Sobre todo, recuerdo estar aterrorizada: ¿qué pasa si soy un desastre y todas esas mujeres se decepcionan de haber pagado para verme? ¿Qué pasa si no les gusta? ¿Qué pasa si todo sale mal?
La primera media hora de la reunión fue para ponernos al día sobre nuestras vidas, hablar de nuestras familias entre risas y cuentos. Luego, comenzó hablarme de un proyecto importante en el cuál quería que yo trabajara con él en calidad de socia, un proyecto súper interesante y con potencial, haciendo lo que yo estaba segura que hacía bien pero, sobre todo, implicaría una cantidad importante de ingresos mensuales.
Por supuesto, mi cabeza se hizo un nudo gigante en cuestión de segundos. ¿Por qué cambiar la incertidumbre por la seguridad? ¿Por qué irme por lo retador cuando puedo seguir en lo conocido y lo fácil? Mi respuesta fue: «Necesito pensarlo, en verdad estoy muy contenta y feliz con lo que estoy haciendo ahora, ¿te conté que el próximo sábado tengo mi primer taller?».
La reacción de Alex fue de asombro absoluto, ¿quién en el mundo podría rechazar una propuesta así?
Lo que siguió a continuación me marcó para siempre y se sintió como un balde de agua fría, un martillazo en la cabeza y pisar una ficha de lego al mismo tiempo:
«¿En verdad crees que te va a ir bien siendo coach y que vas a poder vivir de eso? Tú me conoces y sabes que te voy a decir la verdad siempre, y hoy te digo que tú no eres ni serás buena en eso, tú no conectas con las personas, no mueves ni inspiras y los coach necesitan hacer eso. Tú eres para estar en backstage , para armar y crear, eres la mejor en eso, usa y maximiza en lo que sí eres buena».
¡Plop! Esas dudas y miedos que hace unos segundos eran medianas, se convirtieron en un edificio de cuarenta pisos. Me dio justo en la herida sangrante. Silencio absoluto.
Tuve que contener la catarata de lágrimas que quería salir, respiré profundo y le agradecí por pensar en mí, asegurándole que luego le daría una respuesta, me puse de pie y todo el camino a mi casa no paré de llorar. Esa noche no dormí planificando todo lo que tenía que hacer para cancelar el taller, estaba hecha papelillo.
Esta persona, con poder de validación, a quien tanto respetaba, me dijo que jamás sería una buena coach una semana antes de tener mi primer taller, ¿qué carajo hago con eso?
Me di cuenta de que antes de tomar cualquier decisión necesitaba hablar con mi coach 3*. En una sesión muy intensa, Pao me hizo darme cuenta de todo lo que les conté arriba, él no me conocía en esta nueva etapa, con todo lo que crecí este año, y era momento de tomar la decisión de quitarle el honor de estar en mi círculo de poder de validación. Eso no quiere decir que más nunca le hablé, simplemente sus opiniones ya no penetrarían más mis capas. Sin querer, y de manera dolorosa, Alex siguió siendo un mentor marcando el comienzo en mi camino como coach
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.