Родриго Рей Роса - Зачарованные камни

Здесь есть возможность читать онлайн «Родриго Рей Роса - Зачарованные камни» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Москва, Год выпуска: 2005, ISBN: 2005, Издательство: FreeFly, Жанр: Проза, на русском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Зачарованные камни: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Зачарованные камни»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Родриго Рей Роса — один из самых известных и переводимых писателей Латинской Америки. Роман, с которым мы впервые знакомим российского читателя, удивительно живо воссоздает на своих страницах дух Гватемалы, где роскошь соседствует с нищетой, где все «не так, как кажется»…
На одном из шоссе столицы Гватемалы сбит машиной маленький мальчик. Водитель скрылся. Происшествие, которое, по идее, должно было остаться незамеченным в большом городе, на улицах которого каждый день происходят подобные несчастные случаи, постепенно перерастает чуть ли не в политический скандал.
Родриго Рей Роса — «наследник» таких писателей, как Габриэль Гарсиа Маркес и Хорхе Луис Борхес. Переведенные на множество языков, его произведения принесли ему мировую известность. «Зачарованные камни» — роман о его родной стране, о том, какой она видится ему издалека, о том, какой хочется, чтобы она стала.
Авария на одной из улиц… Одно из тех происшествий, что обычно остаются незамеченными в большом городе. А это событие разрастается до политического скандала, в который включаются все — полиция, журналисты, адвокаты, случайные свидетели… Этот роман — острый, беспощадный и одновременно любящий взгляд на современную Гватемалу, где все «не так, как кажется»… * * *

Зачарованные камни — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Зачарованные камни», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pero he decidido no complicarme demasiado la existencia pensando en todo esto. Qué afortunada me siento — en medio de la catástrofe — en esta ciudad, donde sé que podré rehacer mi vida y seguir adelante. Qué horrible sería estar allá. Éste es el último favor que tendré que agradecerle a mi padre, pues fue él quien decidió que viniéramos aquí. Batalló por convencer a mi madre, sin poder revelar que se trataba de una fuga. Decía que pensaba en mí, en mi futuro, y yo creo que era cierto.

He interrumpido mis clases de música, para gran disgusto de mi madre. Pero estoy convencida de que no tengo oído musical, así que para qué. Bastó con que dejara de acudir tres veces seguidas a mis lecciones de solfeo para que la maestra (que es también la directora de la escuela, una viejita cascarrabias) telefoneara a mi madre para decirle que en realidad la escuela no era para mí y que no pensaba permitir que mi madre siguiera malgastando su dinero. Ella, impresionadísima con la honestidad de la anciana, y tan indignada por mi actitud que, como castigo, me ha quitado mi allowance de un mes.

Ahora está empeñada en que yo tome unos cursos y talleres de arte, a lo que no me opongo, aunque sé que más tarde voy a desilusionarla, si su esperanza es que algún día me convierta en artista. Y seguimos acudiendo a las clases de gimnasia y ballet.

La universidad resulta demasiado cara, dice mi madre, y además nos vinimos tan deprisa que no tengo conmigo todas mis equivalencias escolares, de modo que por ahora no corro el riesgo de que me obligue a inscribirme. No estoy segura, pero parece que en algún sitio hay más dinero, una cuenta confidencial que nos ha dejado mi padre, pero que todavía no podemos usar. Ella espera tener acceso a ese dinero dentro de poco tiempo, pero lo que soy yo, no lo tocaré jamás, ni con una vara de veinte metros.

Comienza lo peor del invierno. Lo único que tiene de bueno este edificio es la calefacción. Fuera, hace un frío de enanos, y todo el mundo tiene la nariz roja y hasta las meadas de los perros se congelan al instante, pero en mi cuarto, donde hay un viejo radiador, hace un calor de baño de sauna. Por las noches, el aire en el interior se pone tan seco que se te agrieta la piel, de modo que mantengo una toalla mojada sobre el radiador, para crear humedad. Resultado: un baño turco.

No seas ingrata y contéstame. Y si puedes, ahorra un poco de dinero para venir a visitarme esta primavera, preferentemente para mi cumpleaños.

3

Febrero de 1996

Por medio de Paulina me he enterado, primero, de que estuviste en Miami — y me pregunto por qué no me llamaste — y segundo, de que has recibido mis cartas.

A Paulina la vi por casualidad hace unas horas en el Balducci’s de Broadway y Prince, adonde ella había ido de compras. Yo estaba bebiendo un espresso con mi amigo Jeff (toda otra historia, que tal vez te contaré más adelante) y ella estaba sola, escogiendo sus últimas chucherías mientras hacía cola para pagar. Me acerqué a saludarla, y al verme creo que se asustó. Lo comprendo — sabiendo cómo es ella, y después de lo de mi padre — y para tranquilizarla le dije que sólo quería noticias tuyas, que suponía que se seguían viendo. Entonces me contó que ustedes dos habían ido juntas de grandes compras a Miami para las Navidades. No quise hacerle más preguntas — aunque tuve la oportunidad, mientras la cajera verificaba su tarjeta de crédito —, creo que ni siquiera le dije adiós. No me extraña que alguien como ella tenga horror de conversar conmigo. Pero tú… ¿O no se trata de eso?

Tal vez simplemente no tienes nada que decirme por el momento, o no sabes qué decir — eso pienso, como último recurso. Sería típico. Recuerdo la vez que te conté que me había acostado con Fernando. Era la primera vez. Dejaste de hablarme durante semanas, hasta que un buen día fuiste a buscarme a casa y querías que te lo contara todo, y así comenzó una nueva etapa de nuestra amistad. Pero hace ya medio año que me marché, y me gustaría saber si todavía tengo una amiga en Guatemala. Por favor, si mis cartas te molestan, dímelo, aunque sea por medio de una postal.

4

Junio de 1996

Hace dos semanas fue mi cumpleaños, y pensé mucho en ti. Para comenzar te cuento que me he marchado de casa, como me lo había propuesto. Mi madre no hizo mucha bulla, afortunadamente. Tiene una aventura amorosa bastante intensa con un médico venezolano, así que creo que mi fuga le ha resultado conveniente. Además, como mi padre pasará el resto de su vida en la cárcel, es completamente libre.

No creas que te lo cuento para que me tengas lástima, sino para mostrarte hasta qué punto he roto los vínculos con mi familia. (¿Quizá porque siento que así, en cierta manera, me limpio del estigma que ha causado nuestro distanciamiento?)

Me he mudado al apartamento de Jeff, que es ahora toda mi familia. No sabes qué gusto da tener una familia que tú misma has escogido, en lugar de una que te ha sido impuesta. Supongo que es una prueba de madurez.

Jeff es músico a ratos perdidos, y para ganarse el pan trabaja en un laboratorio odontológico, haciendo empastes y puentes. Lo conocí hace unos meses, en una clase de danza africana, donde él acompañaba con sus congas. Era una de esas clases en Downtown a las que yo tenía que acudir clandestinamente por las tardes, después de mis clases de arte en Midtown. Nos enamoramos y ahora vivimos juntos, sencillamente. No creo que sea para toda la vida; mientras tanto, yo feliz. Él tiene veintiocho años, pero parece de nuestra edad. Es lo que se dice un ser libre. Trabaja mucho de lunes a viernes, pero los fines de semana con él son una verdadera fiesta; siempre tiene que tocar en algún club (pertenece a varios conjuntos), y luego nos vamos de copas o a bailar y lo demás.

De vez en cuando tengo la extraña sensación de que acabo de llegar, o más bien, de que acabo de nacer, y siento unas enormes ansias de crecer y ver más el mundo. Aquí el tiempo pasa volando y yo aprendo algo nuevo cada día y cada día descubro que tengo muchísimas cosas más que aprender. Y, sabes, lo único que me entristece un poco, es no tener una amiga como tú, alguien a quien conozco desde siempre, para poder compartir todo esto y, por así decirlo, mirar hacia atrás.

Me pregunto qué haces tú en Guatemala. ¿Vas a la universidad? ¿Trabajas? ¿A quiénes ves? Y sobre todo, ¿cuánto habrás cambiado? Porque habrás cambiado, sin duda — ésta es la edad de los grandes cambios. Apenas me acuerdo de cómo era yo misma hace un año, cuando me fui. Supongo que te resultará difícil creerlo, pero a pesar de la tragedia que me ha tocado vivir, no cambiaría por nada del mundo mi estilo de vida actual. No es que quiera ser arrogante, o que me sienta demasiado satisfecha de mí misma, pero si tú supieras lo que es sentirse tan libre… Desde luego que no me he emancipado completamente. Dependo de Jeff para muchas cosas, me siento un poco como una concubina, y eso no está bien. Pero estoy buscando un empleo para ayudarlo económicamente, y luego pienso continuar mi educación — aunque no estoy segura de qué quiero estudiar.

Ya es el verano, ni estación favorita, a pesar del calor que todo lo derrite y que te roba energías, pero que tiene la virtud de dejar prácticamente vacía la ciudad. La poca gente que se queda es la más joven y alegre, y vive fuera, en las calles y en los parques. Los olores son más intensos, y la ciudad adquiere un aspecto casi tropical.

Insisto en que deberías venir a pasar aquí aunque sea unos días, para experimentar un poco de todo esto. Te mando mis nuevas señas. Como ves, sigo siendo fiel a nuestra amistad, y no pierdo las esperanzas de que reanudemos el contacto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Зачарованные камни»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Зачарованные камни» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Родриго Кортес - Кукольник
Родриго Кортес
Андрей Низовский - Зачарованные клады России
Андрей Низовский
Лора Шелтон - Зачарованные
Лора Шелтон
Антон Вильгоцкий - Зачарованные тропы
Антон Вильгоцкий
Родриго Гарсия-и-Робертсон - Прекрасная Верона
Родриго Гарсия-и-Робертсон
Родриго Гарсия-и-Робертсон - На дальнем берегу на живца лучше берёт
Родриго Гарсия-и-Робертсон
Родриго Гарсия-и-Робертсон - Старая вера
Родриго Гарсия-и-Робертсон
Родриго Гарсия-и-Робертсон - Род Гарсиа-и-Робертсон
Родриго Гарсия-и-Робертсон
Родриго Гарсия-и-Робертсон - Долгая дорога домой
Родриго Гарсия-и-Робертсон
Родриго Гарсия-и-Робертсон - Судовые крысы
Родриго Гарсия-и-Робертсон
Отзывы о книге «Зачарованные камни»

Обсуждение, отзывы о книге «Зачарованные камни» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x