Carla Neggers - Abandonada

Здесь есть возможность читать онлайн «Carla Neggers - Abandonada» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Abandonada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Abandonada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La marshal Mackenzie Stewart estaba pasando un tranquilo fin de semana en New Hampshire, en la casa de su amiga la jueza federal Bernadette Peacham, cuando fue atacada. Ella pudo repeler el ataque, pero el agresor consiguió escapar. Todo sugería que se trataba de un loco violento… hasta que llegó el agente del FBI Andrew Rook.
Mackenzie había roto con él su norma de no salir con agentes del orden, pero sabía que él no se había desplazado desde Washington para verla, sino porque trabajaba en su caso. A medida que continuaba la caza del misterioso atacante, el caso dio un giro inesperado cuando Mackenzie siguió a Rook a Washington y descubrió que un antiguo juez amigo de Bernadette, ahora caído en desgracia y convertido en informador de Rook, había desaparecido.
Mackenzie y Rook comprenderían entonces que había más en juego de lo que pensaban y que se enfrentaban a una mente criminal que no tenía nada que perder y estaba dispuesta a jugárselo todo.

Abandonada — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Abandonada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ella se detuvo de pronto.

– ¿Quién te ha hecho venir aquí? ¿Gus? ¿Te ha llamado para decirte que estaba en camino?

– He llamado yo.

– ¿Por qué?

– Para preguntar por ti.

Mackenzie cerró la boca y siguió andando.

– Puede que Gus se haya tragado eso, pero tú tienes motivos ocultos.

Rook sacó las llaves del coche del bolsillo del pantalón con la mano libre.

– ¿Eras tan cínica cuando eras profesora de universidad?

– No soy cínica, soy realista.

Cuando llegaron al coche, Mackenzie estaba sin aliento, lo cual la irritaba. Pero cuatro días de no hacer ningún ejercicio se habían cobrado su precio. Con puntos o sin puntos, tendría que madrugar y hacer algo de ejercicio antes de ir al trabajo.

Rook arrojó la mochila al asiento de atrás del coche.

– Si te sirve de consuelo, Gus no me ha dicho que viniera a buscarte. Ha dicho que, si lo hacía, te tratara bien.

– Ha criado a dos sobrinas, tiene buen ojo para los hombres como tú.

– ¿Los hombres como yo? Carine está casada con un paracaidista de salvamento y Antonia con un senador y antiguo piloto de helicópteros de salvamento.

Mackenzie frunció el ceño.

– Has investigado bien. ¿Conoces a Antonia? Vive en Washington.

– Creo que una vez me trató una conmoción.

Mackenzie no sabía si creerlo. Antonia, la hermana mediana de los Winter, era médico de Urgencias. Su marido, Hank Callahan, senador por Massachusetts, y ella habían invitado dos veces a Mackenzie a su casa de Georgetown desde su llegada a Washington. ¿Había investigado Rook a todos los Winter para su caso? ¿Debido al ataque? ¿A causa de ella?

– Así que estoy en buena compañía -añadió Rook-. Y Nate es un tipo decente…

– Gracias a Gus, o eso diría él.

– ¿Te quedaste en su casa cuando yo me vine?

Ella asintió.

– Sólo por la noche. Era más fácil que tenerlo dándome la lata o, peor aún, insistiendo en quedarse conmigo en casa de Beanie. Es un cocinero fabuloso. Eso ayuda.

– Te tratan como si fueras de la familia.

– Pero no lo soy -ella se acercó a la puerta del acompañante-. Tengo a mis padres.

Rook abrió la puerta para ella.

– De niña eras un demonio; después del accidente de tu padre, pasabas mucho tiempo sola. Tu sentido del humor, tu pelo cobrizo y tus lindas pecas seguro que te ayudaron a que no te odiaran demasiado.

Ella entró en el coche.

– Has hablado con Gus. ¿Lo has interrogado como parte de tu investigación?

Rook cerró la puerta sin contestar y rodeó el coche para entrar por el otro lado.

Cuando se sentó al volante, Mackenzie fijó la vista al frente.

– Tengo que parar en un sitio.

– Mac…

– Bernadette me ha llamado. No puedo negarme. Tú decides si quieres llevarme a su casa o no.

Le pareció que los músculos del brazo de él se tensaban mientras ponía el motor en marcha.

– No hay problema.

– Vive al lado de Embassy Row.

– Sé dónde vive.

Mackenzie se recostó en el confortable asiento.

– Por supuesto.

La elegante casa de 1920 de Bernadette Peacham, situada en una calle tranquila de la Avenida Massachusetts, siempre hacía pensar a Mackenzie en fiestas en jardines con ladrillos cubiertos de hiedra y lechos de flores exuberantes. Rook aparcó debajo de un roble gigante y, cuando ella salió del coche, la humedad casi la dejó sin aliento. El aire de la noche y los gigantescos árboles no conseguían ahogar el calor.

Cuando Rook y ella se acercaban a la entrada, se encendió una luz exterior. Bernadette abrió la puerta ataviada todavía con el traje gris arrugado que sin duda había llevado al tribunal y observó a Mackenzie con atención.

– No tienes tan mal aspecto como temía. Un poco pálida. Me siento muy aliviada de que ese lunático no te matara.

– Yo también -Mackenzie señaló detrás de sí-. Beanie, quiero presentarte…

– Agente especial Rook -la mujer se hizo a un lado y sonrió con frialdad-. ¿No es así?

– Es un placer conocerla, jueza Peacham -repuso él en tono neutral.

– Igualmente. Adelante.

Los precedió hasta la sala de estar. Su casa de Washington era el polo opuesto a la casa sencilla de New Hampshire. Antigüedades caras de distintos periodos se mezclaban con telas y colores tradicionales y obras de arte de sus viajes por todo el mundo. Cal se había llevado sus piezas favoritas de Perú y Japón, pero la mayoría eran de la vida de Bernadette anterior a su matrimonio.

– Estoy deseando salir de aquí -dijo la jueza-. ¡Hace tanto calor!

Mackenzie se quedó de pie, pues no pensaba estar mucho tiempo.

– No me extraña. ¿Cuándo vas a New Hampshire?

– El viernes.

– ¿Te preocupa estar allí…?

– ¿Con ese lunático suelto? No, claro que no. Para entonces andará ya muy lejos, o esperemos que lo hayan detenido. Nunca he tenido miedo de estar sola en el lago y no voy a empezar ahora. Además, seguro que Gus estará pendiente de mí. A veces es como una madraza.

– He dejado comida en el frigorífico.

Bernadette se dejó caer en un sillón de orejeras.

– ¿Y cómo estás tú? Me han dicho que tuviste suerte de que el cuchillo no entrara más.

– Es una herida superficial. Dolorosa, pero se curará. Cada día está mejor.

– Seguro que no fue solamente suerte que no te hiciera más daño. Siempre has sabido pelear bien.

Mackenzie era consciente de la presencia de Rook en el umbral, pero él no parecía interesado en intervenir en la conversación.

– Lo tenía -dijo-, pero no pude retenerlo.

– Te había apuñalado. Policías con más experiencia han vacilado también en situaciones similares -dijo Bernadette-. Date tiempo para curar. No te presiones demasiado o sólo conseguirás retrasar la recuperación.

– Por eso no he vuelto hasta hoy.

– Bien. Ese hombre… ¿lo conocías?

– Me resultaba vagamente familiar.

– ¿Vagamente? Eso no es lo que queremos oír en un tribunal.

Los policías estatales, agentes del FBI y marshals que investigaban los dos ataques en New Hampshire tampoco querían oírlo. Querían datos concretos y Mackenzie no podía dárselos. Los ojos habían confirmado la sensación de que lo había visto antes, pero eso no resultaba de ayuda.

– ¿Lo reconocerías si volvieras a verlo? -preguntó Bernadette.

– Sabría que era el mismo hombre. Pero no sé si eso me ayudaría a descubrir dónde lo he visto antes.

Bernadette la observó con atención, pero Mackenzie no se inmutó. La jueza era brusca y directa, pero también muy generosa, inteligente y justa. La mujer movió la cabeza.

– Lo siento. Me gustaría que el ataque no se hubiera producido; me gustaría poder ayudar a encontrar al que lo hizo. He visto a muchos arrastrados pasar por el tribunal, pero no tengo ninguna idea. No soy buena interpretando dibujos; no creo que me reconociera ni a mí misma en uno.

– ¿Y Cal?

– ¿Cal? -preguntó Bernadette-. ¿Por qué va a saber él algo?

Mackenzie miró a Rook de soslayo, pero él se mostraba impenetrable. Se encogió de hombros.

– Por nada.

– Ya apenas lo veo, aunque todavía vive aquí. Tiene la suite de invitados de abajo -añadió con rapidez.

Mackenzie se había quedado allí a menudo en sus visitas a Washington. Bernadette siempre había sido una anfitriona bien dispuesta, aunque algo menos después de su matrimonio con Cal Benton. Mackenzie no sabía si él no quería compañía o si no le gustaba ella. Tal vez percibía que a ella no le caía bien él.

– ¿Cuándo se marcha? -preguntó con brusquedad.

Bernadette no pareció ofenderse.

– Este fin de semana. Cuando yo vuelva de New Hampshire en septiembre, él habrá salido ya de mi vida.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Abandonada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Abandonada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Carla Neggers - The Whisper
Carla Neggers
Carla Neggers - White Hot
Carla Neggers
Carla Neggers - The Harbor
Carla Neggers
libcat.ru: книга без обложки
Carla Neggers
Carla Neggers - Night’s Landing
Carla Neggers
Carla Neggers - Cold Pursuit
Carla Neggers
Carla Neggers - Abandon
Carla Neggers
Carla Neggers - Echo Lake
Carla Neggers
Carla Neggers - The Cabin
Carla Neggers
Carla Neggers - Wisconsin Wedding
Carla Neggers
Carla Neggers - Kiss the Moon
Carla Neggers
Carla Neggers - Stonebrook Cottage
Carla Neggers
Отзывы о книге «Abandonada»

Обсуждение, отзывы о книге «Abandonada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x