Advertencia
En Etiopía la oferta y la demanda evolucionan muy rápidamente, lo que da lugar a una gran volatilidad de los precios, que cambian constantemente. En la misma línea, a excepción de los mejores hoteles administrados por auténticos profesionales del turismo, no se puede certificar el estándar para los hoteles de gama media y baja. Un cambio de propietario, un problema técnico o una simple falta de mantenimiento pueden hacer de un hotel recomendado un establecimiento indeseable en pocas semanas. La guía solo da la visión de un momento dado y, por lo tanto, no puede considerarse una biblia hotelera.
Hostales
Evidentemente, los etíopes están lejos del concepto de « pensión » o « casa rural », y hay que decir que las condiciones no se prestan a ello. Ante tal demanda de alojamiento por parte de viajeros « adinerados », se sorprenderán enormemente. No hay nada que le impida asumir el riesgo y hay muchas probabilidades de que, por una pequeña compensación, los etíopes den lo mejor de sí. Evidentemente, cabe esperar unas condiciones extremadamente rudimentarias. No es necesario recordar la pobreza y la modestia de la mayoría de los albergues rurales. Por último, el principal problema es que se corre el riesgo a que nos ofrezcan comida y bebida, lo que, en tales condiciones, requiere de un estómago fuerte. Rechazarlas puede ofender al anfitrión, pero no es recomendable aceptarlas.
Cómo moverse
Lo más cómodo y rápido es desplazarse en avión y en 4x4. Esta opción también es la más cara. El mochilero medio tomará los autobuses que realizan largas distancias y reservarán taxis o tuk-tuk durante un día o medio día para distancias cortas. Los menos afortunados tomarán los minibuses, pero tendrán que armarse de paciencia y mantenerse alerta en la carretera, ya que los accidentes son frecuentes. Se puede adoptar un ritmo mucho más lento y sosegado para descubrir el país combinando la inmersión en la naturaleza y la visita de pueblos aislados. Así, una estancia en Etiopía puede planearse en formato de trekking, ya sea a pie o a caballo (normalmente combinando ambos) durante diez días o más. Los macizos del Bale y del Simien son ideales para este tipo de excursiones, y muchas agencias de viajes proponen esta opción. Descubrir las iglesias perdidas en las montañas alrededor de Lalibela también puede ser un objetivo, aunque se pueden imaginar otros muchos... ¡Una buena bocanada de aire fresco a más de 3000 m de altitud!
En avión
El avión tiene la ventaja de ahorrar mucho tiempo en los trayectos, por el contrario, una vez allí a menudo resulta imposible alquilar un vehículo (a menos que se trate con un propietario en privado). Este medio de transporte es especialmente adecuado para aquellos que simplemente quieren visitar los cuatro lugares emblemáticos de la ruta histórica, Lalibela, Axum, Gondar y Bahar Dar, y se limitan a visitar los alrededores de estas ciudades. También es posible combinar coche y avión cuando sea posible (por ejemplo, para una excursión a la depresión del Danakil desde Mekele, o en el macizo de Simien saliendo de Gondar).A algunos incluso se les envían coches desde Adís Abeba o los dejan a mitad de camino para volar a casa, pero por supuesto, hay que pagar el desplazamiento de los vehículos vacíos.
Consejo práctico
Tome un vuelo de Ethiopian Airlines a Adís Abebapara beneficiarse de la tarifa residente en vuelos domésticos durante su viaje. La nueva medida, en vigor desde 2015, tiene como objeto animar a los turistas a viajar en avión con la compañía nacional. Así, por un billete de Adís-Mekele que cueste 50 $, pagará la mitad si tiene un billete internacional como justificante.
Si desea volar entre ciudades,es preferible reservar todos sus billetes en Adís Abeba a esperar encontrar una plaza en los aeropuertos regionales. Para un vuelo de Adís Abeba a Lalibela durante el festival de Timkat, llegan a hacer falta meses de antelación. La red cubre todo el país, con una buena frecuencia para los lugares turísticos y las grandes ciudades. Sin embargo, las condiciones meteorológicas pueden alterar los horarios e incluso provocar cancelaciones de vuelos desde o hacia aeropuertos pequeños con pistas sin pavimentar (durante la temporada de lluvias, se recomienda volar a primera hora de la mañana para evitar las tormentas del final del día y las interrupciones). Los precios son razonables: de 40 a 80 € dependiendo de las distancias.
En barco
La única línea marítima es la que une Bahar Dar con Gorgora, cruzando el lago Tana cada día. Se pueden realizar paseos en barco en varios lagos, pero se trata de excursiones como mucho de un día.
En autobús
Autobuses y minibuses recorren el país de punta a punta hasta las aldeas más remotas. No es de extrañar que este sea el medio de transporte más utilizado y el lugar donde se reúnen y mezclan todos los grupos étnicos del país.
Consejo práctico
Para las largas distancias, ahora hay empresas más lujosas que ofrecen autobuses cómodos y rápidos, más caros pero asequibles para los europeos. Estos autobuses salen temprano por la mañana desde o hacia Adís Abeba y es mejor comprar el billete por adelantado.
Minibuses y autobuses regulares.Para los autobuses, según la calidad del autobús, la mejor calidad se califica de « nivel 1 » y el « nivel 3 », una antigualla rodante. Una vez que el equipaje y los animales se cargan en el techo (especialmente en los días de mercado) y se asegura que el autobús esté lleno, el convoy ya puede ponerse en marcha. Todas las plazas se ocupan, a veces incluso hasta el centro de los pasillos donde la gente se sienta en pequeños taburetes y no es raro que por el precio de un billete solo se tenga derecho a la mitad de un asiento. Aquí uno puede constatar la admirable resignación de los etíopes ante la incomodidad. Sin duda, es cuestión de acostumbrarse...
Minibuses y autobuses regulares. Los autobuses se clasifican según su calidad, que va desde la mejor, el « nivel 1 », hasta el « nivel 3 », una antigualla rodante. Una vez se han cargado los animales y el equipaje arriba (especialmente en los días de mercado) y se ha asegurado que el autobús esté lleno, el convoy ya puede ponerse en marcha. Todas las plazas quedan ocupadas a veces incluso hasta el centro de los pasillos, donde la gente se sienta en pequeños taburetes, y no es raro que por el precio de un billete solo se tenga derecho a la mitad de un asiento. Aquí uno puede constatar la admirable resignación de los etíopes ante la incomodidad. Sin duda, es cuestión de acostumbrarse...
En los autobuses, la música es un argumento comercial (algunos incluso tienen altavoces en el techo), por lo que es muy recomendable llevar tapones para los oídos, a menos que se sea un aficionado de los hits etíopes. A excepción de las pausas para comer, y posiblemente para dejar que se airee algún pasajero mareado (si es que ha tenido tiempo de pedirlo...), las paradas son raras y es bueno recordar que no hay servicios a bordo (piense también en llevar agua). Otro inconveniente es que los etíopes tienen una verdadera fobia a las corrientes de aire, portadoras de enfermedades y quién sabe qué tipo de espíritus malignos. Por tanto no se recomienda abrir la ventana, a riesgo de provocar una protesta. La seguridad es otro problema, pero no hay más remedio que confiar en el conductor (a veces ayudado por el khat que lo mantiene en alerta) y en los múltiples grisgrís distribuidos en el salpicadero. Hay todo tipo de vehículos entre estos autobuses, más o menos nuevos y bien cuidados, aunque obviamente es mejor evitar algunos. Antes de partir, procure instalarse lo antes posible, siempre que haya espacio, evitando cuidadosamente viajar encima de los ejes. Ante todo, el autobús es un medio de transporte económico que acerca al máximo al viajero a la realidad local, con todo lo que ello implica en términos de folclore a nuestros ojos. Viajar junto a un mursi o hamer con una pluma de avestruz pegada en la parte superior del cráneo es toda una experiencia.
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