1 ...8 9 10 12 13 14 ...25 d. ¿El cómo? (estrategias o método de investigación, de análisis, y técnica de recolección de datos)
e. ¿Con quién? (recursos humanos: investigadores principales, auxiliares, organización)
f. ¿El cuándo? (agenda de trabajo y cronograma)
g. ¿El con qué? (recursos materiales, presupuestos)
Existen distintos formatos para la formulación de este tipo de proyectos, elaborados por distintas instituciones y consignados en distintas publicaciones, no obstante, lo importante no es tanto la formalidad, cuanto la respuesta a estos interrogantes lógicos, lo más precisa y realista que sea posible, de manera que permita identificar finalmente el propósito de quien o de quienes van a acometer la realización de un estudio.
Además, el CILA asesora, desde la formulación misma y la sustentación (si es del caso) de este tipo de proyectos, hasta la redacción de los informes. El CILA se constituye así, en un centro de servicios, de reflexión y de investigación lasallista, de carácter universitario, al servicio de la familia lasallista nacional e internacional.
Bibliografía
Centro de Investigaciones Lasallistas. 1987. Actas del itinerario de las reuniones Nos. 3 y 5.
Concilio Vaticano II. 1988. Constitución “Lumen Gentium” (L. G.).
Concilio Vaticano II. 1963. Constitución “Gaudium et Spes” (G.S.).
Gallego, S. 1986. Vida y pensamiento San Juan de Bautista De la Salle. Escritos. Tomo 2. Madrid: BAC.
Hermanos de las Escuelas Cristianas. 1988. Reglas y constituciones. Salamanca.
Hermanos de las Escuelas Cristianas. 1976. Declaración sobre el hermano en el mundo actual. 39 Capítulo General, 1966-1967. Bogotá.
Juan Pablo II. 1982. Creo en el Espíritu Santo. L’ Osservatore Romano, 2. Roma.
Juan Pablo II. 1986a. Dominum et vivificantem. Ciudad del Vaticano.
Juan Pablo II. 1986b. Discurso a los intelectuales y universitarios. Medellín.
Marías, J. 1980. Antropología metafísica. Madrid: Alianza.
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Paul, F. (Trad.). 1962. Las cartas de San Juan Bautista De la Salle. Madrid: Colección Sinite.
Sauvage, M. Fsc. Espiritualidad lasalliana, nuestra herencia. Fichas lasallianas, 11-0-12 a 11-0-16.
Sauvage, M. Fsc. y Campos, M. Fsc. 1977. San Juan Bautista De la Salle, experiencia y enseñanza espirituales: anunciar el evangelio a los pobres. Lima: Labrusa.
Sebá, H. Fsc. 1985. El quehacer investigativo en la Universidad. Revista de la Universidad de La Salle, 7, V (11). Octubre.
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Zubiri, X. 1984. Inteligencia y razón. 2ª Parte. Madrid: Alianza/Sociedad de Estudios y Publicaciones.
Zubiri, X. 1986. Sobre el hombre. Madrid: Alianza/Sociedad de Estudios y Publicaciones.
La reflexión pedagógica en la Universidad de La Salle: itinerario de una búsqueda{*}
Introducción
Al hablar de los “Desafíos y la crisis mundial de la educación”, Michel Godet{1} señala once crisis interrelacionadas que tocan la escuela en sus fundamentos. Entre esas crisis, la primera es la “crisis epistemológica”, que resulta de la confusión de conceptos (educación, formación, aprendizaje…), de la insuficiencia y de la subordinación de las informaciones, de la dificultad de las comparaciones internacionales, de las ideas recibidas sobre la enseñanza (descenso de nivel, rol de la pedagogía).
La evolución de la reflexión pedagógica dentro de la Universidad de La Salle se ha venido dando dentro del marco general de esta crisis y de sus efectos prácticos en la concepción del currículo, de las prioridades didácticas y del estilo de formación de los estudiantes.
Con el concepto pedagogía nos queremos referir a un saber distinto del simple “arte de enseñar”, pero desde luego, también distinto del “fenómeno educativo” con los sistemas, procesos, resultados, logística y contexto. Qué implica. Tradicionalmente, la pedagogía se conceptuó como la “ciencia del arte de enseñar”, y a partir de esta definición diversos autores han entrado a distinguir entre ciencia y arte, ciencia y “saber”, y, en cuanto ciencia, entre ciencia especulativa (o analítica, o teórica) y ciencia aplicada (sintética, normativa o práctica). En la primera categoría se suelen ubicar aspectos tales como la filosofía de la educación, la pedagogía experimental, etcétera. Y en la segunda el diseño curricular, la tecnología educativa y, en general, la didáctica.
En la actualidad, la discusión sobre pedagogía como ciencia o como arte se suele dirimir por medio del concepto de la ciencia aplicada, o dando al concepto de pedagogía el nivel de una “súper categoría” dentro de la cual caben un conjunto de diversos saberes que concurren, apoyan u orientan al proceso educativo. La discusión entre ciencia y saber depende del concepto que se tenga de lo que es “ciencia”, concepto que ha venido evolucionando en forma rápida gracias a la epistemología y a la filosofía de la ciencia.
Aquí se supone que la pedagogía es un saber que es necesario “distinguir” del quehacer educativo, pero cuyo objeto es precisamente ese quehacer; que es un saber que ha generado diversidad de saberes particulares, relacionados con ese quehacer y, a la vez, que aprovecha el aporte de muchos otros saberes relacionados con el sujeto de ese quehacer: el hombre. Con base en el avance de los estudios sobre lo que es la ciencia, nos inclinamos por el concepto de pedagogía como ciencia, aunque no como ciencia “según el modelo de las ciencias naturales” o “exactas”.
La presente reflexión testimonia la importancia que le damos al estudio y al debate sobre la naturaleza y el estatuto epistemológico de este saber, en actitud claramente opuesta a la de quienes consideran que la elaboración teórica es un ejercicio inútil, en circunstancias en las que lo urgente demanda respuestas prácticas concretas. Pensamos, más bien, que —como se dice que afirmó Sócrates— “no hay nada más práctico que una buena teoría”, y por ello es necesario elaborar esa teoría, comprometiendo —eso sí— toda la responsabilidad y el esfuerzo en garantizar que sea “buena”, y, aún más, la mejor, para responder a las preocupaciones educativas acuciantes del presente. La claridad teórica —basada en buenas teorías— garantiza en gran medida la calidad en la práctica educativa, siempre y cuando exista una adecuada articulación entre teoría y práctica.
El objetivo de esta reflexión es recuperar la conceptualización teórica que ha venido haciendo la Universidad de La Salle en las dos últimas décadas sobre la pedagogía como saber sobre la práctica educativa.
Recuperación histórica
El grupo de la Facultad de Ciencias de la Educación
A partir de 1972, la Universidad de La Salle ha dejado consignada su reflexión pedagógica —modesta, tal vez, desde el punto de vista de su rigor crítico y sistemático— en un pequeño boletín que alcanzó a existir hasta comienzos de la actual década: Actualidades Pedagógicas. Una revisión del contenido del conjunto de números de esta publicación de carácter divulgativo, permite encontrar breves comentarios o reflexiones sobre tres grandes temas (en general): filosofía de la educación, aspectos didácticos y aspectos de tecnología educativa.
En el primer caso se encuentran consideraciones sobre educación personalizada y sobre criterios “lasallistas”2 para orientar el quehacer educativo. En el segundo caso hay planteamientos relacionados con la aplicación de modelos o procedimientos de enseñanza en diversas áreas del saber; caracterizaciones sobre lo que debe ser el docente o el alumno; criterios para la conducción de las clases (en general), tanto en primaria como en secundaria; y sobre la docencia universitaria.{3}
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