Blake Pierce - Antes De Que Sienta

Здесь есть возможность читать онлайн «Blake Pierce - Antes De Que Sienta» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Antes De Que Sienta: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Antes De Que Sienta»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

De Blake Pierce, el autor de éxitos de ventas como ONCE GONE (un #1 con más de 900 críticas de cinco estrellas), llega el libro #6 en una trepidante serie de misterio con Mackenzie White. En ANTES DE QUE SIENTA (Un Misterio con Mackenzie White – Libro 6), la agente especial del FBI Mackenzie White se topa con un caso donde las víctimas no encajan con ninguno de los perfiles que ella haya conocido hasta ahora: sorprendentemente, todas las víctimas son ciegas. ¿Significa eso que el asesino también es ciego?Sumergida en la subcultura de los ciegos, Mackenzie se esfuerza por entender, encontrándose fuera de su elemento mientras transita por el estado, corriendo entre hogares comunitarios y casas privadas, entrevistando a cuidadores, bibliotecarias, expertos y psicólogos. Aun así, a pesar de contar con las mentes más capaces del país, Mackenzie parece incapaz de evitar la serie de asesinatos. ¿Acaso se ha encontrado por fin con su némesis?Un thriller psicológico de suspense trepidante, ANTES DE QUE SIENTA es el libro #6 de una nueva e impactante serie – con una nueva protagonista – que le dejará pasando páginas hasta altas horas de la noche. También de Blake Pierce, ya está disponible a la venta ONCE GONE (Un Misterio con Riley Paige – Libro #1), un #1 éxito de ventas con más de 900 críticas de cinco estrellas – ¡y una descarga gratuita!

Antes De Que Sienta — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Antes De Que Sienta», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

“En fin, ocurrió en otra residencia para ciegos”, dijo. “Y todo lo que sé sobre ello está en ese mismo archivo que tienes en la mano, estoy seguro. Como dije, está a casi tres horas de aquí, casi al oeste de Virginia. Un lugar bastante deteriorado por lo que tengo entendido. No es realmente una residencia, sino más bien una escuela, creo yo”.

Le pasó una hoja de papel a Mackenzie donde pudo ver el breve informe policial sobre la primera víctima. Era en una ciudad llamada Treston, a unas veinticinco millas de Bluefield, en West Virginia. Kenneth Able, de treinta y ocho años, había sido estrangulado. Presentaba abrasiones leves alrededor de los ojos. Le habían encontrado metido en el armario de la habitación donde pasaba la mayoría del tiempo que estaba en la residencia.

Los hechos eran muy robóticos, sin ningún detalle. Aunque había notas que mencionaban una investigación en curso, Mackenzie dudaba de que fuera nada muy serio.

Apuesto a que ahora sí lo es, pensó.

Esta última muerte era demasiado explícita como para negarlo. Las víctimas eran demasiado similares, así como las señales de abuso en los cuerpos.

“Randall Jones está recopilando una lista de empleados o de otras personas asociadas con la residencia que pudieran ser en lo más mínimo potenciales asesinos”, dijo Mackenzie. “Creo que nuestro mejor enfoque ahora es ir a hablar con este lugar en Treston para ver si hay algún vínculo”.

“La desventaja aquí es que Treston está muy lejos”, señaló Ellington. “Incluso aunque esto resulte ser un paseo de rosas, habrá que viajar bastante. Parece que puede que no tengamos todo bien atado tan rápidamente como le gustaría al ilustre señor Ridgeway”.

“¿Cuándo habrá un informe forense completo sobre la señora Ridgeway?”. preguntó Mackenzie.

“Espero saber algo en las próximas horas”, dijo Clarke. “Aunque la investigación preliminar no mostró nada obvio. No hay huellas digitales, no hay cabello visible ni otros materiales que se hayan encontrado”.

Mackenzie asintió y volvió a revisar los archivos del caso. Cuando ya había empezado a meterse de lleno en ello, sonó su teléfono móvil. Lo agarró y respondió: “Aquí la agente White”.

“Soy Randall Jones. Tengo una lista de nombres para vosotros, como me pedisteis. Aunque es corta y estoy bastante seguro de que no se trata de ninguno de ellos”.

“¿Quiénes son?”.

“Hay un tipo en el equipo de mantenimiento que no es muy responsable. Trabajó todo el día de ayer, y fichó su salida poco después de las cinco. He preguntado por aquí y nadie le vio volver de nuevo. Hay otro hombre que trabaja para un departamento especial de los servicios sociales. Viene a veces y echa una partida de juegos de mesa. Pasa un tiempo con ellos y gasta bromas. Hace alguna tarea voluntaria de limpieza o moviendo muebles de vez en cuando”.

“¿Puedes enviarme sus nombres y cualquier información de contacto que tenga?”.

“Eso está hecho”, dijo Jones, al que obviamente no le hacía ninguna gracia tener siquiera que considerar a alguno de sus hombres como sospechosos.

Mackenzie terminó con la llamada y volvió la vista a los tres hombres que había en la sala. “Ese era Jones con tres posibles candidatos. Un trabajador de mantenimiento y alguien que viene como voluntario y pasa algún tiempo con los residentes. Alguacil, me va a enviar los nombres en cualquier momento. ¿Podrías echarles una ojeada y…”

Su teléfono vibró al recibir el mensaje en cuestión. Le mostró los nombres al alguacil Clarke y él se encogió de hombros, derrotado.

“El primer nombre, Mike Crews, es el de mantenimiento”, dijo. “Sé sin ninguna duda que ayer por la noche no estaba matando a nadie porque me tomé una cerveza con él en el Rock’s Bar. Eso fue después de que se pasara por casa de Mildred Cann para arreglarle el aire acondicionado gratuitamente. Te puedo decir desde ya mismo que Mike Crews no es vuestro hombre”.

“¿Y qué hay del segundo nombre?”, preguntó Ellington.

“Robbie Huston”, dijo. “Solamente le he visto de pasada. Estoy bastante seguro de que le envían de alguna clase de agencia de servicios sociales que hay en Lynchburg. Aunque, por lo que tengo entendido, le consideran un santo en la residencia. Les lee a los residentes, es realmente agradable. Como he dicho, está en Lynchburg. Eso está como a hora y media de aquí—en la misma ruta que lleva a Treston, de hecho”.

Mackenzie volvió a mirar el mensaje de Jones y grabó el número que le había dado para Robbie Huston. Era una pista muy débil, pero al menos era un comienzo.

Miró a su reloj y vio que estaban acercándose las seis de la tarde. “¿Cuándo tienen que volver a comisaría tu ayudante y los demás agentes?”, preguntó.

“Enseguida, pero nadie me ha llamado para decirme nada todavía. Te mantendré informada si quieres salir afuera y empezar a orientarte”.

“Eso suena bien”, dijo Mackenzie.

Recogió los archivos del caso cuando se puso de pie. “Gracias por tu ayuda esta tarde”, dijo Mackenzie.

“Por supuesto. Ojalá pudiera ser de más ayuda. Si quieres, podría volver a llamar a la policía estatal para que ayuden. Estuvieron aquí por la mañana, pero se largaron bastante deprisa. Creo que hasta es posible que unos cuantos se hayan quedado en el pueblo por un día más o menos”.

“Si llegamos a necesitarlo, te lo diré”, dijo Mackenzie. “Buenas noches, caballeros”.

Dicho eso, Ellington y ella salieron de la sala. Ahora la recepción estaba vacía. Por lo visto, Frances ya había fichado su salida por hoy.

En el aparcamiento, Ellington titubeó por un momento mientras sacaba las llaves del coche. “¿Hotel o un viajecito a Lynchburg?”, preguntó.

Mackenzie pensó en ello y, aunque la tentación de continuar la investigación hasta altas horas era intensa, pensó que, si trataba de contactar con Robbie Huston por teléfono, obtendría los mismos resultados que si viajara hasta Lynchburg. Además, estaba empezando a creer que el alguacil Clarke sabía lo que hacía—y si él no tenía sospechas de verdad sobre Huston, se apoyaría en eso por el momento. Era una de las ventajas de trabajar en un caso en un pueblo pequeño—donde todo el mundo se conoce de manera casi íntima, las opiniones y los instintos de la policía con frecuencia podían ser seriamente tomadas en cuenta.

Aun así, merece la pena llamarle una vez nos instalemos, pensó.

“Hotel”, le dijo Mackenzie. “Si no puedo obtener lo que quiero de él con una conversación de teléfono esta noche, mañana nos pasaremos por Lynchburg”.

“¿De camino a Treston? Me parece mucho tiempo al volante”.

Mackenzie asintió. Iban a ser muchas idas y venidas. Puede que tuvieran más suerte si mañana se dividían. No obstante, podían hablar de su estrategia después de meterse a una habitación con los archivos del caso y el aire acondicionado funcionando a toda marcha junto a ellos.

Para ella, que nunca había tenido debilidad por el lujo, la idea del aire acondicionado en medio de este calor oprimente era demasiado buena como para resistirse. Se metieron al coche, que estaba ardiendo, Ellington bajó las ventanillas, y se dirigieron hacia el oeste, hacia lo que hacía las veces del centro de Stateton.

***

El único motel que había en Stateton era un cuadradito sorprendentemente bien cuidado llamado el Stateton County Inn. Solo consistía de doce habitaciones, de las que nueve estaban disponibles cuando Mackenzie entró a la recepción y pidió una habitación para pasar la noche. Ahora que McGrath sabía lo de su relación, Ellington y ella ya no tenían que preocuparse de reservar dos habitaciones solo por mantener las apariencias. Reservaron una sola habitación con una sola cama y, tras un día estresante de mucha carretera y mucho calor, hicieron buen uso de ella en cuanto cerraron la puerta al entrar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Antes De Que Sienta»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Antes De Que Sienta» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Antes De Que Sienta»

Обсуждение, отзывы о книге «Antes De Que Sienta» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x