Sobre Caminos Cruzados
Por qué una noche estrellada de enero me animé a contar mi historia, no era una noche más, en ella se mezclaba mi vida pasada con esta apasionante historia de amor donde se mezclan los sentidos, las vivencias con la mujer más dulce que haya conocido, ella era un Ángel y un demonio a la vez, era la voz de mi pasado, la conciencia misma, la razón por la cual se entrecruzan experiencias vividas, con la razón de nuestro existir, ¿Por qué me enamoré tanto de esa mujer casi desconocida hasta ese momento? ¿Por qué ella con su impronta me marcó el camino para volver a mi pasado y desde allí empezar nuevamente desde cero? ¿Por qué esa casa era tan importante para mi?, todavía no lo sé pero seguramente lo iremos descubriendo en este libro.
Sobre el Autor
Diego Goldemberg nacido en Capital Federal el 12 de abril de 1969, padre de dos hijos que son su orgullo.
Egresado de la escuela José Hernández de Castelar.
Hijo de un padre artista y una madre comerciante, volvió a su casa materna después de separarse de su esposa, para tomar impulso y poder volver a empezar.
Caminos cruzados
Diego Goldemberg
Goldemberg, Diego Caminos cruzados / Diego Goldemberg. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Imprenta de libros, 2020. 92 p. ; 15 x 21 cm. ISBN 978-987-4426-56-7 1. Novelas Románticas. 2. Narrativa Argentina Contemporánea. I. Título. CDD A863 |
Caminos cruzados
Diego Goldemberg
© 2020 – Diego Goldemberg
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1ª edición: Enero de 2020
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Impreso en Argentina / Printed in Argentina
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
Y una vez que la tormenta termine,
No recordarás como lo lograste, como
Sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro
Si la tormenta ha terminado realmente.
Pero una cosa si es segura, cuando
Salgas de esa tormenta, no serás la
Misma persona que entró en ella.
De eso se trata la tormenta.
Haruki Murakami
Agradecimientos
A la vida, por ponerme a prueba diariamente, al destino por cruzarme con vos, a mi amiga Silvia, esa personita que me supo contener y escuchar en mis peores momentos, a mis hijos Federico y Damián Goldemberg por enseñarme a vivir, y a mis padres por hacer de mí una buena persona.
Prólogo
Y un día decidí patear el tablero…
Y un día decidí conocer el amor verdadero…
Y un día decidí escribir mi historia, sin tapujos ni pudores.
Y un día decidí ser feliz con lo que tengo aceptándome tal cual soy.
Y un día decidí volver a empezar desde la nada misma y con lo poco que tenía.
Y un día decidí aceptar que la felicidad no era ser rico sino ser querido y amado.
Y un día comencé a aceptar a los demás tal cual son sin crearme falsas expectativas.
Y un día decidí comenzar.
Diego Goldemberg
Capítulo 1
Un día de Julio. Roberto, un periodista del prestigioso diario el Zonda se dispuso a buscar a un hombre que según los rumores había vuelto a su casa materna ubicada en Castelar después de 22 años. Este periodista vino en busca de una nota, la cual quizás le otorgaría un premio Pulitzer y según los trascendidos la historia de este hombre lo merecía. Según testigos la persona a la cual se dirigía a entrevistar tenía una historia bastante interesante que contar. Era un día plomizo muy frío, lloviznaba y el periodista se dirigía al conurbano bonaerense en la zona oeste para ser más exactos. Este periodista acostumbrado a entrevistar grandes celebridades estaba obligado a hacer esta nota ya que su jefe el director del diario lo tenía amenazado con despedirlo si no conseguía la nota de su vida. Roberto enojado con esta situación se preguntaba a sí mismo, ¿Qué hago acá? ¿A vos te parece que tengo que venir a este lugar y recorrer toda la ciudad para esta nota? ¡Un periodista como yo!, ¡Con mis logros personales!, ¡con mi historia y mi impronta! No lo puedo creer se decía a regañadientes.
Capítulo 2
Llegando a Castelar en su vehículo, busca la dirección en su teléfono. Mira hacia afuera y piensa ¡Qué lindo barrio! ¿Qué me va a deparar el destino hoy? Llega al domicilio indicado y era una casa americana de mediados de los años 70’ bien mantenida. Tenía flores en el jardín de adelante. Desde el frente de la misma se veían 2 grandes ventanas, un porche y lo que fue en algún momento un garaje. Mira hacia los costados antes de tocar el timbre y escucha un perro ladrar. Desde una ventana lateral se escucha la voz de su futuro entrevistado preguntar ¿Quién es? Y el periodista le responde ¿Acá vive Diego? El dueño de la casa lo mira extrañado ya que no esperaba visitas y pregunta ¿Quién lo busca? Y el periodista le responde, disculpe mi falta de educación mi nombre es Roberto, soy periodista del diario El Zonda y tengo entendido que usted tiene una historia muy interesante para contar. Diego lo miró y le respondió ¿Qué historia? Yo no tengo nada para contar. ¿Quién es usted y qué quiere? Yo a usted no lo conozco. El periodista se adelantó a responderle, disculpe Diego es que necesito su historia. De usted depende mi futuro laboral. Si no le hago esta nota mi jefe me va a despedir. Diego lo mira como extrañado y lo deja pasar a su casa.
Capítulo 3
Una vez que la puerta se abrió, salió un perrito Zchnauzer blanco muy simpático y muy ladrador, Diego lo corría y le decía basta Teo, deja pasar al periodista hasta el living. El living tenía 2 ventanales grandes, uno daba hacia la calle y el otro hacia el jardín, en el medio del living había una mesa para ocho personas. En las paredes había 2 cuadros, uno era una réplica de la creación del mundo de Leonardo Da Vinci y el otro, un mural de la torre Eiffel, hacia un costado había una manito o jamsa apuntando hacia un pasillo, y 2 sillones berger de un cuerpo cada uno de pana verde muy gastados por el paso del tiempo. Diego invita al periodista a tomar asiento y le ofrece algo de beber. Este se sienta en una de las sillas de la gran mesa y acepta tomar mate pero con la condición de que sea amargo. Una vez que el periodista se sentó, el perrito se recostó mirando todo lo que sucedía con una tensa calma. Una vez preparada la infusión, en un coqueto mate de cuero con la figura grabada de un caballo corriendo libre en un prado, toman asiento y se miran. Entonces Diego mira al periodista y le dice, bueno te escucho ¿Qué querés que te cuente? a lo que el periodista lo mira con ojos atónitos y le responde ¿Cómo no sabes de qué querés que te hable? La verdad no tengo idea dice Diego. Ambos quedaron mirándose en silencio.
Capitulo 4
A ver cómo te explico… le dice el periodista mirándolo a los ojos: tengo entendido que tuviste un mal de amores o como se dice normalmente, te enamoraste y no fuiste correspondido. Diego lo miró con los ojos encendidos y levantando la voz le respondió: sí que fui correspondido simplemente queríamos cosas distintas para nuestras vidas y aparte porque tendría que contarle a usted mi vida personal. Al ver que Diego levantó la voz el perrito que estaba acostado alrededor de ellos se paró y le gruñó al periodista. Roberto trató de explicarle a Diego las razones por las cuales esta historia era importante para él. Diego, no lo quería escuchar e invitó al periodista a que se retire de su casa. Se puso de pie y sin mirar al periodista miró por la ventana que daba al jardín, encendió un cigarrillo y abrió uno de sus vidrios como si estuviese mirando un paisaje, pero en realidad su mirada solo podía ver lo que él mismo estaba sufriendo por ese amor no correspondido, aunque en su interior sabía que ella un día lo volvería a llamar, que se volverían a ver, que todo ese sufrimiento era solo una pesadilla a punto de terminar.
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