Entonces Padre se calló un ratito. Y entonces dijo:
– Lo siento, Christopher. Te lo prometo, nunca pretendí que las cosas acabaran así.
Y entonces supe que no era un chiste y me sentí realmente asustado. Padre dijo:
– Todos cometemos errores, Christopher. Tú, yo, tu mamá, todo el mundo. Y a veces son errores verdaderamente grandes. Sólo somos humanos.
Entonces levantó la mano derecha y abrió los dedos en abanico.
Pero yo grité y lo empujé hacia atrás de manera que se cayó de la cama al suelo.
Se sentó y dijo:
– Vale. Mira, Christopher, lo siento. Dejémoslo por esta noche, ¿de acuerdo? Voy a irme abajo y tú duerme un poco y ya hablaremos por la mañana. -Entonces dijo-: Todo va a salir bien. De verdad. Confía en mí.
Entonces se levantó e inspiró profundamente y salió de la habitación.
Me quedé sentado en la cama mucho rato mirando el suelo. Entonces oí que Toby arañaba en su jaula. Levanté los ojos y vi que me miraba a través de los barrotes.
Tenía que salir de la casa. Padre había asesinado a Wellington. Eso significaba que podía asesinarme a mí, porque no podía confiar en él, incluso aunque hubiera dicho «Confía en mí», porque me había contado una mentira sobre algo muy importante.
Pero no podía salir de la casa inmediatamente porque me vería, así que tendría que esperar a que estuviese dormido.
La hora era las 23.16 de la noche.
Traté de volver a calcular potencias de 2, pero no llegué más allá de 2 15que era 32.768. Así que gemí para hacer que el tiempo pasara más rápido y no pensar.
Entonces era la 1.20 de la madrugada, pero no había oído a Padre subir a la cama. Me pregunté si estaría dormido en el piso de abajo o si estaría esperando para entrar y matarme. Así que saqué mi navaja del Ejército Suizo y abrí la hoja de la sierra para poder defenderme. Entonces salí de mi habitación sin hacer ningún ruido y escuché. No oí nada, así que empecé a bajar por la escalera sin hacer ruido y muy despacio. Y cuando llegué abajo vi el pie de Padre a través de la puerta de la sala de estar. Esperé durante 4 minutos para ver si se movía, pero no se movió. Así que seguí andando hasta llegar al vestíbulo. Entonces me asomé a la puerta de la sala de estar.
Padre estaba tumbado en el sofá con los ojos cerrados.
Lo estuve mirando durante mucho rato.
Roncó y yo di un salto, oía la sangre en mis oídos y a mi corazón latir pero que muy rápido y un dolor como si alguien hubiese hinchado un globo muy grande dentro de mi pecho.
Me parecía que iba a tener un ataque al corazón.
Los ojos de Padre seguían cerrados. Me pregunté si hacía como que dormía. Entonces, cogí la navaja y di unos golpes en el marco de la puerta.
Padre movió la cabeza de un lado a otro y sacudió el pie y dijo «Gnnnn», pero sus ojos no se abrieron. Y entonces volvió a roncar.
Estaba dormido.
Eso significaba que si no hacía ningún ruido para no despertarle, podía salir de la casa.
Cogí mis dos abrigos y mi bufanda de los colgadores junto a la puerta principal, porque fuera haría frío por la noche. Entonces subí otra vez sin hacer ruido, pero fue difícil porque las piernas me temblaban. Entré en mi habitación y cogí la jaula de Toby. Arañaba y hacía ruido, así que me quité uno de los abrigos y lo puse sobre la jaula para silenciarlo un poco. Entonces me lo llevé escalera abajo.
Padre seguía dormido.
Entré en la cocina y cogí mi caja especial de comida. Abrí la puerta de atrás y salí al exterior. Aguanté el picaporte de la puerta al volver a cerrarla para que no hiciera ruido. Y caminé hasta el final del jardín.
Al final del jardín hay un cobertizo. Dentro están la cortadora de césped y las tijeras para podar setos, y un montón de artículos de jardinería que Madre solía usar, como macetas y sacos de abono orgánico y cañas de bambú y cuerda y palas. Se estaría un poquito más caliente en el cobertizo pero yo sabía que Padre me buscaría en el cobertizo, así que lo rodeé hasta la parte de atrás y me apretujé en el espacio que quedaba entre la pared del cobertizo y la valla, detrás de la gran cuba de plástico negro para recoger agua de lluvia. Entonces me senté y me sentí un poco más a salvo.
Decidí dejar mi otro abrigo sobre la jaula de Toby porque no quería que cogiera frío y se muriese.
Abrí mi caja especial de comida. Dentro estaba la Milky Bar y dos regalices y tres clementinas y una galleta rosa de barquillo y mi colorante rojo. No tenía hambre pero sabía que debía comer algo porque si no comes puedes coger frío, así que me comí dos clementinas y la Milky Bar.
Entonces me pregunté qué haría a continuación.
Entre el tejado del cobertizo y la gran planta que cuelga sobre la valla desde la casa de al lado veía la constelación de Orión.
La gente dice que Oriónse llama Orión porque Orión era un cazador y la constelación parece un cazador con garrote y arco y flecha, así
Pero eso es una verdadera tontería porque no son más que estrellas, y podrías unir los puntitos como quisieras, y hacer que pareciese una señora con un paraguas que saluda, o la cafetera de la señora Shears, que es de Italia, con un asa y vapor que sale, o un dinosaurio
Además en el espacio no hay líneas, así que podrías unir trocitos de Orióncon trocitos de la Liebreo Tauroo Géminisy decir que son una constelación llamada El Racimo de Uvaso Jesúso La Bicicleta(sólo que no tenían bicicletas en las épocas romana y griega, que fue cuando llamaron Orión a Orión).
En cualquier caso, Oriónno es un cazador o una cafetera o un dinosaurio. Es Betelgeuse y Bellatrix y Alnilam y Rigel y 17 estrellas más de las que no me sé los nombres. Y son explosiones nucleares a billones de kilómetros de aquí.
Y ésa es la verdad.
Estuve despierto hasta las 3.47. Ésa fue la última vez que miré mi reloj antes de quedarme dormido. Tiene una esfera luminosa que se enciende si aprietas un botón, así que pude verla en la oscuridad. Tenía frío y me daba miedo que Padre saliese y me encontrara. Pero me sentía más seguro en el jardín porque estaba escondido.
Miré el cielo mucho rato. Me gusta mirar el cielo por la noche en el jardín. En verano, a veces salgo con mi linterna y mi planisferio, que está hecho de dos círculos de plástico con un alfiler en el centro. En la parte de abajo tiene un mapa del cielo, y en la parte de arriba una apertura en forma de parábola. Giras la apertura para ver el mapa del cielo que se ve ese día del año desde la latitud 51,5º norte, que es la latitud en que está Swindon, porque el pedazo más grande de cielo siempre está en el otro lado de la Tierra.
Y cuando miras el cielo sabes que estás viendo estrellas que están a cientos y miles de años luz. Y algunas de las estrellas ni siquiera existen ya porque su luz ha tardado tanto en llegar a nosotros que ya están muertas, o han explotado y han quedado reducidas a enanas rojas. Y eso te hace sentir muy pequeño, y si en tu vida tienes cosas difíciles es agradable pensar que son lo que se llama «insignificantes», es decir, que son tan pequeñas que no tienes que tenerlas en cuenta cuando haces un cálculo.
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