Conozco la historia de una iglesia establecida en Maryland que tenía más vacas sagradas que ninguna otra iglesia que pueda recordar. La asistencia no iba en caída libre; era peor. El descenso era gradual. De hecho, tan gradual que los miembros no lo notaban.
Imagine una iglesia cuya asistencia a los servicios de adoración disminuya de 400 personas a 300 en un periodo de diez años. De esta forma, la asistencia se reduce en solo diez personas por año. Es un descenso de menos de una persona cada mes. Es virtualmente invisible para aquellos que están presentes de manera regular. No obstante, es un descenso del 25 % en una década.
La iglesia establecida en Maryland experimentó una merma gradual similar. La membresía incluía muchísimos negadores, críticos y de los que se creen con derecho. Durante los últimos veinte años, los pastores habían llegado y salido rápidamente; la mayoría de ellos se marcharon a toda prisa. Por la iglesia desfilaron tres pastores en siete años, incluidos los períodos interinos.
Se corrió la voz de que esta iglesia era una «devoradora de pastores». Ningún líder en sus cabales consideraría ir jamás a ella. Podría destruir su ministerio y lastimar a su familia.
No obstante, Marcos sí aceptó el llamado a la iglesia. Lleva ya cinco años allí. No ha sido fácil. Tuvo momentos en que cuestionó su propia cordura. Los negadores fueron los primeros en desanimarlo; los críticos y los que se creen con derecho les siguieron rápidamente.
La historia en este punto va bien. Muy bien.
La asistencia muestra una recuperación por primera vez en más de una década. Los nuevos ministerios de discipulado y evangelización están comenzando a marcar una diferencia. La reputación de la iglesia en la comunidad ahora es positiva.
Por supuesto, están los detractores: específicamente los negadores, los críticos y los que se creen con derecho. Sin embargo, en estos momentos, sus voces no predominan tanto como las de aquellos que están entusiasmados con la dirección en la que marcha la iglesia. No, las cosas no son perfectas, pero están mucho mejores.
Plan de acción para liderar el cambio
Cuando uno comienza a analizar cómo Marcos dirigió la iglesia, ocho pautas claras saltan a la vista. En muchos sentidos, estas pautas se convierten en un plan de acción para liderar el cambio. No, no es un programa de «enchufar y usar». No, no es una solución instantánea. Sin embargo, es un enfoque lógico y con buen fundamento bíblico para liderar el cambio; y es algo que obviamente se ha utilizado con éxito en numerosas iglesias.
Estoy increíblemente entusiasmado por compartir esta información con ustedes, que son líderes en su iglesia. Y aunque espero que los pastores y otros líderes del personal de la iglesia sean los principales lectores de este libro, tengo la esperanza de que también haya una buena representación de líderes laicos. Quiero que todos ustedes vean estas posibilidades de cambio en su iglesia. Oro para que todos ustedes vean las posibilidades de un ministerio y un crecimiento exitosos en sus congregaciones.
El plan de acción tiene ocho etapas, y aunque estas no son plenamente secuenciales, el proceso tiene un sentido de orden. A menudo es difícil pasar a la siguiente etapa si no se han procesado las etapas anteriores.
A continuación mostramos un resumen sencillo del plan de acción de ocho etapas para liderar el cambio en su iglesia:
Deténgase y oreEl problema fundamental y crucial que se descuida confrecuencia al liderar el cambio.
Confronte y comunique un sentido de la urgenciaEnfrentar y compartir los hechos crudos con la congregación.
Forme una coalición entusiastaLa mayoría de las iglesias tienen al menos unos pocos miembros dispuestos para ir adelante.
Conviértase en voz y visión de la esperanzaLos miembros buscan esperanza y posibilidades en los líderes.
Aborde los problemas con las personasEl valor para lidiar con el bloqueo de la gente, tanto del personal como de los miembros de la iglesia.
Pase de un enfoque interno a un enfoque externoLlevar con perseverancia a la iglesia más allá de centrarse principalmente en sí misma.
Recoja el fruto que está a la manoSe necesitan las victorias evidentes para mantener un impulso positivo.
Implemente y consolide el cambioLa urgencia del evangelio nunca termina. La complacencia siempre es un peligro.
La mala noticia es evidente. Nueve de cada diez iglesias en América del Norte están perdiendo terreno en las comunidades en las que están ubicadas. Están decayendo o crecen más lentamente que sus respectivas comunidades.
La buena noticia también es evidente. En efecto, están surgiendo más iglesias. Más iglesias se están revitalizando. Lo que parecía ser una situación imposible en muchas congregaciones es ahora una vidriera para las posibilidades de Dios.
El Nuevo Testamento es una historia en acción. Es la historia del evangelio que avanza. Es la historia de cómo se quitan los obstáculos a medida que el evangelio avanza. Hoy demasiadas congregaciones están estancadas; no están avanzando. La Gran Comisión de Mateo 28:18-20 se trata de avanzar. En su esencia, la Gran Comisión se trata de ir. Ese ir requiere un avance, y requiere eliminar los obstáculos que estorban el progreso.
Usted está a punto de entrar en el mundo de las posibilidades de Dios. Este libro no se trata de un experto que comparte su opinión; se trata más bien de una colección de historias sobre cómo Dios ha usado a los líderes para avanzar hacia el cambio y el progreso. Es la historia de la obra de Dios en las iglesias de Dios.
Mi tarea es sencilla. Yo soy el observador de estos ejemplos reales quien luego comparte la esencia de lo que ocurrió. En particular, yo me centro en compartir verdades transferibles, de modo que usted pueda liderar a su iglesia hacia el cambio.
Ahora es el momento.
Ahora es el momento de la obediencia a la Gran Comisión.
Ahora es el momento de llevar iglesias enfermas a la salud.
Ahora es el momento para usted.
En el siguiente capítulo, comenzamos el proceso con el fundamento no negociable de la oración.
Preguntas de estudio y diagnóstico
1.Dé un posible ejemplo sobre cómo cada tipo de miembro de iglesia inamovible podría obstaculizar el crecimiento y la salud en su iglesia: el negador, el inculpador, el crítico, el confundido, el que se cree con derecho.
2.Tome 1 Corintios 12 como modelo para comparar a un miembro funcional de la iglesia con uno que se cree con derecho.
3.Revise las ocho etapas del plan de acción para el cambio. ¿Dónde cree usted que se encuentra el mayor desafío para la mayoría de las iglesias?
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