LOS OSOS
SUMARIO
Los osos: grandes y peludos LOS OSOS, GRANDES Y PELUDOS Estos grandes mamíferos poseen un cuerpo corpulento y una enorme cabeza. Los ojos, por el contrario, son pequeños, tienen las orejas redondeadas y la cola muy corta. Su pesado cuerpo está cubierto por un espeso pelaje , cuyo color varía de unas especies a otras y algunos tienen manchas claras en determinadas partes del cuerpo. Las patas, muy cortas, tienen cinco dedos, provistos de unas afiladas garras puntiagudas. Son armas poderosas que utilizan para defenderse y atacar a sus presas; también les sirven para desenterrar vegetales, trepar a los árboles o arañar su corteza. Los osos, al igual que el hombre, son plantígrados , es decir, caminan apoyando el talón en el suelo. Se mueven a cuatro patas, pero son capaces de erguirse sobre las traseras y mantener el equilibrio; incluso pueden recorrer de esta forma distancias cortas. Les gusta mucho el agua y son excelentes nadadores. Algunos también trepan a los árboles. A pesar de su corpulencia y sus andares, aparentemente torpes, los osos son bastante ágiles y, en caso de necesidad, corren velozmente. Plantas de las patas delantera y trasera en las que se observan los cinco dedos y las afiladas uñas. Es este esquema podemos ver las diferencias entre el pie de un ungulígrado (ciervo) A, un digitígrado (perro) B y un plantígrado (oso) C. Un oso pardo erguido sobre sus patas traseras.
Madres amorosas MADRES AMOROSAS Los osos son animales solitarios, pero en determinadas épocas del año, normalmente en primavera, se reúnen para formar pareja. Durante esta época pueden producirse enfrentamientos entre los machos, que luchan por una hembra. Los contrincantes intercambian señales amenazadoras para intimidar al contrario: enseñan los dientes y emiten gruñidos sordos. Si esto no surte efecto, los osos se enzarzan en una furiosa pelea, hasta que uno de ellos se da por vencido y huye. La pareja permanecerá junta muy poco tiempo, tan sólo unos días. Los oseznos nacen muy desvalidos pero crecen rápidamente, alimentados por la leche materna. Durante el período de reposo invernal, nacen las crías –de una a cuatro– con los ojos cerrados y sin pelo (excepto las crías del oso polar). Los cachorros son muy pequeños e indefensos, pesan entre 200 y 600 gramos. Na- da más nacer, la madre los limpia lamiéndoles el cuerpo. En primavera, la madre y las crías salen del refugio. Los oseznos aún son pequeños y siguen a su madre a todas partes. La hembra cuida solícitamente de sus pequeños, los protege y les enseña a buscar alimento y a defenderse. Cuando tienen dos o tres años de edad, los jóvenes osos ya son capaces de valerse por sí mismos y empiezan su vida independiente. En aquellas regiones donde el clima es más cálido, el apareamiento puede producirse en cualquier época del año. Los cachorros ya saben trepar y, a veces, cuando se asustan, se refugian entre las ramas de los árboles. Una hembra con sus oseznos. Viven con ella hasta que son capaces de conseguir su propia comida.
Los osos golosos
Sueño invernal
Osos de todos los tamaños
Un pescador jorobado
Paseando a su aire
Un oso con antifaz
La vida entre los hielos
Un melenas con collar
Un devorador de termitas
El menor de todos
Los osos y el hombre
Glosario
Índice
Texto: Maria Àngels Julivert
Licenciada en Biología,
especialidad en Zoología
Ilustraciones: Estudio Marcel Socías
Dirección editorial: M aFernanda Canal Diseño gráfico: Josep Guasch Dirección de producción: Rafael Marfil
© Copyright Parramon Paidotribo—World Rights
Published by Parramon Paidotribo, S.L., Badalona, Spain
ISBN: 84-342-1883-6
ISBN EPUB: 978-84-9910-303-7
EL FASCINANTE MUNDO DE…
LOS OSOS
LOS OSOS, GRANDES Y PELUDOS
Estos grandes mamíferos poseen un cuerpo corpulentoy una enorme cabeza. Los ojos, por el contrario, son pequeños, tienen las orejas redondeadas y la cola muy corta.
Su pesado cuerpo está cubierto por un espeso pelaje, cuyo color varía de unas especies a otras y algunos tienen manchas claras en determinadas partes del cuerpo.
Las patas, muy cortas, tienen cinco dedos, provistos de unas afiladas garras puntiagudas. Son armas poderosas que utilizan para defenderse y atacar a sus presas; también les sirven para desenterrar vegetales, trepar a los árboles o arañar su corteza.
Los osos, al igual que el hombre, son plantígrados, es decir, caminan apoyando el talón en el suelo. Se mueven a cuatro patas, pero son capaces de erguirse sobre las traseras y mantener el equilibrio; incluso pueden recorrer de esta forma distancias cortas.
Les gusta mucho el agua y son excelentes nadadores. Algunos también trepan a los árboles. A pesar de su corpulencia y sus andares, aparentemente torpes, los osos son bastante ágiles y, en caso de necesidad, corren velozmente.
Plantas de las patas delantera y trasera en las que se observan los cinco dedos y las afiladas uñas.
Es este esquema podemos ver las diferencias entre el pie de un ungulígrado (ciervo) A, un digitígrado (perro) B y un plantígrado (oso) C.
Un oso pardo erguido sobre sus patas traseras.
MADRES AMOROSAS
Los osos son animales solitarios, pero en determinadas épocas del año, normalmente en primavera, se reúnen para formar pareja.
Durante esta época pueden producirse enfrentamientos entre los machos, que luchan por una hembra. Los contrincantes intercambian señales amenazadoras para intimidar al contrario: enseñan los dientes y emiten gruñidos sordos. Si esto no surte efecto, los osos se enzarzan en una furiosa pelea, hasta que uno de ellos se da por vencido y huye.
La pareja permanecerá junta muy poco tiempo, tan sólo unos días.
Los oseznos nacen muy desvalidos pero crecen rápidamente, alimentados por la leche materna.
Durante el período de reposo invernal, nacen las crías –de una a cuatro– con los ojos cerrados y sin pelo (excepto las crías del oso polar). Los cachorros son muy pequeños e indefensos, pesan entre 200 y 600 gramos. Na- da más nacer, la madre los limpia lamiéndoles el cuerpo.
En primavera, la madre y las crías salen del refugio. Los oseznos aún son pequeños y siguen a su madre a todas partes. La hembra cuida solícitamente de sus pequeños, los protege y les enseña a buscar alimento y a defenderse. Cuando tienen dos o tres años de edad, los jóvenes osos ya son capaces de valerse por sí mismos y empiezan su vida independiente.
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