– ¡Corra…, por aquí!
Todo el mundo se dirigía al McTaggart Hall, la sede del Depar____________________dieron manguitos incandescentes y lámparas de tormenta, esperando la inevitable interrupción de la luz eléctrica.bía entre Cleveland y Denver. Los matemáticos e ingenieros encentamento de Metafísica, cuyo refugio contra ciclones era conocido en toda la región como el más espacioso y mejor acondicionado que ha
En el refugio contra ciclones, ante un café semilíquido y buñue_los de granja que habían sobrado del último tornado, volvieron al tema de las funciones periódicas y su forma generalizada, las funciones automórficas.
– Para empezar, el Eterno Retorno. Si podemos construir tales fun_ciones en abstracto, debe de ser posible crear también expresiones más seculares, más físicas.
– Como construir una máquina del tiempo.
– Yo no lo habría expresado así, pero si lo prefieren, muy bien.
Los vectoristas y cuaternionistas recordaron a todos los presentes la función que habían obtenido recientemente, conocida como la Lobachevskiana, abreviada Lob, como en «Lob a», mediante la cual, casi como un subproducto, el espacio euclidiano normal se transforma en uno Lobachevskiano.
– Entramos así en el torbellino. Se convierte en la esencia misma de una vida remodelada, proporcionando los ejes a los que se referirá todo lo demás. El tiempo ya no «pasa» con una velocidad lineal, sino que «retorna» con una angular. Todo se rige por la Dispensación Automórfica. Retornamos a nosotros mismos eternamente o, si lo prefie_ren, atemporalmente.
– ¡Renacidos! -exclamó repentinamente iluminado un cristiano presente en la reunión.
Arriba, la devastación ya había empezado. Y en ese momento al__ba simplemente de «un» tornado de los que se abatían sobre Candlebrow con angustiosa regularidad, sino que indiscutiblemente eraguien podría haber percibido algo raro en ese tornado. No se trata siempre el mismo tornado. Había sido repetidamente fotografiado, se había me__brosamente invariables. Al poco tiempo, se le dio un nombre,dido la velocidad del viento, su circunferencia, su momento angular, las formas que adoptaba a lo largo de su desplazamiento, y de una visita a la siguiente todos esos parámetros se habían mantenido asom Thorvald, y habían empezado a amontonarse ofrendas propiciatorias a las puertas de la Universidad, por lo general objetos de metal en láminas, que, se creía, eran una de las preferencias de la dieta de Thorvald. La alimentación humana, no tan común, estaba representada por diver__párselo.sos animales de granja, vivos y sacrificados, aunque, de vez en cuando se habían dispuesto banquetes enteros, cocinados y preparados para degustarlos sobre largas mesas de merendero; se requería un nivel de indiferencia al destino bastante superior al que poseía este conjunto de estudiantes despreocupados para llevarse algo o, peor aún, para zam
– ¡Supersticiones! -gritaban algunos profesores-. ¿Cómo vamos a poder mantener aquí la menor objetividad científica?
– Pero supongamos que intentáramos comunicarnos con Thorvald…
– Ah, se llama Thorvald, vaya, vaya, sí que somos amiguitos.
– Bien, en cualquier caso es cíclico, así que podría ser posible emi_tir algún tipo de señal utilizando la modulación de ondas…
De hecho, había dos diseños diferentes de Telégrafo Thorváldico a la venta en West Symmes, por donde Merle merodeaba aproxima____________________titud de chanchulleros y engatusadores en ese bazar del Tiempo para, go de kilómetros a la orilla del río, se congregaba una inmensa muldamente una hora al día. Cada verano, ahí, en Candlebrow, a lo larcon sus malas artes, vender relojes de bolsillo y de pared, elixires de la eterna juventud, certificados de nacimiento falsos debidamente auten____________________lar con ellos, sobre todo con los que tenían tarjeta de visita.domadamente avariciosos, Merle encontraba que merecía la pena charnejo» de algún tipo, así como chisteras extrañamente modificadas que servían para el mismo propósito, y salvo en el caso de los tipos más rebantes, túnicas, zapatos con puntas alargadas que ocultaban un «cones del Tiempo tal como las practicaban pueblos de todos los rincones del mundo, y la curiosidad que despertaban esos sujetos se suponía que era la verdadera razón oculta para asistir a esas reuniones estivales. No es de extrañar que un gran número de estos cursos de tipo espiritual los impartieran charlatanes y timadores, que con frecuencia lucían turro» -«Mire, el pollo vivo entra por este extremo de aquí…»- y, sobre todo, ofrecían instrucción sobre las numerosas formas de trascender el tiempo, la atemporalidad, el contra-tiempo, las huidas y emancipaciocánicos con extraños brillos que supuestamente procedían del «fututificados, sistemas de predicción para la Bolsa, resultados de carreras de caballos en hipódromos lejanos mucho antes de la hora de la carrera, junto con instalaciones telegráficas para realizar apuestas reales sobre los destinos de esos animales todavía no acelerados, artefactos electrome
Al poco, más rápido de lo que habría imaginado, se convirtió en un fijo de las reuniones estivales. El resto del año era una sucesión de días laborales idénticos entre sí cuya única función era permitirle, du____________________sagraba a los Misterios del Tiempo.mia, la fotografía y las chapuzas varias quedaron relegadas a trabajos diurnos habituales. Las noches, las huidas y viajes de la noche, las condía desmontarlo y ver cómo funcionaba. De ahí en adelante, la alquipo y compartirla con otros de la misma especie. Nunca se planteó de dónde había surgido esa preocupación, si procedía de su afición a la fotografía y su convergencia de plata, tiempo y luz, o se debía a que, con Dally lejos de casa, el Tiempo le pesaba tanto en las manos que se veía obligado a acercárselo un poco más a la cara, a mirarlo con los ojos entornados desde distintos ángulos, puede que para comprobar si porante un mes en verano, entrar en el reino de la obsesión por el tiem
Y un anochecer, a eso del crepúsculo, Merle creyó ver por el ra__naves Gigantes de 1896 y 1897, albillo del ojo, navegando por el cielo como una de las famosas Aero Inconvenience, y como era de espe_rar, un poco más tarde, en West Symmes…
– Y bien, ¿qué tal está, señor? Me he acordado mucho de usted y también, claro, de su encantadora hija, la señorita Dahlia.
Merle tuvo que entrecerrar los ojos para ver más allá del bigote, pero reconoció a Chick Counterfly sin la menor duda.
– Está haciéndose un nombre en el mundo del espectáculo, en el este -dijo Merle-; gracias por el interés. ¿Qué andáis haciendo última____________________cio de la demolición de campanarios.bando su Campanile, el cual, debo señalar, es el modelo que se siguió para el que hay aquí, en el campus, lo digo por si seguís en el negomente? Lo último que leí es que estabais por Venecia, en Italia, derri
– Estos días intentamos instalar algunos equipos de Hipops. A pro_pósito, ¿conoce a Roswell Bounce? ¿El padre del Aparato Hipops?
– Soy yo; si me acerco a menos de tres metros de cualquiera de esas unidades, empiezo a escuchar unas vocecitas que dicen: «¡Papi! ¡Papi!». Vaya, si tenemos aquí a Merle Rideout.
– Coño, Roswell, sí que ha pasado tiempo desde Cleveland -dijo Merle- Seguí aquel juicio con mucho interés.
– Oh, sí, fui a juicio, no tenía más remedio, pero ya te imaginas el tipo de abogados que me pude pagar, mientras que el hijo de perra de Vibe tenía a sus lacayos de Wall Street, Somble, Strool & Fleshway, todos alineados contra mí.
El juicio de la demanda de Bounce contra Vibe resultó una fuen__tal. Se esperaba que perdieran, tan ridículamente como fuera posible, aunque de vez en cuando una apuesta privada bien informada podía pagarse muy bien.te de diversión pública e incluso convirtió a Roswell en una especie de celebridad. En América los inventores excéntricos estaban por aquel entonces en boga como rivales improbables de los molinos del Capi
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