En la descripción de un ex ministro cercano a la ex presidenta se articulaba una “explicación” de estas fallas: era una líder de referencia y no una conductora. Estas consideraciones en off se alimentaban sobre algo inexplicable para la cultura peronista: los largos silencios, los vacíos, los tiempos “sin órdenes”. De modo que también esta intermitencia hacía lo suyo en medio de tensiones internas inocultables. Llegaba la decisión pero había que acomodar los melones sin tiempo.
Como en la Ciudad de Buenos Aires años antes, el macrismo accionó un proceso inverso, definiendo de una vez por todas en ese 2015 la opción estratégica que tenía in pectore desde el 2009. La alianza Cambiemos, resistida por el duranbarbismo, es la clave de la presidencia de Mauricio Macri. En Gualeguaychú, Macri ordena el problema radical, le da cauce. Define “dónde ponerlos”, tal y como había logrado Néstor Kirchner años antes con los peronistas. Con ello, no sólo quitó de en medio el último obstáculo “sistémico” a su Presidencia, sino que además logró amalgamar como una fuerza centrípeta a todo el colectivo político opositor, volviendo a ordenar en un cuadrante peronista/antiperonista al sistema político argentino.
El día que Néstor Kirchner murió, un peronismo en crisis desde el 2001 tuvo que mirarse finalmente al espejo de su propia orfandad. Ya nadie deseaba conducirlo, porque todos deseaban vencerlo. Quizás también Cristina. Por eso, años después encontraría en Mauricio Macri y su Cambiemos el más formidable desafío político.
1- Nixon es una película estadounidense de 1995, dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Anthony Hopkins. El film relata la vida del 37° presidente de Estados Unidos, que gobernó el país entre el 20 de enero de 1969 y el 9 de agosto de 1974. Fue el único presidente de Estados Unidos que dimitió del cargo. Renunció arrastrado por el escándalo del Watergate.
2- Esta frase procede de un texto escrito por Walter Benjamin en 1940, aunque publicado de forma póstuma como Tesis sobre la historia y otros fragmentos (varias ediciones).
3- Nombre de la fortaleza y reino del legendario Rey Arturo, desde donde libró muchas de las batallas que forjaron su vida.
4- Discurso del fundador de Apple durante la ceremonia de graduación en la Universidad de Stanford. El video se puede ver en: https://news.stanford.edu/news/2005/june15/jobs-061505.html
5- Pacto constitutivo de la Transición española, firmado en el Palacio de La Moncloa, el 25 de octubre de 1977.
6- Challenger remite a una persona que intenta ganar una competencia, pelea o evento deportivo a otra persona que ya es considerada ganadora en la materia.
7- Hay un juego con la historia “literaria” de la frase, dicha por un personaje del escritor Osvaldo Soriano en la novela No habrá más penas ni olvido: “Yo nunca me metí en política, siempre fui peronista”. Después, Leonardo Favio la pone en boca del boxeador José María Gatica en la película Gatica, el Mono.
8- Ernesto Tenembaum, ¿Qué les pasó?, Buenos Aires, Sudamericana, 2010.
9- Diario Página/12, 30 de agosto de 2005 https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-55783-2005 -08-30.html
10- Mark Fisher, Realismo capitalista: ¿no hay alternativa?, Buenos Aires, Caja negra, 2009.
11- José Pablo Feinmann, El flaco. Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner, Buenos Aires, Planeta, 2011.
12- Alusión a la novela de Jorge Asís, Flores robadas en los jardines de Quilmes (1980).
13- Personaje de la serie de televisión Los Simpson, creada por Matt Groening. Burns es el más rico y poderoso de Springfield.
14- Hernán Brienza, “El gran desafío de ser Unidos y Organizados”, Tiempo Argentino, abril de 2012.
CAPÍTULO 2 Macri en la ESMA El macrismo y la Historia
El protocolo es un humanismo
“Los cimientos de una nueva república nunca se han cimentado sino con el rigor y el castigo, mezclado con la sangre derramada de todos aquellos miembros que pudieran impedir sus progresos…”
Plan Revolucionario de Operaciones, Mariano Moreno
“Parece que viene Macri al predio”. El mensaje empezó a circular en la mañana del 15 de febrero de 2016 entre los trabajadores del museo. Dos meses antes, Cristina Fernández de Kirchner había inaugurado el edificio de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y lo había recorrido para saludar a los trabajadores y trabajadoras que estaban ahí a diario. Las elecciones ya habían dado a Cambiemos como ganador, y en el acto se palpitaba una despedida adelantada. Cristina, entonces, aparecía en uno de los lugares más simbólicos del kirchnerismo, justo cuando el kirchnerismo se estaba terminando. La mayoría de esos trabajadores se abalanzaban sobre ella en busca de respuestas tranquilizadoras, y de abrazos maternales.
En el predio existía una tensión subjetiva por no lograr delinear con claridad la barrera entre la militancia y lo laboral. Quizás ese fuera el motivo por el que no había, hasta el momento, una actividad gremial extendida, sino más bien atomizada y débil. Y ese era un sujeto que definía al kirchnerismo: el Estado Militante. La llegada del macrismo al poder fue acompañada por un giro pronunciado de esa lógica que implicó, entre otras cosas, una afiliación masiva a los sindicatos estatales, no solo para resguardar los puestos de trabajo, sino también para contar con un paraguas político desde donde oponerse en el ámbito del Estado a las “nuevas políticas”. La actividad sindical se profundizó y creció en todos los sectores y organismos que nuclea el predio.
Sin embargo, cuando Macri llegó a la ex ESMA, todavía no encontró organización ni asambleas, tampoco grupos de WhatsApp que alertaran sobre novedades. No había reacción orgánica, ni cintura contestataria y urgente. Esa mañana, cerca de las 7, los trabajadores del área de Protección del predio recibieron la noticia de que el Presidente iría al Archivo Nacional de la Memoria a una reunión de gabinete, y que después recorrería el ex Casino junto con el ministro de Justicia, Germán Garavano, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Los acompañaría durante la visita Alejandra Naftal, directora del Museo Sitio de Memoria ESMA, y sobreviviente del ex Centro Clandestino de Tortura y Detención El Vesubio.
En la ex ESMA se volvió a vivir un secreto a voces. El predio era un hervidero. Los mensajes volaban, todos eran portadores de un pedazo de información que iba armando un panorama más completo, pero todavía impreciso, de lo que iba a ocurrir. Se sabía que iba a entrar por la puerta de atrás, sin dar aviso, un día lunes con el museo cerrado al público, y también que su visita estaba motivada por la intención de Barack Obama de recorrer el sitio para el 40 aniversario de la última dictadura en su visita a Argentina. Pero no se sabía más. Macri no quería recibir al primer presidente afroamericano de Estados Unidos flojo de papeles.
Cuando terminó la visita, Macri se subió al auto y se fue a una reunión en La Plata. Así lo mostraron los medios que levantaron la noticia. Cuando los trabajadores de las cooperativas “Argentina Trabaja”, con sus contratos suspendidos hasta nuevo aviso, le gritaron y lo insultaron, Macri caminó y los saludó.
La visita fue breve. No duró más de veinte minutos. Lo que trascendió fue que el más interesado en lo que se decía era Rodríguez Larreta, que Macri sólo intervino dos veces, una de las cuales apuntó a una precisión “difusa”: ¿cómo se seleccionaban los que sobrevivían? Antes de que el Presidente llegara al edificio, la directora removió la placa que decía que el Sitio había sido obra del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, período 2011-2015, al igual que un video introductorio que proyectaba el discurso que dio Néstor Kirchner el 24 de marzo de 2004, sobre la avenida Comodoro Rivadavia, cuando ese edificio había sido “recuperado”.
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