Para dejar de hacer compras impulsivas e innecesarias es fundamental llevar un registro de tu presupuesto. Esa es la base para comenzar a sanear tu economía y escapar de la cárcel. Administrar tus finanzas personales como si fueran un negocio, registrando todos tus ingresos y egresos te permitirá sin duda tener un panorama más claro para planificar a futuro. En mi experiencia, siempre que leía este consejo en los libros de finanzas personales, lo pasaba por alto. Me parecía muy engorroso tener que sacar mi celular con mi hoja de cálculo cada vez que gastaba o recibía plata, mi cerebro reptil de cierto modo rechazaba eso. Perdí mucho tiempo sin hacerlo, hasta que por fin hice mi primer mes completo de registro y comprendí su importancia. Cómo gozaba de buenos ingresos de mis negocios, no media realmente mis gastos y no imaginarán la cantidad de plata que malgastaba en comidas, taxi, salidas y entretenimiento. Cuando una persona sin inteligencia emocional posee dinero, seguramente va a gastar todos sus ingresos buscando llenar su vacío interno y hasta terminará más endeudado, esto pasa a menudo por no saber dominar nuestro ego. Voy a poner un ejemplo cotidiano para darnos cuenta de cómo actúa nuestro ego en el cerebro cada vez que hacemos una compra. Imaginemos que vamos a comprar una cerveza y elegimos la misma de siempre, una cerveza rubia de calidad intermedia y sumamente accesible a un valor de ARS 100. Al mes siguiente nuestro jefe nos informa que tenemos un 20% de aumento en nuestro salario, entonces nos ponemos contentos, nuestro ego nos empieza a decir que están subiendo nuestros ingresos y por ende nuestro estatus, por lo que seguramente la próxima vez que vayamos a comprar una cerveza, no sigamos comprando la misma de siempre, sino que ahora seleccionemos una mejor y más rica que vale ARS 130 porque el cerebro nos va a estar diciendo que son solo ARS 30 de diferencia y como ya subimos de estatus, pues claro que vamos a terminar comprando una cerveza mejor. En un simple producto se gastó un 30% más de lo que se acostumbraba y esto seguramente se va a repetir en todas nuestras compras. Esto se repite siempre y por eso es que vivimos endeudados y sin llegar a fin de mes, porque gastamos de más constantemente y así nunca vamos a poder ver progreso.
Hay dos trampas psicológicas que siempre te hacen gastar de más:
1. El falso mérito: el hecho de decir “trabajo muy duro todos los días, merezco eso” es quizás el pensamiento que más te condena a estar atrapado en la cárcel de la carrera de la rata. Tú no mereces nada más que tu libertad financiera y esa debe ser tu forma de pensar. Si crees que mereces algo por simplemente andar ocupado todo el día con muchísimos quehaceres, te invito a abrir los ojos y reflexionar sobre todas las personas que conoces. ABSOLUTAMENTE TODAS viven ocupadas todo el día y con mil cosas en la cabeza. Vivir de esa manera no te hace merecedor de nada.
2. Una falsa idea del amor: muchas veces gastamos muchísimo dinero de más para tratar de demostrar amor y eso no es amor. Simplemente estás condenándote a más y más jornadas interminables de trabajo que te roban libertad. Amor es un sentimiento pleno que abarca el comprender, compartir momentos, respetar y tener afecto hacia alguien o algo. En ningún diccionario encontrarás una definición de amor que abarque algún material externo, el amor proviene 100% de nuestro interior. Un ejemplo muy frecuente es ver cómo padres o madres que dependen de una sola fuente de ingresos activos malgastan mucho dinero en juguetes para sus hijos que luego terminan tirados en un rincón de la casa y el niño generalmente termina jugando con la caja. Quizás el valor de esos juguetes equivale a 2, 3 o 4 jornadas enteras de trabajo. ¿No crees que hubiese sido mejor negocio no gastar su dinero e invertir el equivalente del tiempo de esas jornadas en pasar tiempo de calidad con su hijo, tomar un curso o leer algún libro, etc.?
Otro ejemplo que puedo dar de esto es lo que le sucedió a una pareja amiga. Se acercaba el cumpleaños de mi amigo y su mujer obviamente no quería dejar pasar por alto la fecha y quería hacer una celebración. Como no tenía dinero, le solicitó un préstamo a otro familiar y decidió organizarle una fiesta sorpresa. Yo no sé, querido lector, si eres capaz de comprender la magnitud y gravedad de esta decisión financiera. No pienso que hay que dejar pasar estos eventos por alto, pero pensando un poco se podría haber solucionado organizando una cena sorpresa con amigos y familiares en la que todos colaboremos un poco.
Podría escribir bibliotecas enteras sobre situaciones como estas que veo y escucho día a día. Otro ejemplo que puedo contar es lo que hizo un cliente, un profesional universitario, quien se dedica a la docencia en un colegio de prestigio y cobra un salario de USD 700, aproximadamente, y esa es su única fuente de ingresos (ingresos activos). Él contaba con unos ahorros de USD 5000, a los cuales decidió gastar todos en la fiesta de 15 años de su hija. No me voy a cansar de repetirlo una y mil veces: ¡ESO NO ES AMOR, ESTÁS CAVANDO UN POZO PARA TAPAR OTRO CON EL SIMPLE FIN DE SATISFACER TU EGO! Todas esas decisiones provienen del ego, el querer aparentar externamente que somos buenos padres, que somos buenos novios, hermanos, padrinos, etc., y por eso nos endeudamos o malgastamos nuestros ingresos. Yo inicié mi negocio con USD 1000, que luego me permitió tener múltiples fuentes de ingresos y libertad, y este cabrón derrochó 7 u 8 meses completos de trabajo duro en una fiesta que apenas dura unas cuantas horas. Luego nos quejamos y culpamos a otros de la pobreza. Cómo una sociedad no va a entrar en crisis económicas con personas que tienen esta mentalidad de pobreza.
Ante estos casos, honestamente me dan ganas de darles un cachetazo a las personas para despertarlas, si no lo hago yo, tarde o temprano será la vida la que les termine dando el cachetazo y créanme que será más duro.
No te estoy proponiendo la austeridad como una manera de vivir porque simplemente vivir de ese modo apesta y a nadie le gusta. Solamente tómalo como lo que es, una etapa de crecimiento y de autocontrol. Si tú no puedes dominar tus finanzas personales, nunca podrás manejar las finanzas de un negocio. Si tú no aprendes a invertir tu dinero y hacerlo trabajar para que te genere más dinero, estarás condenado a trabajar por el resto de tu vida por dinero. Es fundamental comprender el ego para poder tomar decisiones a nuestro favor.
Para poder salir de la carrera de la rata, debemos de disponer de los recursos más importantes que son tiempo y energía. Nuestro objetivo de la austeridad es hacernos ricos en el tiempo. Generalmente la razón por la que muchas personas trabajan muchísimas horas diarias es porque acumulan demasiados pasivos y necesitan trabajar para mantenerlos. Mientras más reduzcas tus gastos, menos tendrás que trabajar y tendrás más tiempo disponible para pensar y crear verdadera riqueza.
Voy a citar una frase muy popular de un gran maestro para lograr cambiar tu forma de ver tus gastos:
“Cuando compras algo, no lo estás pagando con dinero, lo estás pagando con el tiempo de vida que te llevó conseguir ese dinero”, José Pepe Mujica (expresidente de Uruguay). Nuestra vida es tiempo, y simplemente gastar nuestra vida para satisfacer nuestro ego es el peor negocio que podemos hacer porque el ego es insaciable y siempre te va a pedir más.
Si bien coincido plenamente con esta frase, hay que ser conscientes de que Pepe Mujica está hablando de ingresos activos. Pero no te desanimes, claro que puedes aspirar a conseguir todos los lujos y chingaderas que desees, siempre y cuando te encargues de generar las fuentes de ingresos pasivos necesarias que paguen por ese estilo de vida que deseas. Con respecto a las finanzas, tengo una ley personal que voy a compartir contigo para que sea tu guía en este proceso de escapar de la prisión. Gasta tus ingresos activos en lo que deja, y luego podrás comprar con tus ingresos pasivos todo lo que apendeja.
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