En esta fase —pero también en las demás, aunque con una frecuencia menor— se puede formar el tipo de amor que se llama «Manía», considerado, en el significado literal de la palabra, como una locura amorosa, una situación de apasionamiento increíble y de corto plazo, que marca el inicio de la pareja, pero la abandona en un estado aún más débil que el producido por Eros. En este caso, la consigna también es otorgar otro sustento a ese vínculo y cimentar la pasión sobre otras bases.
Consejos para tomar la iniciativa
Incentivar a la pareja para que se active, para que se decida a participar en el juego de la seducción, requiere de creatividad y audacia. El primer requisito resulta esencial para encontrar espacios nuevos en los lugares de siempre, y el segundo es imprescindible para no sentir vergüenza por querer jugar el rol del que atrae, y no tener miedo de la cara de desconcierto que pueda poner el otro. Si tu pareja se encuentra en un estado de sopor absoluto, es posible que piense: «¡Se volvió loco/a!», pero casi con seguridad no tardará en recuperar el ánimo y podrá incorporarse a la iniciativa seductora que propusiste. Si todavía estás pensando cómo, cuándo, con qué excusa o de qué manera incitar a tu pareja para renovar la pasión, estos son algunos consejos útiles:
1.Si es una persona a la que no le gustan los sucesos imprevistos —porque se agobia, se descoloca o se incomoda—, es preferible anticiparse a los hechos diciéndole que le estás preparando una sorpresa, que determinado día no haga planes porque te encargarás de la velada, o bien anunciándole, ese mismo día y varias horas antes, que disfrutarán de un momento especial, a solas. De este modo, tu pareja se divertirá con la idea, se intrigará y no sentirá desconcierto cuando inicies el juego.
2.Por el contrario, si tu pareja no le tiene miedo a las sorpresas, y disfruta de ellas, simplemente no le anticipes nada. Aprovecha la salida del trabajo, o el horario en que finaliza alguna actividad, para tomar algo y charlar fuera del hogar. Es importante que cuides tu belleza personal y que te vistas como si salieran a algún lugar importante, aunque luego del café regresen a casa.
3.Si no te animas a formularle esa clase de propuestas de manera oral —por timidez o porque te incomoda decir frases seductoras—, pueden ser perfectos un correo electrónico o una cartita que dejes en su bolsillo o en su cartera, o un mensaje de texto destinado a proponer una cita para concretar lo que organizaste. Es muy importante que pienses bien lo que vas a escribir para conquistar a tu pareja y que aproveches su faceta más positiva: el humor, el erotismo, el misterio, etc.
Como puede verse, todavía no apareció ninguna idea de cómo organizar esa actividad de a dos, con miras a revitalizar la pasión. Todo este capítulo abordará diversas perspectivas para renovar la intimidad y elevar el voltaje amatorio de la pareja. Por ahora, alcanza con darte algunas ideas para convocar al ser que se ama y demostrarle que le espera un momento diferente. También te divertirás mucho al prepararle estas sorpresas e intrigas.
Recomendaciones de belleza personal
En esta fase, las personas acostumbran cumplir con ciertas pautas de cuidado, de higiene y de embellecimiento. Hombres y mujeres se empeñan, de diversas formas, para verse bien y poder gustarle al otro, pero, cuando las parejas ya se han constituido, y cuentan con varios años de existencia, sus integrantes tienden a relajar las rutinas de belleza. Por supuesto que hay excepciones, pero resulta común que —amparándose en el cansancio, el conocimiento mutuo o la costumbre— surjan frases tales como «Bueno, ahora que estamos juntos, por suerte no tengo que estar «de punta en blanco» cada vez que nos vemos… ¡porque nos vemos todos los días!». Se pueden identificar varios errores que comienzan en esta etapa y se prolongan durante todos los demás períodos de la vida en común. Aquí se señalarán dos:
•Dedicarse a comer, y el verbo «dedicar» se refiere a que las parejas encuentran verdadero placer en pensar qué van a comer a la noche, el domingo al mediodía, la nueva receta hipercalórica que planean probar, y eso, en su justa medida, está muy bien. El problema surge cuando el próximo plato exquisito se transforma en el hobby más importante que se practica de a dos, y que se efectúa de manera muy frecuente. El exceso de kilos, aunque sea compartido, sigue siendo un nivel de sobrepeso que afecta la parte estética y la salud de las personas.
•Abandonar, poco a poco, la actividad física. En lugar de incentivar a la parte más perezosa del dúo para que practique ejercicios —salga a caminar, a andar en bicicleta, inicie un deporte o para que se inscriba en un gimnasio—, siempre existe una mejor opción para no ir a entrenar el cuerpo. Si se suman las horas en que permanecemos sentados —en el trabajo, en la casa, en el auto o en el colectivo—, el movimiento físico es mínimo, y por supuesto que aumenta la tendencia al sobrepeso y a sentirse mal con la propia imagen.
En esta fase, hombres y mujeres deberán cuidar los detalles de arreglo personal con los que se sienten mejor: perfumes, cortes de pelo, tinturas, depilación, alguna ropa más sentadora que otra, etc, y evitar verse afectados por problemas como el sobrepeso y el sedentarismo, que asoman como los factores más importantes para reducir el voltaje pasional de la pareja. Vale la pena atender, en este sentido, a estas dos razones principales:
• El ejercicio físico contrarresta el estrés. A diferencia de lo que podría pensarse, si bien la práctica de una actividad provoca cierto cansancio muscular, en el plano psíquico combate el agotamiento mental y renueva la energía con la que se cuenta para las tareas cotidianas.
•Estar en movimiento mejora la resistencia del cuerpo para cumplir múltiples tareas. Por ese efecto energizante, la persona se siente mejor para llevar a cabo más iniciativas. Es por eso que, no sólo puede atender al trabajo, sino también al placer; la persona que realiza ejercicios físicos, podrá soportar muy bien una noche apasionada, aun después de haber trabajado todo el día.
La forma de revertir esta situación es prácticamente obvia: iniciar actividad física —solos o de a dos— y llevar adelante una dieta que sea a la vez suficiente y liviana, rica en frutas, verduras, jugos y baja en grasas saturadas.
Salidas creativas y novedades en el tiempo libre
Como uno de los principales enemigos de la pareja, ya se sabe, es la rutina, lo que se necesita en esta etapa del amor es combatir el aburrimiento y las prácticas monótonas y previsibles. Además, como «el hombre es un animal de costumbres», si en la juventud se vuelve cómodo, perezoso y reacio a los cambios, es de esperarse que, en la edad adulta, se comporte de la misma manera. Y cuantos más años tiene una persona, resulta mucho más difícil modificar los hábitos; no pocas veces se ha escuchado a alguien decir «¿A mi edad hacer eso? No, si no lo hice veinte años atrás, no lo voy a hacer ahora». En consecuencia, mejor que curar es prevenir, y hay que acostumbrar a la pareja a divertirse con los sucesos imprevisibles e inciertos, en especial, en lo que se refiere a las iniciativas con las que se disfruta el tiempo libre.
Las escapadas de fin de semana constituyen una buena forma de «entrenar» a la pareja para que se adecue a los cambios y sea más flexible:
•Organizar un campamento para dos y sorprender al amante con habilidades desconocidas: encendido de fuego, armado de carpas, conocimiento de los planetas, constelaciones, vientos, etc. En este plano, es positivo demostrar versatilidad para investigar e interesarse por temas no cotidianos; no hay que olvidar que el saber también erotiza, y que, en el peor y más frío de los casos, tendrán buenos temas de conversación durante esos días de paseo.
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