– Esa señorita -dijo ella sacudiendo la cabeza- montó muchos numeritos por aquí. ¿A quién le hacía falta una ópera cuando ella sola ya daba el espectáculo? Una llega a creer que la chica es como uno de esos sabios orientales, que está muy por encima de todas las mezquin__gó a calarla. Un gran error de todos nosotros, pobres bobos.dades y fruslerías, que nos mira a los demás desde las alturas, así que imagínate nuestra sorpresa al descubrir al fin a la redomada egoísta con la que hemos estado viviendo, en realidad tan redomada que nadie lle
– Entonces, ¿es a ella a la que no paro de mirar? ¿O no es ella? Per_dón, quería decir «ver», no «mirar».
– Ya no eres el mismo chico listo y mono de la' escuela de minas que recuerdo, parece que has hecho algunos cursos con provecho, así que tal vez no tenga que ser demasiado comprensiva con tus sen____________________vo México. Ella va allí a veces.mana y el marido de ésta estuvieran casi siempre a un par de días de viaje. Es un pequeño rancho en las afueras de Fickle Creek, en Nueño Jesse, a cada uno lo suyo, y no ha hecho daño a nadie el que su hertimientos. Tu hermano se marchó de la región, más concretamente abandonó a su mujer y a su hijo. Estrella está criando bien al peque
– Para tratarse de alguien que no te cae bien, no le quitas ojo.
– Son sólo reflejos profesionales. Tu sobrino es un pequeño muy seductor, ya lo verás.
– Si paso por allí.
Ella asintió, un lado de su sonrisa más marcado que el otro.
– Ya, ya. Saluda de mi parte.
Alcanzó el puerto en la cumbre casi cuando la noche del sábado caía sobre Fickle Creek; desde allí se oían con claridad los disparos y los gritos de diversión. Desde la cabaña del puerto, a través de las chis____________________do de puros y empezó a bajar.cho más abajo, veía una pequeña ciudad que se extendía alrededor de una plaza. Frank se tomó un vaso de whisky rojo, compró un puñapas gélidas que caían, impregnada de una luz verde, fría y neutra mu
Encontró un hotel viejo y destartalado que ocupaba una manza____________________mado grupo se pasaba la noche yendo de aquí para allá. Todo el mundo gorroneaba cigarrillos.quier sitio buscando un cigarrillo y conversación. En el patio, un anicura madrugada fuera, Frank vio que siempre podía entrar en cualban casi siempre como vecinos, y todo el mundo podía rondar por las habitaciones de los demás. No importaba qué avanzada hora de la osnicable. Las puertas se dejaban abiertas, los desconocidos se comportatema infalible, un predicador con una visión sólo parcialmente comubitaciones, sin excepción, había alguien trabajando a medianoche en algún proyecto imposible: un inventor loco, un jugador con un sisna, el hotel Noctámbulo, donde reinaba el insomnio. En todas las ha
Extrañas motocicletas, muchas de construcción casera, entraban y salían ruidosa y torpemente de la ciudad. Los poetas vaqueros habrían podido afirmar que ese ruido «resonaba como un eco por la ladera empinada» y descendía hasta el valle, pero sobre el terreno resultaba un sonido demasiado exótico para transmitir ningún mensaje, al menos para la mayoría, aunque ciertas tabernas de camino a la ciudad y algu_nas situadas a su salida ya habían ofrecido su hospitalidad a las bandas de motoristas.
Frank descubrió que no podía dormir, así que se dirigió a la can____________________censes de la pradera buscando un cambio de ventilación, desesperados casi imberbes que cantaban la armonía declaban artistas de la conducción que habían dejado los circuitos cirtes. Por toda la calle principal, en esas cantinas para motoristas se mezballos, ahora estaban aparcadas Silent Gray Fellows e Indian V-twins, modificadas expresamente para adaptarse a esas montañas, con pedales de embrague, correas, cadenas o cambios de velocidad muy resistentina más próxima. Delante, donde en el pasado sólo se ataban los ca Pie in the Sky de Joe Hill a curtidos ancianos nihilistas en cuyas palmas las líneas del corazón, las de la vida, los montes de Venus y demás hacía muchos años que ha____________________bragues y cárteres hasta que el sol daba en las ventanas.na gira motorizada, y que se pasaban la noche fuera hablando de emtos como Kansas, tras abandonar no del todo contra su voluntad alguquinas, establecidos en Cortez, invitaban a tragos dobles de whisky Taos Lightning a devotos aficionados que venían de lugares tan remotigadas por fuegos de leña, paredes de piedra, alambre de espino que se desenrollaba demasiado rápido, bayonetas en las prisiones de Coeur d'Alêne… Motoristas de la tristemente famosa Banda de las Cuatro Escripciones blancas que ninguna Gitana de feria osaría leer, palmas casbían sido cubiertos por infinidad de cicatrices, convirtiéndose en ins
Un individuo pálido con una capa negra entró silenciosamente y se sentó en la punta de la barra. Cuando el camarero colocó ante él botella y vaso, cruzando las muñecas con el gesto habitual para poner la botella a la derecha del cliente, el caballero dejó escapar inesperada_mente un grito que helaba la sangre, se protegió los ojos con la capa y se echó atrás con tal violencia que se cayó del taburete y se quedó en el suelo, pateando el serrín.
– ¿Qué coño ha pasado?
– Ese de ahí es Zoltan, monta una Werner, subió a todas las mon_tañas de su Hungría natal y ahora anda haciendo una gira mundial en busca de nuevos retos. Ha ganado trofeos que no tienen ni nombre todavía, no teme a ninguna montaña sea cual sea su tamaño, pero si le enseñas algo que se parezca remotamente a la letra equis, se pone tal como lo ves ahora.
– Tampoco le gustan mucho los espejos de las cantinas, por eso se sienta en el extremo más alejado, como ahora…
– ¿Y pasa siempre que entra? -preguntó Frank-. Entonces, ¿por qué no le sirven primero la botella, luego traen el vaso y por fin…?
– Me lo han sugerido varias veces, y te lo agradezco de verdad, pero esto no es precisamente Denver, aquí no hay muchos chicos que sepan divertirse, y el viejo Zolly ha resultado ser un pasatiempo adictivo. Y así vamos tirando.
A eso de la mitad del tercer turno, Frank fue a desayunar calle arri_ba, al Emporio de las Tortitas, donde no tardó mucho en enterarse de que Stray había estado en la planta superior desde el principio, con un fo_rajido motorista cuya famosa Excelsior azul estaba aparcada delante, y, bueno, la satisfacción que se dibujó en su rostro cuando por fin bajó a este minúsculo restaurante, su porte, su cabello, por el amor de Dios, bastaban para partir a un hombre por la mitad, y una mitad diría con toda la calma del mundo que si la mirabas cómo ibas a resistirte y de____________________ban) no dejaban de lanzarlemerosas de lo que el tamaño del local y la hora de la noche justificatero del restaurante de mocos y lágrimas, sin preocuparse de quién lo viera. Mientras bajaba, las camareras atractivamente ataviadas (más numás, y la otra se sentiría tan desbordada que empaparía el mantel en ciertas miradas…
Oh, vaya, ahora viene el amante en persona, Vang Feeley, famo____________________miento del motor.nica de la moto, como la derivación del silenciador, pues, dadas las complejidades de la vida de Vang en ese mismo momento, cuando los múltiples desenlaces posibles de la noche solían concretarse en uno solo en cuestión de segundos de reloj, todo podía depender del funcionaba fuera un buen rato y hablaba con Zoltan, que se había recuperado de su ataque de hacía unas horas, de cuestiones relativas a la mecában el local, quienes empezaron a hacer comentarios, Frank no pudo evitar pensar que sobre él; cuando por fin remitieron, Vang ya llevapierna de los pantalones de Vang, bueno, al menos en esa dirección… Guau. Ese comportamiento podía haber pasado inadvertido al propio Vang, pero no a las inmisericordes y divertidas camareras que atestata de que había estado mirando, desde hacía ya un buen rato, la entrereció a Frank, para que tuviera también una vertiente carnal, con su atuendo negro de motorista, austero, intocable. Pasó sin decir palabra al lado de Frank, cuya actitud no mejoró mucho cuando se dio cuenso en toda la región, con unos aires casi demasiado legendarios, le pa
Читать дальше