas. El secreto priva, es cierto, pero basta una revelación para convertir la ufana impunidad de un gobernador o un Presidente en vergüenza colectiva que el cinismo del poderoso no alcanza a someter.

Nada me preparaba para un giro tan radical como el que hoy nos da la bienvenida al Año Nuevo. Si no funcionan los sistemas de comunicación, si no hay teléfono, ni fax, ni e-mail, ni siquiera el humilde telégrafo de antaño, vaya, ni palomas mensajeras (envenenadas todas como por arte de brujería) y sólo nos quedan las señales de humo de los indios tarahumaras agitando sus cobijas de colores, y todo esto sucede no por el cambio de milenio como entonces se esperaba, el paso del calendario dominado por el 1900 al instalado en el 2000, sino por este extraño seudocapicúa del año que vivimos, te confieso que mi vida cambia más allá de mis fuerzas hundiéndome en un estupor del cual, como siempre, saco fuerzas para decirme:

– María del Rosario, presta atención a tu amigo Xavier Zaragoza, el llamado "Séneca", el consejero áulico del señor Presidente Lorenzo Terán, cuando dice que, en ausencia de todos los oropeles y parafernalias de este mundo traidor, el as de la baraja, la carta escondida en la manga, bien puede ser la que todos desprecian como ilusoria y poco práctica: la figura noble que con su dignidad redime la abyección de todos los demás. El hombre puro que quizá salve al sistema.

Ese hombre, ¿eres tú, Nicolás Valdivia? ¿Tan equivocada estoy cuando lo pienso? ¿Tan débil se me ha vuelto mi reputada intuición? ¿Tan afásica me ha vuelto la política cotidiana que la mitad de mi cerebro -la mitad moral- ya no funciona? ¿O es que tú, mi bello amigo, eres quien la revive? ¿Milagrosamente?

Bueno, de manera que si la regla de la discreción se vuelve imposible, quizá las de la hipocresía, la corrupción y la mentira se desvanezcan con ella. De tal manera, te digo, que haré virtud de necesidad y me entregaré, con absoluta imprudencia, a la indiscreción.

Esta carta que te escribo, Nicolás Valdivia, es prueba de ello. Ya no hay otra manera de comunicarse, salvo la verbal, la presencia inmediata que es demasiado peligrosa, o la mediata, menos arriesgada pero al cabo la única que nos queda. La cuestión, mi muy deseado galán, es saber cuál de las dos maneras -la escrita o la oral- es la que, fatalmente, apresurará lo que ambos deseamos, sólo que a ritmos diferentes. El camino a mi lecho no está despejado, mi querido Nicolás. Hay mil puertas que deberás abrir antes de llegar a él. Es casi como en un cuento oriental, ¿recuerdas? Te pondré a prueba día con día. La recompensa depende de ti. Sé que te bastaría mi cariño carnal para sentirte satisfecho. Yo admito que deseo tu cuerpo, pero aún más tu éxito. El sexo puede ser inmediato y luego quedarse en un triste e insatisfactorio

quickie .

En cambio, la fortuna política es un largo orgasmo, querido. El éxito tiene que ser mediato y lento en llegar para ser duradero. Un largo orgasmo, querido. Ve abriendo las puertas, mi niño, una a una. El último umbral es el de mi recámara. El último candado es el de mi cuerpo.

Nicolás Valdivia: yo seré tuya cuando tú seas Presidente de México.

Y te lo aseguro: yo te haré Presidente de México. Por esta cruz de mis dedos te lo juro. Por la santísima Virgen de Guadalupe, te lo prometo con santidad, mi amor.

2

Xavier Zaragoza "Séneca" a María del Rosario Galván

No pretendo que me hagan caso. Un "consejero áulico" cumple con su deber aconsejando con buena voluntad -no basta- y buena información -no se nos da-. Si logro sobrevivir esta desgracia será, precisamente, porque en esta ocasión el señor Presidente, desgraciadamente, sí me hizo caso.

Como es mi costumbre, dilecta amiga, invoqué los principios, que para eso tengo la oreja del Presidente. Soy el Pepito Grillo de su conciencia. Saco del armario mi colección de principios éticos. Acaso mi esperanza secreta, María del Rosario, es que mi conciencia quede a salvo aunque la realpolitik se vaya por el lado del pragmatismo. La realpolitik , sabes, es el culo por donde se expele lo que se come -caviar o nopalito, pato á l’orange o taco de nenepil-. Los principios, en cambio, son la cabeza sin ano. Los principios no van al excusado. La realpolitik atasca los inodoros del mundo y en el mundo del poder tal como es, no tienes más remedio que rendirle tributo a la madre naturaleza.

Pero hoy, por una vez, vencieron los principios. El Presidente decidió, quizá como regalo de Año Nuevo 2020 a una población ansiosa, más que de buenas noticias, de satisfacciones morales, que pediría en su Mensaje al Congreso el abandono de Colombia por las fuerzas de ocupación norteamericanas y, de pilón, prohibir la exportación de petróleo mexicano a los Estados Unidos, a menos que Washington nos pague el precio demandado por la OPEP. Para colmo, anunciamos estas decisiones en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU. La respuesta, ya lo viste, no se hizo esperar. Amanecimos el 2 de enero con nuestro petróleo, nuestro gas, nuestros principios, pero incomunicados del mundo. Los Estados Unidos, alegando una falla del satélite de comunicaciones que amablemente nos conceden, nos han dejado sin fax, sin e-mail, sin red y hasta sin teléfonos. Estamos reducidos al mensaje oral o al género epistolar -como lo comprueba esta carta que te escribo con ganas de comerla y tragarla-, ¿por qué demonios me hizo caso el señor Presidente y puso los principios por encima de la cabrona realidad? Ahora me doy de cabezazos contra el muro y me digo:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Silla Del Águila»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Silla Del Águila» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Carlos Fuentes - Chac Mool
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - En Esto Creo
Carlos Fuentes
Carlos Castaneda - El Don Del Águila
Carlos Castaneda
Carlos Fuentes - Vlad
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Hydra Head
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Christopher Unborn
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Instynkt pięknej Inez
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - La cabeza de la hidra
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - La Frontera De Cristal
Carlos Fuentes
Отзывы о книге «La Silla Del Águila»

Обсуждение, отзывы о книге «La Silla Del Águila» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x