Dos Necesidades Que Nos Rodean
Hay dos cosas siempre presente en la forma en que Dios se relaciona con nosotros. Primero, el amor perfecto de Dios cubre todos Sus tratos con nosotros. Su amor por nosotros nunca es inactivo. Sabemos esto por la palabra bíblica hesed . Esta palabra hebrea se refiere a la relación de Dios con nosotros y significa “bondad amorosa constante” o “pacto de lealtad” (Salmo 36:7; Isaías 63:7). La palabra lleva consigo las ideas de ambos amor y fidelidad . Por lo tanto, una relación bíblica tiene un amor duradero. Todo lo que es hecho en una relación bíblica debe ser con la finalidad de mantener este tipo de amor.
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre,de paciencia; soportándoos unos a otros , y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.Colosenses 3:12-13 [énfasis añadido]
Segundo, cada una de las cualidades relacionales de Dios descansa sobre el fundamento de la verdad. El ama de tal forma que mantiene Su carácter y palabra (Santiago 1:17). Todo lo que hacemos también debe hacerse guardando todos los principios y mandatos de Dios.
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho yen verdad . Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él.I Juan 3:18-19 [énfasis añadido]
Esta es la forma en la que nos relacionamos bíblicamente. Entonces, una relación bíblica debe poseer tanto la cualidad del amor duradero como la obediencia de las Escrituras .
Reuniendo Todo
Habiendo echado una mirada cercana a Dios y Sus tratos con nosotros, podemos crear una definición de una relación bíblica. Nuestras relaciones deben ser:
Una participación conjunta entre dos personas cristianas distintas en las cuales existe involucramiento, amor semejante al de Cristo (sacrificial, duradero, y en permanencia a la palabra de Dios), buena comunicación, aprecio, edificación, y servicio—todo en una actitud de respeto y humildad—y todo para la gloria de Dios y el beneficio del otro.
En relaciones no comunes, nuestra responsabilidad permanece igual. No podemos forzar a otros a relacionarse de la forma que Dios quiere que ellos lo hagan pero sí podemos nosotros honrar a Dios. Todos nosotros estamos relacionados de alguna forma a los no creyentes. Algunos de ustedes tienen esposas no creyentes. Las esposas no creyentes no tienen la capacidad de relacionarse de la forma en que Dios se relaciona, pero al cumplir tu responsabilidad, tú puedes ser un testigo del amor de Dios y darle gran gloria a El. En tal caso, debes ocuparte en:
Una búsqueda de involucramiento y fidelidad hacia otra persona distinta a través detu propio amor semejante al de Cristo (sacrificial, duradero, y en permanencia a la palabra de Dios), buena comunicación, aprecio, edificación y servicio— todo en una actitud de respeto y humildad—y todo para la gloria de Dios y el beneficio del otro.
Peligros Principales en las Relaciones
Antes de dejar el tema de las relaciones, quiero tocar algunos de los peligros que debemos evitar si vamos a llevar a cabo lo que acabamos de describir. El pecado siempre ha sido el problema en las relaciones. Como resultado de la Caída del hombre, no solo el hombre se separó de su Dios, sino que inmediatamente comenzó a tener dificultades en sus relaciones horizontales. Esto es demostrado claramente en el libro de Génesis (Adán y Eva, Génesis 3:12-13; Caín y Abel, Génesis 4:8; etc.). Los problemas en las relaciones han continuado a través de las edades porque el pecado ha continuado. Aun después de la salvación, nuestra inclinación pecaminosa está todavía presente (Romanos 7:21-25).
Como esposos ejemplares, necesitamos evitar estos pecados y buscar con toda diligencia reemplazar las siguientes características malas con sus contrapartes semejantes al carácter de Cristo:
1. No siguiendo a Cristo primero y ante todo (ver también el capítulo 7).
Nuestra relación con Cristo siempre afectará nuestras relaciones horizontales con los demás. Si no estamos amando a Dios con todo nuestro corazón, alma, y mente, estamos poniendo algo o a alguien más en Su legítimo lugar. Inevitablemente nos encontraremos teniendo dificultad en nuestras otras relaciones.
En su lugar: Haz de Cristo tu vida y tesoro. Búscale como tu “primer amor.”
2. Orgullo (una actitud mental de egoísmo—ver también el capítulo 13).
a. Orgullo que se auto-exalta
El orgullo nos hará despreciar y enseñorearnos sobre otros en lugar de dirigir amorosamente. Una persona que se exalta a sí misma también estará a la defensiva, echará la culpa sobre otros, renombrará, o ignorará el pecado en lugar de admitirlo y pedir perdón. También estará renuente a darle cuentas a alguien, y raramente verá a alguien como capaz de dar un consejo o una opinión benéfica.
En su lugar: Revístete de la humildad que trata como mas importantes a otros que a sí mismo (Filipenses 2:1-4), admite el pecado (Salmo 32:5; Santiago 5:16), busca consejo (Proverbios 1:5, 15:22), acepta con beneplácito la responsabilidad (Hebreos 10:24-25), solo hace peticiones que consideran la gloria de Dios y el bien de los demás (Filipenses 2:1-4).
b. Orgullo Egocéntrico
¡El enfoque de la carne pecaminosa es el Yo! Lo considera una gran dificultad el preocuparse por los demás y ser considerado. Sus pensamientos, palabras, y esfuerzos están consumidos con “ mi ” agenda, “ mis ” problemas, “ mis ” carencias, “ mis ” deseos, “ mis ” necesidades.
En su lugar:Busca enfocarte en los deseos de Dios y por servir en beneficio de los demás.
Amaos los unos a los otros con amor fraternal;en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros .Romanos 12:10 [énfasis añadido]
3. Comunicación pecaminosa (ver también el Capítulo 16).
Es importante ser sensible a los pecados de la comunicación tanto a los auto-iniciados como a los reaccionarios. Las palabras engañosas, malsanas, o hirientes, tanto como el tono de voz y el lenguaje corporal con los cuales son dichas, pueden también ser pecaminosas. La carne quiere excusar estos pecados basándose en las circunstancias, pero la palabra de Dios no nos da ningunas excepciones acerca de nuestra comunicación.
Por el contrario:Comunícate con veracidad y amor en todo momento.
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Efesios 4:29 [énfasis añadido]
4. Falta de aprecio y agradecimiento.
Cuando estamos enfocados en los aspectos negativos de una persona o de una relación, en lugar de en lo positivo, somos renuentes a relacionarnos como deberíamos. Desvanecer los puntos fuertes y demostraciones de amor de alguien (no importa cuan pequeño o cuan pocos sean) de cualquier calidades negativas que puedan haber rompe el mandato de Dios de ser agradecido en todo tiempo (1 Tesalonicenses 5:18).) Aun cuando Cristo tuvo que reprender a las siete iglesias en el libro de Apocalipsis, El inició con palabras de aprecio y elogio. Este es un buen patrón para nosotros cuando hay cosas negativas que tengamos que tratar con otros (Apocalipsis 2-3).
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