1 ...6 7 8 10 11 12 ...15 Existen por lo menos tres cosas que podemos aprender acerca de la creación de Dios de nosotros. La cosa mas elemental que necesitamos captar es que no nos pertenecemos a nosotros mismos. Tampoco estamos en control ni somos independientes.
De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
Salmo 24:1
Segundo, necesitamos entender que existe una gran distinción entre Dios quien es nuestro Creador, y nosotros, quienes somos sus criaturas (Salmo 8:4-8). A pesar de que somos una impresionante obra de Dios que es única del resto de la creación (personal, como Dios es), todavía somos simplemente una creación hecha por Uno que es mucho mayor.
Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra?
Salmo 113:4-6
Tercero, necesitamos estar apercibidos de que la vida no gira en torno a nosotros . Como nuestro creador, Dios es la causa y el centro de todas las cosas. El es el enfoque correcto. El es el único digno de toda gloria (Apocalipsis 4:11).
2. El Hombre fue creado para Dios.
El hecho de que Dios creara el hombre a su propia imagen nos da una indicación del porque fuimos creados. Fuimos creados para El.
…todo fue creado por medio de él y para él.
Colosenses 1:16b
Esta verdad puede ser un golpe para aquel que cree que su propósito aquí es “sacar todo lo que pueda de la vida.” Puede que sea una sorpresa para cristianos profesantes quienes viven como si Dios estuviera allí para ellos, en vez de lo contrario. Pero el que ve a Dios y a sí mismo correctamente cuenta como un privilegio el existir para El.
Para Adorarle
Nosotros fuimos creados por Dios para que El recibiera la adoración que El merece. Dios es enteramente santo, poderoso, y verdadero. El, además, merece completamente nuestro enfoque, adoración, alabanza, y honor. El es merecedor de nuestra adoración y El legítimamente la espera.
Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
1 Crónicas 29:11
Cada ser humano es nacido con una deuda de adoración hacia Dios (Salmo 96:7-9). Ninguno de nosotros ha pagado esa deuda completamente. Algunas personas están inconscientes de su necesidad de reconocer al Creador. Otras voluntariamente rehúsan adorarle. Es sorprendente que Dios espera pacientemente por el tiempo exacto para juzgar a la humanidad por su falta de adoración (Salmo 96:13).
Debemos preguntarnos a nosotros mismos si hemos acogido este primer propósito por el cual fuimos creados: adorar a Dios. ¿Es la actividad central de tu vida el adorar a Dios? El Padre está buscando adoradores.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Juan 4:23
Para ser Su Propio Pueblo
Fuimos también creados por Dios para que El tuviera un pueblo. El significado primario de la palabra santo en la Biblia frecuentemente envuelve la idea de separación , o de estar aislado de algo. Es frecuentemente usado en el Antiguo Testamento de personas o cosas estando “apartadas como santas para Señor” (Éxodo 13:12, 14,15; Números 3:11-13). Algo que es “separado” para el Señor está especialmente marcado para Su posesión y está reservado para Sus propósitos y uso justo. En el principio, el hombre fue separado para El con un propósito específico en vista. Dios iba a tener un pueblo de Su posesión .
Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Salmo 100:3
Dios ya ha condescendido bien bajo para aun preocuparse con nosotros. Aun así, El ha revelado Su deseo de caminar con el hombre a lo largo de la historia. Desde el Jardín de Edén, Dios caminó con el hombre (Génesis 3:8-10). El continuamente llamó al pueblo de Israel a que permaneciera en una relación con Sí mismo (Deuteronomio 7:6, 9,11). A través de Cristo, Dios todavía está llamando a las personas a caminar con El hoy.
[Jesucristo]… quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio … Tito 2:14 [énfasis añadido]
Para Manifestar su Carácter (Glorificarle a El)
Por medio de nuestra creación, Dios pudiera no solamente recibir la adoración que El merece y tener un pueblo de Su propiedad, sino también pudiera ser glorificado en una manera asombrosa. Al crearnos, amarnos, trabajar en medio nuestro, y llenarnos de gracia, el carácter de Dios ha sido manifestado. Él ha sido manifestado ante los ángeles en el cielo, el hombre, y aún ante Satanás y los demonios (1 Timoteo 3:16; Job 36:24-25; Marcos 1:23-24).
Venid, y ved las obras de Dios, Temible en hechos sobre los hijos de los hombres. / Salmo 66:5
Esos que han sido perdonados de sus pecados pueden unirse a Dios en la asombrosa manifestación de su carácter al reconocerle, al proclamar Sus grandes obras, y al hacer discípulos (Salmo 96:1-6; 1 Pedro 2:9-10). Aún esos que se rebelan contra Dios tendrán su parte en poner en manifiesto el carácter de Dios. Su justicia será vista por todos (Salmo 9:8).
A través de la historia, el hombre se ha apartado del propósito de Dios y ha escogido un camino egoísta y pecaminoso. Muchos buscan los placeres de esta vida. Otros buscan a Dios para sus propios fines. La verdad es, nuestro mayor propósito en la vida es el deleite de Dios .
3. El Hombre es enemigo de Dios por naturaleza.
Por mucho que Dios desee recibir nuestra adoración y tener una relación duradera con nosotros, El no puede y ni ignorará injustamente la gran barrera que nuestro pecado ha creado entre El y nosotros.
Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. / Isaías 59:2
Puede que nunca nos sintamos como el enemigo de Dios, pero por el simple hecho de que heredamos la naturaleza pecaminosa de Adán, somos Sus enemigos desde nuestro nacimiento. Nuestra condición pecaminosa es vista tanto en nuestro fracaso en adorar a Dios como El merece y en nuestro postrarnos hacia el pecado y el egoísmo (romanos 1:18-25; 5:10). Pero Dios no nos dejo es esta desesperada situación. ¡No necesitamos permanecer siendo los enemigos de Dios!
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.Colosenses 1:21-22 [énfasis añadido]
Hasta ahora hemos aprendido que el hombre es pecaminoso de corazón, muerto en sus delitos y pecados, un enemigo de Dios, completamente responsable, e incapaz de llenar el estándar de Dios o de ayudarse a sí mismo (Efesios 2:1-7). El hombre nació con una deuda de reverencia a su Creador, pero por el contrario se ha reverenciado y servido a sí mismo, aun en sus “buenas obras.” Está limitado a los deseos lujuriosos, egoístas, y pecaminosos de su carne y está engañado por su mente empañada por el pecado y corazón tonto. Aunque el hombre está restringido de la plena expresión de su pecaminosidad, está condenado (apartado de la directa intervención de Dios a su favor) a sufrir las consecuencias de su propio pecado y rebelión, a pasar una eternidad en el infierno, pagando por sus pecados contra un Dios santo (2 Tesalonicenses 1:9; Apocalipsis 20:11-15). ¡Que feo cuadro de nosotros mismos! Pero Dios en Su misericordia está deseoso de hacer un cuadro diferente de ti—un hombre diferente.
Читать дальше