Sólo de tarde en tarde recibimos noticias vuestras. Con más frecuencia recibimos Amanecer y otros recortes que nos manda Matías. Ello nos permite deducir la trayectoria que sigue el país, muy apegado, por lo visto, a los tres defectos atávicos, que son el fútbol, los toros y la España y ole. Diríase que este trío nos persigue a lo largo de la historia, como en Inglaterra el triunvirato que todo el mundo allí adora: la Corona, la Biblia y la Marina. Por cierto, que he empezado a leer la Biblia y me arrepiento de no haberlo hecho antes. En la Biblia hay cosas impresionantes, como lo de Abraham e Isaac y la huida de Egipto. Personalmente, me encantan los Proverbios, con consejos que a veces me tocan de cerca y que parecen escritos para mí. Amparo también la hojea de vez en cuando, pero sólo el Cantar de los Cantares.
Por aquí hay mucho masón. Pero esta palabra no tiene en América el mismo significado que en la calle del Pavo. Aclaro esto para que Carmen no crea que vuelvo a las andadas. Soy libre como un pájaro libre. Interesante país! Sabíais que la mano de obra preferida para construir los rascacielos son los indios? Resulta que los indios no tienen vértigo. Les envidio, porque a mí a veces me da vueltas la cabeza y no sé exactamente dónde estoy.
Felicidades a Pilar por el matrimonio. Felicidades a Ignacio por ser ya el pasante de un abogado, al que me gustaría conocer. Matías, cuidado con el colesterol! Aquí los médicos, que son muy buenos aunque muy caros, le dan mucha importancia.
Sabéis el chiste que corre por aquí? "Bien venida la guerra, que permitirá a nuestros jóvenes aprender un poco de geografía y conocer otros países que no sean los Estados Unidos. A lo mejor llegan incluso a conocer el Japón!".
Abrazos, Julio. Señas: Imperial Hotel, Washington, D.C.
* * *
Méjico, 20 de julio de 1942.
Querido Ignacio:
Felicidades por estar practicando ya la carrera que en buena hora escogiste. Estamos seguros de que triunfarás, porque de ti no se puede esperar otra cosa. Por fin hemos sabido el nombre de tu novia: Ana María. Un nombre que, según Olga, que ha empezado a escribir versos, huele a rosas. Para cuándo la boda? Avísanos con tiempo, que hemos pensado ya el regalo que te queremos enviar, gracias al cual podrás presumir de conocer a fondo la ruta de los conquistadores.
Nosotros estamos muy bien, dándole a la editorial. No te olvides de ir mandándonos algún número de ' La Codorniz', que es absolutamente lo contrario de Amanecer. Ese don Venerando que se han inventado los humoristas españoles es de aupa. Los colaboradores de ' La Codorniz' pueden perfectamente parangonarse con Mark Twain, en cuyo último libro que acabo de leer dice que ha visto todos los países que ha querido ver excepto el cielo y el infierno, y que de momento sólo siente una muy vaga curiosidad para conocer uno de éstos.
En estos días no sabría decir si el curso de la guerra nos une o nos separa. Todo está en el aire (y también en el mar). En Méjico hay una guerra cotidiana, por la facilidad con que la gente saca la pistola; pero al margen de esto, ya lo sabéis. Es un país para vivir, que acoge a todo el mundo con los brazos abiertos.
Nos gustaría recibir fotografías recientes de vosotros. Pensar, Ignacio, que tus padres ya son abuelos! Sobre todo, una fotografía del bebé, que ya sabemos que también se llama César.
Nos enteramos de que murió el poeta Miguel Hernández. Es una lástima. Treinta y un años! Todavía recordamos aquellos versos suyos: "Me llamo barro, aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino".
Anda, Ignacio. Entre pleito y pleito, una carlita para esta pareja de maestros, convertidos ahora en editores de pedagogía. Por cierto, qué ha sido de aquel primo tuyo anarquista, José Alvear? Salvó el pellejo?
Un abrazo para todos, David y Olga. Señas: Avenida de las Américas, 1174, Méjico, D.F.
París, 22 de julio de 1942.
Queridos tíos y primos:
Aquí sigo, en París, con la Nati de mis entrañas, que sigue tocándome las castañuelas. Ese Pétain de los diablos quería enviarme a trabajar a Alemania pero le dije que nones. Estaríamos buenos! En Alemania no hay Moulin Rouge ni camembert. Los que se fueron están que trinan. Qué esperaban? Que les dieran vodka y caviar de Leningrado?
Ese babieca de Antonio Casal, con sus quejíos socialistas y su sordera, me tiene frito. Y para colmo, ha preñado otra vez a su mujer! Para que veáis que en todas partes cuecen lo que yo me sé. Y Gorki, no digamos. Se pasa el día acariciando su úlcera de estómago y a su pastelera, Mady. De vez en cuando oye a Cosme Vila que habla por Radio Moscú. El muy tunante! Pico de oro, como la Pasionaria, pero dejando a todo quisquí tirado en mitad de la calle.
Prefiero no hablaros de las francesitas, que se acuestan con los alemanes dos veces cada noche. Aquí todo el mundo es colaboracionista, empezando por De Gaulle y terminando por la madre que los parió. Me di un garbeo por la Línea Maginot. A menda, que no soy general, me dan aquello y no entra ni Dios.
Sé que Pilar se ha casado con un fascista. Bien! El fascismo está de moda y a lo mejor hace saltar la Banca. Yo he llegado a una conclusión, y se lo digo a Canela siempre que la encuentro en los desfiles de modelos, y que Ignacio debería conocer: ducharse todos los días y afeitarse con champán. Y luchar contra el estreñimiento, que según me contáis le está haciendo la santísima a tío Matías! Por qué se llamará santísima? Con santa va que chuta no creéis? Por cierto, que aquí hay urinarios públicos en todas partes, redondos, y que son el lugar donde se citan los maricones.
Bien, vale por hoy. Continúo en las mismas señas: 74 Avenue de Villiers, París, XVII. Me preguntáis si he aprendido francés. Aquí, si sabes decir pardon y rouge, puedes ir por todas partes. En todo lo demás me entiendo a base de cortes de manga.
Vuestro siempre, José.
EL DOCTOR CHAOS obró con Mateo una especie de milagro. Solita tuvo razón: "Si no te cura el doctor Chaos no te curará nadie". El muchacho ya podía andar sin ayuda de ningún aparato ortopédico, aunque, debido a la cadera rígida, balanceaba un poco la pierna izquierda. Total, una cojera perfectamente soportable, a la que ciertamente todo el mundo se acostumbraría, excepto, quizá, Pilar. Mateo ya en el piso, primero salió a dar unas vueltas por la plaza de la Estación y un buen día de agosto -habían pasado tres meses desde que la bala le perforó la carne- se fue a la Rambla, acompañado por Miguel Rosselló, y tomó posesión, en un vetusto caserón de la calle Ciudadanos, de la Jefatura Local de Falange y de la Delegación Provincial del Frente de Juventudes. En el local montaban la guardia dos cadetes, que al verle levantaron el brazo con perfecta precisión. Él los saludó cariñosamente. En el despacho, un retrato de Franco, otro de José Antonio, otro de Hitler y otro de Mussolini. Dos teléfonos. Un ramo de flores. Y el camarada Montaraz esperándole para darle posesión del mando.
Poco a poco llegó el resto de las jerarquías locales, desde el delegado de Sindicatos, Jesús Revilla, hasta el comisario de policía, don Eusebio Ferrándiz. También estaban Marta, Chelo Rosselló y Gracia Andújar, ésta eufórica porque el grupo de Coros y Danzas que ella capitaneaba acababa de regresar de Madrid nada menos que con el primer premio, al que optaron todas las demás provincias españolas. Marta se había alegrado indeciblemente y el propio Arrese le había felicitado, diciéndole: "Verdaderamente, tal vez la Sección Femenina sea la institución que con más méritos puede hablar de la patria, el pan y la justicia".
Mateo, mientras duró el discurso, breve, del camarada Montaraz, hizo de tripas corazón. Le dolía la Jefatura Provincial de Falange que había dejado, por orden superior, pero la tarea que había realizado con el Frente de Juventudes no se la quitaba nadie, y a buen seguro que en esa dirección podría ocupar gran parte de sus energías. Por otro lado, el general Muñoz Grandes había dado en el clavo al decir que "había que repartir la gloria y el riesgo". Tal vez en el próximo reparto le tocara un cargo en consonancia con su fidelidad y su capacidad organizativa.
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